Este clan se conforma en su mayoría por "Rebeldes sin causa". Son individualistas, locuaces y turbulentos, sienten mucha afinidad a la idea del cambio social y también albergan en sus filas a algunos de los vampiros más violentos de la camarilla.
Para el resto de los vástagos son considerados poco más que gentuza protestona, pero a decir verdad, hay una pasión genuina en sus polémicas. Los Brujah adoptan causas a las que apoyan con gritos y sentido corrosivo. Algunos siguen a miembros carismáticos del clan, mientras que otros prefieren posiciones de ostentoso y desafiante individualismo. El clan presume de una historia rica en guerreros, poetas y ha adaptado este concepto a la noche moderna; los Brujah siempre estarán encantados de tener una oportunidad de expresar su opinión y después entregarse a un arranque de violencia para ilustrar sus puntos de vista.
El apoyo de este clan al cambio lo mantiene unido, aunque tenuemente en sus cruzadas cotidianas. Si los Brujah tienen un enemigo en común, unen fuerzas aunque sus ideales sean completamente distintos, una vez derrotado el enemigo vuelven resolver sus asuntos internos de forma habitual. Es muy habitual entre sus ideales el concepto de fundar una "Utopía" vampírica, o la recreación de una, la cual creen existió en el pasado, el problema es que cada miembro del clan tiene un concepto distinto de "Utopía".
Los Brujah confían en el comportamiento caótico y la insurrección para sacar adelante sus ideas, y se les permite una cierta libertad de acción que no está permitida en otros clanes, de echo casi se espera que se comporten de una manera incoherente y belicosa ya que este estereotipo actúa en beneficio de muchos elocuentes miembros del clan, que no necesitan recurrir a la violencia para respaldar sus argumentos.
Son respetados por su marcialidad y su disposición a unirse bajo una bandera, ellos son la fuerza física de la Camarilla, sin embargo últimamente los neonatos de la chusma ven su papel en la secta como una institución en si mismo lo que causa incomodidad en el clan.
Los demás Vástagos creen que serán los primeros en dejar la camarilla. ellos también.
Para el resto de los vástagos son considerados poco más que gentuza protestona, pero a decir verdad, hay una pasión genuina en sus polémicas. Los Brujah adoptan causas a las que apoyan con gritos y sentido corrosivo. Algunos siguen a miembros carismáticos del clan, mientras que otros prefieren posiciones de ostentoso y desafiante individualismo. El clan presume de una historia rica en guerreros, poetas y ha adaptado este concepto a la noche moderna; los Brujah siempre estarán encantados de tener una oportunidad de expresar su opinión y después entregarse a un arranque de violencia para ilustrar sus puntos de vista.
El apoyo de este clan al cambio lo mantiene unido, aunque tenuemente en sus cruzadas cotidianas. Si los Brujah tienen un enemigo en común, unen fuerzas aunque sus ideales sean completamente distintos, una vez derrotado el enemigo vuelven resolver sus asuntos internos de forma habitual. Es muy habitual entre sus ideales el concepto de fundar una "Utopía" vampírica, o la recreación de una, la cual creen existió en el pasado, el problema es que cada miembro del clan tiene un concepto distinto de "Utopía".
Los Brujah confían en el comportamiento caótico y la insurrección para sacar adelante sus ideas, y se les permite una cierta libertad de acción que no está permitida en otros clanes, de echo casi se espera que se comporten de una manera incoherente y belicosa ya que este estereotipo actúa en beneficio de muchos elocuentes miembros del clan, que no necesitan recurrir a la violencia para respaldar sus argumentos.
Son respetados por su marcialidad y su disposición a unirse bajo una bandera, ellos son la fuerza física de la Camarilla, sin embargo últimamente los neonatos de la chusma ven su papel en la secta como una institución en si mismo lo que causa incomodidad en el clan.
Los demás Vástagos creen que serán los primeros en dejar la camarilla. ellos también.