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domingo, 19 de julio de 2020

Mala niñera

Todo ocurrió muy rápido, exponencialmente rápido.

Primero aparecieron en las noticias, al minuto siguiente estaban caminando por los pasillos y habitaciones del hospital en el que trabajaba. Podía ver las calles inundadas por los muertos vivientes, sus destrozados rostros demandaban almas, sus gemidos eran la melodía del fin del mundo.

Tenía que salir de aquí antes de ser la siguiente, si pudiera llegar hasta la ambulancia al menos tendría una posibilidad de escapar de esta ciudad. Llegué tan rápido como pude a la unidad prenatal y rescaté a todos los bebés que pude, no tenían ninguna posibilidad de sobrevivir aquí solos. Los coloqué en una larga camilla, abrí las puertas y corrí lo más rápido que mis piernas me permitieron al ascensor. 

Podía escuchar como ellos se alimentaban y luego los vi en las habitaciones, no se cuantas veces apreté el botón del elevador suplicando que llegara rápido. Una de esas cosas se percató de mi presencia y se abalanzó sobre mi. Sin pensarlo mucho tomé uno de los bebes de la camilla y se lo lancé. El zombie se detuvo para devorarlo mientras la criatura chillaba. Las puertas del ascensor se abrieron a mis espaldas.

Sería una carrera salvaje y difícil hasta la ambulancia, pero gracias a dios aún me quedan cuatro bebes.



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sábado, 18 de julio de 2020

La espera

Cada noche espero hora tras hora su regreso, el reloj parece detener su ritmo tanto que a veces enciendo la luz para ver el despertador y apenas han pasado un par de minutos. Al final lo siento entrar y como siempre encender la luz de la cocina para después abrir el refrigerador y sacar una botella de cerveza, me llega el olor a tabaco aunque el sabe que lo detesto.

Al rato, cuando termina la botella de cerveza y el cigarrillo viene a la cama donde yo finjo estar dormida. Ni el olor a cerveza ni el del tabaco logran disimular el olor a perfume barato que trae; la mezcla de los tres aromas me provoca nauseas y tengo que esforzarme para contener las arcadas.

Una noche cuando el se durmió finalmente me convencí a mi misma que no merezco esta vida, así que comencé a pensar en cómo terminar con aquella farsa en la que él presume con su familia y amigos de ser un marido ejemplar mientras yo sufro en silencio el abandono y otros malos tratos.

Por la mañana le digo que mi tía está enferma y quiero pasar la noche con ella, a lo que mi esposo me mira con cara de asco para contestar:

—No creo que sirvas como enfermera, pero ve con ella para que vea lo bueno que soy, jajaja.

No tenía ganas de contestar, a eso de las siete de la tarde me voy a la casa de mi tía que vive justo en la calle de atrás, en un edificio alto que incluso se ve desde mi piso. Ella es una señora mayor y se alegra mucho cuando le comento que voy a quedarme con ella esa noche.

Después de la cena y una grata conversación mi tía se va a dormir mientras yo me quedo un buen rato viendo la televisión, a la hora que se que el regresa a casa me acerco a la ventana con el teléfono inalámbrico en la mano. Llegó a eso de las tres.

Todo ocurrió de una forma muy rápida, la luz de la cocina se encendió y la explosión de gas lo arrojó por la ventana, escucho el sonido de los bomberos llegar pero no me importa, lo poco que era de valor para mi en esa casa ahora está en la caja fuerte, no es cuestión de perderlo todo.

Me pongo el abrigo y salgo a la calle, al llegar les digo que escuché el estruendo y cuando me asomé vi que era mi casa... Por fin dormiré tranquila, se ha terminado la espera de cada noche.



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viernes, 17 de julio de 2020

Lolita Slave Toy

Vendo muñecas, yo creo y vendo muñecas. En caso de que no sepan a qué me refiero, es muy simple: transformo chicas jóvenes en juguetes fácilmente manejables. Eso. Ellas no pueden escapar, resistirse, ni decir algo; solo están ahí para tu diversión sádica. ¿Curioso del porqué?

