sábado, 14 de septiembre de 2019

Aquí

Hola, sé que no hago muchas cosas como esta, pero aquí estoy, haciendo esto para aquella persona, quién esté leyendo esto entenderá porqué lo hago. Mi nombre es Todd, y esta es mi historia:

En vacaciones de verano, toda mi familia se iba a un bosque cerca de nuestra ciudad, en donde habían varias cabañas a lado de un lago en donde la gente se quedaba por algunos días. En fin, a mí, con 17 años, no me gustaba ir con mi familia porque era aburrido y siempre daba una excusa para no ir, pero mi madre insistía en que los acompañe y la pasara bien, así que acepté porque mis amigos se iban a ir a otro lugar, así que no había mucho más que hacer.

Por fin llegó el gran día de irse, llegamos más tarde de lo previsto, lo que hizo que la única cabaña que quedara disponible fuera la más lejana a las demás. A muchos visitantes no les gustaba, ya que por esa zona aparecían muchos animales peligrosos como osos, lobos, arañas, entre otros. Ya que no había otra opción, elegimos esa cabaña; era linda, con chimenea y 5 habitaciones para mi padre, mi madre, mi hermano mayor, mi tío y mi tía, solo sobró una habitación. Yo soy muy callado, pero me gusta divertirme y, para eliminar el aburrimiento, decidí ir al lago. Caminé hacia éste, pero algo andaba mal, sentía varias miradas puestas en mí aunque no me importo, seguí caminando por el bosque escuchando el ruido de las hojas siendo pisadas.

La verdad es que esos ruidos me asustaban, mi miedo creció cuando un agudo sonido se escuchó cerca de los árboles en donde estaba, corrí hacia el lago, el ruido se acercaba más y más a donde yo estaba, no sabía lo que era, el camino ya había acabado pero el ruido se había ido.

Al regresar a la cabaña con mi familia, estaba pálido, mi piel estaba fría y mi boca seca. Mi padre, con quien no me llevaba muy bien, me abrió la puerta y me dejó entrar, cenamos más tarde y todos fuimos a dormir. En la madrugada desperté a tomar un vaso de agua. Iba por toda la casa caminando sin hacer ruido, cuando mi respiración se volvió más rápida, mi corazón empezó a palpitar más rápido, mi piel se puso pálida y me quedé inmóvil al ver a una cosa parada viéndome entre dos árboles torcidos y con pocas hojas arrancadas, esa cosa emitió el mismo ruido agudo que había escuchado mientras caminaba hacia el lago. ¿Que era esa cosa? No lo sabía, camine despacio hacia atrás, y para mi mala suerte tropecé, esa cosa camino hacia la ventana y me miró fijamente. Tenía cinco ojos, cinco malditos ojos que se fijaban cada uno en mí. Corrí hacia mi habitación y la cerré con llave.

A la mañana siguiente, desperté cansado, hubiera querido que todo lo que pasó anoche hubiera sido un sueño, pero no. Recorro los pasillos mirando al piso y pensando en múltiples cosas, cuando de repente, se escucha un grito, asustado me escondí, después de unos minutos busque a mí familia pero, ya no estaba, nadie estaba en la cabaña.

Escuché el mismo ruido que escuché camino al lago.

Esa cosa estaba dentro de la cabaña... ¡estaba dentro! Esa criatura me atacó, sus manos tenían dedos fríos y grises, sus ojos cinco ojos eran blancos, su aliento era repugnante y no tenía pelo, saltó hacia atrás y yo me levanté lo más rápido que pude y fui a mi habitación, mi corazón vuelve a palpitar más rápido, me quedo sin aliento, no sé que hacer. Tengo miedo, no quiero morir, él me sigue esperando, comiéndose a la gente que viene a esta cabaña.

Aquí me quedare, llevo 4 días sin comer y sin beber agua, me siento mal, esa cosa intenta entrar, nunca saldré de aquí, tendrá que esperar para matarme... Aquí




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