martes, 8 de diciembre de 2020

Jason the Toymaker

No tengo muchos recuerdos de mi pasado. Los rostros de mis verdaderos padres eran como máscaras desteñidas en mi mente. Yo sólo tenía algunos restos de mi infancia, nombres sin rostros y una oscuridad total. A la edad de nueve años, había pasado algo en mi familia. Mi trauma fue tan profundo que me hizo olvidar la mayor parte de mi vida.

Yo sólo tenía un borroso recuerdo relacionado con mi mejor amigo. Él era el único que tuve en toda mi vida. Era una imagen pegada en mi mente, que va junto con la risa de fondo y la melodía de una caja de música.

Entre los orificios traseros de mi amnesia, alcancé a ver sus ojos color miel y su cabello caoba oscuro. Recordé su sonrisa amable... Pero nada más. El resto desapareció en la oscuridad. Así lo hizo.

Los recuerdos regresaron al orfanato de donde yo nací. Impresionante mente tuve padres: Magdalena y Steven, los que me llevaron de vuelta a la cálida sensación de tener una familia. Yo, adopté un sentimiento, que se me había olvidado. Ellos me criaron en su casa hasta la edad de quince años.

Mi amnesia me llevó a ir a exámenes psicológicos y chequeos, que año tras año lentamente empezaron a fallar. Parecía que yo no sería capaz de recuperar mi memoria.

Por un lado, quería saber lo que pasó, pero por el otro... Una extraña sensación de angustia sugirió algo que no deseaba.

Obviamente, hubo alguna consecuencia desagradable para mí. Era como el presentimiento de ser perseguida por algo.

Los especialistas dijeron a mis padres que debe haber sido relacionado con un recuerdo particular que fue estimulado continuamente. Ni la causa, ni lo que era exactamente era clara, pero a pesar de mis esfuerzos, no podía concentrarme en él.

Me sentí como si estuviera siendo observada, no por la gente, sino por los juguetes de peluche en mi habitación. Era estúpido, lo sé. Al principio, eran simplemente juguetes, pero una y otra vez, sus grandes ojos redondos parecían mirarme.

Desde que era pequeña me pareció que los juguetes de peluche en mi habitación estaban vivos, ya muchas veces traté de demostrarlo: espié fuera de mi habitación con la puerta entre abierta, entonces yo volvía tan pronto como podía y los miraba fijamente a los ojos hasta sentir la sensación de ardor por no parpadear.

Ese recuerdo era uno de los pocos de mi infancia que todavía me hizo sonreír, pero las cosas han cambiado. Una y otra vez, los juguetes de peluche me miran. Casi parecía que querían ponerme a prueba y yo no podía más. La idea quedó en mi mente. A veces, me parecía que se movían, convirtiendo sus pequeños rostros hacia mí. En otras ocasiones, hicieron ruidos en mi habitación. Esto no puede ser verdad, obviamente.

¿Por qué este pensamiento me persigue? ¿Por qué odio a los juguetes de peluche? A pesar de todo, ¿Por qué no me deshago de ellos?

Podía haberlos regalado a otros niños, o tirarlos a la basura. Un día lo intenté, realmente, lo hice, pero cuando tomé uno de ellos en mis brazos, un fuerte sentimiento de ansiedad y terror me detuvieron. Siempre acabo poniéndolos de vuelta a sus lugares, en los muebles, en mi cama, en los estantes. Entonces tuve que tomar tranquilizantes.

Sólo había un juguete que tomé junto a mí durante las noches, a pesar de mi edad, no podía separarme de él y sentía un afecto familiar. Algo que se inició mucho antes de mi amnesia.

Lo encontré en mi armario en el orfanato y de ahí en adelante nos hicimos inseparables.

Fue un conejito dulce con orejas caídas, por un lado, era de color rojo y en el otro lado color caramelo. Llevaba un chaleco negro, con dos mangas largas que le arrastraban hasta sus pies y tenía un collar elegante con puntadas en cada borde de la tela. Su pequeño ojo izquierdo estaba cubierto con un parche, y en el centro un botón negro.

