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jueves, 11 de junio de 2020

Experimento ensayado

Le di un tono negro a lo que soy, desmentir, no te servirá de nada...

Estoy fijado y obsesionado con mi venganza, no me importa tener mi esquizofrenia ausente.

Sé que no puedo controlar este tipo de situaciones, aun así, procederé. Proporcionalmente, si no mantengo un orden estricto, seré castigado.

Para ser sincero, casi siento lástima por los anteriores, pero no por ti. "La justicia es lo que da lugar a las guerras querida, ojo por ojo, diente por diente."

Recluído en mi mundo, renaceré, me verás como un diablo, pero te tendré por siempre, eres mi prisionera, te reunirás con aquellos que me ayudaste a matar, en el fondo del océano.

Puedo detenerme, pero no lo haré. Solo es una manía, no soy un homicida compulsivo.

Yo la amaba, nunca le haría daño.

Me dirigí hacia su apartamento con malas intenciones. El cuchillo era de su propia casa, la cual conozco a la perfección.

Su bolso quedó abierto y la plancha encendida. Era una joven con pocos amigos, ella fue asesinada en un lapso de 15 minutos. Desapareció de este mundo y entró en el mío.

Muchos altibajos en poco tiempo me provocó un severo estado de voyeurismo, como si nada me importara.

Ella notaba que su peor enemigo era alguien que la vigilaba muy de cerca. Un depredador sexual, violento, su mejor amigo.

Cada asesinato tiene un motivo, a veces el final puede ser solo el comienzo, cada motivo me convierte en una víctima.

Sentí miedo, luego se convirtió en frenesí. Creo haberla apuñalado unas cuarenta veces. La maldije cada vez que el metal atravesaba su cuerpo.

Ella estaba ardiendo en el infierno, yo riendo en mi reino.

Has vuelto, déjame decirte, sigues hermosa.

Sé a que se debe tu visita, es más, te estaba esperando.

Puedes comenzar cuando quieras, estoy listo.

Estaremos juntos una eternidad, juntos podremos torturar demonios.

Cuando terminé con tu vida, la parca tembló de miedo al verme con actitudes mismas de Jack el destripador.

Ahora veo, que ella está más asustada de ti que de mí en ese momento. El fuego siempre fue tu manera favorita, como siempre te muestras prolija.

Vivamos por siempre, del infierno, regresaremos.


domingo, 9 de febrero de 2020

Lulú

Todo comenzó con otro viaje de campamento familiar. Mi hermano Andy, mis padres, mi tía Laura, mi tío Ben y yo siempre planeábamos un viaje anual de campamento a las montañas cercanas. Cada año nos gusta caminar un poco más alto y caminar un poco más lejos. Este año fuimos hasta cerca de 10 kilómetros y medio camino alrededor de la montaña a una llanura cubierta de hierba. Era bastante agradable, tranquilo e impasible por la vida urbana a sólo unos kilómetros por la carretera. La única parte que no me gustó fue que no había baño real así que si necesitas un poco de tranquilidad, tenías que llevar una pala y esperar a que no recoja hiedras venenosas.

Se estaba acercando el atardecer y el campo estaba todo listo y el fuego crepitaba en el centro. Tuve el mayor impulso de ir a orinar, así que le dije a mi madre que me iba a los árboles por un momento. Ella me dijo que no fuera demasiado lejos y yo asentí para mostrarle que lo entendí. Luego me fui.

Entré en la colección de árboles que se mueven lo suficiente para ver la luz.

Una vez había terminado, me abroché mis pantalones y retomaba mi camino de regreso, pero justo cuando estaba a punto de salir vi algo por el rabillo del ojo. Volví la cabeza y en un estanque a unos pocos metros de distancia había una muchacha que se lavaba las piernas. Tenía curiosidad por lo que me acerqué. Tenía el pelo desordenado negro, recogido en dos colas de caballo; no parecía mucho mayor que yo, unos trece o catorce años. Llevaba un vestido plisado uniforme desgarrado pero sin zapatos, sus piernas estaban cubiertas de moretones y cortes.

-Hey... -la vi acabando de limpiar sus piernas con el agua y me quedo en línea recta. Poco a poco se volvió hacia mí su flequillo negro, era largo y con mucha vegetación.

-Mi nombre es Rubin -le sonreí-. ¿Cuál es el tuyo?

Una niebla la rodeo, mientras ella se quedó en silencio, luego apenas podía ver los árboles detrás mío oí susurrar:

-Lulú.

-¿Lulú? Bueno, ese es un nombre lindo. Entonces, ¿Dónde vives? -miré a mi alrededor, era casi imposible ver algo, no sólo eso, sino el sol comenzaba a bajar.

-Puedo... llevarte... -murmuró suavemente tomando mi mano. Su piel era suave, incluso con los moretones, suaves y muy frías.

Yo estaba en silencio por un momento, en conflicto si debía ir con ella o no. Le di una sonrisa poco después y estuve de acuerdo para seguirla. Fuimos por el camino de tierra que estaba atestado de hojas secas y ramas caídas. En ese momento sólo me concentré en ella y no el hecho de que estaba caminando a ciegas en la niebla como si fuera una tarea cotidiana.

La niebla boscosa atenúa cuando el sol descendía. Se las arregló para conducirnos a una vieja casa abandonada de dos pisos, la niebla se espesó aún más. Ella y yo nos sentamos en el porche a ver la oscuridad.

-¿No tienes miedo… Ya sabes, de vivir aquí en el bosque sola? -pregunté con tranquilidad a Lulú. Ella abrazó sus rodillas magulladas y mantuvo los ojos ocultos.

-En realidad no, incluso con los hombres altos, asesinos y monstruos en cuatro patas, nunca estoy asustada. Nadie me visita de todos modos -explicó tan silenciosamente como había dicho su nombre.

Me sorprendió su respuesta, por un momento pensé que estaba loca. Pero, probablemente vivía aquí desde hace bastante tiempo.

-¿Entonces, de dónde eres tú?

-Un lugar muy lejos, es muy oscuro. No me gusta mucho la oscuridad, las cosas malas suceden allí." Ella tembló por un momento, y luego se sentó en silencio.

-¿Por qué te tapas la cara? -le pregunté después de sentir un escalofrío en el aire frío.

-No me gusta la gente al ver mi cara...

Más silencio misterioso rodó en el viento. Entonces me aclaré la garganta.

-¿Cuándo crees que la niebla cejará? Tendré que regresar al campamento antes de que mis padres se preocupen -la miré y ella se puso de pie, de repente algo se sentía extraño en ella. Una sensación demoníaca triste me abrumó.

-¿Tienes hambre? -preguntó ella caminando hacia la puerta.

-S-sí -me puse de pie, listo para seguirla a su interior.

Entró en la casa y yo la seguí. Dentro había una casa muy bien cuidada. Las ventanas estaban limpias, el sofá parecía suave. Había incluso luces encendidas en la zona de la cocina. Me senté en el sofá, que era agradable y suave a pesar de su tapicería aparentemente vieja.

Ella entró en el espacio habitable con un plato astillado, un plato de sopa y una cuchara de plata brillante. Ella lo puso en mi regazo y fue a buscarme una servilleta, luego desapareció subiendo unas escaleras.

Me senté solo a comer mi sopa; era dulce y cálida, me sentó bien. Comí pensando en mis padres, había estado fuera mucho tiempo y no debía haber caminado tan lejos. ¿No debería escuchar a mis padres llamándome por mi nombre, yo debería ser capaz de oír desde aquí? Fue extraño, desde que la niebla apareció.

Me despedí de mis pensamientos después de comer la sopa, estaba lleno y mis ojos se cerraron por el sueño. Dejé el plato, tazón y cuchara en la tabla individual en la habitación y me tumbé en el sofá. Mi único pensamiento era sobre la chica que desapareció en la casa mientras me quedaba a dormir. Me desperté en la oscuridad de la noche por un fuerte grito viniendo desde abajo. Me levanté del sofá y miré alrededor. No había más que las tablas que crujían y la casa aullando. Escuché por unos momentos el extraño silencio de la casa. Miré la mesa cuando volví a mi posición y me dí cuenta de que los platos no estaban.

-Lulú debe haberlos recogido... -cerré los ojos rindiendo a la somnolencia.

Como me quedaba de nuevo en mi sueño cuando ruido vino desde abajo y me sobresalte de nuevo. Esta vez me quedo claro que esto no era mi imaginación. ¿Qué pasa si Lulú estaba en peligro? Ella parecía demasiado débil para luchar contra cualquier cosa que podría haber vagado. Necesitaba asegurarme de que estaba bien. Lo último que me gustaría es que estuviera gravemente herida cuando podría haber ayudado.

