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domingo, 6 de diciembre de 2020

El Show M

Cuando tenía 9 años, recuerdo que tenía un show de TV favorito. Tenía actores humanos y actores en botargas de animales con segmentos educativos entre cortes. No quiero mencionarlo porque era un show muy bueno y éste acontecimiento no es culpa del show. Sólo lo llamaré "El Show M".

El Show M llevaba años transmitiéndose y yo había estado viéndolo desde que recuerdo. Siempre me sentaba, justo después de la escuela con mi hermana mayor Scarlett y mi mejor amiga Brandi, quien vivía en la casa de al lado. Era nuestra rutina, cada día nosotras tres nos sentábamos juntas; con dulces, si nuestras madres lo permitían, o si no con manzanas y uvas; y durante las pausas conversábamos y chismeábamos sobre hechos importantes en nuestras vidas.

Entonces, recuerdo que fue un cálido viernes de verano, Scarlett encontró una competencia con premios en una de sus revistas de chicas. Hacía preguntas sobre el show, y el primer premio era un viaje con tus padres a Disney World. Pero aún mejor, quien quiera que enviara las respuestas correctas se volvería un miembro del Club de Fans del Show M, un club de fans del show. Aquél mismo día, después del ver el Show M, nosotras tres nos apiñamos en el sofá para responder el cuestionario.

Las preguntas eran muy difíciles: pedían detalles sobre episodios viejos del show. Sin Scarlett, Brandi y yo jamás hubiéramos podido lograr responder todas las preguntas. Scarlett le suplicó a nuestra mamá estampas y sobres y llenamos los tres sobres con cada papel con nuestros nombres, y detalles de contacto y las respuestas a las preguntas. Scarlett incluso nos dijo que variáramos nuestras respuestas un poco para que no nos acusaran de hacer trampa.

Eran los primeros días de primavera. Recuerdo que había tulipanes en nuestro jardín y mi mamá nos regañó por arrancar dos para decorar la mesa de la cocina. Pero después de su sermón ella me entregó una pequeña y cuadrada carta con mi nombre impreso en ella. La parte posterior decía: "Bienvenido al Club de Fans del Show M"

Las cartas fueron enviadas y cada día nos apresuraríamos al buzón de correos para conseguir nuestras insignias del Club del Show M. Cuando la primera nevada comenzó a caer, dejamos de revisar el buzón. Brandi seguía apasionada sobre el show y lo miraba todos los días, pero Scarlett perdió interés. Cuando Scarlett dejó del ver el show, yo también empecé a saltarme el show. Brandi seguía viniendo, pero ella era la única mirándolo. Me sentaba junto a ella mientras leía las viejas revistas de chicas de Scarlett.

No había mucho en el sobre, sólo un pequeño panfleto que me dio la bienvenida como miembro del club y una pequeña tarjeta de identificación con mi nombre en ella, un gran logo del show y en letras negras Club de Fans del Show M, y en la línea de abajo, con grandes letras negras, la palabra Miembro. Brandi recibió su sobre ese mismo día. Ella brillaba con felicidad. Scarlett estaba celosa al principio, pero dos días después también recibió su sobre.

Desde entonces, cada viernes, cada una de nosotras recibía un folleto sobre el show con fotos, anécdotas y antecedentes de los personajes. Ocasionalmente los panfletos también pedían a los miembros del club que promovieran el show y que esperaran el "Tour del Show M". De cualquier forma, funcionó: Amamos el show después de eso. Creo que desde ese día en adelante, después de que orgullosamente metí mi tarjeta de membresía en mi mochila, no me perdí ni un episodio.

Entonces, a mediados de junio, todas recibimos dos panfletos. El primero era el usual con datos y fotos. Pero el segundo era un anuncio: "El autobús de la gira está en la ciudad, ¡ésta es tu oportunidad de convertirte en Miembro Élite!". El autobús vendría el próximo sábado a nuestro pueblo. A todas se nos permitió ir. Estábamos más que emocionadas. El panfleto no tenía mucha información y esto fue antes de que tuviéramos una computadora en casa. El autobús de la gira llegaría a la 1 P.M y los personajes principales del programa estarían ahí para recibir a todos y jugar juegos con nosotros. Aquellos que participaran en al menos cuatro juegos serían promovidos al estatus de "Miembros Élite", y recibir una nueva y dorada tarjeta de membresía.

Aquellos nueve días de esperar al "Tour del Show M" fueron los más largos de mi vida. Brandi, Scarlett y yo planeamos todos los días cómo nos tomaríamos fotos con cada personaje y qué juegos jugaríamos con ellos. Yo soñaba en secreto el vencer a Scarleet en el "juego del conocimiento", donde nuestro conocimiento sobre el programa sería puesto a prueba.

El sábado, Scarlett fue a una pijamada por un cumpleaños en casa de una de sus amigas. Se suponía que los padres traerían de regreso a Scarlett el domingo a las 12. Alrededor de las 12:30, Brandi vino corriendo a nuestra casa. Golpeó la puerta trasera, como ella siempre hacía, y la dejé pasar. Brandi estaba más que emocionada; su mamá se había voluntariado para acompañarnos las tres y ella quería ir temprano para que no nos perdiéramos de nada. Mi mamá llamó a la casa de la amiga de Scarlett, pero ellos no levantaron el teléfono. Dijo que Scarlett estaría en casa pronto, lo suficientemente temprano como para ir a tiempo.

A las 12:45, la mamá de Brandi vino para preguntar por nosotras. Dijo que tendríamos que irnos para que las filas no fueran tan largas. Mi mamá dijo que deberíamos esperar a Scarlett, pero Brandi hizo un berrinche; tenía miedo de que no pudiéramos abrazar a todos los personajes si llegábamos tarde. La mamá de Brandi decidió conducir. Yo quería ir con ellas, pero mi mamá dijo que ella nos llevaría a Scarlett y a mí. Sentí como si estuviera siendo castigada porque Scarlett se tardaba. Supliqué. Lloré. Nada sirvió; Brandi fue sola.

Los padres los amigos de Scarlett la llevaron a las 13:40. Estaba molesta con ella, pero mi mamá dijo que si armaba una escena no iríamos. Cedí.

Llegamos alrededor de veinte minutos después al estacionamiento donde estaba programado que el autobús pararía. Vimos las multitudes desde la distancia, estacionamos el coche y caminamos hacia allá. Le pregunté a mi mamá dónde estaban los personajes del show; ella dijo que estaban justo detrás de la muchedumbre. Todos cargaban los panfletos del Tour del Show M, pero parecía como si la multitud fuera casi de padres. Todos estaban de pie en media luna hacia el borde del estacionamiento. Algunos de ellos se veían preocupados, pero muchos de ellos estaban riendo y hablando.