Fue divertido, pero parecía que era el único juguete de peluche inofensivo. Él dormía a mi lado desde que era pequeña como esa noche, después se me escapó bajo las sábanas, quedándome dormida casi al instante entre las paredes viejas que crujían.

Yo estaba de pie todavía en la oscuridad, sin poder moverme y yo no podía entender cómo terminé allí, rodeada sólo por el silencio destilado. Algo viscoso agarró mi muñeca y me abrazó con tanta fuerza que un dolor instantáneo disparó a través de mí. Un conjunto de uñas blancas penetró lentamente mi carne. Las veo cortando a través de mi piel, haciéndome sangrar. Grité y lloré, pero una risa cubrió mis súplicas desesperadas.

Ella me pertenece, una voz me susurró. Dentro de ese oscuro abismo, dos brillantes ojos verdes aparecieron ante mí, a muy pocas pulgadas de distancia de mi cara.

—Tú eres solo un obstáculo para mí.

Se echó a reír divertido por mi dolor mientras me perforaba. Tenía uñas como agujas. Arruinó mi cuerpo con herramientas oxidadas... Por el contrario; me dijo que me iba a arreglar.

Me di cuenta de una puerta abierta, era la única cosa que podía distinguir de la oscuridad. Mis ojos estaban borrosos por el dolor. Vi una visión de la gente parada mirándome. La imagen de esa puerta se acercaba, con el fin de mostrarme su expresión vacía, a pesar de las muecas pegadas en sus rostros.

Yo vi que no eran personas reales. Eran muñecas y de alguna manera, sentí una fuerte sensación de náuseas que me superaba de tan sólo mirarlas. Había algo en ellos, que me hizo débil de estómago y tal vez, era su parecido extraordinario y macabro a una persona real.

Ella me pertenece.

domingo, 6 de diciembre de 2020

El Show M

Cuando tenía 9 años, recuerdo que tenía un show de TV favorito. Tenía actores humanos y actores en botargas de animales con segmentos educativos entre cortes. No quiero mencionarlo porque era un show muy bueno y éste acontecimiento no es culpa del show. Sólo lo llamaré "El Show M".

El Show M llevaba años transmitiéndose y yo había estado viéndolo desde que recuerdo. Siempre me sentaba, justo después de la escuela con mi hermana mayor Scarlett y mi mejor amiga Brandi, quien vivía en la casa de al lado. Era nuestra rutina, cada día nosotras tres nos sentábamos juntas; con dulces, si nuestras madres lo permitían, o si no con manzanas y uvas; y durante las pausas conversábamos y chismeábamos sobre hechos importantes en nuestras vidas.

Entonces, recuerdo que fue un cálido viernes de verano, Scarlett encontró una competencia con premios en una de sus revistas de chicas. Hacía preguntas sobre el show, y el primer premio era un viaje con tus padres a Disney World. Pero aún mejor, quien quiera que enviara las respuestas correctas se volvería un miembro del Club de Fans del Show M, un club de fans del show. Aquél mismo día, después del ver el Show M, nosotras tres nos apiñamos en el sofá para responder el cuestionario.

Las preguntas eran muy difíciles: pedían detalles sobre episodios viejos del show. Sin Scarlett, Brandi y yo jamás hubiéramos podido lograr responder todas las preguntas. Scarlett le suplicó a nuestra mamá estampas y sobres y llenamos los tres sobres con cada papel con nuestros nombres, y detalles de contacto y las respuestas a las preguntas. Scarlett incluso nos dijo que variáramos nuestras respuestas un poco para que no nos acusaran de hacer trampa.