Soy un cirujano viviendo en uno de esos países en las periferias del este europeo. Una sociedad bastante ruda; la pobreza es enorme y, a menos que tengas dinero y conexiones, estás cagado. No es necesario decir que yo tengo ambas. También tenemos mujeres hermosas aquí, los países del este europeo son bien conocidos por eso. Afortunadamente (para mí), algunas de estas chicas ya no tienen parientes o familiares y viven en orfanatos. Yo no llamaría a eso vivir, es increíble lo que encontrarás ahí. Algunas chicas muy jóvenes tienen suerte y son adoptadas, pero a la edad de ocho o nueve ya son muy grandes. Algunas de las niñas más lindas son vendidas para prostituirse, y podrías considerarlo suerte también, en vez de desaparecer lentamente en la mugre y la pobreza. Yo compro algunas chicas. Generalmente, tomo las más atractivas que estiman los nueve y diez años, antes que comiencen su pubertad. El orfanato coopera bastante, están alegres de tener una boca menos que alimentar. De la misma forma, aceptan mis donaciones para ellas. Nunca preguntan y yo nunca divulgo nada. Ellos saben que soy cirujano; probablemente piensan que hago algunos experimentos con las chicas o cortar sus órganos para después venderlos. Pero no, encuentro un negocio mucho más rentable: transformo a las chicas en juguetes sexuales. Puedes ordenar un Juguete si quieres. No son baratas, cobro entre 30,000 y 40,000 dólares por un juguete. Eso no toma en cuenta los gastos de envío. Pero tendrás un Juguete que te satisfará por muchos años. Ella es como una muñeca, ¡pero con vida!

Déjame decirte cómo logro que una joven niña de orfanato se haga una muñeca viviente. Cuando he encontrado una chica nueva y apropiada, pediré al orfanato que la vengan a dejar a mi villa. Ella llegará desnuda, atada y con los ojos vendados. Después de una breve inspección y un chequeo médico, la llevaré a la clínica especial de mi villa. Después la limpiaré profundamente. Estas chicas son sucias, realmente apestan; no han visto un baño en años y son muy descuidadas. Cuando está finalmente limpia, la pondré en una camilla y le daré una inyección que la hará dormir.

Le crearé una nueva identidad y le daré un nuevo nombre; no conozco los nombres reales de las chicas, solo sé su edad y es todo lo que necesito. En el orfanato, cualquier dato de ella será destruido. Nunca existió. Ahora su existencia será la de un mero juguete. Tengo un trío de Esclavas Lolita de Juguete; Dasha, que tiene once años y está en la etapa final de su transformación; Tanya, que ahora tiene doce años, dos años desde que la creé; y Luda, que tiene catorce años y un embarazo de cuatro meses.

La mañana siguiente es la gran operación. La chica aún estará durmiendo debido a la anestesia de la noche anterior. La pondré en la mesa quirúrgica y le administraré más anestésicos para la operación. De modo que si te estás preguntando por qué mi Juguete no se resistirá ni se irá, muy simple: ¡le amputo piernas y brazos! Le amputaré los brazos hasta los codos y sus piernas hasta las rodillas. Fácil, ¿no? Esta chica jamás se desprenderá de ti…

Para ella esta es una operación muy pesada, y probablemente el paso más crítico en el proceso de transformación. Pero la mayoría de las veces sobreviven.

Pero no estoy dejando a las chicas con muñones en brazos y piernas. Les adjunto una barra de metal de 5 cm. al hueso de sus brazos y piernas antes de coser las heridas. El otro extremo de la barra metálica tiene una rosca de tornillo a la que se puede adjuntar una junta tórica. ¡Cuando esté lista, podrás asegurarla con una cadena, o candado, a cualquier objeto que quieras! Mi Tanya y Luda normalmente tienen una cadena pegada a la espalda, encajada con ambas juntas tóricas en los muñones de sus brazos. Eso mantendrá sus brazos muy bien pegados a su cuerpo.