Mi mamá encontró a la madre de Brandi al otro final del medio círculo; caminamos hacia ella. La mamá de Brandi era de los que estaban preocupados. Nos dijo que el autobús había estado ahí, junto con todas las figuras animales del Show M. Tenían un gran autobús con el logotipo del Show M y dieron dulces.

Una de las figuras de animales explicó a los padres que habían construido un set a las afueras del pueblo donde todos podíamos hacer un filme corto con los personajes del programa. Dijeron que llevarían a todos allá.

Se llevaron primero a los niños. Estaban tan emocionados que pocos padres pusieron objeción. Aún así, tres o cuatro padres aparecieron y calmaron al resto. Se suponía que el siguiente autobús llegaría en algunos minutos, para llevar a todos al estudio.

Cuando escuché eso estaba emocionada como nunca. Corrí a la calle a mirar para así ser la primera en el autobús. Scarlett me siguió. No vi la expresión de preocupación cuando la madre de Brandi hablaba con la mía. No entendí por qué la policía vino en menos de una hora después.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Polybius

En Portland, Oregon, en 1981, apareció un nuevo juego de arcade inaudito en varios suburbios, algo raro en ese momento. Este juego se llamaba Polybius. El videojuego demostró ser increíblemente popular, hasta el punto de la adicción, y se formaron colas alrededor de las máquinas, seguidas rápidamente por grupos de visitas de hombres de negro. En lugar de los datos de marketing habituales recopilados por los visitantes de la empresa a las máquinas recreativas, recopilaron algunos datos desconocidos, supuestamente probando las respuestas a las máquinas psicoactivas. Los propios jugadores sufrieron una serie de efectos secundarios desagradables: amnesia, insomnio, pesadillas, terrores nocturnos y suicidio que aparecían como causados ​​por el juego en varias versiones de la leyenda.

Polybius es una leyenda urbana sobre un videojuego de arcade poco común lanzado en 1981. El videojuego fue creado por una compañía misteriosa llamada Sinneslöschen (traducido del alemán "Aclarar la mente") y era un puzzle/shoot-’em-up. Solo se lanzó en algunos suburbios de Portland, Oregon.

Supuestamente era muy popular, y la gente formaba largas filas para tocarlo. Sin embargo, los jugadores informaron cosas extrañas sobre el juego, como escuchar a una mujer llorar y ver rostros grotescos por el rabillo del ojo. Los jugadores también tendrían pesadillas, experimentaron náuseas, dolores de cabeza, desmayos o incluso desarrollarían amnesia. Algunos incluso se suicidaron. Otros dejaron de jugar a los videojuegos por completo y al menos uno se convirtió en un activista anti-videojuegos.

Según un propietario de una sala de juegos, los hombres vestidos con trajes negros a menudo venían a recopilar "registros" del juego.

No tomaron dinero, simplemente datos sobre el juego. Debido a esto, la teoría principal es que se trató de una especie de experimento gubernamental que utilizaba mensajes subliminales. El juego permanece en la oscuridad ya que aproximadamente un mes después de su lanzamiento, todos los gabinetes desaparecieron repentinamente. Un gabinete reapareció en una sala de juegos en 1998, pero rápidamente desapareció nuevamente. Si bien algunos han intentado recrear el juego, nadie ha encontrado la ROM original.


lunes, 19 de octubre de 2020

La Reencarnación

Una pareja recién casada tuvo su primera hija a los pocos meses de gestación; sin embargo, la niña nació con deformaciones que llamaron la atención de sus vecinos. A causa de eso, se produjeron chismes y que hablaran mal de la joven pareja.

La pareja cansada de los chismes, en un momento de desesperación, se llevó a la criatura y la tiró a un río. Por un tiempo, la culpa acechaba a la pareja, pero las cosas empezaron a mejorar para ellos, ya que a los pocos años tuvieron otra hija; esta vez la criatura era saludable y hermosa. Aquel oscuro evento que representaba el hórrido asesinato de su hija, fue desapareciendo con el pasar del tiempo y así comenzaron a vivir en completa felicidad.

Un verano, la familia decidió salir de viaje en un crucero. La nave zarpó y no tardó mucho antes de que dejaran de observar tierra a su alrededor. Se encontraban los tres observando el paisaje desde el barandal del buque y sin esperárselo, la pequeña volteó su mirada hacia sus padres.

Su voz tan dulce y suave, cargaba un aterrador mensaje:

—Mami, papi... No volverán a tirarme al agua de nuevo, ¿o sí...?


Calificación:


miércoles, 29 de julio de 2020

El Rastrillo o "The Rake"

Durante el verano de 2003, los acontecimientos en el noreste de Estados Unidos que involucran una extraña criatura, parecida a la humana, despertó el interés de los medios de comunicación locales, breve, antes de un apagón aparente fue promulgada. Hay poca información o ninguna, se dejó intacto, como las cuentas más en línea y escritos de la criatura fueron destruidas misteriosamente.

Centrada principalmente en la zona rural del estado de Nueva York y una vez que se encuentra en Idaho, auto proclamados testigos contaron historias de sus encuentros con una criatura de origen desconocido. Las emociones van desde niveles extremadamente traumáticos de miedo y malestar, a un sentido casi infantil de la alegría y la curiosidad. Mientras que las versiones publicadas ya no son de la historia, los recuerdos se mantuvieron poderosos. Varios de los involucrados comenzaron a buscar respuestas en ese año.

A principios de 2006, la colaboración se había acumulado casi dos docenas de documentos que datan entre el siglo 12 y hoy en día, situados en 4 continentes. En casi todos los casos, las historias eran idénticos. He estado en contacto con un miembro de este grupo y fue capaz de obtener algunos extractos de su próximo libro.

Una nota de suicidio: 1964.

"Mientras me preparo para tomar mi vida, siento que es necesario disipar cualquier sentimiento de culpa o dolor que he introducido a través de este acto. No es culpa de nadie más que a él. Una vez me desperté y sentí su presencia. Otra vez que me desperté y vi su forma. Otra vez me desperté y escuché su voz, y vi sus ojos. No puedo dormir sin que me aterre lo que podría pasar la próxima vez al despertar. No puedo despertar nunca más. Adiós. "

Encontrada en la misma caja de madera donde había dos sobres vacíos dirigidos a William y Rose, y una carta suelta personal sin sobre:

"Querida Linnie,

He rezado por ti. El te ha dicho tu nombre".