Eran los primeros días de primavera. Recuerdo que había tulipanes en nuestro jardín y mi mamá nos regañó por arrancar dos para decorar la mesa de la cocina. Pero después de su sermón ella me entregó una pequeña y cuadrada carta con mi nombre impreso en ella. La parte posterior decía: "Bienvenido al Club de Fans del Show M"

Las cartas fueron enviadas y cada día nos apresuraríamos al buzón de correos para conseguir nuestras insignias del Club del Show M. Cuando la primera nevada comenzó a caer, dejamos de revisar el buzón. Brandi seguía apasionada sobre el show y lo miraba todos los días, pero Scarlett perdió interés. Cuando Scarlett dejó del ver el show, yo también empecé a saltarme el show. Brandi seguía viniendo, pero ella era la única mirándolo. Me sentaba junto a ella mientras leía las viejas revistas de chicas de Scarlett.

No había mucho en el sobre, sólo un pequeño panfleto que me dio la bienvenida como miembro del club y una pequeña tarjeta de identificación con mi nombre en ella, un gran logo del show y en letras negras Club de Fans del Show M, y en la línea de abajo, con grandes letras negras, la palabra Miembro. Brandi recibió su sobre ese mismo día. Ella brillaba con felicidad. Scarlett estaba celosa al principio, pero dos días después también recibió su sobre.

Desde entonces, cada viernes, cada una de nosotras recibía un folleto sobre el show con fotos, anécdotas y antecedentes de los personajes. Ocasionalmente los panfletos también pedían a los miembros del club que promovieran el show y que esperaran el "Tour del Show M". De cualquier forma, funcionó: Amamos el show después de eso. Creo que desde ese día en adelante, después de que orgullosamente metí mi tarjeta de membresía en mi mochila, no me perdí ni un episodio.

Entonces, a mediados de junio, todas recibimos dos panfletos. El primero era el usual con datos y fotos. Pero el segundo era un anuncio: "El autobús de la gira está en la ciudad, ¡ésta es tu oportunidad de convertirte en Miembro Élite!". El autobús vendría el próximo sábado a nuestro pueblo. A todas se nos permitió ir. Estábamos más que emocionadas. El panfleto no tenía mucha información y esto fue antes de que tuviéramos una computadora en casa. El autobús de la gira llegaría a la 1 P.M y los personajes principales del programa estarían ahí para recibir a todos y jugar juegos con nosotros. Aquellos que participaran en al menos cuatro juegos serían promovidos al estatus de "Miembros Élite", y recibir una nueva y dorada tarjeta de membresía.

Aquellos nueve días de esperar al "Tour del Show M" fueron los más largos de mi vida. Brandi, Scarlett y yo planeamos todos los días cómo nos tomaríamos fotos con cada personaje y qué juegos jugaríamos con ellos. Yo soñaba en secreto el vencer a Scarleet en el "juego del conocimiento", donde nuestro conocimiento sobre el programa sería puesto a prueba.

El sábado, Scarlett fue a una pijamada por un cumpleaños en casa de una de sus amigas. Se suponía que los padres traerían de regreso a Scarlett el domingo a las 12. Alrededor de las 12:30, Brandi vino corriendo a nuestra casa. Golpeó la puerta trasera, como ella siempre hacía, y la dejé pasar. Brandi estaba más que emocionada; su mamá se había voluntariado para acompañarnos las tres y ella quería ir temprano para que no nos perdiéramos de nada. Mi mamá llamó a la casa de la amiga de Scarlett, pero ellos no levantaron el teléfono. Dijo que Scarlett estaría en casa pronto, lo suficientemente temprano como para ir a tiempo.

A las 12:45, la mamá de Brandi vino para preguntar por nosotras. Dijo que tendríamos que irnos para que las filas no fueran tan largas. Mi mamá dijo que deberíamos esperar a Scarlett, pero Brandi hizo un berrinche; tenía miedo de que no pudiéramos abrazar a todos los personajes si llegábamos tarde. La mamá de Brandi decidió conducir. Yo quería ir con ellas, pero mi mamá dijo que ella nos llevaría a Scarlett y a mí. Sentí como si estuviera siendo castigada porque Scarlett se tardaba. Supliqué. Lloré. Nada sirvió; Brandi fue sola.

