sábado, 6 de junio de 2020

#057 El Holder de la Verdad

En cualquier ciudad, en cualquier país, puedes ir a cualquier institución mental o centro de rehabilitación donde pueda llegar por ti mismo. Dirígete a la recepción y pide cortésmente visitar a aquel que se hace llamar "el portador de la verdad". El empleado asentirá levemente y luego volverá a lo que estaba haciendo. No responderá si le preguntas de nuevo, pero ten cuidado y no le preguntes por tercera vez, si lo haces te mostrará su verdadera forma y te convertirá en pedazos de carne tan rápido que alcanzarás a ver tu cuerpo pulverizado en el acto.

Gira para irte. Si has tenido suerte, la puerta se habrá desvanecido y aparecerá una trampilla en el piso, que no existía antes. Ábrela. Preferiblemente con algo largo; eso te dará más probabilidades de escapar en caso de que "algo" te estén esperando al otro lado. Si sospechas que así es, corre; corre tan lejos como puedas dentro del manicomio. Busca una ventana, ya que todas las puertas habrán desaparecido, y salta. Una vez que salgas por la ventana, sigue huyendo, preferiblemente cruzando la mayor masa de agua posible, si bien no lo detendrá, lo retrasará lo suficiente. Necesitarás cada segundo para pasar con tus seres queridos o vivir tu vida al máximo.

Si no estaban esperándote, puedes lanzarte por el agujero de la trampilla. Caerás muy poco, pero aterrizarás en una amplia y espléndida biblioteca. Personas con vestidos exquisitos y elaborados estarán pululando por todas partes, charlando en voz baja, leyendo y simplemente relajándose. No toques a ninguno de ellos, ni intentes tomar algún libro; ese es el hilo que los mantiene ignorándote y no deseas tirar de él.

Observa a tu alrededor en busca de un anciano canoso, tranquilo, dispones de mucho tiempo. Eventualmente lo encontrarás sentado en un escritorio, estampando lentamente una pila interminable de libros con un viejo sello de DEVUELTO. Demás está decir que no debes tocarlo a él ni a los libros, si lo haces, todas las figuras, antes agradables, revelarán cómo son en realidad. El shock de la escena y la transición que sufrirá tu mente a la locura reducirán en parte el dolor que te provocarán, en una furia vehemente, hasta matarte. Considérate desafortunado si tu mente ya estaba preparada para eso.

En cambio, acércate en silencio y hazle una pregunta al bibliotecario, solo responderá a esa pregunta.

¿Cuál de ellos mantiene Su ley?

El anciano mirará hacia arriba. Sus ojos te parecerán de un color no nativo de este mundo; son de un color tan imposible que podrías volverte loco por tratar de entenderlo. No te pierdas en detalles, ábrete, y míralo directamente a sus ojos. No rompas el contacto visual, o él mirará hacia abajo, como no queriendo ver la carnicería que armarán los otros clientes con los pedazos de tu cuerpo.

Él te dirá el nombre de un libro. Es largo, pero él te dará una tarjeta con el nombre escrito en ella. Antes de romper el contacto, pregúntale si lo revisó con antelación, ya que le faltará un sello. Él asentirá y sellará la tarjeta.

En cuanto lo haga, escucharás un fuerte ruido proveniente de algún lugar de la biblioteca, el libro ya ha sido robado, y debes encontrarlo. Cierra los ojos y di estas palabras: Encontraré al ladrón.

No abras los ojos durante diez segundos, si nada ha logrado volverte loco antes, lo que verás entonces lo hará.

Después de transcurrido ese tiempo, abre los ojos. Estarás cruzando la calle, frente al asilo, aún sosteniendo la tarjeta.

Esa tarjeta es el Objeto 57 de 538. Han sacado el libro; ahora es tu deber devolverlo.


No contestes a extraños...

Esta es una de esas historias que le ocurrió al amigo de un amigo:

Un número privado llama a tu teléfono celular y sin saber, respondes a la llamada más nefasta que has escuchado hasta ahora en tu vida, es como si sintieras la desesperación y el terror de cada lamento, llanto y súplica que escuchas del otro lado.

En unos segundos recibes un mensaje que contiene doce cifras que según cuenta la leyenda corresponden al día, mes, año y hora exácta de tu muerte. A partir de ese momento comienza tu cuenta regresiva.

Puedes intentar luchar contra el tiempo o esperar pacientemente a que tu momento llegue. También he escuchado que la única forma de escapar es llamando tu mismo a otra persona, pasando tu destino sin romper el ciclo.

No contestes a extraños...



Calificación:

viernes, 5 de junio de 2020

El Artista

Yo solía ser una persona alegre con muchos amigos, ¿qué me paso? Ahora siendo ya un hombre de 25 años soy una persona corrompida por la misma vida, las personas siempre decían que mi arte era el mejor pero poco a poco se fueron alejando, dijeron que mi arte había cambiado, que yo era una persona espeluznante, pero no me importa, no he salido de mi casa en más de 5 años, sólo basta con pedir mi comida por delivary. Dibujo absolutamente todo el día, pero estoy cómodo así, entre mis pinturas, ellas no hablan ni se burlan, son la compañía ideal de mi día en un cuarto lleno de bocetos sin terminar.

Soy alguien que vive por el arte, todo esto comenzó cuando yo tenía 18 años. Me interesé por la pintura, siempre tuve un don natural. Poco después comencé a interesarme por los casos de asesinato y historias de terror y cuando me di cuenta, pintaba este tipo de cosas, es como si dos personas habitaran en mí.