Una entrada de un periódico local (traducida del español): 1880

"Tengo la experiencia del mayor terror. He experimentado el mayor terror. Veo sus ojos cuando cierro los míos. Son huecos. Negros. Me miraron y me atravesaron. Sus manos mojadas. No puedo dormir. Su voz... (texto ininteligible). "

Una nota de un navegante: 1691

"Vino a mí en mi sueño. Desde los pies de mi cama sentí una sensación. Se llevó todo. Tenemos que volver a Inglaterra. No vamos a volver aquí otra vez, él lo ha pedido."

De un testigo: 2006

"Hace tres años, yo acababa de regresar de un viaje a Cataratas del Niágara con mi familia para el 4 de julio. Todos estábamos muy cansados ​​después de un largo día de conducir, por lo que mi esposo y yo pusimos a los niños en la cama y lo llamó una noche.

A eso de las 4 am, me desperté pensando que mi esposo se había levantado para ir al baño. Usé ese momento para robar a las sábanas, sólo para despertar a mi marido en el proceso. Me disculpé y le pregunté que si él se había levantado. Cuando se volvió hacia mí, él abrió la boca y sacó los pies del extremo de la cama tan rápido su rodilla casi me tiró. Entonces me agarró y no dijo nada.

Después de adaptarme a la oscuridad por unos segundos, fui capaz de ver lo que causó la reacción extraña. A los pies de la cama, sentado y de espaldas a nosotros, había lo que parecía ser un hombre desnudo, o un gran perro sin pelo de algún tipo. Su posición corporal era inquietante y poco natural, como si hubiera sido golpeado por un coche o algo así. Por alguna razón, no me asusté, más me preocupaba su condición. En este punto, yo pensaba que teníamos que ayudarle.

Mi marido estaba mirando por encima de su brazo y la rodilla, enclavado en la posición fetal, de vez en cuando mirando a mí antes de regresar a la criatura.

En una ráfaga de movimiento, la criatura rodó por el lado de la cama y se arrastró rápidamente en una especie de agitano y extraño movimiento a lo largo de la cama hasta que estaba a menos de un palmo de la cara de mi marido. La criatura estuvo completamente en silencio durante unos 30 segundos (o probablemente más cercano a 5, parecía mucho más) sólo mirando a mi marido. La criatura entonces puso su mano en su rodilla y corrió al pasillo, que conduce a los cuartos de los niños. Grité y corrí hacia el interruptor de luz, planeando ir a detenerlo antes de que dañara a mis hijos. Cuando llegué al pasillo, la luz de la habitación era  suficiente para verlo agachado y encorvado sobre unos 20 metros de distancia. Se dio la vuelta y miró directamente a mí, cubierto de sangre. Encendí la luz y vi a mi hija Clara.

La criatura corrió por las escaleras mientras mi esposo y yo corrimos para ayudar a nuestra hija. Ella estaba muy mal herida y sólo habló una vez más en su corta vida. Ella dijo: "Él es el Rastrillo".

Mi marido conducía su auto en un lago de la noche, mientras que apresurarse a nuestra hija al hospital. No sobrevivió.

Al ser una ciudad pequeña, tiene alrededor noticia con bastante rapidez. La policía estaba atento al principio, y el diario local tomó mucho interés también. Sin embargo, la historia nunca fue publicada y las noticias de televisión local sin más trámite tampoco.

Desde hace varios meses, mi hijo Justin y yo nos alojamos en un hotel cerca de la casa de mis padres. Después decidimos volver a casa, empecé a buscar respuestas a mí misma. Finalmente he localizado un hombre en el pueblo de al lado que tenía una historia similar. Nos pusimos en contacto y empezamos a hablar de nuestras experiencias. Sabía de otras dos personas en Nueva York que habían visto a la criatura que ahora se conoce como el Rastrillo.

Nos tomó los cuatro alrededor de dos años completos de búsqueda en Internet y la escritura para llegar a una pequeña colección de registros del Rastrillo. Ninguno de ellos dio ningún detalle, la historia o el seguimiento. Una revista tenía una entrada que implica a la criatura en sus primeras 3 páginas, y nunca lo volvió a mencionar. Registro de un marinero no explicaba nada del encuentro, diciendo sólo que se les dijo que se fuera por el rastrillo. Esa fue la última entrada en el registro.

Hubo, sin embargo, muchos casos en que la visita de la criatura era una de una serie de visitas a la misma persona. Varias personas también mencionó que se habla, mi hija incluida. Esto nos llevó a preguntarnos si el Rastrillo había visitado ninguno de nosotros antes de nuestro último encuentro.

He creado un grabador digital cerca de mi cama y lo dejaron correr toda la noche, todas las noches, durante dos semanas. Yo sería tediosamente escanear a través de los sonidos de mí dando vueltas en mi cama cada día cuando me desperté. Al final de la segunda semana, yo estaba acostumbrado al sonido ocasional de sueño mientras desdibujando a través de la grabación a 8 veces la velocidad normal. (Esto todavía tardó casi una hora todos los días).

En el primer día de la tercera semana, me pareció oír algo diferente. Lo que encontré fue una voz chillona. Era el Rastrillo. No puedo escuchar el tiempo suficiente para empezar a transcribirlo. No he dejado que nadie la escuche todavía. Todo lo que sé es que he oído antes, y ahora creo que habló cuando estaba sentado frente a mi esposo. Yo no recuerdo haber escuchado nada en ese momento, pero por alguna razón, la voz en la grabadora inmediatamente me lleva de vuelta a ese momento.

Los pensamientos que deben haber pasado por la cabeza de mi hija me pone muy molesta

No he visto el Rastrillo desde que arruinó mi vida, pero sé que él ha estado en mi habitación mientras yo dormía. Me conoce y temo que una noche me despertaré para verlo mirándome. "


jueves, 23 de julio de 2020

Los Chicos Malos de la Cocina

Cuando era niño, solía vivir con mis padres en una casa muy antigua. La cocina tenía una estufa de hierro, de esas que se usaban para calentar la comida con las primeras hornillas de gas. En la sala de estar permanecía el sofá de mis abuelos y varios cuadros de la familia completa. Era un lugar acogedor pero también tenía sus cosas siniestras.

Todas las noches por ejemplo, sufría horribles alucinaciones en las que creía escuchar voces fuera de mi habitación. Hablaban acerca de mí como si estuvieran espiándome y yo no les podía ver. Solo podía quedarme escondido entre las sábanas, oyéndoles.

—¿Ya se ha dormido?