Entonces maniobré cuidadosamente mi camino alrededor de la casa con poca luz. Me encontré con un cuarto de baño, un dormitorio, un armario, y luego la puerta del sótano. Toqué el pomo de la puerta y una frialdad espeluznante corrió lentamente su camino hacia abajo de mi espina dorsal. Me resistía a abrir, pero el pensamiento de Lulú me obligo a girar el pomo y abrir la puerta.

Detrás de la puerta había una escalera a oscuras, un fuerte viento frío subió las escaleras. Tosí un par de veces por el mal olor luego de dar unos pasos hacia abajo.

Al descender al sótano, el mal olor se hizo más fuerte, mi estómago comenzó a agitarse y mis ojos se humedecieron. Olía como si hubiera algo en el sótano que estuviera en descomposición. En el fondo me encontré con un interruptor y lo accioné. El sótano estaba ahora completamente iluminado, o al menos esta parte solamente. En la esquina de la habitación había otra puerta cubierta de herrumbre, profunda de color marrón .

-Lulú -grite mirando a mi alrededor, no hubo respuesta. Yo estaba empezando a preocuparme, ¿Dónde podría estar?-. ¡LULU! -grité más fuerte, más ansioso que antes. Corrí hacia la puerta en la esquina de la habitación. Agarré el mango y la abrí.

-LU-... -lo que había visto en esa habitación me hizo perder todo lo que había comido. Había un cuarto entero de cuerpos, cuerpos, podridos en descomposición allí. Vi a hombres, mujeres, y unas pocas personas de mi edad tendidos sobre el suelo algunas colgando. Lo único que todos tenían en común era el rostro. Ninguno de ellos tenía los ojos, sólo había cuencas vacías mirando a través de mí. Yo no podía soportarlo. Me aparté de la puerta y encontré algo.

Poco a poco me di la vuelta y allí estaba Lulú, los brazos y las piernas todos cubiertos de sangre. Me quedé horrorizado. Pensé que ella era tan dulce, no pensé que pudiera... Yo no podía ni siquiera imaginar la situación. Estaba deseando que todo esto fuera una pesadilla. Que nada de esto fuera real.

-Has visto demasiado... -ella me miro, su cabello moviéndose de su cara para revelar nada más que piel suave. Ella no tenía ojos.

-T…tu... c-cara... -me aparte de ella y tropecé sobre unas herramientas regadas por el suelo. Su mano tocó la superficie lisa.

-Mis ojos... no puedes verlos en este momento -ella dedicó una pequeña sonrisa como si estuviera avergonzada o incluso feliz-. Pero yo los tengo.

Yo estaba congelado; mi corazón estaba latiendo en mi pecho. Apenas podía respirar, y luego se trasladó todo el pelo de la cara.

-¿Ves? -la piel alrededor de los zócalos inexistentes comenzó a desgarrarse y sangrar. Ella comenzó a buscar tan triste, tan lastimada. Después de un momento ella tenía profundas cuencas vacías.

-Ahora que lo has visto... -ella extendió su mano hacia mí y yo la golpeé.

-¡Aléjate de mí! ¡Maldito bicho raro! -la empujé fuera del camino y torpemente corrí por las escaleras oscuras. Ella me siguió.

-¡Has visto demasiado! -escuché su eco detrás de mí mientras corría fuera de la casa en el bosque de niebla-. ¡Dame tus ojos! -miré hacia atrás y la vi de pie en el porche; No paré hasta que me tropecé con una rama y caí por una pequeña colina.

En unos momentos ella estaba sentada en mi pecho; sus manos estaban a unos centímetros de mi cara. Le di una patada y rodé hasta que ella se separó luego me dirigí a mis pies. Ella seguía gritando por mis ojos y me siguió corriendo, la sangre brotaba de la pequeña abertura en mi brazo.

Entonces ahí fue cuando me di cuenta de la laguna, yo la había conocido en ese estanque lo que significaba que mis padres no estaban muy lejos. Corrí tan rápido que tropecé en el campamento. Mi familia había saltado en mi entrada. De repente estaba tan mareado y cansado de correr. Miré a mí alrededor y vi a mi madre. Se veía tan preocupada, el campamento estaba iluminado y la niebla había desaparecido. Me relajé por un momento la sensación de seguridad me invadió y me desmayé.

Me desperté en un hospital con mi madre de pie al lado de mi cama; Yo tenía un tubo en el brazo y un yeso en el otro. Ella se inclinó para darme un beso en la frente.

-Estoy tan contenta de que estés bien. Te fuiste durante cinco minutos para ir al baño y vuelves con un brazo roto y cortes ¿Cómo te lo hiciste?

-¿C-cinco minutos? -poco a poco me senté-. ¡¿Me había ido por cinco minutos!? Pero la chica, la niebla y la casa y los cuerpos.

-¿De qué estás hablando? No había casas a nuestra vista el campamento, no hay niñas y ciertamente no hubo niebla.

Yo estaba en un punto muerto; Estaba en la niebla; Vi a la chica. Ella había tocado mi mano, ella me dio de comer, y los... los cuerpos. ¿Cómo?

Me dieron el alta en el hospital por el tiempo que eran las once y me dirigí a casa con mis padres. Una niebla había rodado pero eso era normal en las noche por aquí. Yo había puesto mi despertador cuando llegué a mi habitación y me acosté en mi cama. Bostecé y cerré los ojos. Empecé a desvanecerme. La casa estaba en silencio; la imagen de la chica estaba clara en mi mente. Tomé una respiración profunda cuando oí un sollozo.

-Dame tus ojos.


domingo, 12 de enero de 2020

Navidad sangrienta

La navidad es aquella ceremonia donde se festeja el nacimiento de Cristo, y todos tienen una noche buena, pero la familia Edith no tuvo esa noche buena. Londres año 1980, la familia Edith espera ansiosa la navidad, es un día con mucha nieve, pero podría ser peor cuando informan por televisión sobre un asesino que se ha escapado de la cárcel con un traje de santa Claus y que ronda por esa misma zona, la familia se mantiene alerta, pero no lo suficiente ya que no han asegurado la casa y que en cualquier momento el prófugo podría introducirse en el hogar.

Ante esto la madre manda a dormir a su hijo en el segundo piso de la casa, para estar más asegurado. Ya es medianoche y en la casa están todas las luces apagadas, de repente se siente un ruido por la chimenea. Entonces Lautaro, hijo único de la familia, se levanta de la cama creyendo que era santa, fue entonces cuando la madre grita:

¡Lautaro corre y escondet....

Pero el asesino le corta el cuello a la mujer con lo cual muere ensangrentada, el niño siente un temor inexplicable. Mientras el niño subía las escalera rápidamente, el prófugo le decía con voz dulce y delicada:

Lautaro, dale un abrazo a Santa.

Fue entonces que en esa ocasión aparece el padre del niño peleando contra aquel asesino, pero por un descuido minúsculo el psicópata saca un hacha que tenia escondido en su traje robusto y le corta el hombro al pobre hombre que gritaba agonizante en el pasillo de su casa, mientras gritaba adolorido por la herida el esquizofrenia hombre le corta la cabeza al padre de Lautaro. Ahora sí, Lautaro sentía miedo, pero a la vez furia y tristeza por lo sucedido aquella noche de alegría, él estaba solo e indefenso lo único que pudo hacer fue esconderse en su cuarto, encerrarse en su closet y llamar sollozante a la policía sin que aquel demente se diera cuenta de la llamada a las autoridades y que todo se diera por terminado... pero no fue así como lo pensó Lautaro.

El asesino aun buscaba al joven asustado, pero cuando subió las escaleras escucho un bullicio en el armario, el loco sin pensarlo cortó el cable del teléfono, abrió el armario y asesinó brutal y despiadadamente a aquel joven niño de tan solo 7 años de edad, cortándole sus miembros y extrayendo sus órganos. Mientras Lautaro agonizaba el despiadado hombre le corto el cuello y es ahí cuando la vida de aquel niño se da por terminada, pero antes de irse el loco vestido de santa Claus descuartiza a los integrantes de la familia, los mete en una bolsa negra y los coloca en una caja cuadrada, los envolvió con papel de regalo y lo dejo debajo de aquel árbol de navidad que hermoso se veía con sus adornos navideños. Jamás se volvió a saber de aquel asesino, pero ten cuidado, puede que en cualquier navidad aparezca en tu casa, pero... ¿estarás preparado para ello?


sábado, 28 de diciembre de 2019

Slendytubbies

Seguro que todos ustedes han jugado o escuchado hablar del juego de terror de estos simpáticos personajes sacados de una serie de televisión. Pero Slendytubbies esconde muchos secretos todavía no revelados. Cosas que, de darse a la luz, cambiarían la vida de miles de personas.

El juego, de por sí, es traumatizante y toca la fibra sensible de la gente a la que le gustaba aquella dulce serie que parecía no esconder nada extraño, pero que ocultaba mensajes subliminales.

