martes, 17 de marzo de 2020

#082 El Holder de la Pureza

En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a alguna secundaria, instituto o universidad que puedas encontrar por tus propios medios, cuando llegues al escritorio del rector acercate y pregunta si el "Portador de la Pureza" se presentó hoy a clases.

Si el hombre asiente, tu destino está sellado. Tu búsqueda no es un secreto y nada de lo que puedas manejar te permitirá llegar a la puerta de enfrente. Pero si el trabajador sacude la cabeza y vuelve al trabajo estas a salvo, por ahora.

Camina relajadamente por el pasillo de la instalación, no importa como haya lucido antes, ahora está finamente decorado con delicadas cortinas que cubren unas extrañas y preciosas paredes de piedra. Mira a tu alrededor hasta que veas una puerta que sobresale del diseño... Una puerta de madera podrida y que se encuentra hinchada de agua. La manilla se está oxidando, a través de su madera se han visto errores como ningún otro que haya gateado tratando de pasar.

Inmediatamente después de ver la puerta, cada fibra te tu ser buscará alejarse y no volver a verla jamás, pero si realmente deseas el objeto, debes continuar incluso contra tu voluntad. Los estudiantes, maestros y personal intentarán por todos los medios de llamar tu atención para que no abras la puerta. Ignóralos y acércate a la manilla lo más rápido que puedas.

Puedes echar un vistazo a una sala de clases oscura y retorcida, antes de que algo invisible te atrape. Escucharás los gritos de estudiantes y personas del instituto mientras formas negras salen de la puerta de la habitación y tu invisible captor te lleva. Perderás la visión por unos 5 minutos (Que ciego te parecerán una eternidad). Eres más afortunado de lo que crees, una débil luz color verde pálido se encenderá revelando tu posición actual, que es: atado a la mesa de un enorme taladro negro.
En lo más alto, arriba, en la oscuridad, escucharás un largo y agudo gemido.
El taladro está encendido y la enorme broca esta unida, tu captor es quien la baja lentamente.

Casi cualquier sonido o acción resultará en que tu captor grite y golpee el taladro violentamente hacia abajo, empalándote con la broca. A pesar de todo el gran daño que recibirá tu cuerpo. No morirás, cosa que solo enfurecerá a tu verdugo, él te destrozará de nuevo, moviéndote de modo que quedes bajo la broca para poder volver a golpearte.

Solo una pregunta te librará de la interminable tortura: "¿Por qué cambiaron?

Se encenderán las luces y el taladro dejará de girar lentamente quedando en silencio. Cierra los ojos, apriétalos y no los vuelvas a abrir, porque mirar por mucho tiempo esa habitación corrupta y a su solitario habitante es unirse a ellos.

Tu captor dará un largo suspiro antes de darte la respuesta más simple, tanto, que te parecerá increíble que nadie lo haya adivinado hasta ahora. Escucharás un cambio más... la taladradora chillando mientras desciende una última vez. No importa el resultado, el dolor será insoportable.

Grita y abre los ojos, descubrirás que estás acostado sobre una banca en un estacionamiento cercano al instituto donde ingresaste, la parte de tu cuerpo que fue golpeada por el taladro seguirá palpitando de dolor y sentirás como se hincha creando un bulto. Siéntate y revisa el bulto que se desprenderá de tu cuerpo revelando un objeto.



La manija oxidada de la puerta de carpintería que ahora tienes en tus manos, es el objeto 82 de 538, anhela regresar a su lugar de origen, pero el destino no tiene esos planes.


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