En cualquier ciudad, en cualquier país, puedes ir a cualquier institución mental o centro de rehabilitación donde puedas llegar por ti mismo. Dirígete a la recepción y pide visitar a aquel que se hace llamar "el portador del asco". La cara del empleado se pondrá un poco verde, se excusará y luego caminará al baño más cercano. Una mujer aparecerá a tu lado, es la supervisora, te pedirá que la sigas. Obedecerla, por ahora.
Ella te llevará a una puerta simple con un número; puede que lo recuerdes de otro lado. Casi como si hubieras estado aquí hace mucho tiempo. No te diré cuál será el número en la puerta, pero si no es el correcto, tu destino será de dolor y náuseas eternos. Si el número es el correcto, se encontrarás en una habitación que se parece mucho al estómago de una persona. Verás que los alimentos se digieren, deambulando por las vías inferiores del ciclo digestivo. Lucirá mucho más horrible de lo que jamás hayas imaginado.
Simplemente espera hasta que veas una puerta caer en la habitación, luego entra. Si no puedes ingresar, entonces serás digerido lentamente, como todo lo demás allí.
Si logras pasar por la puerta, te encontrarás en una habitación con paredes puras y blancas. Esas son una de las pocas cosas que no ponen loco a este Portador. Recuerda que no eres una de estas cosas, así que prepárate para correr tan rápido como puedas si es necesario. Acércate a la chica en medio de la habitación y pregúntale:
¿Qué consideras puro?
Ella te mirará fijamente y abrirá la boca, como intentando hablar. Pero no conseguirá hacerlo, y en su lugar vomitará en el suelo. Cierra los ojos mientras la oigas vaciar el estómago.
Cuando ya no escuches nada, vuelve a abrir los ojos y camina hacia donde estaba la chica. Recoge las pastillas a tus pies.
Estas píldoras son el objeto 52 de 538. Ingerir una te hará desaparecer como lo hizo la chica.
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