Capítulos repetidos que pretendían soldar en tu mente todo lo que había ocurrido. Cuatro personajes que parecían venir de otro planeta y que utilizaban su sonrisa eterna para entrar en la mente de los niños hasta el punto de convertirse en una obsesión para muchos de ellos.

Pero, como todo, pasaron de moda. Hasta ahora.

A primera vista, parece un simple juego de terror al más puro estilo Slender, indagando, un último mensaje macabro que nos envían estos coloridos personajes...

Estás en un bosque, en TeletubbieLandia y tu misión es encontrar todas las tubbiepapillas. Entre medidas, se mezcla, imágenes impactantes con teletubbies mutilados, muertos, sangrando y la cara de Tinky Winky, la representación del mal del juego.

La pregunta es... ¿Es un simple juego? ¿O hay mensajes ocultos detrás de todo esto?

En el juego se representan los mayores miedos del ser humano: los sustos, los gritos, la oscuridad; te persigan hasta acabar contigo. Es una auténtica pesadilla hecha videojuego. Y utilizan aquello que en sus días te tranquilizaba como podía ver un capitulo de los Teletubbies en televisión, como algo que nunca más te dejará descansar durante el resto de tu vida.

Otros rumores cuentan que este juego utiliza sonidos de muerte reales a la hora de asustarnos. Sin ir más lejos, el grito de Tinky Winky es perturbador y totalmente real.

Las imágenes aparecen cada tanto no buscaban otro propósito que convencerte de que la muerte es el único final del juego, pero... ¿Se puede vencer?

Hay muchas posibilidades: conseguir todas las papillas y terminar con una sonrisa en la cara. ¿Quién sabe? Pero como pasaba con la serie, en Slendytubbies 3 este acaba con final estos son:

Final Bueno: Vences a Po en su ultima forma lo cual llegan los militares después de ello.

Final Malo: Po es su ultima forma te mata lo cual llegan los militares y encuentran tu cuerpo muerto.

Los demás finales los tendrás que averiguarlos tu.

Hay muchas mas incógnitas sobre ese juego. Quizás te acostumbres a sus gritos, quizás deje de asustarte. Pero el objetivo está cumplido: De nuevo, ellos son los dueños de tu mente.

Día tras día.

Como hace muchos años atrás....



Calificación: 

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Al apagarse las luces

Soy Jairo, tengo 25 años pero mi historia comienza cuando tenia 15. Yo era un niño inquieto, mis travesuras no eran tan problemáticas, todos me consideraban alguien valiente, no me asustaba nada... bueno, casi nada. Solo había una cosa que me asustaba más que nada: la oscuridad, era la cosa más horrible que podía pensar, siempre quería dormir con las luces prendidas pero mi madre no me entendía y apagaba las luces. El problema era que al apagarse las luces al dormir, estoy en una habitación donde hay un camino y una entrada a un lugar que no se adonde va y no quiero saber hacia donde va.

Cada vez tengo el mismo sueño pero una noche escuche algo que no estaba en mis sueños me decía:

—Al apagarse las luces estarás aquí en tu hogar, no intentes escapar por que tu vas a fallar.

Eso me asusto demasiado, jamás había escuchado algo así, la volví a escuchar varios noches seguidas, comenzó a atormentarme en mis sueños. Milagrosamente había ocasiones en que no escuchaba la voz durante semanas, pero los días tranquilos terminan antes de que descanse lo suficiente, volvía a tener el mismo sueño, el mismo lugar, vuelvo a escuchar esa voz, la maldita voz me volvía a hablar:

—Estás de vuelta después de algunos días, retornaste a tu hogar... ahora prepárate, vas a quedarte, no intentes escapar o sufrirás las consecuencias.

Un milagro sucedió aquella vez que, aparentemente, hice ruidos tan fuertes durante mi pesadilla que desperté a mi madre, que fue a despertarme. Le di un fuerte abrazo, ella habrá pensado que esa pesadilla era fuerte y me devolvió el abrazo, se le agradecí mucho pero escuché algo... era esa voz que me decía:

—Ese milagro no volverá a pasar mañana a la media noche tu me vas a encontrar y ese sera tu final.

Tuve mucho miedo le conté a mi madre de todo lo que estuvo pasando y solo me dijo que no debía creer en eso, yo le creí a mi madre por que no quería seguir con esa conversación así que me volví a dormir. Mi madre se fue y solo seguí durmiendo, volví al mismo lugar con la misma voz hablando y me dijo algo que me dejó con los pelos de punta: 

—Mañana a media noche me conocerás, ni se te ocurra decirle a tu madre o te dejaré ver lo que le haré.

Al día siguiente, sopesaba lo que había soñado. Mi madre me miro con una cara deprimida y me dijo que si me pasaba algo, solo le respondí que todo estaba bien, que no tuve una buena noche, no quería que algo le pasara a ella.

Cayo la noche y no quería dormir, estaba asustado pero sin querer me dormí y volví al mismo lugar de antes, pero esta vez me arme de valor e inmediatamente me desperté, estaba en mi cuarto tranquilo y relajado, solo era un sueño. De repente escucho a alguien que estaba en mi cama y ese monstruo cumplió su promesa que lo conocería esa media noche y no olvidare esa figura que el llamaba cuerpo y como me hablo:

—Ya estoy aquí así que prepárate, tu destino está escrito para mi, no intentes nada o tu madre será la siguiente.

Estaba asustado ni la oscuridad me dio este tremendo susto, solo por impulso grite con todas mis fuerzas. Sin embargo nadie me escucho, él habló:

—Te dije que no intentes nada pero que más da. Nadie te escuchara, eres mio y de nadie más, tu destino esta escrito tu madre vivirá pero tu eres historia.

Pensé en lo que dijo tal vez tenia razón pero yo no me daría por vencido así que intente mi ultimo recurso, encender la luz, salte de la cama y fui hacia la lampara pero el monstruo me dijo desesperado:

—!Espera espera¡ no hagas eso, te dejare en paz, por favor, no enciendas eso, mi vida perecerá.

Yo lo pensé unos momentos pero si lo dejaba ahí, me atormentaría así que hice lo que tenía que hacer, prendí la luz y solo escuche sus gritos de dolor, significaba que el monstruo había muerto y no volvería a atormentarme al dormir.

Pasaron 10 años, aún recuerdo a ese maldito monstruo, aún lo recuerdo. Me dormí una noche, volví a tener el mismo sueño que no había tenido en mucho tiempo, estaba asustado, solo veía una cosa, a él, el monstruo, que me preguntó:

—Dime ¿aun le temes a la oscuridad?

Le respondí que si, porque era verdad pero él solo se rió mucho. Después me dijo esto y fue lo ultimo que dijo:

—Sabes que el miedo te hace una persona, a mi me han dicho eso.

Yo supuse que el representaba mi miedo y era tanto el miedo que tenia, que manifiesto ese monstruo que en realidad yo lo cree sin saberlo. Cuando comprendí esto, no lo volví a ver nunca más, pero con lo que me dijo, solo tenía algo que hacer antes de dormir, apagar las luces y me fui a dormir con las luces apagadas.



Calificación: 

martes, 26 de noviembre de 2019

El Pozo de los Cadáveres

Hace aproximadamente 30 años una mujer de Jerez de la Frontera (Cádiz) que era viuda y tenía tres hijos, dos niñas y un niño, de 4, 2 y 6 meses de edad respectivamente, se enamoró de un hombre soltero. Este también se enamoró de ella, pero no le gustaba la idea de tener que hacerse cargo de los niños. Un día la mujer le preguntó:

—¿Te gustaría casarte conmigo?

El hombre le dijo:

—Me casaría contigo, pero no lo haré porque no quiero ocuparme de tus hijos.

La mujer le prometió que se iba a deshacer de sus hijos para que así pudieran casarse y ser felices, él le dijo que cuando lo hiciera se casaría con ella.

La mujer una noche, llevó a sus hijos hacia un pozo abandonado y le ató a cada hijo en la pierna una plancha de las antiguas que eran muy pesadas y los tiró al fondo del pozo.

Al día siguiente su novio fue como de costumbre a visitarla y le preguntó:

—¿Dónde están tus hijos?

Ella le respondió:

—Ya me he deshecho de ellos, ya no tengo carga y así nos podremos casarnos.

—Pero, ¿dónde los has dejado?

La mujer le dijo:

—No tenía a nadie con quién dejarlos y para que no tuvieras carga los he tirado al pozo por la noche y se han ahogado.

—¡Cómo has podido hacer eso, jamás me casaré contigo... eres una asesina!

El hombre se lo dijo a la policía, la que encontró los tres cadáveres en el pozo.

Desde entonces ese pozo, que aún hoy existe, se le conoce con el nombre del pozo de los cadáveres.