—No, sigue despierto todavía. Se hace el dormido bajo las sábanas para despistarnos.

Mierdas como esas eran las que decían. Y me quedaba aterrado al escucharles aquellas cosas, seguidas de risas maliciosas que parecían provenir de todas partes. Lo peor era cuando sus pasos se acercaban corriendo a mi recámara y yo pensaba que iban a entrar para hacerme algo.

Por supuesto, aquello se fue quedando en el olvido con el paso del tiempo. Nadie me creía cuando lo contaba y al ir creciendo, llegué a la conclusión de que no eran más que pesadillas.

Las casas tan grandes y antiguas pueden intimidar bastante a un niño.

Tiempo después habría de seguir mi propio camino, tú sabes, alquilarme un piso en la ciudad más próxima para ir a la universidad, conocer a alguien y todo eso. Para ese entonces, “los chicos malos de la cocina”, (que era como yo llamaba a esas impertinentes voces), no eran más que un mal recuerdo que ni siquiera se había molestado en salir a la superficie de mi subconsciente.

Exámenes, trabajo, ligoteo, responsabilidades y aventuras varias hacen que todos los traumas infantiles parezcan una nimiedad. Sin embargo…

Sin embargo, hace unos días que me he mudado a un nuevo apartamento. Es muy distinto a mi hogar de infancia, todo tan nuevo y moderno. No pude evitar comparar cada habitación con los pocos detalles que recordaba del sitio donde viví con mis padres. Al principio, la nostalgia me embargó. Hasta que mi hijo de seis años me contó algo muy extraño.

—Tengo un nuevo amigo que se llama Ben —me dijo.

Amigos imaginarios. Típico de los críos.

—¿Ah sí?

—Pero hoy me he molestado con él.

—¿Y eso por qué? —le pregunté, mientras acomodaba libros en una estantería.

—Por qué dijo que cuando eras niño, él y sus amigos solían hacer que te cagaras en los pantalones.

—¿Cómo dices? —me reí, aunque probablemente debí haberlo reñido por usar ese lenguaje. Y entonces, mi hijo comenzó a darme una descripción muy detallada de como solía ser mi casa, de lo que este chico, llamado Ben y sus amigos, solían hacer para asustarme en las noches.

—Él dijo que tú solías llamarlos “los chicos malos de la cocina”. ¿Es cierto eso, papá?

Me quedé paralizado.

—No hagas caso, hijo. Tu amigo solo está celoso.

Creo que no me va a gustar vivir aquí.


Calificación:






viernes, 17 de julio de 2020

Lolita Slave Toy

Vendo muñecas, yo creo y vendo muñecas. En caso de que no sepan a qué me refiero, es muy simple: transformo chicas jóvenes en juguetes fácilmente manejables. Eso. Ellas no pueden escapar, resistirse, ni decir algo; solo están ahí para tu diversión sádica. ¿Curioso del porqué?

Soy un cirujano viviendo en uno de esos países en las periferias del este europeo. Una sociedad bastante ruda; la pobreza es enorme y, a menos que tengas dinero y conexiones, estás cagado. No es necesario decir que yo tengo ambas. También tenemos mujeres hermosas aquí, los países del este europeo son bien conocidos por eso. Afortunadamente (para mí), algunas de estas chicas ya no tienen parientes o familiares y viven en orfanatos. Yo no llamaría a eso vivir, es increíble lo que encontrarás ahí. Algunas chicas muy jóvenes tienen suerte y son adoptadas, pero a la edad de ocho o nueve ya son muy grandes. Algunas de las niñas más lindas son vendidas para prostituirse, y podrías considerarlo suerte también, en vez de desaparecer lentamente en la mugre y la pobreza. Yo compro algunas chicas. Generalmente, tomo las más atractivas que estiman los nueve y diez años, antes que comiencen su pubertad. El orfanato coopera bastante, están alegres de tener una boca menos que alimentar. De la misma forma, aceptan mis donaciones para ellas. Nunca preguntan y yo nunca divulgo nada. Ellos saben que soy cirujano; probablemente piensan que hago algunos experimentos con las chicas o cortar sus órganos para después venderlos. Pero no, encuentro un negocio mucho más rentable: transformo a las chicas en juguetes sexuales. Puedes ordenar un Juguete si quieres. No son baratas, cobro entre 30,000 y 40,000 dólares por un juguete. Eso no toma en cuenta los gastos de envío. Pero tendrás un Juguete que te satisfará por muchos años. Ella es como una muñeca, ¡pero con vida!

Déjame decirte cómo logro que una joven niña de orfanato se haga una muñeca viviente. Cuando he encontrado una chica nueva y apropiada, pediré al orfanato que la vengan a dejar a mi villa. Ella llegará desnuda, atada y con los ojos vendados. Después de una breve inspección y un chequeo médico, la llevaré a la clínica especial de mi villa. Después la limpiaré profundamente. Estas chicas son sucias, realmente apestan; no han visto un baño en años y son muy descuidadas. Cuando está finalmente limpia, la pondré en una camilla y le daré una inyección que la hará dormir.

Le crearé una nueva identidad y le daré un nuevo nombre; no conozco los nombres reales de las chicas, solo sé su edad y es todo lo que necesito. En el orfanato, cualquier dato de ella será destruido. Nunca existió. Ahora su existencia será la de un mero juguete. Tengo un trío de Esclavas Lolita de Juguete; Dasha, que tiene once años y está en la etapa final de su transformación; Tanya, que ahora tiene doce años, dos años desde que la creé; y Luda, que tiene catorce años y un embarazo de cuatro meses.

La mañana siguiente es la gran operación. La chica aún estará durmiendo debido a la anestesia de la noche anterior. La pondré en la mesa quirúrgica y le administraré más anestésicos para la operación. De modo que si te estás preguntando por qué mi Juguete no se resistirá ni se irá, muy simple: ¡le amputo piernas y brazos! Le amputaré los brazos hasta los codos y sus piernas hasta las rodillas. Fácil, ¿no? Esta chica jamás se desprenderá de ti…

Para ella esta es una operación muy pesada, y probablemente el paso más crítico en el proceso de transformación. Pero la mayoría de las veces sobreviven.

Pero no estoy dejando a las chicas con muñones en brazos y piernas. Les adjunto una barra de metal de 5 cm. al hueso de sus brazos y piernas antes de coser las heridas. El otro extremo de la barra metálica tiene una rosca de tornillo a la que se puede adjuntar una junta tórica. ¡Cuando esté lista, podrás asegurarla con una cadena, o candado, a cualquier objeto que quieras! Mi Tanya y Luda normalmente tienen una cadena pegada a la espalda, encajada con ambas juntas tóricas en los muñones de sus brazos. Eso mantendrá sus brazos muy bien pegados a su cuerpo.

