Soy Jairo, tengo 25 años pero mi historia comienza cuando tenia 15. Yo era un niño inquieto, mis travesuras no eran tan problemáticas, todos me consideraban alguien valiente, no me asustaba nada... bueno, casi nada. Solo había una cosa que me asustaba más que nada: la oscuridad, era la cosa más horrible que podía pensar, siempre quería dormir con las luces prendidas pero mi madre no me entendía y apagaba las luces. El problema era que al apagarse las luces al dormir, estoy en una habitación donde hay un camino y una entrada a un lugar que no se adonde va y no quiero saber hacia donde va.
Cada vez tengo el mismo sueño pero una noche escuche algo que no estaba en mis sueños me decía:
—Al apagarse las luces estarás aquí en tu hogar, no intentes escapar por que tu vas a fallar.
Eso me asusto demasiado, jamás había escuchado algo así, la volví a escuchar varios noches seguidas, comenzó a atormentarme en mis sueños. Milagrosamente había ocasiones en que no escuchaba la voz durante semanas, pero los días tranquilos terminan antes de que descanse lo suficiente, volvía a tener el mismo sueño, el mismo lugar, vuelvo a escuchar esa voz, la maldita voz me volvía a hablar:
—Estás de vuelta después de algunos días, retornaste a tu hogar... ahora prepárate, vas a quedarte, no intentes escapar o sufrirás las consecuencias.
Un milagro sucedió aquella vez que, aparentemente, hice ruidos tan fuertes durante mi pesadilla que desperté a mi madre, que fue a despertarme. Le di un fuerte abrazo, ella habrá pensado que esa pesadilla era fuerte y me devolvió el abrazo, se le agradecí mucho pero escuché algo... era esa voz que me decía:
—Ese milagro no volverá a pasar mañana a la media noche tu me vas a encontrar y ese sera tu final.
Tuve mucho miedo le conté a mi madre de todo lo que estuvo pasando y solo me dijo que no debía creer en eso, yo le creí a mi madre por que no quería seguir con esa conversación así que me volví a dormir. Mi madre se fue y solo seguí durmiendo, volví al mismo lugar con la misma voz hablando y me dijo algo que me dejó con los pelos de punta:
—Mañana a media noche me conocerás, ni se te ocurra decirle a tu madre o te dejaré ver lo que le haré.
Al día siguiente, sopesaba lo que había soñado. Mi madre me miro con una cara deprimida y me dijo que si me pasaba algo, solo le respondí que todo estaba bien, que no tuve una buena noche, no quería que algo le pasara a ella.
Cayo la noche y no quería dormir, estaba asustado pero sin querer me dormí y volví al mismo lugar de antes, pero esta vez me arme de valor e inmediatamente me desperté, estaba en mi cuarto tranquilo y relajado, solo era un sueño. De repente escucho a alguien que estaba en mi cama y ese monstruo cumplió su promesa que lo conocería esa media noche y no olvidare esa figura que el llamaba cuerpo y como me hablo:
—Ya estoy aquí así que prepárate, tu destino está escrito para mi, no intentes nada o tu madre será la siguiente.
Estaba asustado ni la oscuridad me dio este tremendo susto, solo por impulso grite con todas mis fuerzas. Sin embargo nadie me escucho, él habló:
—Te dije que no intentes nada pero que más da. Nadie te escuchara, eres mio y de nadie más, tu destino esta escrito tu madre vivirá pero tu eres historia.
Pensé en lo que dijo tal vez tenia razón pero yo no me daría por vencido así que intente mi ultimo recurso, encender la luz, salte de la cama y fui hacia la lampara pero el monstruo me dijo desesperado:
—!Espera espera¡ no hagas eso, te dejare en paz, por favor, no enciendas eso, mi vida perecerá.
Yo lo pensé unos momentos pero si lo dejaba ahí, me atormentaría así que hice lo que tenía que hacer, prendí la luz y solo escuche sus gritos de dolor, significaba que el monstruo había muerto y no volvería a atormentarme al dormir.
Pasaron 10 años, aún recuerdo a ese maldito monstruo, aún lo recuerdo. Me dormí una noche, volví a tener el mismo sueño que no había tenido en mucho tiempo, estaba asustado, solo veía una cosa, a él, el monstruo, que me preguntó:
—Dime ¿aun le temes a la oscuridad?
Le respondí que si, porque era verdad pero él solo se rió mucho. Después me dijo esto y fue lo ultimo que dijo:
—Sabes que el miedo te hace una persona, a mi me han dicho eso.
Yo supuse que el representaba mi miedo y era tanto el miedo que tenia, que manifiesto ese monstruo que en realidad yo lo cree sin saberlo. Cuando comprendí esto, no lo volví a ver nunca más, pero con lo que me dijo, solo tenía algo que hacer antes de dormir, apagar las luces y me fui a dormir con las luces apagadas.
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