Calificación: 

martes, 16 de julio de 2019

Nina the Killer

Extraños asesinatos, sin explicación ni pistas del culpable, se han multiplicado tras varios meses. Se tenía bajo sospecha al asesino que se había investigado tiempo atrás, pero se encontró un testigo que asegurada haber sido atacado por un asesino distinto a Jeffry Woods. Aterrorizando distintas ciudades, se desconoce si trabajan juntos o por separado. Por suerte, pudimos conocer al sobreviviente del ataque y temerosamente nos contó desde una reservada cama del hospital lo que había sucedido. He aquí su testimonio:

«Todo sucedió una noche», narró el chico. «Caminaba de mi trabajo a la casa, estaba por unas calles bastante desoladas, había decidido tomar un atajo nuevo, para cambiar la rutina… Gran error. Ya a mitad de camino empecé a sentir que me observaban. Al escuchar pasos, volteé rápidamente buscando que no fuera un ladrón, pero no encontré nada, así que solo tomé todo como producto de mi imaginación, continúe caminando pero la sensación de ser observado se hizo más fuerte. Los pasos los oí más cerca, al voltear observé algo acercarse a mi rostro y por reflejo lo esquivé. De pronto, en un momento veo a una chica de cabello negro y chamuscado, con un mechón púrpura. En ese momento, me dio la impresión de que tendría entre 16 o 17 años, aunque su rostro no parecía ser el de un humano, su piel era de un blanco muy desagradable, sus ojos me miraban con una sed de sangre, tenia las pupilas muy dilatadas, con midriasis y se veía una extraña cocedura en sus ojos. Su sonrisa era sobrehumana, tosca y estaba cortada.

»Me quedé parado durante mucho tiempo, sintiendo la adrenalina correr por mi cuerpo. Ella no soltó ninguna palabra, solo se quedó allí parada por lo que me pareció una eternidad. Finalmente, la chica soltó una frase mientras inclinaba la cabeza de un lado a otro de una forma esquizofrénica y ruidosa, el sonido de sus huesos tronar me heló los nervios:

»Ve a dormir mi príncipe.

»Inmediatamente reaccioné y emprendí carrera en la dirección contraria a la de ella, corrí como nunca, pero no fue suficiente, oí sus pasos, siguiéndome. Sin darme cuenta, recibí de golpe su peso sobre mí, seguido del frío filo de un cuchillo atravesar mi brazo.

»Caí al suelo con un gemido de dolor, la chica me apresó al suelo soltando una histérica carcajada. Saco su cuchillo de mi hombro y rasgo mi camisa, haciendo una extraña caricia en mi abdomen desnudo, observándome con detalle, pero por suerte, escuchamos la voz de un policía que había llegado, estaba apuntándole con un arma. La chica se incorporó rápidamente y el policía soltó varias balas a su dirección, pero ésta las esquivó cubriéndose con los árboles, sin dejar de soltar esa carcajada, se alejó de allí.

»Jamás podré olvidar esa mirada… y mucho menos esa risa…»

Una semana después de la entrevista, encontraron al joven muerto en su casa, mutilado y despedazado por toda la casa, al cuerpo le faltaban varios órganos, los cuales fueron encontrados escondidos en partes muy inaccesibles. La habitación donde se sospecha fue el asesinato, se encontró escrito con sangre en la pared:

No te fuiste a dormir
mi príncipe.

Si se encuentran o conocen a la joven de la descripción, por favor pónganse en contacto de inmediato con la policía.

Extraído del periódico local.


viernes, 12 de julio de 2019

Homicidal Liu

Todo comenzó una noche, la noche que Jeffrey Woods enloqueció completamente y asesinó a sus padres y a su querido hermano Liu Woods. Jeff dejó de ser el joven que era, para convertirse en un monstruo sin alma que solo se mueve por el deseo de matar, pero, ¿en serio había muerto su hermano Liu después de recibir múltiples cortes y puñaladas?

—No, sobreviví al ataque de mi hermano, quedé medio muerto, desangrándome mientras sentía cómo estallaba mi corazón por el esfuerzo, sin embargo, resistí deseoso de vivir, para cazar a Jeff. Luego todo se volvió negro y me desmayé.

Pasó mucho tiempo antes que despertara, estaba en un cuarto bastante iluminado, lleno de tubos y medicinas. Apenas sentía mi cuerpo, no podía hablar, no podía comer, me alimentaban a través de un tubo, respiraba por medio de un pulmón artificial, apenas podía distinguir quién era yo; pero uno de esos días escuché a un doctor hablando con una enfermera: "Este paciente puede que no sobreviva, necesita muchos trasplantes, su pulmón izquierdo colapsó, su corazón está muy delicado y sus riñones están fallando, el pronóstico es muy malo". Esas palabras me quitaron toda la esperanza de sobrevivir a lo que me había pasado.

Llegó el esperado día de los trasplantes que necesitaba, pero estaba sedado y aún no podía comunicarme, no pude expresar mi alegría en ese momento, así que la guardé para cuando me recuperara. La enfermera me saludó: “Hola, mi nombre es Susan y te deseo la mejor de las suertes, eres muy fuerte apenas sobreviviste a ese intento de asesinato. Yo personalmente me quise encargar de ti, porque admiro mucho tu fortaleza. Me gustaría que cuando salgas del hospital salgamos alguna vez”. Besó mi mejilla y se sonrojó, no podía negar que era una muchacha muy hermosa, pero no sabía si saldría vivo de esto.

Llegó la hora, la hora donde se decidiría si viviría o moriría. El doctor me dijo que como era un joven muy fuerte y había sobrellevado bien los tratamientos, lo más probable era que la intervención fuera un éxito. Me puso la mascarilla y me pidió que contara de diez a uno, me dormí ¿pero por qué aún sentía lo que me hacían? En ese momento, sentí cómo una hoja fría me perforaba un lado del corazón, el primer corte fue lo más doloroso, luego algo abrió mi piel, el dolor era más intenso a cada segundo que pasaba, cada corte era más doloroso que el anterior, para cuando estaban trabajando en mi corazón creí que no se podía sentir más dolor, pero eso fue solo el comienzo de mi tortura, horas de un dolor insoportable, cada corte, cada parte de mi que reemplazaban, cada sutura, todo el dolor que recorría mi cuerpo destruía la poca cordura que me quedaba, hasta quedar hecha añicos.

Pasaron días en esa cama sin poder moverme, sin poder hablar, solo escuchando la voz de aquella enfermera, quien estaba conmigo día y noche, hablándome, diciéndome que resistiera, que me quería con vida, que quería conocerme en verdad y que esperaba hablar conmigo y escuchar mi voz. Pasó una semana y ella venía más a menudo, venía y me cantaba, me leía, pero un día, antes de poder mover mi cuerpo, me susurró: “Ya quiero que despiertes”. Me besó al terminar esa frase y empecé a sentir mi cuerpo, logré abrir mis ojos y pude admirarla. Ella lloraba de alegría al verme despertar y lo primero que hice fue intentar hablarle: “Hola Susan, soy Liu Woods”. Ella quedó atónita. “De verdad, eres… ¿El hermano de Jeff Woods? Él estuvo aquí hace un tiempo, quedó muy mal, me enteré de que se volvió loco y atacó a su familia, ¿cómo es que sobreviviste, Liu? También supe que hace 3 días raptó a una joven y la quemó viva con lejía y gasolina, luego escapó de allí y no se le ha vuelto a ver, pero en la casa, o lo que queda de ella, no se encontraron más que 2 cadáveres. 
Algunos decían que se lo llevó, pero en el cuarto donde dormía su hermano, o sea, donde dormías, encontraron escrito con sangre en la pared “Ve a dormir” y en el baño escrito “Sonríe” en el espejo. Lamento mucho la muerte de tus padres, en serio, y, como no creo que quieras volver a ese lugar, ¿querrías quedarte a dormir en mi casa por un tiempo? Bueno, cuando salgas de recuperación, vivo sola desde que mis padres murieron en un accidente de auto, así que me sobra un cuarto”.

Acepté la oferta de Susan: “Cuando salga de aquí, quiero llevarte a cenar, a donde quieras, solo necesito que un día me acompañes a mi viejo hogar a buscar mi ropa, aunque no creo que siga allí”. Aceptó con un poco de miedo. Los siguientes días ella me visitaba todos los días, reíamos juntos, éramos muy cercanos, casi parecía que éramos pareja, así que le pregunté si quería ser mi novia. Ella dijo: “Sí, Liu, quiero ser tu novia, yo te lo iba a preguntar, pero no sabía cómo hacerlo”. Se me acercó y nos besamos. Estaba tan feliz, las cosas se estaban arreglando para mí, tenía una persona que sería mi nueva familia.

