sábado, 9 de noviembre de 2019

Caras nuevas

Hola, soy Seth. Estoy escribiendo esta nota, metiéndola en una botella y tirándola al arroyo cerca de mi casa. Escribir me ayuda a mantener mi cordura. Espero que quien sea que lea esto venga a ayudarme.

Empezó hace 1 mes. Yo estaba en mi oficina, en el sótano, viendo repeticiones del viejo programa Misterios de la ciencia 3000. El teléfono sonó a mi lado, pero no le presté atención. Nunca me llamaban, sólo en ocasiones muy raras, normalmente llamaban a mi hermano, y la mitad del tiempo mi sobrino trataba de quitárselo para hablar él mismo.

Mamá gritó desde el piso superior diciéndome que la llamada era para mí. Sí, yo vivo en la casa de mis padres. En fin, contesté el teléfono.

—¿Hola? —dije, poniéndole más atención a las aventuras de robots en la pantalla.

—Ha iniciado—dijo la voz que era un poco más que un gemido, que una suplica. Ni siquiera la conocí.

—¿Disculpe? —dije, preguntándome quién podría estar llamando.

—Ya llegaron, no tengo mucho tiempo Len, me dijiste que te llamara si lo que hicimos causaba problemas.

Ahora un poco preocupado, dije:

—Creo que se ha equivocado de número, yo soy Seth, no Len.

—¡NO SALGAS DE CASA! —gritó la persona.

Completamente asustado, colgué el teléfono. Debió de ser alguna llamada de broma, pero yo no me reía. Algo sacudido, olvidé el asunto.

Mucho después, dejé de ver los vídeos, apagué las luces y subí las escaleras. Estaba totalmente a oscuras, pero conocía el camino. Esta vez la oscuridad parecía un poco más opresiva, pensé. Me sacudí esa idea, y seguí subiendo. Al pasar por la sala, miré por la ventana.

Había gente afuera, en una caminata, o algo así. Miré el reloj y decía 3:00 am.

—Que raro —murmuré.

Llegué a mi cuarto y me quedé dormido. Fui un tonto esa primera noche. Si hubiera conocido lo que vi, me hubiera ahorrado el terror y me hubiera salido de casa.

A la mañana siguiente, mi padre estaba viendo las noticias, lo cual era raro porque mi padre siempre miraba el canal de deportes antes de irse a trabajar. Apenas le puse atención en lo que me ponía la corbata y me dirigía al baño.

Al llevar a cabo mi rutina diaria, un extraño sentimiento se apoderó de mí. Normalmente tenia que pelear por el baño, pero esta vez no había ningún ruido. Me asomé fuera del cuarto y vi que la puerta principal estaba abierta. No había ruido. Me asome afuera y vi a las personas que había visto la noche anterior seguían afuera.

Abrí la puerta.

Inmediatamente sus cabezas se voltearon hacia mí. Me metí de nuevo a casa tan rápido como pude, mientras sentía que algo me agarraba del tobillo. Sus rostros tenían miradas inexpresivas, sus bocas un poco abiertas y derramaban sangre.

Vi a uno de ellos casi en la entrada de mi casa retirando su brazo que trato de agarrarme. Con un horror que casi hizo que me desmayara, reconocí a mi hermano. Golpeando la puerta, la cerré y regresé a la sala.

La televisión reportaba de una enfermedad que se estaba esparciendo desde Canadá hacia el sur, por todos Estados Unidos. La apagué e inútilmente llamé adentro de la casa para saber si había alguien. No hubo respuesta.

Y así comenzó mi solitaria existencia. Las noticias siguieron por algunos días, antes de que los atraparan. Seguí cometiendo los errores más estúpidos, regresando a casa todas las noches. La electricidad seguía funcionando, supongo que alguien dejó el interruptor encendido en la fábrica. O quizás sólo el norte de Nueva Inglaterra ha sido invadida. No lo sé.

El Internet no sirve, lo cual es algo molesto.

Cuando las noticias todavía se transmitían, los llamaban zombis, regresando a ese viejo estado de espera. Supongo que es algo adecuado. Quiero decir, ellos lo hacen mucho y definitivamente están muertos.

Ellos caminan hasta que sus piernas se pudren, luego se arrastran hasta que literalmente se caen a pedazos. Sin embargo, cuando tienen piernas son muy rápidos. Supongo que así fue cómo atraparon a mi familia. Y a la patrulla que llegó a la casa para ver si había algún sobreviviente.