Al principio debo cuidar mucho de las heridas en los muñones para prevenir infecciones. Una vez que la herida haya sanado completamente, pondré silicona encima del muñón. Esto va cubierto por terciopelo blanco y se ve muy dulce, a pesar de las crueles juntas tóricas al fin de lo que les queda de brazos y piernas. Después de unos pocos meses, cuando las piernas y brazos se han recuperado completamente, puedes poner algo más de presión en la zona. Yo comencé hace un año colgando a Tanya y Luda de sus brazos y piernas desde el techo. Es un muy interesante decorado para tu cuarto: ¡una Muñeca desnuda colgando de tu techo! Y es bastante agradable usarla cuando está colgando de esa forma.

Pero antes de eso, hay un largo camino por recorrer. La operación no está lista amputando sus brazos y piernas. Después también cortaré sus cuerdas vocales, así no podrá volver a hablar o incluso hacer sonidos. Además, le removeré los dientes. Hecho esto, le implanto una capa de silicona con una capa más delgada en sus mandíbulas. Ella no podrá morderte, !En realidad parecera un masaje!

El implante de silicona es absolutamente necesario, sino su boca parecería la de una abuela desdentada. Esto la mantendrá bella. Para mantener su boca en buena forma, usará una mordaza la mayor parte del tiempo. Esto puede sonar obsoleto, porque corté sus cuerdas vocales y no podrá hablar de ninguna manera, pero es un tema estético. Simplemente, una chica amordazada se ve bien y no necesita de su boca para cosas que no sean alimentación, bebida y otras actividades.

Una vez que la operación esté lista, le daré a la chica una o dos semanas para recuperarse y dejar que las heridas sanen. Después comenzará su entrenamiento.

Ella ya no es una chica ordinaria, sino una muñeca y tiene muchas cosas por aprender. Ya que no tiene dientes, no puede comer. Debe ser alimentada como un bebé. Yo lo hago una vez al día con una mamadera y fórmula de infantes, porque contiene todas las vitaminas y minerales. No le daré más de lo necesario; no quiero que engorde, porque ya no puede moverse. Debes cuidar de eso.

Ella bebe una mamadera llena de agua, té o limonada tres o cuatro veces al día, así que consume al menos dos litros de agua por día. Eso es suficiente para mantenerla saludable. Al principio, pondré la botella en la boca, pero pronto solo dejaré la botella junto a ella, de forma que tendrá que ponérsela en la boca ella misma. Toma algo de práctica que logre poner la botella en su boca, ya que no tiene brazos, pero eventualmente lo hará y beberá. Cuando lo haga, le vendaré los ojos antes de que tome la botella; previo a que su entrenamiento haya finalizado, debe encontrar la botella y beber de ella sin ver.

La comida y la bebida se devuelven, así que la llevo al baño unas veces al día. Como no se puede mover, debes levantarla y llevarla al baño. Cuando estoy haciendo negocios, pongo un catéter en su tracto urinario.

Aunque ya no puede hablar, aún me puedo comunicar con ella para enseñarle cosas elementales. Le enseñaré qué significa ser una esclava de modo que ella en algún punto no podrá discriminar entre dolor y placer. Tendrá que soportar cualquier forma posible de tortura antes que siga con la próxima etapa de su transformación. En esta fase estará la mayor parte del tiempo con los ojos vendados, pero cuidaré de que también pueda ver cómo la torturo. Tengo una cámara corriendo casi siempre, así que tendrá que ver su propia tortura y otras películas realmente fuertes al menos una hora por día.

En algún punto, no solo será una esclava física, sino también mental. Su mente ya no resiste, se ha vuelto totalmente sumisa. Entonces haré las últimas modificaciones para hacerla una muñeca. Ella ya está inmovilizada y discapacitada para comunicarse, ya que no puede hablar. Hasta ahora puede ver y oír, no está completamente privada . Una verdadera esclava no puede moverse, hablar, ver u oír, solo sentir.

Antes de privarla de sus últimos sentidos, le doy una leve anestesia. Después pongo audífonos en sus orejas y programo ruidos extremadamente fuertes que duran varias horas. Esto será suficiente para dañar su audición lo suficiente como para que no vuelva a escuchar. Como un toque final, trataré sus ojos con un láser. Ella no será completamente ciega. Mi Tanya y Luda aún reaccionan a luces fuertes y supongo que aún pueden ver sombras tenues, pero no pueden reconocer nada y están casi sordas. De cualquier forma, vendo sus ojos la mayor parte del tiempo, pero eso es por gusto personal. Están completamente paralizadas, ni siquiera hacen ruidos cuando las torturo. Solo puedo notar que sufren dolor por las reacciones de su cuerpo, la respiración agitada y la expresión de su rostro.

Cuando se haya recuperado de esto, estará transformada en un pequeño juguete indefenso listo para la venta. Son fáciles de cuidar; solo un poco de comida y otro cuidado (limpieza diaria). Están inmovilizadas, puedes juntarlas a cualquier objeto e incluso «decorar» a costa de ellas. No pueden hablar, oír o ver; están completamente privadas . Las muñecas que están a la venta aún son vírgenes y recién están entrando a la pubertad. De todos modos, están bien entrenadas y han sido fuertemente torturadas y abusadas. Solo hazme saber si quieres ordenar una...


miércoles, 15 de julio de 2020

Spectare supra te

Es muy común escuchar historias de fantasmas en las escuelas, sin importar en cual escuela hayas estado, nunca falta alguna historia de fantasmas que rondan por los pasillos, salones o baños de las instalaciones durante la noche. En esta ocasión les traigo un creepypasta o quizás leyenda urbana que nos habla sobre un chico y una frase: "Spectare supra te".

Hace mucho tiempo en un colegio este chico se dirigía a la enfermería, pero antes de llegar al pasillo se desvió para pasar al baño. Como nunca se había sentido cómodo usando los orinales, entró a un cubículo; mientras estaba en lo suyo comenzó a sentir escalofríos que se volvían cada vez más insoportables y luego escuchó los susurros de alguien.

—¿Quién está ahí?— preguntó el joven.

Miró hacia los lados intentando no mojarse, pero no vio nada, solo seguía escuchando susurros que poco a poco comenzaron a ser entendibles, repetían muchas veces la frase: "Spectare supra te", "Spectare supra te", "Spectare supra te"...