Al salir del hospital, Susan me recibió con los brazos abiertos y como era de día, pensamos en ir por mi ropa para llevarla a mi nuevo hogar, dijo “Sí, pero hay que llevar algo para protegernos por si tu hermano sigue rondando por ahí”. Le contesté “De acuerdo, un par de cuchillos de carnicero, una jeringa, un poco de calmantes, también un poco de equipo de emergencias por si necesitamos suturar, a ti o a mí, en caso de que un vidrio pueda causar una herida que necesite sutura, una botella de agua recién sacada de la nevera y una lata de gaseosa por si tenemos sed”.
Fuimos a su casa y recogimos todo lo necesario, además de una maleta para llevar mis cosas. Ya en mi antiguo hogar, sujetó con fuerza mi brazo, le dije “No temas, todo estará bien.” La besé para que se calmara, abrí la puerta de una patada, estaba cerrada, entramos y vimos que las paredes de mi casa estaban llenas de sangre, la sangre de mis padres, encontramos en la cocina un galón de gasolina, un frasco vacío de lejía y unos cerillos, seguimos recorriendo la casa, vimos el baño, que estaba con la puerta abierta, y vimos el espejo, con la palabra “Sonríe” escrita con sangre, el lavabo y el suelo llenos de sangre, toda mi casa estaba igual, llena de sangre. Al final, entramos al lado, estaba el cuarto de mis padres y encontramos las sábanas llenas de sangre, toda mi casa estaba igual, llena de sangre.

Finalmente, entramos al lugar más perturbador de mi casa, mi antiguo cuarto, la frase “Ve a dormir” estaba escrita con sangre en la pared, tal como se rumoreaba. Busqué en mi ropero mis pertenencias, mi portátil, mp3, celular y ropa, solo lo que no estaba manchado de sangre, cuando volteé para ver mi cuarto, recordé la perturbadora cara de Jeff viéndome con esos ojos llenos de locura sosteniendo un cuchillo ensangrentado en la mano diciéndome “Shh, solo ve a dormir”. Ese recuerdo fue lo que terminó de romper la poca cordura que me quedaba, le dije a Susan que me diera la mochila donde llevábamos las cosas, fui al baño, tomé el cuchillo y dije “Jeff… te veré en el maldito infierno cuando los dos hayamos muerto.”




Terminada la frase, le hablé a Susan, la besé, le dije “Adiós amor mío, pero, necesito encontrar a Jeff para vengarme de lo que me hizo, vengarme por la muerte de mis padres y que casi me mata a mí, te amo Susan, pero, no te podré ver después de que muera, lamento mucho esto”. Estuve a punto de matarla, pero, no lo hice, no me convertiría en mi hermano, le rogué a Susan que me perdonara, que venir a mi viejo hogar me había afectado, ella contesto “Esta bien, Liu, yo te amo, y sé que estar tan cerca de la muerte puede afectar, vámonos a casa”. Me besó, pedimos un taxi y nos fuimos a casa, y me metí a bañar.

Mientras me bañaba, no paraba de pensar en todos los momentos que pasé con mi familia, con mamá, con papá, mi infancia con Jeff, las travesuras que hicimos, todo lo que pasamos juntos, la alegría de tener a mi familia cerca, comencé a llorar, pero, el sonido del agua cayendo ahogaba mis sollozos, así que, no importaba.

La primera noche fue traumatizante para mí, tenía claras pesadillas donde podía ver a Jeff, como era antes del accidente, siendo asesinado brutalmente por el nuevo Jeff, luego éste me volteó a ver y me diciendo “Liu, ¿por qué no te fuiste a dormir como te lo pedí?” Desperté con un susto terrible, Susan fe corriendo a mi cuarto, me dijo, “¿Qué pasó Liu? ¿Estás bien?” le respondí “Sí… Solo fue una pesadilla, no te preocupes”.

Al día siguiente, al despertar, sentí un aroma que hacía mucho que no disfrutaba, era el olor a hot-cakes recién hechos, fui al comedor y ahí estaba Susan, preparando el desayuno, tal y como mamá lo hacía, me dio los buenos días, se sentó y empezamos a comer, ¿cuánto tiempo había pasado desde que no comía hot-cakes hechos con amor?, no lo sé, pero, el sabor… era tan agradable, me sentía amado una vez más, pero, la felicidad no duraría mucho.

Me estaba volviendo loco, cada día que pasaba, Susan me recordaba más a mamá, así que, tomé un cuchillo de la cocina y corrí hacia su cuarto, se estaba arreglando para salir conmigo a una cita, se veía tan hermosa, no me sentí capaz de matarla, no así, no sin que supiera cuánto la amaba, no sin que sintiera amor por última vez en su vida… Yo la amaba, pero, me estaba volviendo cada vez más loco, la idea de clavarle un cuchillo en el corazón no me dejaba vivir en paz y no podía estar así, no quería matarla, pero, no tenía otra opción, o eso creía.


Al salir del cine, caminábamos a casa, le decía “Te amo Susan, pero, hay algo dentro de mí que me… me está matando y no sé si pueda soportarlo más, así que, quiero que sepas que yo te amaré pase lo que pase”. Terminada la frase, un malviviente salió de un callejón y tomó el bolso de Susan hiriéndola, me enfurecí, quería matarlo por lastimar a Susan, lo perseguí con el cuchillo que había guardado en mi chaqueta, lo arrastré al callejón donde robó el bolso de mi amada, en frente de ella lo obligué a disculparse, quería tomar su vida, pero antes, le dije a Susan “Corre, no quiero que veas esto, te amo, y no debes ver esto”. Ella obedeció y se alejó lo más que pudo, cuando supe que era el momento, le dije al tipo “No te perdonaré por haber lastimado a Susan, ella es tan buena, tan pura, herirla es un crimen muy grave, por eso, tomaré tu vida, y solo así pagaras por tu ofensa”.
Levanté el cuchillo y lo apuñalé repetidas veces, podía ver sufrimiento en la mirada de ese hombre, pero, aún así seguí clavandole el cuchillo hasta que murió por múltiples puñaladas, limpié la sangre de mi chaqueta de cuero, la cual quedó bastante manchada. Aún así el día era cálido, por lo que pude quitarme la chaqueta y doblarla, dejando solo el exterior visible, logré ocultar el asesinato del ladrón. Salí del callejón y me encontré con Susan en la cafetería de la esquina tomando un expreso bien cargado.


Ella estaba bien, la gerente había limpiado su herida, al llegar se lo agradecí ocultando mi chaqueta. Llevé a Susan a casa con mucho cuidado, entramos a su cuarto y la recosté en su cama, le dije “Susan, no quería que esto te pasara, pero, me he dado cuenta de una cosa, no dejaré que nadie te haga daño, a partir de hoy, nunca volverás a tener miedo, nadie te volverá a lastimar, lo juro”. La besé y me fui a dar una ducha, me di cuenta de que no podía matarla, ella era todo lo que tenía en el mundo, era la única persona que amaba, aunque de todos modos había disfrutado matar aquel tipo del callejón, pero no podía matar a cualquier persona así que decidí solo atacar a personas que lastimaran a inocentes, personas que hicieran el mal a quienes que me importara y sobre todo, que mataría a cualquier persona que tratara de dañar a Susan.

Pasaron los días y como cada vez mataba a más personas me molestaba tener que usar un pantalón lleno de sangre, así que decidí comprar un pantalón de cuero, entonces, matar fue menos molesto...una chaqueta y un pantalón, ambos de cuero, los cuales fácilmente podía limpiar con gasolina blanca que había comprado hacía tiempo.

Matar se volvió un hábito cada vez más aburrido, matar con simples puñaladas era muy repetitivo, así que fui empleando modos cada vez más retorcidos, a algunos los quemaba vivos con gasolina, a otros los operaba sin anestesia, a otros los obligaba a comerse sus propias tripas, a otros los cortaba en pedazos y se los echaba a los perros callejeros, pero nunca maté a ningún inocente, solo mataba criminales y malvivientes, eso me hacía un héroe, ¿no? Acabar con los criminales haciéndolos sufrir de las formas más horribles, cada día usaba formas más horribles y retorcidas para matar, llegaba a casa, limpiaba mi ropa de la sangre de los criminales y pasaba tiempo de calidad con Susan, hasta que un día la invité a cenar, como yo tenía un empleo de cocinero en un restaurante y ganaba bastante dinero la llevé a un lugar muy bello, a la luz de las velas le dije “Susan, ya llevamos casi un año juntos, sé que eres el amor de mi vida, pues no sabría cómo podría vivir sin ti, quiero proponerte algo”. Me puse de rodillas y saqué una sortija de mi saco “¿Quieres casarte conmigo?” Se emocionó, y con lágrimas en los ojos me dijo “Sí, Liu, quiero casarme contigo”. Salimos del restaurante, no me había sentido tan feliz en toda mi vida, pero, un maldito llegó con un arma y le disparó.

