Mi nombre es Chris, formó parte de un grupo de ayuda que se formó en mi escuela. Soy un chico "sádico" y obsesivo por las cosas —como dirían los demás— "raras". Me encanta ayudar a las personas, en especial a aquellas que tienen problemas mentales y físicos. Soy un chico solitario y de pocos amigos, durante toda mi vida me ha sido difícil socializar con personas. Tenía solos 2 amigos. Había clases por la tarde, en la noche me reunía con el grupo de ayuda. Esa noche, conocería a una chica que cambiaría por completo mi vida.
Al terminar las clases, fui directamente a la reunión, donde me presentaron a un grupo de chicos nuevos tímidos, pero amables. Había una chica linda, pero descuidada con su atuendo; su ropa estaba rasgada y quemada. Ella era las más tímida de todos. Me le acerqué diciéndole sonriente:
—Hola.
Su respuesta fue silencio.
—No seas tímida. Je, je. No te diré nada malo.
Seguía sin responderme
—Esta bien. Si quieres, te dejaré sola.
Me disponía a retirarme, pero unas palabras me lo impidieron:
—E-espera.
—¿Por qué eres tan tímida?
—Y-yo... Lo siento.
—No te preocupes.
—Ellos no te lo han dicho, ¿verdad?
—¿Decirme qué?
—Y-yo... Bueno. Yo no sé cómo decírtelo.
—Dímelo como tú quieras...
—Yo... sufro de TID, Trastorno de Identidad Disociativo. Lo siento.
—Joder. Pero ¿por qué estás aquí? Deberías estar en un lugar mejor.
—Quise escapar del lugar de donde estaba. Pedí ayuda, y ellos me trajeron acá. No sabes lo que me hacían en el lugar de donde vengo. Siempre era lo mismo. Me torturaban y abusaban.
—¿Q-qué...? ¿De qué lugar me hablas?
—Vengo de una clínica para personas con problemas de personalidad y de trastornos mentales. Perdí a mis padres, cuando era niña. Tenía un hermano mayor. Él... simplemente desapareció. Me quedé sola. Me llevaron a un orfanato. Las personas empezaron a ver que mi comportamiento era extraño. Decían que era algo agresiva... y deprimente. Mi hermano era muy violento. Él me golpeaba y me dejaba encerrada en un cuarto por horas. Una vez, trajo un perro en el lugar donde vivíamos... y lo degolló enfrente de mis ojos. Él me obligó a hacer varias cosas. Él llevaba animales a la casa... y me obligaba a degollarlos o decapitarlos. Él quemó el hogar en el que vivíamos... dejándonos sin nada.
Me callé, ya que no sabía qué decir.
—Lo sé. Soy muy rara. Perdóname.
—No, no es eso. Me intriga tu historia
—E-está bien..
—¿Cómo te llamas?...
—Afton, ¿y tu?
—Chris. Je, je. Lindo nombre.
—También me es lindo el tuyo.
—Afton, ¿quisieras que seamos amigos?
—S-sí.
—Je, je, je. Está bien.
Lo único que no sabía era que ella sería la que iniciaría el infierno en mi vida.
estan divertidas las historias hay hartas cosas que no habia leido en otras partes y otras que estan repetidas
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