Al principio debo cuidar mucho de las heridas en los muñones para prevenir infecciones. Una vez que la herida haya sanado completamente, pondré silicona encima del muñón. Esto va cubierto por terciopelo blanco y se ve muy dulce, a pesar de las crueles juntas tóricas al fin de lo que les queda de brazos y piernas. Después de unos pocos meses, cuando las piernas y brazos se han recuperado completamente, puedes poner algo más de presión en la zona. Yo comencé hace un año colgando a Tanya y Luda de sus brazos y piernas desde el techo. Es un muy interesante decorado para tu cuarto: ¡una Muñeca desnuda colgando de tu techo! Y es bastante agradable usarla cuando está colgando de esa forma.

Pero antes de eso, hay un largo camino por recorrer. La operación no está lista amputando sus brazos y piernas. Después también cortaré sus cuerdas vocales, así no podrá volver a hablar o incluso hacer sonidos. Además, le removeré los dientes. Hecho esto, le implanto una capa de silicona con una capa más delgada en sus mandíbulas. Ella no podrá morderte, !En realidad parecera un masaje!

El implante de silicona es absolutamente necesario, sino su boca parecería la de una abuela desdentada. Esto la mantendrá bella. Para mantener su boca en buena forma, usará una mordaza la mayor parte del tiempo. Esto puede sonar obsoleto, porque corté sus cuerdas vocales y no podrá hablar de ninguna manera, pero es un tema estético. Simplemente, una chica amordazada se ve bien y no necesita de su boca para cosas que no sean alimentación, bebida y otras actividades.

Una vez que la operación esté lista, le daré a la chica una o dos semanas para recuperarse y dejar que las heridas sanen. Después comenzará su entrenamiento.

Ella ya no es una chica ordinaria, sino una muñeca y tiene muchas cosas por aprender. Ya que no tiene dientes, no puede comer. Debe ser alimentada como un bebé. Yo lo hago una vez al día con una mamadera y fórmula de infantes, porque contiene todas las vitaminas y minerales. No le daré más de lo necesario; no quiero que engorde, porque ya no puede moverse. Debes cuidar de eso.

Ella bebe una mamadera llena de agua, té o limonada tres o cuatro veces al día, así que consume al menos dos litros de agua por día. Eso es suficiente para mantenerla saludable. Al principio, pondré la botella en la boca, pero pronto solo dejaré la botella junto a ella, de forma que tendrá que ponérsela en la boca ella misma. Toma algo de práctica que logre poner la botella en su boca, ya que no tiene brazos, pero eventualmente lo hará y beberá. Cuando lo haga, le vendaré los ojos antes de que tome la botella; previo a que su entrenamiento haya finalizado, debe encontrar la botella y beber de ella sin ver.

La comida y la bebida se devuelven, así que la llevo al baño unas veces al día. Como no se puede mover, debes levantarla y llevarla al baño. Cuando estoy haciendo negocios, pongo un catéter en su tracto urinario.

Aunque ya no puede hablar, aún me puedo comunicar con ella para enseñarle cosas elementales. Le enseñaré qué significa ser una esclava de modo que ella en algún punto no podrá discriminar entre dolor y placer. Tendrá que soportar cualquier forma posible de tortura antes que siga con la próxima etapa de su transformación. En esta fase estará la mayor parte del tiempo con los ojos vendados, pero cuidaré de que también pueda ver cómo la torturo. Tengo una cámara corriendo casi siempre, así que tendrá que ver su propia tortura y otras películas realmente fuertes al menos una hora por día.

En algún punto, no solo será una esclava física, sino también mental. Su mente ya no resiste, se ha vuelto totalmente sumisa. Entonces haré las últimas modificaciones para hacerla una muñeca. Ella ya está inmovilizada y discapacitada para comunicarse, ya que no puede hablar. Hasta ahora puede ver y oír, no está completamente privada . Una verdadera esclava no puede moverse, hablar, ver u oír, solo sentir.

