sábado, 20 de junio de 2020

#248 El Holder del Egoismo

En cualquier ciudad, en cualquier país; ve a cualquier institución mental o centro de rehabilitación al que puedas ingresar. Cuando llegues a la recepción pide que te lleven con quien se hace llamar "El Portador del Egoísmo".

El trabajador comenzará a llorar inmediatamente y te conducirá a un pasillo más tiempo del que puedes notar, alejandote del edificio. Te pedirá entre sollozos rotos que entres por la puerta noventa y ocho, que está a tu izquierda y luego te alejes, pero solo la locura te espera en esa puerta. En lugar de eso debes caminar por el pasillo hasta que escuches una voz familiar que te llama. Detente. Luego abre la puerta a tu derecha, dentro estará el Portador y atada a la pared verás a la persona que más aprecias.

Debes entrar en la habitación con una solemne calma, ignorando cualquier cosa que te diga tu
"amigo", levantar un cuchillo de la mesa a la derecha y matarlo sin mostrar piedad o remordimiento. Si llegas a romper la mirada solemne o lloras, el Portador te arrancará las extremidades y las devorará una a una mientras tu miras y sientes todo. Esa persona gritará y rogará por su vida, pero debes continuar. Cuando finalmente muera ábrele el pecho, saca su corazón y córtalo.



La pequeña perla rojo sangre que encontrarás dentro es un símbolo de cómo no necesitas a nadie; pero lo más importante; es el Objeto N°248 de 538 y ahora nadie puede consolarte.

viernes, 19 de junio de 2020

Buenas noches

Cuando el niño se fue a dormir, empezó el terror; la luz no funcionaba, el techo temblaba y la puerta se cerraba. En ese instante, desde la oscuridad salió aquel "monstruo".

Lo primero que escuchaba eran sus pasos, rápidos pero silenciosos. Después se veía su espantosa forma, su piel blanca, su boca abierta, mostrando los dientes; además de chorrear un montón de sangre.

Sólo le tomaba unos segundos acercarse a su víctima, el niño empezó a llorar, él lo miraba aunque no era lo único que hacía.

El monstruo agarró su propio brazo derecho y lo empezó a mover hacia atrás, lentamente, hasta torcerlo, después movió su mano lentamente, agarró su propio ojo izquierdo y violentamente lo arrancó de su cuenca. Ya con un brazo torcido y el ojo quitado, formó una sonrisa y empezó a reír.

El niño se asustó tanto que se desmayó.

En unos minutos se despertó, prendió la luz y miró debajo de la cama, miró por todas partes. No estaba aquel monstruo en la habitación, la madre vino desesperada y escuchó como el niño el niño le contó todo, obviamente la madre no le creyó nada.

El niño se volvió a dormir.

En unos instantes, un leve sonido lo despertó; trató de mover su cuerpo, pero estaba todo paralizado.

Miró hacia la izquierda, no había nada, miró hacia la derecha, no había nada.

Cuando se fijó en la oscuridad, quedó “petrificado”. Era el monstruo, que lo miraba con una gran sonrisa.

El monstruo se acercó un poco a la cama y con una macabra voz susurró:

“Buenas noches”.



Calificación:

#232 El Holder de la liberación

En cualquier ciudad, en cualquier país; ve a cualquier callejón o calle residencial en una metropolis.

  • Agua y nieve
  • Fantasma
  • Buscando Blancanieves
  • Cambiado
  • Respuestas
  • La bibliotecaria
  • Generosidad
  • Participación
  • Susurros
  • Sangre y aceite
  • Entregado





El Péndulo es el Objeto N°232 de 538. La liberación se lleva a cabo solo por aquellos que lo han ganado.

jueves, 18 de junio de 2020

Recuerdos

Una madre decidió un hacer un paseo por su antiguo vecindario donde aún se encontraba la vieja casa en la cual ella creció, llena de hermosos recuerdos y anécdotas que quería contarles a sus dos pequeños hijos mellizos, un varón y una niña de apenas unos años, así que los llevó consigo.

Al entrar al barrio ya eran mas de las 6 de la tarde. A medida que su memoria se llenaba de recuerdos de cómo ella caminaba por esas calles y de como pasaba el día con sus dos muñecos, curiosamente, un varón y una niña, al parecer siempre había sido su sueño tener hijos gemelos, y esos dos muñecos los representaban en su infancia, y ahora sus hijos eran una realidad.

Sin embargo, no todos sus recuerdos eran hermosos, también había uno que la aterraba, y no fue hasta que llego a su antiguo hogar, cuando todo regreso a su mente. Al llegar ella le pidió a sus hijos que la esperaran en el auto, mientras ella entraba a la vieja casa, ahora abandonada y descuidada por la familia, al subir las escaleras para llegar hasta su habitación, con cada paso que daba, podía ver sombras de ella misma corriendo y jugando con sus muñecos por todas partes, era como ver imágenes transparentes que le contaban una historia, se recordaba feliz, pero ademas también empezó a recordar una figura oscura de pequeño tamaño, algo que parecía seguirla en su infancia, parecía ser otra niña mas o menos de su misma edad, pero alguien que no existía porque ella era hija única.

