Lo primero que me llamó la atención fue la decoración del sitio, eran cabezas de gente en el fondo; no me agradó en lo absoluto, por lo que quise quitar la página, pero mi computador no respondía. Estaba asustado: no funcionaban los botones, solo el mouse.
Cuando empezó la partida, el otro jugador llamado "Dibbuk" movió un peón, hice lo mismo; luego de 30 minutos de batalla, él me terminó ganando y cuando la pantalla reveló la frase: "Player 2 Win", las luces de mi casa se apagaron.
Pegué un grito, una mano me tapó la boca y una voz me susurró: "Jaque Mate". Sentí una puntada en el corazón.
Me desperté en el hospital, desde donde estoy escribiendo esto. Acabo de enterarme de que "Dibbuk" es un demonio del folklore judío.