Antes de privarla de sus últimos sentidos, le doy una leve anestesia. Después pongo audífonos en sus orejas y programo ruidos extremadamente fuertes que duran varias horas. Esto será suficiente para dañar su audición lo suficiente como para que no vuelva a escuchar. Como un toque final, trataré sus ojos con un láser. Ella no será completamente ciega. Mi Tanya y Luda aún reaccionan a luces fuertes y supongo que aún pueden ver sombras tenues, pero no pueden reconocer nada y están casi sordas. De cualquier forma, vendo sus ojos la mayor parte del tiempo, pero eso es por gusto personal. Están completamente paralizadas, ni siquiera hacen ruidos cuando las torturo. Solo puedo notar que sufren dolor por las reacciones de su cuerpo, la respiración agitada y la expresión de su rostro.

Cuando se haya recuperado de esto, estará transformada en un pequeño juguete indefenso listo para la venta. Son fáciles de cuidar; solo un poco de comida y otro cuidado (limpieza diaria). Están inmovilizadas, puedes juntarlas a cualquier objeto e incluso «decorar» a costa de ellas. No pueden hablar, oír o ver; están completamente privadas . Las muñecas que están a la venta aún son vírgenes y recién están entrando a la pubertad. De todos modos, están bien entrenadas y han sido fuertemente torturadas y abusadas. Solo hazme saber si quieres ordenar una...


jueves, 16 de julio de 2020

Una copa de vino

Se levantó tambaleándose, tomó la vara que estaba a su lado y emprendió el camino. No tuvo que andar por ese campo mucho tiempo pues en el muelle ya lo esperaba un anciano con su transporte.

—Lindo bote.

El anciano se le quedó mirando unos minutos, y después habló.

—¿Despertaste aquí?

—Así es.

No tuvo que decir más para que el anciano aceptara llevarlo al otro lado de ese vertiginoso río. Aquel anciano sintió algo de lástima por su pasajero y preguntó:

—¿Se le ofrece algo, señor?

—Una copa de vino, si no es mucha molestia.

El anciano extendió sus alas y sacó una botella de su manto. Una llama azul comenzó a verse en su mano derecha y una copa apareció en su palma, que se fue llenando lentamente del oscuro líquido.

—Aquí tiene.

Después de decir eso, se dispuso a remar.

El botecillo zarpó hacia el otro lado, la vista era bastante agradable.

El anciano quiso empezar una conversación:

—¿Fue hace mucho?

—¿Disculpe?

—Que si fue hace mucho que murió.

—No, me atropellaron hace un par de días.

—Pues, bienvenido.

—Gracias.

Cuando la pequeña embarcación tocó tierra, el anciano expresó:

—Aquí acaba mi parte, usted tendrá que caminar hasta la puerta.

—Está bien.

Caminó unos momentos por el campo rodeado de hermosas flores, subió un pequeño monte, y ahí estaba, una enorme puerta con las siguientes palabras grabadas:

“Por mí se va a la ciudad del llanto; por mí se va al eterno dolor; por mí se va la raza condenada: la justicia animó a mi sublime arquitecto, quien me hizo la divina protestad, la suprema sabiduría y el primer amor. Antes que yo no hubo nada creado, a excepción de lo eterno y yo duro eternamente. ¡Oh, todos los que entráis, abandonad toda esperanza!”

El desdichado hombre quedó perturbado al punto de querer escapar corriendo, pero las puertas se abrieron en ese momento.

Dos enormes demonios salieron a recibirlo con unas cadenas y algunos extraños artilugios de acero; su castigo estaba a punto de comenzar.

El inocente hombre creyó que el Santo Padre lo perdonaría y lo dejaría habitar entre sus sagradas tierras, supongo que hasta sintió un poco de vergüenza por pensar tal cosa, pues hace mucho que Dios no perdona a sus hijos pecadores, y no creo que piense volver a hacerlo jamás.





miércoles, 15 de julio de 2020

Spectare supra te

Es muy común escuchar historias de fantasmas en las escuelas, sin importar en cual escuela hayas estado, nunca falta alguna historia de fantasmas que rondan por los pasillos, salones o baños de las instalaciones durante la noche. En esta ocasión les traigo un creepypasta o quizás leyenda urbana que nos habla sobre un chico y una frase: "Spectare supra te".