A penas logró subirse el cierre del pantalón antes de salir corriendo del baño, decidió ir en busca de un profesor y contarle lo sucedido; encontró a uno y le contó la historia repitiendo la frase que escuchó: "Spectare supra te", en ese momento el profesor se puso pálido y fue a la oficina del director, pero antes de irse le ordenó al chico no contarle a nadie sobre lo sucedido. Al día siguiente realizaron una especie de exorcismo en la escuela.

Años después volvió al colegio y al entrar se percató de que el baño había sido remodelado y en su lugar ahora había cubículos de computación. Con curiosidad buscó al profesor para preguntarle sobre lo que había ocurrido ese día. El hombre le explicó que aproximadamente hace 30 años una niña había sido llevada a ese baño con engaños y posteriormente abusada sexualmente. Jamás dijo quiénes eran los culpables y días después esa niña se suicidó ahorcándose en ese mismo baño. 
El joven se sorprendió y preguntó con curiosidad:

—¿Qué tiene que ver la frase "Spectare supra te" que escuché ese día?

El profesor se queda en silencio por un momento y le responde:

—En latín, eso significa: "Mira arriba tuyo"...



Calificación:


miércoles, 24 de junio de 2020

El Brillo

¿Te duele?le preguntó a ella.

 Lo siento, cariño, ahora pongo más.
Agarró entre sus dedos una jeringuilla de delicado cristal en cuyo interior había algún tipo de anestésico. A pesar de su juventud, las manos le temblaban, parecían poseídas por demonios que las hacían batirse en espasmos. Se la clavó despacio, con mucho cuidado, con toda la delicadeza de la que disponía en esos momentos.

Ya está le dijo dándole un beso en la mejilla.

Tomó entre sus manos el delgado brazo de la joven, le dio un apósito recién desinfectado y, con extrema precaución colocó la mano de la bella mujer en la minúscula herida provocada por el pinchazo.

Presiona, mi amor le pidió mirándola a los ojos Espera a que haga efecto la anestesia.

Mientras esperaba, el muchacho, de aspecto demacrado, se secaba el sudor de la frente. Estaba empapado.

No te preocupes, cariño la tranquilizó dándole otro beso.

Todo volverá a ser como antes, ¿lo sabes, verdad?

Es incapaz de no mirar su boca. Incapaz de no mirar sus dientes machacados, incapaz de no mirar la inmensa grieta que atraviesa su mandíbula… Incapaz de no arrancar a llorar. Como avergonzándose de su llanto, se cubrió la cara con las manos y, tras unos segundos, se secó las lágrimas y volvió a mirarla.

No pasa nada le susurró con los ojos aún llorosos y la voz temblorosa Estoy bien.

Cogió con los dedos la aguja y la enhebró con toda la precisión que le permitían los temblores que recorrían sus manos. Pasó el dedo por los entrecruzados hilos que unían parte del brazo de la joven con su cuerpo. Pasó el dedo rozándolos, casi sosteniéndolo en el aire por miedo a lastimarla. Rozó también su piel, recubierta por una gruesa capa de sangre seca.

Solo queda un pocole dijo cogiéndola de la mano Tienes que ser fuerte, ¿vale?

Introdujo la aguja. Le costó atravesar su piel, bien por la rigidez de la carne o porque, llegados a este punto, le escaseaban las fuerzas. No lo sabe y, realmente, no le importaba. Tampoco podía siquiera pensar en ello. En su mente sólo aparecía ella, se la imaginaba forcejeando, luchando por su vida. Los golpes, los cortes, los gritos… todo se agolpaba en su cabeza, horrores impensables se formaban en su mente.

Alaridos, alaridos de terror. Sangre, la hoja de un cuchillo atravesando su piel, una y otra vez, rompiendo el hueso, astillándolo poco a poco… Todo se agolpaba en la mente del joven, tenía la sensación de que su cerebro iba a estallar. Sólo es capaz de gritar y golpear con rabia el cuerpo de su amada.

Sólo es capaz de recostar su cabeza sobre el vientre de la palidísima muchacha. Sólo es capaz de romper a llorar, de nuevo.

Lo… lo siento amor mío se disculpó con la mirada perdida Lo siento mucho, Darlene. No era mi intención, ¿lo sabes, verdad?

Levantó la vista hacia su rostro. Ella parecía perdonarle con la mirada. Eso hizo que el hombre se sintiera un poco mejor.

Continuó con su trabajo. Ha de terminarlo. Por ella y también por él. No podía soportar verla así. Cada puntada que daba le dolía en el corazón. Siguió mecánicamente con su tarea, intentando no prestar atención a lo que en su mente se formaba, intentando no mirar su rostro. Poco a poco y entre frases tranquilizadoras fue terminando su cometido.

Ya está, cariño le dijo.

Besó con ternura los finos y quebradizos filamentos que unían el cuerpo de Darlene con su extremidad, como dándole el aliento final que necesitaba para que recupere su forma natural.

El joven sonrió, “ya queda menos” pensaba, “solo la barbilla y ya estará lista”. Para la difícil tarea que se le presentaba utilizaría una pistola grapadora neumática, su pulso ya no estaba para coser y su paciencia tampoco. Miró a la mesilla y notó que ya no le quedaba anestesia. Se maldijo a él mismo, pero tenía que continuar, fuera como fuera.

Esto te va a doler… lo siento, pero no hay otra manera dijo con tremenda tristeza.

Cogió con fuerza la grapadora y la posó sobre la destrozada barbilla de la joven muchacha. Apretó el gatillo. El sonido producido por la grapadora al unir la carne era idéntico al que hace un cuchillo al cortarla. Lo apretó de nuevo. Un golpe seco que machacaba el brazo de Darlene viene a su mente. Volvió a apretarlo. Otra cuchillada consiguió romper el brazo esta vez.

Las lágrimas se mezclaban con la furia en el rostro del joven. Apretó. Sangre salpicando toda la habitación. Apretó. Gritos de dolor. Apretó. Golpes. Apretó. Forcejeos. Apretó… Miró hacia abajo, se dio cuenta de que ya había terminado y estaba grapando el aire.
Había terminado. Por fin había terminado. Comenzó a besarle la mejilla.
Ya está, cariño, ya está. Todo ha terminado le decía derramando lágrimas, esta vez de alegría.

Ya ha pasado cariño… ya esta…

Pero… se dio cuenta de que faltaba algo. Y solo podía ser una cosa: el brillo, el brillo de sus ojos color miel. Ese brillo tan inocente, tan hermoso, esos millones de pequeños cristales que recorrían por completo su iris, reflejando toda la luz que llegaba hasta ellos. Tenía que solucionarlo, todavía no había acabado.

