En cualquier ciudad, en cualquier país; ve a alguna institución de salud mental o alguna casa de acogida a la que puedas llegar por tus popios medios. Acércate a la recepción y di que vienes a visitar a quién se hace llamar "El Portador del Beso", el empleado te mirará con una mezcla de confusión y lástima, su aspecto te desconcertará, pero no debes pensar mucho en ello o te encontrarás perdido sin jamás poder hallar lo que buscas.
Espera sin moverte, luego de unos segundos el empleado te señalará una puerta rosada hacia la izquierda. Acércate pero no entres, toma el pomo de la puerta con la mano derecha; si sientes una descarga o shock al hacerlo, corre lo más rápido que puedas y aléjate de ese lugar, no te detengas ni siquiera para dormir porque si te detienes te encontrarán. Si logras escapar del país sin sufrir daños estarás a salvo por el momento.
Si la perilla se siente suave al tacto eres libre de entrar, aún no es demasiado tarde para irte. Pero si eliges continuar debes abrir la puerta con mucho cuidado. Al entrar deberías escuchar un coro cantando una melodía que acariciará los placeres más íntimos de tu alma. No digas una sola palabra y solo si se llega a detener el canto por alguna razón, grita inmediatamente: "¡Por favor continúen, no deseo entrometerme!". Si el silencio persiste, ruega por una desaparición indolora de la criatura inimaginablemente horrible que asecha en la oscuridad. Si siguen cantando puedes continuar tu búsqueda.
Después de lo que parecerán horas de deambular en la oscuridad deberías tropezar con una puerta roja del color de un Rubí. Golpea su marco tres veces... si escuchas una ininteligible voz demoníaca hablando un idioma que ningún humano conoce, sabrás que la criatura ha sido convocada y es ahora el fin de tu vida; si no hay respuesta continúa adentro.
La habitación tendrá las paredes hechas con las almas de seres queridos que has perdido y en el centro de la habitación habrá una hermosa mujer mirándote. No te atrevas a apartar la mirada de ella o se te lanzarán horrores que no eres capaz de imaginar siquiera. Acércate a ella pero guarda al menos 3 metros de distancia, te hablará en un idioma que no serás capaz de comprender, pero aún así te transmitirá paz y calma. Ella solo responderá a una pregunta: "¿Alguna vez encontrarán la paz?". La mujer se mantendrá en silencio mientras te observa y tu tampoco deberías apartar tu vista de ella.
Ella no contestará la pregunta, pero se moverá lenta y agraciadamente hacia ti. No intentes moverte. Te besará la mejilla apasionadamente para luego desaparecer en las sombras. En el lugar donde te besó encontrarás un rubí incrustado.
Ahora sostienes su objeto
Este Rubí es el objeto N°193 de 538. Debe permanecer contigo el resto de tus días mortales, intentar eliminar la gema será uno de los peores errores que cometerás.