Hace mucho tiempo en un colegio este chico se dirigía a la enfermería, pero antes de llegar al pasillo se desvió para pasar al baño. Como nunca se había sentido cómodo usando los orinales, entró a un cubículo; mientras estaba en lo suyo comenzó a sentir escalofríos que se volvían cada vez más insoportables y luego escuchó los susurros de alguien.

—¿Quién está ahí?— preguntó el joven.

Miró hacia los lados intentando no mojarse, pero no vio nada, solo seguía escuchando susurros que poco a poco comenzaron a ser entendibles, repetían muchas veces la frase: "Spectare supra te", "Spectare supra te", "Spectare supra te"...

A penas logró subirse el cierre del pantalón antes de salir corriendo del baño, decidió ir en busca de un profesor y contarle lo sucedido; encontró a uno y le contó la historia repitiendo la frase que escuchó: "Spectare supra te", en ese momento el profesor se puso pálido y fue a la oficina del director, pero antes de irse le ordenó al chico no contarle a nadie sobre lo sucedido. Al día siguiente realizaron una especie de exorcismo en la escuela.

Años después volvió al colegio y al entrar se percató de que el baño había sido remodelado y en su lugar ahora había cubículos de computación. Con curiosidad buscó al profesor para preguntarle sobre lo que había ocurrido ese día. El hombre le explicó que aproximadamente hace 30 años una niña había sido llevada a ese baño con engaños y posteriormente abusada sexualmente. Jamás dijo quiénes eran los culpables y días después esa niña se suicidó ahorcándose en ese mismo baño. 
El joven se sorprendió y preguntó con curiosidad:

—¿Qué tiene que ver la frase "Spectare supra te" que escuché ese día?

El profesor se queda en silencio por un momento y le responde:

—En latín, eso significa: "Mira arriba tuyo"...



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martes, 14 de julio de 2020

La mujer solitaria

Tú, que fumas, no me dejarás mentir: cuando piensas en la muerte que te espera al final de la ascua de cada cigarrillo que prendes, te reconforta saber que la traicionera Señorita Nicotina te acompañará hasta el último suspiro. Por eso, cuando mi corazón me gritaba que la mujer que me observaba desde el puente peatonal mientras caminaba por la avenida no tenía sangre corriendo por sus venas, solo atiné a prender el cigarro y esperar que se difuminara antes de pasar bajo ella.

La segunda vez que la topé caminaba por la misma ruta, buscando cubrirme del invierno de Querétaro y esperando no encontrarla, pero al acercarme al cruce la vi sentada melancólicamente en la sucia acera contraria.

Prendí un cigarro para sentirme acompañado mientras me aproximaba a ella y, al caminar sobre la vía empedrada, el ruido de los zapatos la hizo salir del trance en el que parecía encontrarse y mirarme. En ese momento comprendí que, viva o muerta, ella era un alma tan solitaria como la mía en la fría noche que azotaba la calle.

Le deseé que pasara una buena noche y me senté junto a ella. Platicamos de trivialidades toda la noche y, poco antes de amanecer, le pedí que me contara como había sido su muerte y qué la tenía amarrada a este mundo. Ella, con una lágrima, me narró como le había sido arrancada su vida al platicar con un alma en pena que había encontrado un par de ocasiones y que, al sentir lástima por su condición, la saludó y decidió sentarse a platicar con ella.

Me contó que poco antes de amanecer ella le confesó que lamentaba que su soledad y compasión le costarían la vida, pero que era su deber llevarse a la primera persona que escuchara su historia, ya que así habían muerto tanto ella como quién se llevo su alma y los anteriores, y que así se llevarían las almas los siguientes.

Ahora que lo sabes, quiero que entiendas cuanto lamento que tu curiosidad te cueste tan caro, pero te agradezco que me permitas descansar.



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sábado, 11 de julio de 2020

Caracol Cónico

"Cuentan que en Australia hay una especie de caracol que si te inyecta su veneno, te da el tiempo suficiente para fumarte un cigarrillo antes de morir".