Me llené de ira y odio... no podía dejar a Susan allí sola, desangrándose, muriendo, corrí y la lleve al hospital más cercano, los doctores me dijeron “Está muy delicada, quizá no despierte, hay que esperar lo peor”. Fui a buscar al maldito que le había disparado, nunca olvidaría su rostro, pasé horas recorriendo las calles hasta que lo encontré, lo golpeé hasta dejarlo casi inconsciente, “Me darás tu vida maldito bastardo, por tu culpa mi Susan está al borde de la muerte, y pagarás con tu vida”. Murió en el momento que terminé la frase.

Llegué al hospital, el médico me dijo que Susan ya había despertado, que fuera a hablar con ella, y eso hice. Ya en el cuarto de Susan, ella me vio y dijo “¿Liu? ¿Eres tú? Me alegro de que vinieras, espero poder resistir así como tu lograste resistir a lo que te pasó, te amo Liu, no quiero morir, pero si lo hago, no quiero que te suicides, te amo demasiado como para que mueras por mí, yo sé lo que hacías, yo se que matas criminales, y aunque no sea un método muy noble, la misión que tienes lo es, no dejes de hacer lo que haces Liu.”

Pasó una hora en la que estuvimos hablando, en la que le dije todo lo que le tenía que decir, no quería perderla, no quería perder a la única persona que me quedaba en este mundo. El doctor entró y dijo “Necesitamos operarla, señor Woods, se recuperará”. Se la llevaron a la sala de operaciones, fueron 3 horas que parecían eternas, quería sacarme los ojos de la desesperación pero la esperanza de que Susan sobreviviera era lo me mantenía en pie. Terminó la operación, el doctor que se encargó de todo me dijo “La operación fue todo un éxito, ella está estable, mañana despertará y en 2 semanas podrá salir del hospital”. Esas palabras me emocionaron tanto, me sentía tan tranquilo por saber que Susan estaría bien.

Estuve en su cuarto todo el día esperando a que despertara, despertó y me dijo “¿Quién eres y dónde están mis padres?” esas palabras me llenaron de tristeza, Susan me había olvidado, tenía que hacer que me recordara. Cuando se recuperó, la llevé al hospital donde nos conocimos, dijo “¿Eres tú, Liu? Como has cambiado”. Ella comenzó a recordar, la llevé a mi vieja casa, y recordó lo que pasamos allí, seguí llevándola a todos los lugares significativos para nosotros en el transcurso de la semana, hasta que llegamos al restaurante en el que le propuse matrimonio, ella lo recordó todo, me abrazó y me dijo “Liu, ahora lo recuerdo todo, gracias por estar conmigo hasta que me recuperara”. Y le respondí, “Tú hiciste lo mismo por mí, te debo muchas cosas, Susan.” La besé, pero cuando nos separamos, empezó a convulsionar, me asusté mucho y la lleve al hospital, no podía seguir así, pero, yo la amaba.

No la dejaría sola cuando me necesitaba, me quedé allí a esperar las noticias del médico y éste me dijo “Lo lamento señor, pero su novia ha muerto”. Esa frase me llenó de tristeza y odio, tomé al doctor y le troné el cuello ya no había razón para contenerme, comencé a matar a todos en el hospital hombres, mujeres, niños y enfermos, los maté a todos, no podía soportar que ellos vivieran y mi Susan no, ella no podía morir así no dejaría que eso pasara, pero era inevitable, mi ropa estaba llena de sangre de inocentes, mis manos estaban llenas de sangre y mi mirada había cambiado así que decidí hacer algo, fui por un bisturí y empecé a cortar un corazón en mi pecho, con la iniciales de Susan y su hora de muerte, nuestro aniversario y la fecha en la que nos conocimos, luego fui por una aguja y un hilo y cosí los extremos de mis labios formando una sonrisa, para que nadie viera como sufro por dentro.

Cuando terminé fui a casa, tomé mi ropa de cuero y las cosas con las que acostumbraba a matar y salí de allí para no volver jamás, ahora vivo matando a las personas que sean felices... sé que cuando muera, no podre verla... matar me consuela, si me ves corre y no muestres tu felicidad o morirás de la forma más despiadada y retorcida, no podrán distinguir tu cuerpo de cómo era antes de encontrarte conmigo, el sobreviviente de Jeff The Killer.




Calificación: 

sábado, 29 de junio de 2019

Sally Juega conmmigo

El verano era bastante bueno ese año. El sol como siempre, calentaba la piel; las ligeras brisas que recorrían el barrio y apaciguaban el calor y el frío, por lo que el clima era perfecto. Un verano que Sally jamás olvidará. Sally era una niña de 8 años, cabello largo y rizado de ojos verde claro. Era una niña muy educada, alegre y obediente. Sus padres la adoraban, no podían pedir más de ella. Sally reía mientras jugaba con sus amigos afuera de su casa, jugaban a la rayuela, a las muñecas y las etiquetas. Su madre la miraba desde adentro, limpiándose las manos con su delantal, gritándole:

¡Sally,cariño! ¡Es hora de que comas tu almuerzo!

Sally levantó la vista de su juego sonriéndole, Está bien mamá, sentándose en la mesa muy emocionada.

Su madre le colocó un sándwich de mantequilla, unos bastones de zanahoria, un apio al lado y un zumo de naranja. 

Gracias, mami.

De nada, cariño.

La niña empezó a comer, mientras su madre se sentaba a su lado sonriéndole:

¿Adivina qué...? Tu tío Jonas viene de visita.

Ella le sonrió con las comisuras de la boca llenas de comida.

Mmm... ¿Tío Jonas?, repitió con su boca llena mientras la madre se reía de ella asintiendo con la cabeza.

¡Ajam! Él viene a ayudar a tu padre con un trabajo y también a cuidarte, tal vez podamos ir a la feria juntos.

Sally masticaba rápido lo que quedaba en su plato.

¿Sara y Jennie también?

La madre levantó la vista pensativa:

Depende de lo que digan sus padres, si pueden, sí.

La niña sonrió y saltó de su asiento nuevamente. Este verano lo pasaría genial. En el transcurso de los días el tío Jonas llegó a la casa de su hermana. Salió de su coche estirando su cabeza y dando un suspiro de cansancio.

¡Tío Jonas!, gritó llamando su atención y corrió hacia sus brazos, quien le respondió:

¡Hey, Sally! ¿Cómo estás?, levantándola y abrazándola apropiadamente; la niña sonrió e intercambió miradas con sus amigas.

Estaba jugando con Sara y Jennifer, ¡mamá esta adentro, vamos a decirle que llegaste!

La baja y caminan hacia la casa, llamando desde afuera a la madre.

¡Hey, Marie! ¡Ya llegué!, mientras Sally iba hacia dentro.

¡Mamá! ¡Ya está aquí!

La madre salió de la casa corriendo de la cocina y sonrió al ver a Jonas.

Jonas, ¿has llegado bien?

El hombre puso la niña en el suelo y le dio una palmadita, y abrazó a la mujer.

Por supuesto que sí. ¿Por qué si no iba a venir aquí sano y salvo?

Se echó a reír, y caminó hacia la cocina con la mujer. Luego Sally corrió hacia la puerta, gritando que volvería a jugar.

¡Asegúrate de entrar antes de que oscurezca!

¡Sí, señora!

Y la niña se fue.


A la hora de la cena, el padre de Sally llegó a casa, feliz de ver a su hermano en su casa. Caminando con su hija, se acercó a Jonas con un apretón de manos y un abrazo.

Encantado de verte hombre, ¿Cómo estás?, le preguntó cruzando los brazos, mirando a su esposa poner la mesa. Jonas se encogió de hombros, jugueteando con sus pulgares. 

Me separe de Karen.

Oh, eso es terrible, lo siento... Jonas meneó la cabeza con una sonrisa.

No, está bien. Estoy contento, me puedo mover libremente sin tener a alguien constantemente queriendo saber dónde estoy y lo que hago.

Los dos hombres rieron juntos, sentándose en la mesa para comer.

Mmm, Marie, esto sabe maravilloso.

Gracias, me alegro de que te guste.

Mmm, ¡está delicioso mamá!

Los adultos sonrieron y se rieron del cumplido de la niña. Los platos se empezaron a vaciar, y Sally empezó a bostezar una y otra vez, frotándose los ojos con sus manos. Su madre sonrió y le frotó suavemente la espalda.

Parece que alguien está cansada, ¡hora de ir a dormir!

Sally asintió y saltó de su asiento, recogiendo su plato y llevándolo al fregadero. Su madre se levantó para llevarla a la cama, pero Jonas la detuvo jalándola del brazo.

Yo la llevo, dijo sonriendo.

Muy bien, gracias John.

El hombre asintió con la cabeza, mirando a la mujer y llevó a la joven a su habitación. John sonrió y cerró la puerta detrás de él, mirando el pequeño desorden de la niña.

¿Necesitas ayuda?, le preguntó, mirando a la niña, la cual también lo mira asintiendo.

Está bien, vamos a ver lo que tienes.

