Hola, me saludaste la semana pasada. No sé si me recuerdes, pero yo a ti sí, recuerdo haberte visto caminar hasta tu casa. Recuerdo cómo pasaste junto a mí en el salón de clases y también recuerdo que no volviste a hablarme, pero aún así yo esperaré.
Ha pasado el tiempo; aproximadamente más de un mes sin que me hables y no entiendo el por qué. La verdad creo que ya no quieres verme. Cada vez que trato de hablarte me ignoras y finges que no estoy.
Por eso y más te mereces lo que está pasando en este momento, porque no importa qué tan fuerte grites o cuánto pienses que esto no es más que una pesadilla. Esto es real y no hay escape: asústate, grita, implora si quieres, pero así como no me escuchaste... Ni Dios ni yo te escucharemos. Dejaré que él te lleve a tu fin; dejaré que te despedace lenta y dolorosamente mientras observo aquí, sentado en el fondo de la habitación.
Pero no creas que te hago esto porque te odio. Jamás podría odiarte con esa sonrisa tan perfecta, con esos ojos brillantes como dos estrellas y con esa voz tan melodiosa. Te hago esto porque te amo, te quiero y por eso deseo que estemos juntos para siempre ¡¿Qué mejor para asegurar la eternidad que la muerte?! Así que ahora despierta y ven conmigo. Quédate aquí hasta que te deje de querer y vaya con alguien más.
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Hola, ¿me recuerdas?
Me saludaste hace poco en la calle...
Me agradó el relato, me preguntaba si podría utilizar su historia para narrarla y subirla a mi canal, claro que incluiría los créditos de la fuente de la historia hacia su blog.
ResponderEliminarClaro, si lo quieres ocupar no hay problema, y sería una ayuda si compartes el blog :)
EliminarTenemos muchos creepypastas más para que disfrutes
Muchas gracias y claro que compartiré el blog, hay historias muy interesantes.
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