Rebuscó desesperadamente por toda la habitación. Tras un largo periodo de tiempo vislumbró una polvorienta caja bajo un par de muebles. La cogió, sopló el polvo y la abrió. En su interior se encontraban varios adornos de Navidad: un pequeño árbol desmontado, varias figuras, guirnaldas, luces… ¡Luces! ¡Tenían el tamaño perfecto! Mientras cogía las luces vino a su mente las ya un tanto lejanas últimas Navidades.

Las habían pasado los dos juntos, solos. Su pasión no les había permitido siquiera terminar la cena romántica que habían preparado. Hicieron el amor toda la noche, sin descansar y, al amanecer se ducharon juntos y siguieron haciéndolo, de forma ininterrumpida. “Las próximas Navidades nos terminaremos la cena” se repetía una y otra vez.

Comenzó la operación. Lentamente introdujo la pequeña bombilla en el ojo de la muchacha. El humor vítreo del interior del mismo salió al exterior formando un pequeño charco en la cuenca tras romper la capa que recubría el ojo. Ese líquido hacía la operación más difícil. Además de temblorosas, sus manos también se tornaron resbaladizas.

Sin quererlo introdujo más de lo que quería la bombilla en el interior del ojo. Y al intentar sacarla torpemente, la introdujo aún más al fondo. Lo estaba echando todo a perder, tenía que calmarse. Respiró despacio, intentando calmarse. Tras aproximadamente medio minuto y visiblemente un poco más calmado, agarró una aguja de coser un tanto alargada. Intentó sacar la bombilla ayudándose de ella, pero la mala fortuna le acompañaba en cada intento.

Finalmente, y tras mucho intentarlo, solo consiguió desgarrarle la superficie del iris. Su ojo… lo había estropeado… El joven empezó a temblar y miró a aquel ojo ahora horrible y rezumante.

¿Qué había hecho?

¿Cómo podía haber sido tan torpe?

Lo había estropeado todo, ¡todo! La rabia se apoderó de él, cogió fuertemente el aguja y la clavó, una y otra vez en el ojo de la pobre mujer. La sangre comenzó a salpicar su cara. Clavaba y clavaba, cada vez más fuerte y más profundo. Lo clavó por última vez, con toda la fuerza que fue capaz de sacar de lo más hondo de su ser.

Cansado por el esfuerzo se apoyó sobre sus palmas y agachó la cabeza. Respiró fuerte y agitadamente, pero con su rabia ya apaciguada. Volvió su vista hacia aquel ojo, aquel ojo machacado, ensangrentado, ese ojo amorfo, ese ojo que más que un ojo parecía una masa uniforme de trozos de huesos, carne, piel y líquido ocular. Pero, en ese ojo, en esa masa vio un brillo.

La aguja brillaba, reflejaba la tenue luz que le llegaba del exterior, como lo haría un diminuto cristal. El brillo, el brillo de sus ojos color miel.

No le salían las palabras, sólo pudo mirarla con incredulidad y con un júbilo extremo en la mirada. La abrazó y estando abrazados acercó su boca a la suya. La besó en los labios, la besó en su mortecina boca, la besó con la mayor dulzura con la que había besado nunca.

Rozaron sus narices suavemente y él la miró a los ojos. Ahí seguía el brillo. Se quedó mirándolo, anonadado por el esplendor que proyectaba.

Y ahí, dentro del brillo lo vio. Por fin lo vio. Vio todo aquello que su mente le había hecho olvidar. Se vio a él mismo, gritándola. Se vio a él mismo enfadándose. Se vio a él mismo golpeándola. Se vio a él mismo destrozándole la boca a puñetazos. Se vio a él mismo cortando su cadáver con un cuchillo. Lo vio… lo vio todo. Todo lo que el mismo había hecho. Todo lo que le hizo.

No pudo soportarlo. No pudo con la culpa. Solo una soga, atada fuertemente al cuello fue capaz de ayudarle con esa carga. Y lo último que vio antes de morir fue aquel brillo, el brillo de sus ojos color miel…



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miércoles, 17 de junio de 2020

Desde un lugar horrible

Durante una noche tormentosa mi abuela se sintió mal y la llevé a un hospital. Esperábamos a un lado de la sala de emergencias, llovía copiosamente y el estruendo era constante. Los pocos que entraron chorreaban agua y se quejaban del mal tiempo.

—¡Que tormenta, parece que se abrió todo el cielo! Y esos relámpagos… —comentó un señor a la vez que se peinaba el cabello empapado con las manos. Sostuve el bolso de una joven mientras se quitaba el impermeable. La túnica blanca me indicó que era una doctora. 

—Muchas gracias, que amable —me agradeció. 

—No es nada señora. 

—Señorita— me aclaró, y sonrió. 

—Señorita entonces, dije señora porque supuse que una mujer tan linda seguramente ya estaría casada. 

—¡Ay! Me vas a hacer sonrojar ¡Jaja!— agregó entre risas y se alejó por el corredor. Volteó un par de veces y se detuvo, e hizo un gesto indicando que me acercara. Di unas zancadas y estaba al lado de ella. 

—¿Me acompañarías por este corredor? Soy nueva aquí y todavía no me acostumbro al lugar, y es tan largo este pasillo y con esta tormenta, la verdad es que me da un poco de miedo. Que vergüenza, ¿no? Siendo médico y tan asustadiza ¡Jaja!.

—Te acompaño con gusto. No tiene nada de malo sentir algo de miedo, los médicos también son gente. 

—Bueno, gracias— contestó aliviada con mi respuesta. 

Al llegar frente a la puerta que era su destino quedamos charlando un buen rato. Consultó su reloj unas veces pero seguía hablando. Me miraba a los ojos y sonreía. Cuando me fui de allí tenía su número de teléfono en el bolsillo. Mientras atravesaba el largo corredor me acordé de mi abuela. La había dejado sentada en un banco. Al regresar vi que estaba sola. Tenía la cabeza recostada a la pared y miraba fijamente hacia la puerta. Cuando fui a hablarle hubo un estallido ensordecedor y se apagó la luz: había caído un rayo. El hospital no tenía generador propio o no funcionaba. Quedamos sumidos en la oscuridad. 

—¿Abuela? ¿Está bien abuela? —le pregunté, y casi al instante me sujetó el brazo una mano que sentí delgada, dura y arrugada, y por poco no grité, mas enseguida razoné que era la de mi abuela.