El hombre comenzó a buscar entre sus pijamas.

¿Tienes alguno de fresas? Apuesto a que vas a oler igual que ellas en tus sueños.

Él tomó la camisa y se la mostró, inhalándolo un poco. Sally rió y negó con la cabeza para indicar que no quería llevar su pijama de fresas. Jonas asintió con la cabeza, puso la camisa de nuevo en su sitio y sacó una camisa con un unicornio.

¿Qué tal este? Apuesto a que vas a montar en unicornio, señorita.

Una vez que la niña se rió y negó con la cabeza. El hombre soltó un pequeño gruñido antes de colocarlo de nuevo. Luego sacó un camisón blanco. 

¿Qué tal esto? Te convertirás en una princesa.

Los ojos de Sally se encendieron y dio una palmada con entusiasmo y asintió. Colocó el vestido en la cama, él se acercó a ella y comenzó a desabrocharle la camisa.

Puedo vestirme sola, tío, dijo con una sonrisa, mirando hacia abajo. El hombre sonrió y asintió con la cabeza, sin dejar el trabajo a medias.

Apuesto a que puedes, pero estás cansada, y ¿por qué no te puedo ayudar?, le preguntó, mirando a Sally cabecear un par de veces.

Una vez consiguió desabrochar la camisa, él se la deslizó por sus hombros y le dio un codazo en la panza, haciéndola reír.

Él sonrió y cogió el borde de sus pantalones cortos y tiró hacia abajo. Finalmente, el hombre agarró su camisón y empujó la apertura por encima de su cabeza, asegurándose de que sus brazos podían pasar por las mangas.

¡Ya está!, dijo alegremente, mirando la sonrisa de la niña de nuevo, riendo mientras llegaba a la parte superior de la cama.

Jonas se levantó y recogió su ropa, la puerta se abrió y entró la madre de Sally

¿Estás lista para dormir?, dijo. Jonas se levantó y corrió hacia el otro lado de la cama.

La voy a recostar, ¿te parece bien?

Marie lo miró y sonrió moviendo la cabeza.

Claro que sí.

Miró a su hija, se inclinó y la besó en la frente.

Buenas noches, mi amor.

Buenas noches mamá, dijo la niña dándose un masaje suave con el dedo pulgar en la frente. La mujer tomó la ropa y Jonas la hizo salir de la habitación.

Jonas le sonrió a la madre y se acercó al interruptor de la luz, apagándolo; luego cerró cuidadosamente la puerta de la habitación con llave y miró por encima del hombro a Sally. Jonas tenía una sonrisa escalofriantemente retorcida.

Al paso de los días, Marie observó que Sally no actuaba con normalidad: ella no sonreía tan brillante como antes, no mostraba alegría ni hablaba con la misma cantidad de felicidad. Marie tomó la mano de la niña, antes de que esta se fuese a jugar con sus amigos, y se la llevó a un lado.

Sally miró a su madre con una mirada confusa.

Cariño, ¿te sientes bien?, preguntó, arrodillándose para estar a la altura de su hija. Sally miró distraídamente, y poco a poco comenzó a llorar.

Su madre abrió los ojos, confundida.

¿Sally?

M-mamá... Yo... Yo no quería t-to..., alcanzó a decir la niña con ataque de hipo.

¿No querías hacer qué, amor?

Yo no quería jugar... Yo no quería jugar su juego...

Sally miró a su madre y la abrazó con fuerza.

Él m-me tocó... Y me hizo toc-carlo.

Marie frunció el ceño y comenzó a acariciarle suavemente el cabello, consolándola.

Shhh, no pasa nada, mamá está aquí ahora, fue una pesadilla, eso es todo. Todo está bien ahora, ¿de acuerdo? No te preocupes por eso.

Miró a Sally, que estaba a punto de llorar, y sonrió.

B-bien mamá...

Su madre sonrió y la besó en la frente. 

Ahora ve a lavarte, no querrás ir a jugar con la cara sucia.

Sally soltó una risita y salió corriendo al baño a lavarse la cara. Más tarde ese día, Jonas y su hermano regresaron a la casa a continuar el trabajo. Frank suspiró, sonriendo cuando vio a Sally.

El padre le devolvió el saludo, cerró la puerta del coche y caminó hasta la casa. Jonas miró a Sally sonriéndole, saludando a la niña. Su sonrisa se fue marchitando lentamente, mostrando menos felicidad en ella, pero le devolvió el saludo también. Jonas también entró en la casa, y se detuvo cuando escuchó la conversación entre su hermano y su esposa.

Sally, ¿qué? Preguntó Frank.

Ella tuvo una pesadilla, una muy mala y me dijo: "Él me tocó".

Bueno, ¿quién diablos es "Él"?

No lo sé, Frank... Solo fue una pesadilla, quería informarte de lo que ha estado pasando con ella y por qué está actuando diferente.

Jonas frunció el ceño con ira, con los nudillos volviéndose blancos, después se calmó rápidamente, puso una sonrisa, y entró en la habitación.

Vaya... ¿Interrumpí algo?, les preguntó, mirando a la pareja sacudiendo sus cabezas. Jonas sonrió de nuevo, señaló al coche.

Voy a ir a la tienda, ¿necesitas algo, Marie?

La mujer sonrió y miró hacia la cocina.

Sí, en realidad. ¿Me puedes conseguir algunos huevos, leche, pan y zumo?

Jonas asintió con la cabeza, a punto de salir hasta que se detuvo.

Sally quería venir también, solo quería informarte.

Marie sonrió, Gracias, John.

Él asintió de nuevo y se dirigió fuera de la casa con las llaves en mano, mirando a Sally con sus amigos.

Sally.

Ella levantó la vista hacia él y lo miró fijamente.

¡Vamos a comprar!

John se dirigió hacia el coche, haciendo un gesto a la chica para que lo siguiera. Sally se sentó allí por un momento, luego puso sus muñecas sobre la hierba.

Voy a dar una vuelta, por favor, cuiden a Mazapán y Lily.

Jennie y Sarah sonrieron y asintieron con la cabeza. Sally se dirigió de mala gana al coche y subió al asiento de pasajeros.

¿Sabe mamá que iré contigo, tío?, preguntó ella. Jonas asintió con la cabeza y puso las llaves en el encendido, arrancándolo y salió de la calzada.

Sí, ella quiere que compremos cosas para la comida, tal vez pueda conseguir algo.

Él sonrió mirando a la niña. Sally sonrió nerviosamente y miró hacia delante, observando el paisaje. Tan pronto como llegaron a la carretera que va a la tienda, Sally se dio cuenta de que no se detuvo al estar enfrente de la tienda. Ella frunció el ceño confundida, y alzó la vista hacia él.

Tío Jonas, te acabas de pasar la tienda... Dijo apuntando en la dirección a la tienda de alimentos integrales.

Pero él no habló, solo siguió conduciendo, con una sonrisa muy leve en su cara. La niña se sentó y miró por encima del asiento trasero, mirando a la tienda poco a poco cada vez más pequeña hasta que se perdió de vista. Al darse cuenta de que no iban al supermercado, la niña vio que el tío aparcó en un parque que había cerca de la ciudad, pero nadie salía al parque los domingos.

Sally se puso nerviosa, su respiración se aceleró, mirando al hombre con ojos muy abiertos. Jonas apagó el motor, mirándola, la ira se mostraba en su rostro.

Te dije que no le digieras nada a mamá, ¿no?, Le preguntó, mirando a la niña negando desesperadamente con la cabeza.

No estás jugando el juego correctamente, Sally.

El hombre se acercó y sacó a la niña del auto.

Dijiste que jugarías conmigo Sally, me mentiste.

Abrió la puerta del coche a su lado, saliendo junto con ella y la empujó al suelo.

Uno tiene que ser castigado por romper las reglas, dijo desabrochándose el cinturón.

Una pareja encontró el cuerpo de una niña de 8 años en el parque de la comunidad a las 9 p. m. Era Williams Sally.

Podría haber jurado que cerré la puerta antes de meterme en la cama, supongo que se me olvidó...

El adolescente caminó por la habitación y cerró la puerta. Antes de que pudiera acostarse de nuevo y tan pronto como se cubrió, las piernas se le congelaron al oír el leve sonido de un llanto, sonaba como un niño.

Se levantó poco a poco de la cama una vez más, se dirigió a la puerta y la abrió. El llanto parecía ser más fuerte fuera de su habitación. Miró hacia abajo en la oscuridad y se arrastró por el pasillo, siguiendo el sonido de los gemidos. Una vez llegando al final del todo, se quedó sin aliento. Sentada en el suelo, delante de la ventana iluminada por la luna, era una niña, encorvada, llorando.

Tragó saliva y tomó la palabra.

Quién... ¿Quién eres? ¿Cómo te metiste en mi casa?, le preguntó a la niña.

