lunes, 28 de octubre de 2019

Imagina el Dolor

Hace mucho tiempo tuve una novia llamada “Ana”. Yo la quise mucho y ella me quería también.

Al pasar el tiempo me cansé, así que terminé con ella. Le dije que ya no quería seguir siendo su pareja, ella lo tomó como traición, porque cuando iniciamos nuestra relación le prometí amor para toda la vida. Ella sufrió mucho (esta tal vez fue la peor decisión que habría hecho en mi vida).

Al día siguiente me desperté y vi en la televisión una noticia: una chica se había suicidado.

“Ella destruyó sus órganos internos tomando un ácido que se usaba para los metales”. Sentí culpa.

Con el correr de los años, había olvidado de ese horrible dolor. Me enamoré de una amiga que me ayudó en los momentos más tristes. Ella se llamaba “Amanda”. Yo juré nunca dejarla o abandonarla, ya había decidido tener un futuro con ella.

Después que nos despedimos, me fui a mi casa y me dormí. Tuve una pesadilla: Ana había vuelto y empezó a atacar a Amanda. Cuando me desperté me dije: “Solo fue un sueño”.

Me dirigí a la casa de Amanda y la busqué, pero ella no estaba. Había desaparecido, y ya pasando 4 días de búsqueda la encontraron quemada y con cortes en el cuerpo, ella estaba irreconocible.

En mis sueños veo un mensaje de sangre que dice: “Para que te imagines el dolor que sentí en mi interior de mi cuerpo, a ella le hice el mismo dolor en su exterior”.




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