Ya no hay tiempo, están cerca. Sus pasos se escuchan, ya están llegando, intentan abrir la puerta que cerré en cuanto note que ya casi era la hora de su llegada. Escucho sus susurros… están hablando de mí, hablan sobre lo que les prometí. Rasgan sus pezuñas contra mi puerta, sé que quisieran rasgar mi piel con ellas. Ahora empiezan a gritar, piden que les abra la puerta, piden que cumpla mi promesa… Exigen que pague por lo que ellos me entregaron.
Pero… ¿cómo podría cumplir algo que solo acepte en un momento de ambición? sé que no debí haberlo hecho, jamás pensé en cómo podría cumplir algo casi imposible y en tan poco tiempo no imaginé que ellos vendrían a cobrar aquel precio… “Conocimiento absoluto” me dijeron, tendrás todo el conocimiento del mundo de toda época pasada o futura, buena o mala, se revelaría ante mis ojos la verdad sobre Dios, la ubicación de grandes tesoros de la historia, podría solucionar errores de mi pasado y tener respuesta para las preguntas de mi futuro, definitivamente quería aquel poder, era demasiada tentación ante mí, ofreciéndose de manera muy… barata…
No, claro que no era barata, tenía que entregarle algo a aquellos seres, pedían un precio muy alto, cien almas… ¿cómo podría conseguir cien almas y en tan poco tiempo…? Oh no, claro que no lo pensé, en aquel instante tomé la pluma y firme el contrato, si en tres días no entregaba lo prometido, mi vida sería el pago. Si en tres días mi cuenta no era saldada ellos vendrían y me arrancarían el alma.
Hace 2 días tenía que entregar aquellas almas, vinieron a recogerlas y se enojaron mucho al ver que no tenía ni una sola, suplique por mi vida, intente convencerlos y con suerte me dieron una última oportunidad. Tenía 2 días más… 2 días para contar y hacer famosa mi historia y ante todo hacerla creíble, me dijeron que si alguien se enteraba por lo que pasaba y me prestaba atención por al menos 2 minutos imaginando cada palabra y sintiendo por lo menos algo de emoción, la vida de aquel incauto seria el pago…
Gracias por salvar mi vida, en pocos momentos… ellos tocarán tu puerta.
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