—¡Siento mucho calor!— me dijo con la voz llena de angustias —¡Mucho calor, mucho calor! ¡Me estoy quemando! ¡Aaahhh…!— En ese momento me pareció ver que unas siluetas deformes caminaban a nuestro alrededor, pero enseguida se borraron, desaparecieron en la oscuridad.

Pedí ayuda a gritos. Sentí que mi abuela me soltó. Alguien salió de la sala de emergencias con una linterna, mas no necesitó usarla pues la luz volvió en ese momento. Cuando un doctor me dijo que mi abuela estaba muerta me sentí terriblemente mal. Me invadió un sentimiento de culpa; la había dejado sola durante largo rato, ¡era algo imperdonable! Pero lo que sentí después fue peor aún. Al examinarla un poco más, el doctor dijo que llevaba muerta más de media hora; había fallecido apenas llegamos. Me había hablado desde el más allá, desde un lugar que todavía me niego a creer que fuera su destino.



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jueves, 27 de febrero de 2020

Bienvenido al Mundo del SIDA

Este es más que un relato, una leyenda urbana, quizás, o quizás sucedió en realidad.

Juan era un hombre casado, con dos hijos, el típico padre de familia. Un día tuvo que desplazarse a una convención de trabajo, lejos de su ciudad. En algunas ocasiones tenía que hacer acto de presencia en congresos y exposiciones para conseguir nuevos clientes. En esta ocasión viajó junto a otros compañeros a una ciudad que desconocemos.

Como sucede en estas convenciones, Juan acudió a la salida del congreso a una cena con los compañeros y con algunos conocidos clientes. Después de la cena acudió a una sala de fiestas a tomar la última copa. Estando en la barra vio aparecer una chica bastante bella, de las chicas que no suelen verse muy a menudo. Todo el mundo quedó maravillado por su belleza, pues no solo tenía un rostro precioso, sino que también su cuerpo era perfecto. Al parecer la chica venía sola y parecía algo triste. Ella se acercó a la barra donde estaba Juan y pidió una copa.

Sus miradas se cruzaron y una leve sonrisa dio pie a cuatro palabras de cortesía. Juan no era de los típicos hombres que intentan seducir a las mujeres de forma descarada. Él simplemente quería conversar con esa preciosa mujer. Comenzaron a hablar, a reír, se contaron sus vidas y los vasos vacíos iban acomodándose en la mesa.

Juan, seducido por tan maravillosa chica le ofreció tomar una última copa en el bar del hotel donde estaba hospedado. Ella aceptó con una mirada de complicidad. Como era de esperar, Juan y la chica misteriosa pasaron la noche juntos.

Cuenta el relato que se dejaron llevar por los instintos más carnales, sin pensar, sin tomar precauciones, puro instinto sexual.

Al día siguiente Juan abrió los ojos y vio que la chica no se encontraba a su lado. Se levantó con los ojos entre abiertos y un leve dolor de cabeza a causa de la resaca. Juan fue al baño para ver si la preciosa chica estaba en él.

Fue entonces cuando el hombre vio que en el espejo del baño había un texto escrito con pinta labios.

Cayó al suelo, pálido, con cara de terror, un grito de miedo surgió de todo su ser. Pero ¿Qué texto había escrito en el espejo del baño?

En el espejo se podía leer claramente:

"Bienvenido al mundo del SIDA".


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domingo, 23 de febrero de 2020

Debajo de tu Cama

No te lo tomes en broma ni mucho menos, esto es algo serio, ten en cuenta que si lo haces tu cama no volverá a ser un lugar muy "seguro" durante semanas e incluso años. Para hacer este ritual no se necesita mucho: tú y obviamente una cama o algún sitio donde duermas habitualmente. Cualquier lugar cuenta. 

Enciérrate con pestillo en tu habitación. Debes estar solo, sin la compañía de alguien más. Cierra cada ventana o lugar donde pueda entrar o salir aire. No queremos que se escape lo que quieres invocar.  También apaga las luces, los demonios y seres de la oscuridad la odian, no querrás molestarlos antes de empezar. Aquí sigue lo interesante... Dilo o piénsalo, de cualquier forma es una invocación: 

"Serpente per la ali, tenebre e sangue... Ora voglio giocare con te, la voce e la mente non li temono, oggi sono venuto a sfidarli."

Si lo recitaste en voz alta, en silencio o en en tu mente, está listo. Ahora acuéstate y voltéate hacia el lado derecho, dándole la espalda a una esquina de tu habitación. Parpadea el número de veces que iguale a tu edad y murmura: 

"Questi indietro? (¿estás atrás?)."

No tendrás respuesta, pero hay algo malo en todo esto. Has invocado a "Sotto", el demonio que habita debajo de las camas. Créeme no será nada agradable el sentir su presencia, él es lo que más odias. No tiene forma exacta y mucho menos un idioma en concreto. 

Al invocar un demonio especialmente a Sotto, dejarás de tener pesadillas e incluso, no soñarás absolutamente nada. Dormirás durante las horas precisas, ni más ni menos: tu vitalidad, por ende, será potente. Cada noche tendrás que dormir en la misma posición, forzándote a no cambiar de esta durante la noche, obligado a darle la espalda a "Sotto"; de lo contrario lo verás y las consecuencias de este hecho son terroríficas y torturadoras.

¿Quieres realmente hacerlo?


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viernes, 7 de febrero de 2020

"Anónimo"

"Querido Muerto..."

Fueron las primeras palabras que leí al abrir una carta que había llegado a mi correspondencia, sin un destinatario ni un autor todo estaba en blanco, me llamó tanto la atención que abrí la correspondencia, la carta decía lo siguiente:

"Querido Muerto...

Lamento tanto haberlo hecho, pero mi gusto por la sangre fue tal que no pude contenerme.

Lamento tanto haberte hecho aquello, lamento tanto haber disfrutado cada una de tus entrañas y haberte devorado mientras aún seguías consciente de cada una de tus extremidades".

A este punto de la lectura no pude aguantar más y mis ojos comenzaron a ponerse llorosos, mi estomago débil y mis palmas sudorosas, pero cogí valor y seguí.

"Aquí escribo esto mirando tu ventana colando esta carta en la bolsa de tu cartero, esperando a que llegues a este punto, con cariño.

Anónimo."



Inmediatamente tocaron a mi puerta, lanzándome un cuchillo, lo ultimo que vi fue al atacante, después todo se volvió negro....


Cuando el peritaje encontró la escena del crimen, una nota anónima se encontraba cerca del occiso, se podía leer claramente:


 ¿Quien quiere otra carta??



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