Operando de forma clandestina y global, la Fundación actúa más allá de toda jurisdicción, reforzada por los grandes gobiernos nacionales que le han encomendado la tarea de contener objetos, entes y fenómenos anómalos. Estas anomalías suponen una amenaza significativa para la seguridad global, al ser capaces de causar daño físico o psicológico.
La Fundación actúa para mantener la normalidad, de tal manera que la población civil de todo el mundo pueda vivir y ocuparse de sus vidas cotidianas sin miedo, desconfianza o dudas sobre sus creencias personales, y para mantener la independencia humana de influencias extraterrestres, extradimensionales y extranormales en general.
Nuestra misión tiene tres aspectos:
Seguridad
La Fundación asegura anomalías con la meta de evitar que caigan en las manos de agencias civiles o rivales mediante observación y vigilancia intensivas, y actuando para interceptar tales anomalías a la mínima oportunidad.
Contención
La Fundación contiene anomalías con el objeto de evitar el desarrollo de su influencia o sus efectos mediante traslado, ocultamiento o desmantelamiento de tales anomalías o a través de la supresión o prevención de la diseminación pública de toda información relacionada.
Protección
La Fundación protege a la humanidad de los efectos de tales anomalías, así como las propias anomalías, hasta el momento en que sean completamente comprensibles y puedan enunciarse nuevas teorías científicas basadas en sus propiedades y comportamiento. La Fundación también puede neutralizar o destruir anomalías como último recurso si se considera que son demasiado peligrosas como para contenerlas.
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