Las personas dicen que el arte te consume, pero no creí que fuera así. Mi otro yo me controla, solo soy su marioneta, cuando me despierto del trance siempre mis manos están cubiertas de un líquido rojo espeso, trato de convencerme de que es pintura, pero sé que no es así, yo sé que mi otro yo busca sus modelos y las mata para luego pintarlas y yo no puedo controlar eso, ¿cómo poder controlarme a mí mismo?

Cuando miro al espejo él me sonríe malévolamente, la primera vez que me pasó fue cuando tenía 20 años. Me desperté en una casa que no conocía empapado en ese carmesí y espeso líquido con un olor pútrido, me fui asustado rápidamente a mi departamento. Cuando encendí el televisor en las noticias pasaban la noticia del asesinato, y pensé qué bueno fue que me había ido antes de que me pasara algo, pero me empecé a despertar cada vez más seguido en escenas de asesinato y las pinturas de las víctimas aparecían una a una en mi departamento, esa fue una de las razones por las que me encerré, no entiendo porque la policía no nos atrapa y porque no soy consciente de el momento en el que asesino a esas chicas.

Una vez hasta intenté encerrarme en un manicomio, pero cuando desperté todos estaban muertos, todos las paredes blancas estaban manchadas de rojo carmesí, pero el color favorito de él es el rojo, adora el rojo, se vuelve loco cuando lo ve, ¿quién es él? ¿Cuándo apareció? ¿Siempre existió? ¿Todos tenemos uno? No lo sé, solo quiero detener esto.

Hoy algo malo va a pasar, el me está hablando y dice que hoy es mi turno, está apretando mi cuello y desgarrado mi piel obteniendo lo que él más ama, ese color rojo tan bonito. Ahora sé que todos tenemos otro yo, otro que es malvado, o tal vez un espejismo de nosotros mismos, el mío es un artista sangriento y hoy ha elegido a su siguiente modelo, yo. Cada vez brotan más flores rojas de mi piel, es una escena hermosa, estoy creando la pintura perfecta, por fin lo logré, gracias a mi otro yo, ahora yo soy el arte. Por fin somos uno, un loco y demente artista.




Calificación:


Estoy Solo [Micropasta]

Shaun se acostó en la cama, solo y con el corazón hecho pedazos. El funeral de su esposa había sido por la mañana, y tan solo consiguió dormirse mirando el espacio vacío de su cama.

Se despertó con una voz susurrando a su oído. “Dijiste que estaríamos juntos para siempre”.

Sus ojos se abrieron con rapidez al reconocer la voz de su esposa muerta y al sentir su mano helada sobre su hombro. Intentó levantarse, pero la tapa del ataúd se lo impidió.

#107 El Holder del Azul

En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a alguna institución de salud mental o centro de acogida al que puedas llegar por tus propios medios. Cuando llegues al escritorio debes preguntar por "El Portador del Azul". El trabajador retrocederá pasando por un cajón, si el te quita los ojos de encima debes correr, porque están alertando al Portador y el destino de todos los que se encuentran en la habitación se encontrará sellado.
Si te pasan un cuaderno viejo, tómalo y busca una silla; encontrarás una banca azul con un letrero que dice "recién pintado" pero descuida, está seca. Siéntate y abre el libro, examinalo con cuidado, está lleno de galimatías sin sentido. Busca algúna página que esté escrita con tinta de el color de la silla en la que te encuentras, ahí verás las palabras vitales que cambian cada vez que se llama a este portador.

Devuelve el cuaderno al empleado y éste te enviará a la puerta azul con un letrero en la cabeza, si levantas ese papel revelarás una máscara arcana. Toca esa marca con la mano y di la primera palabra vital, no muevas tu mano aunque se cubra de hielo, solo puedes moverla una vez se haya abierto la puerta. Las azules luces halógenas se tragan un pasillo iluminado que contiene cinco puertas, dos en cada pared y una al fondo. Debes ir a cada una de las puertas que te indico y decir la segunda palabra vital en ellas, primero a la de la izquierda, luego a la de la derecha y finalmente a la del fondo. Si lo piensas bien, esta palabra te indicará que puerta es la correcta.

Cada puerta lleva consigo diferentes pruebas, nosotros, quienes escribimos, aún debemos probar cada puerta, debes saber que independiente de todos los horrores que te esperan, la tercera palabra es vital para evitar que tu mente se vuelva loca. Meditalo bien. Al final encontrarás un pedestal que tiene un libro y un bolígrafo. El libro detalla todos tus pasos desde que te diste cuenta de que los objetos eran reales, lee este libro hasta el final. Toma la pluma y escribe la cuarta palabra vital, en el primer espacio en blanco que veas. La tinta se desvanecerá como humo que tomará la forma de un diablillo que tiene los rostros de las personas que más odias en el mundo. 

Siéntete libre de preguntarle a ese ser: "¿Qué les sucede a quiénes no lo buscan?", Te contará cada detalle horrible, cada uña astillada y cada cuenca de ojo quemada. Mientras hable, se disipará en el aire el humo que lo conforma, cuando termine su relato se habrá ido. El pedestal se deslizará dejando al descubierto una pequeña máscara con cabello, que podría pertenecer a una muñeca. Tómala y si así lo decides, toma también el libro. Salta al agujero que quedó en el lugar donde reposaba la máscara y caerás al suelo de lo que llamas ducha, en tu hogar.



Esta máscara es el objeto N°107 de 538, la máscara del camino azul. Su cara siempre espera su reencuentro.

El libro es el objeto N°1 de "We who write, The journal of the Writter". Agarrate fuerte porque aún puedes unirte a nosotros.