Los padres los amigos de Scarlett la llevaron a las 13:40. Estaba molesta con ella, pero mi mamá dijo que si armaba una escena no iríamos. Cedí.

Llegamos alrededor de veinte minutos después al estacionamiento donde estaba programado que el autobús pararía. Vimos las multitudes desde la distancia, estacionamos el coche y caminamos hacia allá. Le pregunté a mi mamá dónde estaban los personajes del show; ella dijo que estaban justo detrás de la muchedumbre. Todos cargaban los panfletos del Tour del Show M, pero parecía como si la multitud fuera casi de padres. Todos estaban de pie en media luna hacia el borde del estacionamiento. Algunos de ellos se veían preocupados, pero muchos de ellos estaban riendo y hablando.

Mi mamá encontró a la madre de Brandi al otro final del medio círculo; caminamos hacia ella. La mamá de Brandi era de los que estaban preocupados. Nos dijo que el autobús había estado ahí, junto con todas las figuras animales del Show M. Tenían un gran autobús con el logotipo del Show M y dieron dulces.

Una de las figuras de animales explicó a los padres que habían construido un set a las afueras del pueblo donde todos podíamos hacer un filme corto con los personajes del programa. Dijeron que llevarían a todos allá.

Se llevaron primero a los niños. Estaban tan emocionados que pocos padres pusieron objeción. Aún así, tres o cuatro padres aparecieron y calmaron al resto. Se suponía que el siguiente autobús llegaría en algunos minutos, para llevar a todos al estudio.

Cuando escuché eso estaba emocionada como nunca. Corrí a la calle a mirar para así ser la primera en el autobús. Scarlett me siguió. No vi la expresión de preocupación cuando la madre de Brandi hablaba con la mía. No entendí por qué la policía vino en menos de una hora después.

viernes, 4 de diciembre de 2020

Daisy's Destruction

Daisy's Destruction es un vídeo que ha tenido competencia desde que salió Dafu Love. En mi opinión, creo que es más perturbador que Dafu Love. El video se encuentra en la Deep Web y cuesta alrededor de 700 dólares.

He aquí la anécdota de un chico que lo vio y tuvo un trauma muy fuerte. Se pide precaución al lector, pues lo siguiente puede helar la sangre.

Primero, se oyen gritos fuertes y ensordecedores; tan desgarradores que dañan los tímpanos. Aparece una niña de preescolar, llamada Daisy, recostada en una cama; dos hombres la violan brutalmente. La pequeña grita de dolor y desesperación, mientras una mujer, al fondo, fuma como si no estuviera pasando nada...

Al término de la violación, se acerca la señora, la agarra y le rompe el órgano sexual introduciendo su puño dentro de éste. La niña suelta otro grito que pareciera que sus cuerdas vocales estuvieran desgarrándose, así como toda su garganta. Los otros dos despiadados se ríen.

Finalmente, los marginados, insatisfechos, mutilan a la pequeña. Primero cortan sus brazos, luego sus piernas, el tronco y su cabeza, de forma sangrienta y horrible para cualquiera con un poco de compasión y humanidad.

Lo más horrendo de todo sucede cuando la pequeña calla mortalmente al final, tras ser despedazada su cara.

Los autores fueron arrestados en 2015 por la policía. Se hacían llamar NLF (No Limits Fun), que se traduce como "Diversión Sin Límites".



