En cualquier ciudad, en cualquier país, puedes ir a cualquier parque de diversiones abandonado. Encuentra la montaña rusa más grande del parque, sin importar la condición en la que se encuentre. Toma asiendo en el extremo izquierdo del primer carrito, y luego cierra tus ojos y murmura:
"Deseo ver al portador de la catástrofe".
Sentirás que la montaña rusa se empieza a mover, pero no debes abrir tus ojos todavía. La atracción comenzará a ir hacia arriba por un largo trecho en tanto escuchas el rugido de las vías. Oirás voces susurrándote y pidiéndote que las salves, pero no debes responderles, o te arrastrarán al mismo vacío que pertenecen.
Las voces dejarán de hablarte y el carrito llegará a su parada. Con tus ojos aún cerrados, debes sostenerte de la barra de soporte del carrito tan fuerte como puedas, pues pronto irás en picada a una velocidad imposible. Poco a poco el aire a tu alrededor se irá sintiendo helado, y continuará de esta manera hasta que te estés congelando. Una vez que sientas que el carrito en el que estás desaparezca, debes presionarte contra la barra de soporte, ya que es la única cosa que te mantiene atado a la realidad.
Te detendrás abruptamente. Suelta la barra y siéntate derecho con tus ojos cerrados hasta que oigas el sonido de la fanfarria de un carnaval en la lejanía, y solo entonces podrás abrir tus ojos, para ser recibido por una carpa de circo a rayas y enorme a unos metros de ti, rodeada de una pradera y gente sonriente, tanto adultos como jóvenes.
Debes caminar hacia la carpa, viendo fijamente la pequeña entrada que está envuelta en oscuridad. Mientras caminas, la serenidad a tu alrededor comenzará a mutar. Lentamente, la pradera morirá, la música de carnaval se ralentizará y cambiará su tono hasta que empiece a sonar retorcida y demoníaca. Las personas se marchitarán en el mismo lugar en el que están paradas. Comenzarán a gritar en agonía y a pedirte que los ayudes; pero no puedes verlos directamente, o sufrirás el mismo destino que estas ilusiones.
Debes caminar al frente hasta que llegues a la entrada oscura. Sigue caminando y permítete ser engullido por la oscuridad, sin detenerte o mirar atrás. No te detengas hasta que divises una luz tenue en la distancia y escuches los sollozos de un hombre. Sigue estas señales, en lo que escuchas el llanto del hombre acrecentarse en potencia, hasta que puedas ver que la luz proviene de una puerta.
Cuando atravieses la puerta, te toparás con una celda fría de cemento. En la esquina izquierda verás al hombre llorando vestido como un payaso de circo, cubriéndose la cara con un diario pequeño. Debes acercarte a él lentamente, sin perturbarlo, hasta que esté enfrente de ti. Siéntate a su lado, y pregunta:
¿Qué tenemos que perder?
Entonces el payaso te leerá un extracto de su diario mientras enjuga sus lágrimas. El escrito detallará el deceso de millones de inocentes, y las fuerzas que tan cruel y fríamente llevaron a cabo este acto. En tanto lee, proyecciones aparecerán a tu alrededor, y te será posible observar la muerte de cada persona en la historia, muchos de los cuales fueron masacrados, muchos de los cuales perecieron ante enfermedades. Sin embargo, debes mantener tu mirada en el payaso, pues si dejas de verlo, quedarás atrapado en esta ilusión y te convertirás en parte de la historia misma.
Cuando finalice, dejará de llorar. Apartará el libro de su rostro, revelando que ha sufrido la misma clase de deterioro que las ilusiones que acabas de ver. Te entregará el libro, que debes aceptar. Te advertirá que no debes leer el diario por tu cuenta, o te conducirá a la locura.
Entonces te susurrará:
"Cuando los riesgos son grandes, es mejor hacerte el payaso"
El resto de su cuerpo se pudrirá, así como la habitación en la que te encuentras. Debes cerrar tus ojos una última vez y contar doce segundos antes de abrirlos. Cuando lo hagas, te hallarás en el mismo asiento del carrito de la montaña rusa en donde comenzaste.
El diario es el Objeto 12 de 538. No se debe permitir que estos eventos vuelvan a ocurrir.