miércoles, 17 de junio de 2020

#214 El Holder de la Vanidad

En cualquier ciudad, en cualquier país; ve a cualquier hotel, motel o residencia en alguna carretera a la que puedas llegar por tus propios medios, cuando estés frente al escritorio pregúnta cual es el número de la habitación que aloja al "Portador de la Vanidad". La persona detrás del escritorio silbará y te entregará una tarjeta con el número de habitación de un lado y una llave del otro.

Cuando comiences a subir las escaleras debes escuchar los gemidos y toda la pasión de los cuartos que te rodean, pero no debes prestarles atención a menos que quieras sufrir algo que horrorice incluso a las almas que se encuentran en los pozos más profundos del infierno. Si el gemido se detiene toca la pared más cercana y susurra: "Todos lo están haciendo, no te detengas por mi cuenta". Si los gemidos no se reanudan, reza para tener una muerte rápida aunque eso es bastante improbable.

Al llegar finalmente a la habitación que buscas toca cuatro veces la puerta y grita: "He venido por usted". Una voz masculina te responderá, entonces debes gritar más fuerte: "¡La mujer es lo que deseo!". Si el hombre no responde abre la puerta de la habitación de la derecha y tira la llave regresando lo más rápido que puedas a la recepción. En cambio si el te dice que entres, debes abrir la puerta con la llave que te entregaron.

En lugar de un hombre, encontrarás a una mujer encadenada a un crucifijo cuyo cuerpo es de una belleza celestial y encantadora pero cuyo rostro es el más horrible que algún mortal alguna vez haya visto. Ella te preguntará si has venido a liberarla, mírala directamente a la cara y no contestes o te volverás su esclavo para toda la eternidad. 

Lo único que puedes hacer con seguridad es preguntarle: "¿Qué los hace vanidosos?". La mujer se reirá estridentemente, sacudiendo los cimientos de tu mente. Si mantienes la cordura después de eso, ella te contará lentamente sobre las cosas que mantienen su belleza para si mismas y como la vanidad terminó arruinando la belleza que tanto aprecian.

Cuando termine de hablar recoge una rosa de la cama, sin apartar la mirada de la mujer. Tan pronto como tomes la rosa cierra tus ojos mientras sientes como la habitación se llena con una fuerza incomprensible. Cuando abras los ojos la rosa estará marchita y sus espinas aún permanecerán incrustadas en la palma de tu mano.



Su tallo es el Objeto N°214 de 538. La belleza del mundo ahora se desmoronará y mostrará su verdadera naturaleza.

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