Eso no era algo divertido de ver cada mañana. Voltearon mi auto mientras lo perseguían, así que estoy atrapado. Nuevamente policías al rescate. Realmente ellos no necesitan comida, así que no terminaron de comerse al pobre tipo. Pero lo desmembraron, es por eso que él no pudo levantarse y unirse a ellos.

Sin embargo, podía oírlo rechinar sus dientes inútilmente. Pero estoy en problemas. Veras, ya no tengo comida en casa. Apenas puedo esperar a que todos vuelvan a morir. He hecho un par de expediciones al centro comercial. Por suerte tengo esa colección de espadas.

Cuando corro, todos son muy lentos y no pueden alcanzarme, pero hay tantos que a veces me llena de pánico. Casi me atrapan la última vez. Tiré la puerta principal para entrar, así que ahora el frió se mete todas las noches, y puedo ver a uno de ellos justo afuera de mi casa, a menos de 5 pies de donde escribo esto.

Uno está a salvo dentro de algún lugar. No me preguntes porque se aborrecen de entrar. Sea lo que sea, la razón me ha mantenido vivo. Desafortunadamente, parecen que ellos saben que hay alguien vivo dentro de la casa. No me preguntes cómo, este tipo afuera de mi casa ni siquiera tiene ojos. Quizás pueda escuchar mi corazón, o pueden oler mi sudor. O sangre.

Me pasé algunos días nombrándolos. Reconocí algunas de las caras, así que les puse sus viejos nombres. La misma multitud ha estado aquí por algunas semanas, lentamente decreciendo en números al pudrirse. Pero nunca se han ido. Afuera hay 79 que solían ser hombres y 63 que solían ser mujeres. Una vez para ver que pasaba, le disparé a uno en la cabeza con nuestra escopeta.

Ya saben, para comprobar el viejo dicho de perder la cabeza a un zombi para matarlo definitivamente era cierto. Así que al final obtuve 79 que solían ser hombres y 62 que solían ser mujeres y que decidieron permanecer en pie después de haber perdido el 80% de su cabeza. Y me queda una bala menos.

Ellos esperan, y yo me estoy volviendo loco. Hablo conmigo constantemente y me comí un peluche la noche anterior. El algodón pasó con dificultad, pero se sintió bien tener algo en el estomago otra vez. No hay árboles que den frutos por aquí, y de cualquier forma es noviembre. Y el agua escasea. El agua dejó de fluir hace 8 días, afortunadamente tengo la bañera y en todas las botellas que pude encontrar antes de que ya no hubiera agua.

Ahora la lámpara está brillando mucho, y estoy escuchando un zumbido. Me pregunto si se va a ir la luz.

Bueno, eso no fue divertido. Pérdida total de energía por 4 días. ¿Alguna vez has intentado dormir en la oscuridad sabiendo que hay algo haya afuera que quiere matarte y hacerte uno de ellos a la primera oportunidad que tengan?

Probablemente hasta donde yo sé, estas cosas están por todas partes. ¿Les mencioné a Herschel, el tipo que está afuera de mi casa? Se le cayó una de las piernas, así que está sentado oliéndola. Gracias a Dios que perdieron todas las funciones cerebrales avanzadas. Estoy seguro de que las almas no están atrapadas en esas cosas, y que esto es enfermedad o lo que sea, tratando de esparcirse por sí misma en la población tanto como pueda.

No sé si lo has notado, lector, pero a los animales no parecen afectarles. Es un pequeño alivio. Por supuesto, mueren si comen la carne, pero no se levantan de nuevo después de morir. Es raro, ¿no lo creen? Me está dando mucha hambre y me estoy desesperando.

Quizás, solo quizás, si recargo la vieja 22 y mato a una ardilla de afuera. ¿Pero como la metería a la casa?

Por otra parte, soy un poco más optimista que tú, quien quiera que seas. La energía no pudo haber regresado de no haber gente allá afuera, tratando de restaurar el orden. Me siento con suerte, es hora de tomar una espada e ir a tirar esto al rió.

Quizás todo esto ya casi termina. Tal vez...

Por otra parte, si es que ya casi acabo.

¿Por qué hay caras nuevas allá afuera?


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