miércoles, 2 de diciembre de 2020

Corpse Ela

Aquella madrugada un espantoso sonido que retumbaba en el pasillo le hizo despertar sobresaltado y con el rostro bañado en sudor, por unos segundos estuvo convencido de que solo era una sensación producto de una espantosa pesadilla, sin embargo, el ruido no se detenía. Parecía que algo se arrastraba sobre la madera en dirección a su habitación, el crujido de las tablas se intensificaba conforme pasaban los segundos provocando que su cuerpo se estremeciera de terror. En un principio consideró quedarse completamente estático sobre el lecho, a lo mejor ese ruido únicamente era producto de la paranoia que llevaba sufriendo desde la tarde anterior. Cuando el sonido se detuvo suspiró medianamente aliviado, aun así, esto no le brindó una completa sensación de seguridad. Debatió un buen rato entre inspeccionar o volver a dormir, aunque lo mas sensato seria la segunda alternativa no deseaba arriesgarse a que algo o alguien pudiese estar ahí afuera amenazando con lastimarlo a él o a su familia. Con pasos inseguros se dirigió hasta la puerta y giró del pomo, del otro lado el oscuro pasillo se encontraba sumido en la oscura calma de la noche, volvió a suspirar, su mente le estaba jugando una terrible broma.

Retornó a la cama arrastrando los pies y se sentó sobre el borde de la misma para buscar en el cajón de la mesa de noche una píldora para dormir, odiaba que los malos sueños le parecieran tan reales. Tras tragarla sin ayuda de agua volvió a recostarse mirando al techo aguardando que el medicamento surtiera efecto, sentía como lentamente una relajante calma se apoderaba de si induciendo el sueño, sonrió para sus adentros con mayor seguridad, todo había terminado. A pocos segundos de quedar completamente dormido sintió un peso aplastándole el pecho, volvió la mirada de golpe encontrándose con los ojos sin vida de la chica que frecuentaba sus pesadillas, desesperado trató mover el cuerpo, sin embargo, sus extremidades no obedecieron, acto seguido y con la desesperación aumentando segundo tras segundo intentó gritar pero de su garganta no se emitió el mas insignificante quejido. Ella sonrió mostrando sus dientes manchados de sangre al instante que le enterraba las uñas en la carne, cuando inclinó el rostro sobre el suyo pudo escuchar el grotesco crujido de sus huesos rotos reacomodándose para adoptar la posición, parte del liquido que escurría por la herida abierta de su frente acabó goteando en la suya, él se limitó a cerrar los ojos con fuerza rogando por que todo ello acabara. Así fue. En un par de segundos la presencia desapareció dejando únicamente aquel rastro de sangre en su piel, el punzante dolor de los arañazos y por supuesto una perturbadora imagen rondando en su mente.

Horas mas tarde cuando bajó a desayunar en su rostro destacaban un par de enormes ojeras, se veía cansado y disperso, como si únicamente estuviese en cuerpo mientras su mente divagaba en un lugar ajeno al real.

—Andrew, cariño ¿Te encuentras bien? —Le había cuestionado su madre quien no tardó en percatarse de su extraña actitud. Él asintió sin estar demasiado convencido, no quería entrar a explicar los sucesos con lujo de detalles—. Te ves muy cansado... ¿No dormiste bien? —Volvió a preguntar ella mientras se acercaba y ponía su mano sobre su frente para asegurarse de que no tuviese fiebre o algún otro síntoma.

Se sobresaltó mas de lo que hubiese querido al sentir el tacto de su madre, de algún modo le recordó a la sangre resbalando sobre su piel, eso fue mas que suficiente para llevar a su mente de vuelta a la horrible noche. De un salto se incorporó de la silla mientras insistía bastante molesto en que se encontraba de maravilla, desde luego no se atrevió a mencionar el incidente de la madrugada, ellos solo creerían que finalmente había sucumbido ante la locura. Pese a que detestaba dejar a sus padres con un ambiente tan tenso prefería escapar antes de que se atrevieran a presionar en el tema, tomó las llaves del auto y se apresuró a salir del lugar lo antes posible.

