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sábado, 12 de diciembre de 2020

El libro de Azrael

El libro de Azrael es un grimorio o libro prohibido que circuló entre los magos y alquimistas medievales. Se trata de otro libro apócrifo que fatiga la paciencia de los bibliotecarios, quienes jamás han podido hallarlo. No obstante, la leyenda afirma que todos, sin distinción, conoceremos sus páginas. Este libro maldito fue escrito supuestamente por Azrael, el ángel de la muerte en la mitología hebrea.

En ese contexto, la misión de Azrael es conducir a las almas de los muertos hacia el salón divino donde serán rigurosamente juzgadas; tarea que comparten numerosas criaturas mitológicas, por ejemplo, Caronte o los Psicopompos.

La historia de Azrael es elusiva, al igual que su libro. Los musulmanes lo conocen como Abu Yaria; los persas como Mordad, aunque su verdadero nombre proviene del árabe Izrail, que significa "El que ayuda a Dios".

Este título ominoso tiene una razón concreta. Azrael fue el encargado de elegir y llevar el puñado de tierra con el que Dios forjaría a Adán. Por eso se lo conoce como "el ángel de la muerte", justamente por ser el vehículo por el cual lo eterno fue confinado, siquiera momentáneamente, en lo finito.

El libro de Azrael es una especie de pergamino o rollo que contiene los nombres de todos los seres humanos que fueron y todos los que serán. Las almas malditas están marcadas en negro, y las benditas, en luz.

Cuando el día señalado para la muerte de alguien se avecina, un fragmento de El libro de Azrael cae, como una hoja marchita, sobre la falda de Dios. Ése es el momento en el que Azrael nos visita, nos enseña nuestro nombre en el libro, y nos escolta hacia nuestro destino.

Semejante tarea posee un grado de responsabilidad insospechada, ya que, con excepción de Dios, Azrael será la última criatura del universo en morir.

Al igual que Caronte en los mitos griegos, Azrael debe esperar el deceso del último humano, del último ángel, para alcanzar su propia destrucción. Pero la función de Azrael excede a la de un mero acompañante de los muertos. Su nombre, recordemos, "El que ayuda a Dios", le añade otras ocupaciones.

Se dice que Azrael fue el primer ángel en estudiar a fondo la naturaleza de las almas humanas. El resto de los ángeles no entendían la disposición que Dios había diseñado para ellas; y aún más, hasta su llegada, los ángeles solo sabían que las almas de los bondadosos llegaban al cielo, pero desconocían su destino posterior.

Este profundo examen del alma humana le permitió a Azrael ocupar un rol protagónico en la administración y el cumplimiento de los designios divinos. Aprendió a rastrear a las almas extraviadas, algo que ningún otro ángel era capaz de hacer.

¿En dónde se encontraban estas almas perdidas?

Los mitos no dicen mucho al respecto. Solo sabemos que el alma, cuando el peso de su naturaleza humana todavía es demasiado denso como facilitar la ascensión, tiende a descender hacia una región inferior, un sitio abandonado, vacío, un reino de miseria y aislamiento.

Este reino fue el lugar de destino para los Ángeles Caídos, es decir, el infierno, antiguamente conocido como Sheol entre los hebreos.

Allí también perecieron, en número asombroso, Azazel y sus ángeles caídos, junto a los Nephilim, los hijos híbridos de los ángeles y las mujeres humanas que asediaron al mundo durante las Guerras Celestiales.

Las constantes correrías de Azrael despertaron recelos y sospechas infundadas en los ángeles. Nadie entendía por qué Azrael elegía estar lejos del cielo, rastreando almas y desencadenándolas de las regiones inferiores.

En cierto momento se creyó que Azrael rechazaba su sitio en el coro celeste, y que sus constantes salidas escondían propósitos nefastos.

Lo cierto es que Azrael fue puesto a prueba, y por amor a la humanidad abandonó para siempre las comodidades del cielo para continuar su misión. Nunca dejó de adorar a Dios, pero el resto de los ángeles vindican lo contrario. Saben que Azrael está vivo, pero su nombre ya no se pronuncia entre ellos.

Se dice que Azrael y sus ayudantes tienen cuatro misiones concretas:
  1. Dispersar a los demonios para que las almas alcancen su destino.
  2. Cazar las almas que pertenecen al infierno y destruirlas, si es que han logrado escapar
  3. Dirigir a los humanos durante la muerte.
  4. Rastrear a las almas que, pasado un tiempo en el infierno, han obtenido el perdón.
Ahora bien, para que Azrael pueda entrar libremente en el infierno debió negociar una tregua con Satán y sus devotos.

Nadie sabe realmente cuántas almas ha salvado, o cómo las rescata del Infierno, ni siquiera se conoce el sitio a dónde son depositadas, si al cielo, a la reencarnación, o al olvido.

Llegará el día, terrible y cifrado en un pergamino antiquísimo, en el que todos nosotros descubriremos el rostro de Azrael y las regiones ignotas que nos tiene reservadas.



viernes, 10 de enero de 2020

Jörmungander

Nombre: Jörmungandr.
Origen: mitología nórdica.
Temperamento: agresivo.
Tamaño: titánico.