De pronto, el llanto se detuvo; la niña movió lentamente sus temblorosas manos lejos de su cara y miró detrás de ella, retorciéndose ligeramente. La sangre sustituyó sus lágrimas, manchando sus manos.

Ella estaba impregnada de sangre, el pelo a un lado de su cabeza, el goteo de sangre de la herida en su rostro y su ropa sucia. A través de los brillantes ojos verdes parecía que se veía su alma.

Esta es mi casa..., Habló con voz ronca, sonando como si estuviera luchando para hablar.

El cuerpo de la chica hizo una mueca y se movió extrañamente hacia el adolescente. Sus pies estaban sucios, como si hubiera estado corriendo por el barro, llena de raspaduras por las rodillas y piernas; y el final de su vestido estaba roto y estropajoso.

Sally: era el nombre cosido en la parte delantera.

¿Quieres jugar?, sonrió, con los dientes manchados de sangre mientras hablaba, Juega conmigo...






Calificación: 


Jane the Killer

Jane Arkensaw era una chica muy hermosa, tenía la piel blanca y hermosos ojos verdes. Se llevaba bien con sus padres y tenía buenos amigos en el colegio, nada fuera de lo ordinario, hasta que Jeffrey Woods se mudó junto a su casa...



Hacía algunas semanas una familia se había mudado a la casa de al lado, tenían dos hijos de mi edad, sólo había conversado con ellos un par de veces, pero solía ver a menudo a Jeff desde mi ventana. 
Un día se me hizo tarde para llegar a la escuela y mientras corría vi a Randy y su pandilla amenazando a Jeff y a su hermano Liu, sabía perfectamente que Randy era un matón que hacía pagar a todo el mundo una pequeña comisión de dinero en efectivo o el bocadillo del desayuno, a cambio de que no se ganaran una paliza... Unos segundos más tarde y vi como le robaban la cartera a Liu, y empujaban a Jeff contra el suelo, entonces él se levantó. “¡Quédate sentada, no seas estúpida!”. Entonces el chico se abalanzó contra Randy, luego cogió a Troy, quien terminó en el suelo gritando de dolor, me preocupé al ver esa pelea ya que parecía que Jeff se estaba divirtiendo demasiado, y por la cara de su hermano, parecía que esto no era habitual. Lo siguiente que se oyó fue el sonido de las sirenas de la policía... era la patrulla de mi padre.

Mis padres me advirtieron que no querían que me relacionara con nuestro vecino, así que no vi nuevamente hasta que terminó el día. Cuando lo salió de allí, tenía una expresión difícil de descifrar "era como la sonrisa de un loco" pensé.
A la mañana siguiente vi una patrulla en la casa de al lado, me quede viendo que ocurría y en unos minutos vi salir a Liu esposado mientras su hermano lloraba y gritaba para que no se lo lleven. Luego de eso, el vecindario no paraba de esparcir rumores sobre el joven detenido.

Días después, otro vecino, celebró su fiesta de cumpleaños, ví a Jeff jugando a los vaquero con los niños, hasta que aparecieron Randy y sus amigos, saltaron el cerco y el líder se abalanzó sobre el hermano de Liu, derribándolo. Luego la pandilla saco unas pistolas, pero éstas lucían reales... Llamé inmediatamente a la policía, pero en ese momento oí disparos, corrí a toda velocidad a socorrer a Jeff pero cuando llegué al lugar las llamas y los gritos me impidieron avanzar, tomé un extintor y me abrí paso entre las llamas, pero cuando llegue él ya estaba ardiendo en llamas. Me desmayé.


Desperté en el hospital, la enfermera me dijo que estaba de alta y mientras recogía mis cosas le pregunté cómo se encontraba mi vecino, entonces le dijo la enfermera que ya se podía ir a su casa, pero Jane quiso preguntar cómo se encontraba Jeff,  enfermera contestó que no podía recibir visitas aunque se tratara de su novia. “¡Él no es mi novio!” 
Al salir del cuarto los padres de Jeff estaban afuera para agradecerme por intentar salvar a su hijo, me contaron que él estaba bien y que me avisarían cuando pudiera quitarse las vendas. Les dije todo lo que había visto, sobre esta pelea y la anterior, los señores Woods parecían muy contentos, dijeron que si eso era cierto dentro de unos días soltarían a Liu.

El rumor de que era la novia del chico más peligroso del colegio corrió muy rápido, nuestros compañeros comenzaron a meterse conmigo sólo porque creían que estaba enamorada de Jeff. Un día apareció Liu y me avisó que al día siguiente le quitarían las vendas a su hermano. A la mañana siguiente me llené de emoción al ver llegar el automóvil de los Woods, pero al ver salir a Jeff un escalofrío recorrió mi cuerpo... su cabello castaño era ahora de color negro, su piel era blanca y con la misma sonrisa sádica, que tenía el mismo día que se peleó con Randy.
Podría jurar que él me estaba mirando fijamente con esos ojos tan abiertos y aterradores. Todo se puso borroso, me desmaye. 

Al despertar ya era de noche y mis padres no estaban en casa, me vestí y baje las escaleras, la luz de la cocina estaba encendida y sobre la mesa había una nota que decía: “¿No vienes a cenar? Tus amigos están aquí". 

Después de leer esto comencé a temblar, miré discretamente hacia la casa de los Woods, las luces estaban encendidas. Entonces lo vi apoyado en la ventana de su casa, me sonrió mientras golpeaba la ventana con una mano, mientras que en la otra sostenía un ensangrentado cuchillo. Tomé uno también y corrí hacia su puerta a ayudar, forcé un poco la cerradura, pero cuando ésta se abrió escuche una voz que decía: "¡Lo has conseguido, me alegro amiga mía!" . Grité al ver sus grandes ojos sin parpados, su roja sonrisa y pálida piel... Su ropa estaba cubierta de sangre. Me sentí desvanecer nuevamente.

Cuando desperté, estaba sentada en el comedor y también estaban mis padres, los padres de jeff y algunos amigos... Todos estaban... Muertos... Todos tenían una sonrisa tallada en sus caras y las marcas de entrada y salida de un gran cuchillo, vi además lágrimas de sangre en sus ojos.
Traté de gritar, pero me dí cuenta de que estaba amordazada y atada a mi silla. “Mira quien ha despertado finalmente”, Jeff estaba allí, detrás suyo, acercándole un cuchillo a la garganta y le dijo: “Cállate, cállate, que a los amigos no se les debe chillar, seguro que estás enfadada porque no te ves tan bella como ellos, pero no te preocupes que pronto haré que luzcas bella también. ¿Qué me dices?”, cortó la mordaza con el cuchillo. "Vete a la mierda" le susurre. 
“Me pareces más divertida de lo que pensaba, los amigos se hacen favores entre ellos, ¿no?, bueno pues te voy a hacer un favor.”,no pude evitar llorar al ver a mis padres muertos frente a mí, hasta que Jeff regresó, “No llores”, dijo y noté que sostenía una jarra de lejía y un bidón de gasolina. El me vertió la lejía y la gasolina encima, “Tranquila ya he llamado a los bomberos”, dijo mientras encendió fuego que tan pronto entró en contacto la gasolina, ardió en inmensas llamas y Jeff se largó diciendo: “¡Nos vemos mi querida amiga! Espero que quedes tan hermosa como yo".

Desperté nuevamente en el hospital y la cabeza me daba tumbos, luego vino una enfermera diciendo que lo sentía pero su familia había muerto en el incendio, comencé a llorar, quería que todo fuera un mal sueño... La enfermera me pidió que no llorara o luego no podría respirar, estaba tan cansada que solo quería dormir. Al volver a despertar, note que las vendas ya no estaban y la enfermera entro al cuarto a explicarme que me inducieron un coma por 2 semanas para que pudiera soportar el dolor y recuperarme, “Dame un espejo”, le pedí, pero al verme solo pude tirar el espejo al suelo de el horror que me produjo mi quemado rostro. Un paquete en mi regazo me sacó de mis pensamientos, era de el mismo remitente que las flores.

La caja contenía una máscara blanca con el borde de los ojos de color negro y una femenina sonrisa negra con un encaje que podía cubrirme los ojos, también había una hermosa peluca negra con rizos, un cuchillo y un ramo de rosas negras junto a una nota: "Jane siento que no hallas quedado tan hermosa, pero ésto te servirá para taparte el rostro mientras te recuperas, y te dejaste el cuchillo en mi casa, así que pensé en devolvértelo". Luego de leer esa nota me puse la máscara, la peluca y fui por ultima vez a ver a mis padres, lloré, y tomé mi cuchillo con todas mis fuerzas.



Cada vez que el sol se pone, voy en busca de Jeff para encontrarlo y matarlo… 

La imagen que ronda de Jane dice lo contrario a la de Jeff, "No te vayas a dormir", para así evitar que Jeff consiga hacerles lo mismo a más víctimas inocentes.


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