Así comenzaba la carta de un tal señor "C", en la cual solo con esa frase había captado toda mi atención. Sostenía la carta a pocos centímetros de mi rostro y ahora que la tenia en mis manos era incapaz de seguir leyendo ¡Cuánto esfuerzo me costó encontrarla!
Ansioso por buscar información de un terrible accidente (100 personas muertas sin ningún motivo aparente), me encontré con esta carta escrita por el único sobreviviente del acontecimiento, que casualmente había muerto unos días antes de mi llegada a aquel pequeño pueblo de Australia.

Parecía que el pueblo quisiera deshacerse de la carta que quedó abandonada en la habitación donde el señor "C" murío, como un cadáver podrido. No podía creer que yo, un periodista que nunca creyó en estas supersticiones me asustara con lo que el breve escrito pudiera contener, pero entonces me convencí de que cuando se comienza un trabajo hay que terminarlo hasta el final. Totalmente dispuesto a seguir leyendo, me senté en la cama de la habitación y comencé a sentir ese placer que siempre me había provocado seguir el ritmo de las palabras.

"Cuentan que en Australia hay una especie de caracol que si te inyecta su veneno, te da el tiempo suficiente para fumarte un cigarrillo antes de morir". Volví a leer en voz alta, como si intentara convencerme de que sólo eran letras escritas en un papel, aunque aún hoy no puedo evitar que me deje sin habla.
"En Australia hay una especie de caracol, el caracol cónico Conus Magus, de los cuales hay algunas razas que son capaces de matar a una persona en poco tiempo. Estos caracoles constan de una especie de sifón, algo así como un cañón biológico que lanza un dardo cuando el caracol detecta a una víctima en su radio de acción. En realidad este dardo es una especie de diente, que al clavarse en la carne de su presa libera una poderosa toxina la cual tiene el efecto de un relajante muscular que funciona con tanta eficacia que las víctimas son incapaces de mover el diafragma para respirar, por lo que fallecen al poco tiempo de haber tenido contacto con el veneno.
Uno de los lugares donde se pueden encontrar en abundancia es en la gran barrera de coral, por lo que únicamente suponen un riesgo para los submarinistas que desean coleccionar sus conchas, no obstante la corriente puede arrastrar a algunos ejemplares y llevarlos hasta la costa.
Cuando todo ocurrió me encontraba en las famosas playas de Australia, disfrutando de un tiempo que pesar de los pronósticos había resultado ser excelente. Hubo lo habitual: un aviso de tiburones y otro de medusas, un escalofrío me recorrió al escuchar la voz en la radio, que hablaba con un tono demasiado cordial para el tema que estaba tocando, aunque en un instante volvió a invadirme el placer al recordar que estaba solo en un hotel con mi amada. Podía sentir el sabor de su carne en mis labios, un calor intenso pero agradable se extendía por mi cuerpo, mientras rozaba con suavidad el suyo. Le pedí que se quitara el anillo de bodas para poder sentir el contacto de todo su cuerpo, me sentí muy complacido al notar que su dedo mostraba una débil marca en el lugar del anillo, más tarde se convertirán en las marcas que usualmente tiene en el dedo una esposa.
Cuando salió el sol sentí muchos deseos de quedarme en la cama, pero le había prometido a mi esposa que visitaríamos las playas de ese maravilloso país. En ese entonces la playa no estaba repleta de turistas, solo había algunos surfistas montando las olas y era la hora perfecta para disfrutar de la tranquilidad del mar, ella me susurro con un hilo de voz que nos marcháramos a un lugar más solitario de la playa y no pude negarme.
Nos fuimos a un pequeño sector de la playa donde las olas a penas alcanzaban los 50 cm. Ella se fue a bañar en el mar y yo me quedé tumbado en la arena mientras encendía un cigarrillo mientras contemplaba cómo ella se iba internando en el mar; me distraje por un momento hasta que noté como el solitario lugar comenzaba a llenarse de gente que aún no logro entender por qué llegó hasta ese lugar.
De repente la cortina de humo que me rodeaba se disipó y vi a mi esposa tumbada en la arena con muchos turistas a su alrededor. Me acerqué corriendo alarmado, pero un hombre me detuvo en medio del camino negando con la cabeza. Entonces me percaté de que mi amada tenía una pequeña marca en el tobillo, a penas recuerdo lo que me explicaron en ese momento, solo después los forenses me pudieron dar a entender lo que por no llamarlo de otra forma, diré que fue un accidente.
Recuerdo que como pensé que no tenía otra cosa que hacer mientras la angustia me consumía y veía a todos aglomerarse alrededor de mi esposa que yacía tumbada en la arena, creí que de seguro había un médico cerca y que el hombre que me detuvo sabía lo que hacia; saqué un cigarrillo para relajarme un poco, cuando me lo terminé noté que había un extraño silencio. Todavía algo conmocionado miré a mi alrededor: todos estaban muertos". 