Hijo del dios Loki y la gigante Angrboda. Además, es hermano de Fenrir (un lobo monstruosamente gigante) y Hela (reina de Helheim). Es una monstruo macho con la apariencia de una serpiente del tamaño del mundo. Se extiende por la tierra hasta donde la vista podía alcanzar, su horrorosa cabeza de dragón y su interminable cuello sobresalían por encima del horizonte y las montañas como un pilar escamoso color ébano coronado por el semblante mismo de la muerte.

Los dioses, al conocer a Jörmungander, utilizaron su don de la clarividencia para prever el terrible destino que traería la bestia al mundo. Fue así como el dios Odín, incapaz de darle muerte, desterró arrojando a Jörmungander al profundo mar que marcaba los límites del Midgard (el mundo de los humanos).

Durante el Ragnarök, Jörmungander junto con su hermano Fenrir serán los encargados de traer destrucción y muerte al mundo de los hombres. Jörmungander emergerá de las profundidades del océano del Midgard, retorciéndose y girando con furia sobre sí misma, provocando que los mares se alcen y azoten contra las montañas. La serpiente inhalará las almas de los hombres y exhalará veneno sobre la tierra y el cielo.

Una vez que los océanos se hayan vaciado y Midgard esté aniquilada, la bestia reptará por el tronco del Yggdrasil (el árbol que contenía todos los mundos) e se dirigirá directamente hacia el dios Thor. Éstos lucharían encarnizadamente hasta que Thor mata a la serpiente gigante con su martillo Mjolnir, sin embargo, debido al veneno de Jörmungander, Thor solo es capaz de dar nueve pasos antes de caer muerto.


lunes, 16 de septiembre de 2019

Banshee

Nombre: Banshee, Ban Side (Mujer del montículo, Irlandés), Plañidera
Origen: Mitología Irlandesa
Fecha: Época Celta
Temperamento: Pasivo
Tamaño: Mediano
Raza: Fantasma





Antecedentes:

Una Banshee es un espíritu femenino de la mitología irlandesa, ella aparece ante las personas con el fin de presagiar la muerte de el mismo o de un familiar, ella grita y se lamenta fuertemente anunciando la desgracia, pero solo el afectado puede escuchar sus llantos.

Se suele describir utilizando un vestido verde o rojo, con una larga cabellera despeinada (que puede ser roja o naranja, aunque en tiempos medievales se contaba que era de color amarillo y brillaba como el fuego salvaje). Lo más común es toparse con ella en forma de una anciana, aunque también puede aparecer como una bella joven.

Suele predecir la muerte, ya que si alguien se adentraba en una situación peligrosa la banshee advertiría a los presentes gritando un lamento, por lo que también se le conoce como "Plañidera".

Es también una creencia local que las banshees solo se lamentan ante los descendientes irlandeses, la mayoría con quienes tienen apellido O'o Mac, incluso algunos relatos afirman que cada familia poseía su propia Banshee. Cuando aparecían muchas al mismo tiempo, indicaban la muerte de alguien muy importante o un santo. 
Se cree que las Banshees son espectros de mujeres asesinadas o de una madre que murió durante el parto.

Se cree que la banshee Ua Briain es llamada Aibell y es la líder de otras 25 banshees que siempre estarían junto a ella. Es posible que esta historia particular es la fuente de la idea de que el lamento de múltiples banshees significaría la muerte de alguien importante. La mayoría, si no todos, de los apellidos asociados con las banshees tienen el prefijo Ó o Mc/Mac, es decir, apellidos de origen goidélico, indicando un familiar nativo de las tierras insulares celtas en vez de aquellos invasores nórdicos, ingleses o normandos. Los relatos alcanzan hasta el 1380 a las publicaciones del Cathreim Thoirdhealbhaigh (Triunfos de Torlough) por Sean mac Craith. Las menciones de banshees también pueden encontrarse en la literatura normanda contemporanea.

En algunas zonas de Leinster, es conocida como bean chaointe ("plañidera"), cuyo llanto puede ser tan perforante que puede romper el cristal. En el folclore escocés, una criatura similar es conocida como bean nighe o ban nigheachain (lavanderita) o nigheag na h-àth (lavanderita del fiordo), viéndosela lavando ropas o armaduras manchadas en sangre de aquellos que iban a morir. En el folclore galés, hay una criatura similar conocida la bruja de la neblina.

Las Banshees tienen aspecto variado. Puede variar de una mujer hermosa con el pelo pelirrojo a una vieja envuelta en un sudario. Cuando oyes a una Banshee gritar, quiere decir que tú o un ser querido morirá pronto. Las Banshees solían servir a las antiguas familias irlandesas, y que solo gritaban o se te aparecían si alguien de tu familia moría. También existió una banshee muy famosa, llamada Aibhill, resulta que se le apareció al rey Brian Boru (la víspera del día en el que íria una guerra) lavándole la ropa de sus soldados con sangre. Por eso, el rey Brian Boru supo que moriría en esa guerra.




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