De camino a la universidad se esforzó en calmar sus nervios tomando diferentes píldoras para la ansiedad e intentando convencerse de que tales sucesos únicamente se trataban de una alucinación, eso quería creer. Pasadas las horas trató de pretender que nada había sucedido, asistió a clase con regularidad dando su mejor esfuerzo para atender a las explicaciones y simulando estar en perfecto orden, sin embargo, no podía disimular aquella perpetua paranoia que le obligaba a reaccionar con hostilidad ante la mas mínima señal de amenaza. Como si de un déjà vu se tratase todas las personas con las que se cruzó a lo largo del día hicieron las mismas preguntas con respecto a su comportamiento, aunque en un principio fue tolerable alcanzó el punto de causarle incomodidad extrema, intentó excusarse afirmando haberse quedado hasta tarde realizando algún proyecto, estaba convencido de que nadie le creería como sucedía cada vez que esos acontecimientos se repetían, para su mala suerte, parecía que su pretexto cada vez funcionaba menos. Ahora podía jurar que murmuraban a sus espaldas, juzgando vilmente su extraña actitud ¡¿Que podían saber ellos?! Lo único que deseaba era estar en paz consigo mismo aunque fuese por un par de horas. Al llegar la tarde evadió su ultima clase decidido a ayudarse de una u otra forma, realizó un par de llamadas para programar una cita con su terapeuta lo antes posible, no estaba seguro si se trataba de un milagro o su notorio desespero había causado a alguna alarma en la recepcionista con la que hablaba desde el otro lado de la línea, en cualquiera de los casos fue sencillo agendar una sesión para esa misma tarde.

Su infortunio retornó en cuanto cruzó las puertas del lugar y tomó asiento en la sala de espera. Generalmente la pacifica atmósfera del lugar le ayudaba a despejar sus pensamientos y olvidarse de toda aquella pesadilla que le agobiaba desde hacía dos años, pero ahora dentro de su cabeza distintas voces tomaban turno para susurrarle que en esta ocasión buscar ayuda no tendría utilidad y que por el contrario solo empeoraría las cosas, ello provocaba que lentamente su paciencia se deteriorara hasta el punto de tornarse insoportable. Pese a que en un inicio acudir a terapia resultaba relajante ahora con el segundo aniversario de aquel acontecimiento a la vuelta de la esquina y dado a los incidentes de los últimos días no le cabía duda en que no existía poder humano capaz de ayudarle. El insomnio y la ansiedad comenzaban a comerle vivo poco a poco, sumado a ello, la llama de culpa que tanto se había esforzado en extinguir ahora ardía mas fuerte que nunca. Se culpaba a si mismo de que todo estuviese volviendo a suceder, quizá si desde un inicio hubiese hablado con la verdad no se encontraría entre la espada y la pared.

lunes, 30 de noviembre de 2020

La verdadera historia de The Theater

No es algo de lo que se susurre en ciertos círculos, ni algo que alguien haya encontrado en alguna venta de garaje, no es de un desarrollador sin nombre e imposible de rastrear... y ciertamente no es sobrenatural.

El videojuego en cuestión se llama The Theatre (r antes de e), y fue desarrollado por una empresa llamada Salida Software. Estoy bastante seguro de que es una empresa inglesa, a pesar del nombre en español. Hasta donde yo sé, todo lo que hicieron fue software de aprendizaje (tengo una suite de matemáticas de ellos), por lo que The Theatre probablemente estaba destinado a ser una especie de juego de entretenimiento educativo. Obviamente, el videojuego nunca se terminó, probablemente por falta de financiación o por la quiebra de toda la empresa.

La descripción de la historia es bastante precisa; está en una perspectiva en primera persona, con sprites planos en un entorno 3D y con muchos fallos. El Ticket Taker tiene un cuerpo en forma de huevo, y una de sus manos es enorme y deforme, creo que parece que se está acercando a ti en busca de tu boleto. La descripción del Swirly Head Man también es precisa, solo una versión defectuosa del Ticket Taker, pero vi a algunas personas decir que se parece a Giygas ... Ese no es el caso. Los rasgos de su rostro están simplemente arremolinados y están rojos porque sus labios son gigantes. No tengo la menor idea de por qué sucede esto, porque si bien hay algunos sprites de personajes en los recursos del juego, ese no es uno de ellos. Ah, y solo para aclarar, el sprite es un poco espeluznante. Eso es todo. No es aterrador, nunca me ha llenado de una sensación de pavor, es solo un poco espeluznante.

