En cualquier ciudad, en cualquier país ve a algún museo al que puedas llegar por tus propios medios, cuando llegues a la recepción pregunta por quien se hace llamar "El Portador del Borde". La persona te ignorará mientras regresa a sus labores normales, obsérvalo directamente a los ojos, si estos son de un color rojo vuelve a preguntarle, de lo contrario debes salir inmediatamente de ese lugar. Luego de mucha introspección y un gran crecimiento interno puedes volver a intentar conseguir este objeto, retírate sin réplicas, no fuiste considerado digno en esta oportunidad.
Si lograste conseguir una audiencia con el Portador, serás conducido por cada rincón del museo hasta llegar a una ala abandonada, la residencia favorita de la mayoría de los horrores que estás por conocer.
Te encontrarás solo, debes caminar por un largo y recto pasillo, en medio de él verás una linea plateada, un brillo color ópalo sobrenatural que emana de su esquelética circunferencia... Quítate los zapatos y calcetines, limpia tu mente de cualquier pensamiento negativo y pisa la línea plateada. El equilibrio no será un problema pero al pisar se sentirá como si el borde de un filoso cuchillo pasando a través de la planta de tu pie, subiendo por tu cuerpo cercenando tu interior mientras reduce tus vísceras a una masa irreconocible. Fortalece tu voluntad y camina a lo largo de la línea, sentirás que cada paso renueva el fuego de la agonía que sientes y que nunca antes habías sentido, pero si das un paso en falso conocerás eterna tortura física y dolores que los mortales aún desconocen.
Mantén la frente en alto y no mires las paredes del pasillo, donde murales espeluznantes de épicas batallas y guerras se burlan de ti, intentando debilitar tu espíritu. No des la vuelta ni pienses en retroceder o las consecuencias serian inenarrables.
Si logras sobrevivir al camino con la cordura suficiente para completar tu misión verás en frente de ti una simple puerta de madera, toca una vez la puerta, luego arrodíllate y reza para que se abra o de lo contrario deberás elegir entre morir de hambre y sed o arrojarte al camino sin marcar que está detrás de ti.
En el caso de que seas digno y la puerta se abra, verás en su interior un cuerpo encadenado a la pared con horribles cicatrices que desfiguran su cuerpo haciendo imposible determinar si alguna vez fue hombre o mujer, su edad o raza. Alrededor del Portador habrá cuchillos y armas de todos los tipos existentes e imaginables, incluso algunos diseños te parecerán tan absurdamente peligrosos que pensarás que se debería estar loco para intentar blandir semejante arma.
Mientras la puerta se cierra tras de ti escucharás claramente a la criatura en tu mente, revelando cada verguenza y secreto oculto en ella mientras te insulta y arremete contra ti. Meras palabras cortarán tu cuerpo mientras desollan la carne de tus huesos, pero no morirás. El dolor y la verguenza serán aún peores que cualquier herida física que tengas en ese momento, la fuente es la figura encadenada. Las armas que viste colgadas en la habitación te invitarán a que las uses para terminar con tu dolor, ellas quieres enterrar sus filos en el portador, quien esta a unos metros de ti... Permanece firme y aguanta... atacar al portador solo lo invitará a destruir tu alma mientras escucha tus gritos y graba una nueva cicatriz en su cuerpo al quitarte la vida.
A pesar de todo debes hacer una pregunta antes de que tu mente se pierda: "¿Cómo debo domar la espada?
Si tienes éxito la habitación desaparecerá y te encontrarás en el frente del museo, en tu pecho, sobre tu corazón verás una cicatriz con la inconfundible forma de la vaina de una espada.
La cicatriz es el objeto 356 de 538. Representa la fuerza de voluntad y sabiduría necesarios para dominar los otros objetos.
Mantén la frente en alto y no mires las paredes del pasillo, donde murales espeluznantes de épicas batallas y guerras se burlan de ti, intentando debilitar tu espíritu. No des la vuelta ni pienses en retroceder o las consecuencias serian inenarrables.
Si logras sobrevivir al camino con la cordura suficiente para completar tu misión verás en frente de ti una simple puerta de madera, toca una vez la puerta, luego arrodíllate y reza para que se abra o de lo contrario deberás elegir entre morir de hambre y sed o arrojarte al camino sin marcar que está detrás de ti.
En el caso de que seas digno y la puerta se abra, verás en su interior un cuerpo encadenado a la pared con horribles cicatrices que desfiguran su cuerpo haciendo imposible determinar si alguna vez fue hombre o mujer, su edad o raza. Alrededor del Portador habrá cuchillos y armas de todos los tipos existentes e imaginables, incluso algunos diseños te parecerán tan absurdamente peligrosos que pensarás que se debería estar loco para intentar blandir semejante arma.
Mientras la puerta se cierra tras de ti escucharás claramente a la criatura en tu mente, revelando cada verguenza y secreto oculto en ella mientras te insulta y arremete contra ti. Meras palabras cortarán tu cuerpo mientras desollan la carne de tus huesos, pero no morirás. El dolor y la verguenza serán aún peores que cualquier herida física que tengas en ese momento, la fuente es la figura encadenada. Las armas que viste colgadas en la habitación te invitarán a que las uses para terminar con tu dolor, ellas quieres enterrar sus filos en el portador, quien esta a unos metros de ti... Permanece firme y aguanta... atacar al portador solo lo invitará a destruir tu alma mientras escucha tus gritos y graba una nueva cicatriz en su cuerpo al quitarte la vida.
A pesar de todo debes hacer una pregunta antes de que tu mente se pierda: "¿Cómo debo domar la espada?
Si tienes éxito la habitación desaparecerá y te encontrarás en el frente del museo, en tu pecho, sobre tu corazón verás una cicatriz con la inconfundible forma de la vaina de una espada.
La cicatriz es el objeto 356 de 538. Representa la fuerza de voluntad y sabiduría necesarios para dominar los otros objetos.
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