C.


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viernes, 10 de julio de 2020

Dolly

Hola, solo quería registrar esto, ya que es la causa de que mi vida sea un infierno. Si me permiten empezaré por dejar que todos ustedes sepan que no creo en lo sobrenatural el vudú, brujería o religión; y aunque no puedo explicar lo que ha ocurrido en mi casa, acabo de asumir que debo deshacerme de esta cosa sin embargo.

No se mucho sobre esta muñeca, mi esposa y yo fuimos a una venta de garaje hace unos meses y nuestra hija de tres años la sacó de un cofre que tenía objetos extraños. La muñeca parecía bastante inofensiva, pero cuando la examiné por la parte de atrás, me di cuenta de que tenía unos extraños símbolos por todas partes. Le pregunté a la dueña de la venta de garaje, qué significaban esos símbolos, por si acaso. Me costó mucho entender a la señora cuando explicaba que el artículo era proveniente de irán.

Lo mejor que podía pensar era que la muñeca era echa a mano en Irán y que los símbolos no eran más que una especie de leyenda iraní. Mi esposa se sentía preocupada sobre dejar a nuestra hija con una muñeca con esas extrañas marcas. Yo le dije que solo era una muñeca y le ofrecí a la señora de la venta un buen dinero por ella, pero me contestó que no sabía como la muñeca llegó al cofre y que no estaba en venta, pero cuando le dije a mi hija que no la podía tener comenzó a llorar histéricamente. Nos dirigimos nuevamente al auto y vimos a la mujer de la venta corriendo detrás de nosotros, le entregó la muñeca a mi hija.

Yo estaba muy emocionado igual que mi hija, pero cuando intenté preguntarle cuanto le debía por la muñeca ella me respondió: "No hay cargo, solo váyanse rápido". Le di las gracias y entramos al auto, cuando íbamos a arrancar el hombre de la casa salió furioso de su garaje y se paró detrás de mi auto para que no pudiera arrancar. Tuve que salir y pedirle que se mueva, el dijo que lo haría tan pronto como le regresara lo que no fue legítimamente vendido. Le pregunté si se refería a la muñeca, exactamente era eso, la quería de vuelta, agregó que no es un juguete de niños y que no tenía idea de lo que poseía.

Le pedí disculpas y traté nuevamente de pedirle la muñeca a mi hija, pero ella no quería ni oír hablar de eso, tiraba y agarraba la muñeca. La señora que hacía la venta se acercó a nosotros y nos dijo que solo tomáramos la muñeca, pero el hombre se negaba diciéndole que no tenía derecho de vendérnosla, luego comenzaron a discutir en otro idioma, probablemente Árabe. 
No podía creer lo enfurecido que estaba el caballero, le gritaba muy fuerte a la mujer hasta que finalmente le dijo que se fuera dentro, dijo: "Cuida de esto", pero ella se negó y nos hizo marchar lo más rápido que pudiéramos, mientras le gritaba al hombre que el no merecía la muñeca o lo que sea que eso significara. Por último me gritó: "Dame la muñeca AHORA". Le contesté que no tenía ningún problema en devolverle su pertenencia, que se calme para poder pedirle la muñeca a mi hija, que no quería soltarla.