Esta figura misteriosa tenia la costumbre de esconderle sus muñecos, era como si ella también quisiese jugar, pero al ver que la ella siendo una niña muy recelosa de sus cosas no le prestaba sus juguetes, entonces comenzó a volverse violenta, mover las cosas, golpearla y hasta darle pesadillas, tanto así que un día estando ella sola en casa jugando con sus muñecos, esta figura, la cual pudo determinar que era otra niña como ella, la saco del cuarto con una gran fuerza, haciéndola dejar sus dos muñecos solos, para cuando logro entrar devuelta, los dos muñecos habían desaparecido, nunca mas los volvió a ver, ni a ellos ni a la sombra, y así creció, y su familia se fue de aquel lugar, nunca mas volvió hasta ahora, ya siendo una mujer adulta y con familia propia.

El recordar eso la puso un poco incomoda y algo nerviosa, no era normal haber vivido eso, así que retrocedió para salir de su vieja habitación, y regresar a buscar a sus dos hijos, al salir del cuarto, le pareció ver aquella vieja sombra, pero fue como ver un relámpago, tan solo paso frente a ella, y ya no era tan pequeña como antes, esta vez podía ser de su mismo tamaño, esto le heló la sangre y se apresuro a bajar y al llegar a la sala, ahí, en el suelo estaban aquellos dos muñecos que perdió en la infancia. Misteriosamente se los habían dejado en ese lugar , para que los recuperara, visiblemente estaban muy maltratados, estaban rotos, desgarrados, como si en vez de manos hubieran sido navajas las que los cuidaron todo este tiempo, incluso uno no tenia cabeza y al otro le faltaban los ojos.

La madre se agacho para recogerlos, asombrada y aterrada por lo que veía, pero al levantarlos había una nota escrita con una letra muy fea y extraña, como si fuera una persona con problemas para comunicarse, o alguien que jamas escribió antes, pero la madre pudo leer lo que decía:

—¡Gracias por dejarme jugar con ellos!

La madre dejo caer los muñecos y la nota de la impresión, y por fin reacciono para salir de aquel lugar, solo que al levantar su cabeza, afuera, cerca de su auto donde estaban sus hijos, su verdadera pareja de gemelos, había esta figura siniestra, que ya no era una niña, ahora parecía ser también una adulta, era como si se manifestara exactamente igual a la atormentada madre, que aunque corrió con todas sus fuerzas para llegar hasta el auto junto a sus hijos, al abrir la puerta, solo encontró otra nota que le decía:

— ¿PUEDO AHORA JUGAR CON ELLOS?

La madre busco por todas partes pero nunca encontró a sus hijos, así que solo le queda sufrir por su perdida y su error en regresar para revivir recuerdos, aprendió que aveces es mejor dejar ciertas cosas en el olvido.

Aunque, lo mas seguro, es que alguna vez le devuelvan a sus hijos cuando ya no se pueda jugar con ellos, tal vez en el mismo estado en el que devolvieron sus viejos muñecos.


Calificación:


#223 El Holder de la Ecuación

Ve a algún colegio o universidad y encuentra el departamento de matemáticas, dirígete a la oficina del profesor principal y dile que estas buscando al "Portador de la Ecuación". Si te responde que no puedes estar hablando en serio agrega: "He estado estudiando toda mi vida". Sacudirá la cabeza y te llevará a un aula de niños, donde éstos están rindiendo un examen. 

Pasa si lo deseas, pero cuida no mirar con demasiada atención las preguntas del examen, si lo haces puedes darte cuenta de que dos mas dos no es necesariamente "cuatro" en este ámbito y este conocimiento destruirá las frágiles estructuras que mantienen tu mente unida en este lugar.

Una vez que la prueba termine el maestro recogerá los exámenes y comenzará a calificarlos. El es el Portador de la Ecuación y solo te amenazará si fallas su prueba. Acércate a el y pregúntale: "¿A qué se suman?". Te mirará con intriga y te entregará una prueba en blanco desde debajo del escritorio, tómala, busca un asiento y comienza a trabajar en ella.

Es bastante simple si llegas al final apruebas, si no puedes avanzar más el titular comenzará a enseñarte cómo se resuelven los problemas escritos en el examen, puedes estar aquí mucho tiempo. No hay un límite, no sentirás sed o hambre, no tendrás que hacer nada más excepto resolver estos problemas que se ven cada vez más difíciles. Innumerables buscadores se han quedado atrapados en esta prueba y muchos simplemente se resignan a su destino, mirando fijamente el problema que nunca pudieron resolver mientras esperan una chispa de conocimiento que no llegará.

Después de lo que parecerá una eternidad, descubrirás que ya has resolvido todos los problemas matemáticos que hayan existido o que existirán y una vez que hayas aprobado el exámen ponte de pie y grita: "¡He aprobado tu prueba Portador! ¡Entenderé su respuesta!". El portador se pondrá de pie, se acercará a tu escritorio y te explicará cómo resolvió la ecuación por primera vez y qué se necesito para probar su solución; te explicará cómo los objetos son soluciones y por qué su existencia da sentido a las cosas como Pi, golden, E y Rad. Luego sacará un viejo pedazo de papel doblado de su bolsillo y te lo entregará. Cierra tus ojos, estarás en un ascensor en el edificio donde comenzaste tu búsqueda y sus puertas se abrirán al vestibulo.



En ese papel está la ecuación, Objeto N°233 de 538. Cuando logres resolverlo sabrás cómo juntarlos.