El videojuego se desarrolla casi exactamente como se indica en la historia; De hecho, con tanta precisión que creo que el autor acaba de descargarlo en alguna parte y decidió hacer una historia aterradora de sus experiencias. Admito que algunas cosas en él pueden ser inquietantes. Como dije, el videojuego está inacabado y tiene muchos fallos.

Creo que la idea es seleccionar una película de los carteles de la pared, entrar al cine y jugar un minijuego. Los minijuegos tienen fallas (y faltan recursos) hasta el punto de que casi no se pueden jugar, pero no parece haber un límite de tiempo para ninguno de ellos, por lo que solo tienes que avanzar hasta que hayas hecho algo lo suficientemente bien como para ser arrojado al vestíbulo. Lo que se describe en la historia es lo que sucede si no selecciona una película; se le permitirá entrar al cine, pero como no se ha establecido el parámetro de qué juego cargar, simplemente se le devolverá al vestíbulo.

Aquí es donde se vuelve un poco extraño. Si continúa entrando al cine sin elegir una película, sucederán cosas raras, a veces espeluznantes. No estoy seguro de por qué, pero si tuviera que hacer una suposición fundamentada, sería que fallar más allá de los minijuegos de esta manera hace que las variables alcancen valores que no deberían, lo que hace que las cosas aparezcan donde no deberían. O, ya sabes, el juego se ha ido al infierno y ha vuelto. Han pasado años, pero estos son algunos de los efectos que puedo recordar:
  • El hombre con cabeza de remolino o Swirly Head Man.
  • Los carteles de películas que aparecen fuera de su marco.
  • Texturas que cambiaban de color.
  • Problemas de audios muy perturbadores.
  • Otros personajes y áreas.
Estos últimos fueron extrañamente los más interesantes. A veces aparecerías en una habitación pequeña con un piso negro y paredes verdes, que bloqueará el juego si se toca. A veces aparecerás en una habitación similar al vestíbulo, con un puesto de comida o algo así. Hay una mujer detrás del mostrador, con una máquina de palomitas de maíz increíblemente mal dibujada y una fuente de refrescos, pero todo es solo una imagen en la pared. Básicamente es solo un gran mural amarillo en un puesto de comida. No recuerdo si puedes interactuar con él o no.

El único personaje del que vale la pena hablar es un tipo con una chaqueta marrón, que aparece en la acera fuera del vestíbulo. Mirando hacia atrás, no creo que la historia mencione esto, pero a la izquierda de donde comienzas la pared hay una hilera de puertas de vidrio que dan a la calle fuera del teatro. Si pasas por alto los minijuegos lo suficiente, un hombre con una chaqueta de aspecto extraño (creo que intentaron hacer un terno de lana pero quedo desastroso) con una gran sonrisa en su rostro estará al otro lado de las puertas, mirándote.

… En realidad, dado que tiene la misma forma de cuerpo que el Ticket Taker, se parece un poco al alcalde de The Nightmare Before Christmas. Sin embargo, su sonrisa no es espeluznante, es amplia; lo que ES espeluznante son sus ojos. Mientras que el Ticket Taker, el cenicero y otros sprites siempre estarán frente a ti, el tipo sonriente está anclado en su lugar como una de las paredes. Sus ojos, sin embargo, siempre te miran fijamente. Solo pensar en eso me da escalofríos... Está bien, está bien, aunque no hay nada abiertamente aterrador o sobrenatural en el juego en sí, eso es algo que admito que legítimamente me asusta. Como una muñeca de porcelana...

Ejem. Eso es prácticamente todo lo que hay en The Theatre. Si puedes encontrarlo en alguna parte, te recomiendo que lo descargues solo para ver cómo es. Oh! Una cosa que había olvidado... Como se dice en la historia, hacer que la cosa funcione es, por decir lo menos, difícil. Creo que alguien se apoderó de todo el código y los recursos y simplemente lo compiló y agregó su propio instalador o algo así. Una vez más, la instalación no tiene nada de paranormal, simplemente no funciona bien.