De pronto el hombre parecía sin aliento y su esposa o lo que fuera le dijo que debía tomar su medicación. El no tenia intención de dejarme ir, mientras caminaba hacia su casa a tomar sus medicinas. Necesito aclarar que yo no quería quedarme por lo que volví a tratar de quitarle la muñeca a mi hija, pero ella estaba teniendo un ataque. La mujer me suplicó "Por favor, solo váyanse".

—Tomen la muñeca, cuiden bien de ella. Ahora por favor váyanse antes de que él regrese— dijo ella.

Encendimos el auto y nos fuimos a toda velocidad, preguntándonos qué diablos había pasado y por qué ese hombre quería tanto a la muñeca. 

Todo esto sucedió hace unos meses y así es como recuerdo todo, pero lo que venía en los próximos tres meses más o menos, me hace pensar muy distinto sobre por qué ese hombre estaba tan obsesionado con la muñeca.

Mi Hija dormía con ella cada noche y la llamó "Dolly", después de solo una semana cosas muy extrañas comenzaron a suceder. En primer lugar nuestra pequeña comenzó a despertarse en medio de la noche, gritando por las horribles pesadillas que tenía. Como padres nos tomamos esto como normal, ya que todos los niños tienen malos sueños. El problema fue que pasó de tener una pesadilla por semana a tener una cada noche y finalmente varas en una sola noche; empezamos a dejar que durmiera en nuestra cama todas las noches, pero notamos finalmente que todos teníamos estos sueños extraños en la noche.

Ahora, como dije ante yo no creo en estas cosas, hasta el día de hoy creo que estos sueños fueron inducidos por todo lo que había ocurrido, pero cuando mi hija trató de explicar sus pesadillas a mi esposa notamos que eran muy similares a las de ella, sueños de horribles gusanos gigantes que subían a la superficie a tirar de sus víctimas hacia las profundidades de la tierra.

Mi esposa me explicó sus pesadillas y poco después comencé a tenerlas también. Creo que era como ver una película y soñar con ella en la noche. Sin embargo, las pesadillas se volvieron tan vívidas que ahora ambas se despertaban gritando, en este punto jamás tuve en cuenta a la muñeca ya que aún no había tenido algo que ver en nuestro dilema. En el mes siguiente mi hija comenzó a despertarse en las noches diciendo que "Dolly quería ser libre", le expliqué que no le entendía y ella me contó que Dolly le había dicho que quería ser libre. Pensé que era algo normal que los niños hacen y le dije a mi hija que se fuera y tratara de dormir.

Una mañana nos despertamos y no podíamos encontrar a la muñeca, mi hija estaba muy nerviosa así que realizamos búsquedas por todas partes de la casa, para finalmente encontrarla en el bolsillo de uno de mis trajes. Le pregunté a mi hija por qué la puso ahí solo para escucharla jurarme que no lo había hecho. Fui entonces con mi esposa, para preguntarle si ella había guardado el juguete, pero negó haberlo hecho, honestamente no se cómo llegó ahí, pero en cuanto se la devolví a mi hija ella era feliz denuevo.

La situación llegó al punto de que mi hija se negaba a ir a cualquier parte sin Dolly, siempre la llevaba bajo el brazo o en la mano y sostenía conversaciónes con ella durante horas, casi era como si hablara con una persona real. Una noche tome la muñeca y la puse lejos de ella, le dije que la podía tener de vuelta si se terminaba la cena, ya que casi no la había tocado por estar hablando con la muñeca. Mi hija lloró tan fuerte que terminó vomitando en la mesa, en este punto mi paciencia se estaba termiando. Le dije a mi esposa que era el momento justo para tirar a la muñeca a la basura, que nuestra hija ya era mayor e independiente de Dolly; ella no estaba de acuerdo ya que consideraba que deshacernos de ella era como tirar mi televisor de pantalla plana a la basura, que nuestra hija realmente amaba a esa muñeca. Yo no estaba de acuerdo, así que me metí en la pieza de mi hija mientras dormía e intenté tirar el artefacto a la basura. Fui descubierto por mi esposa y terminó por recuperar la dichosa muñeca y devolverla a su lugar.

Por último, hace poco mi hija despertó en medio de la noche para decirnos a mi esposa y a mi que Dolly quería llevarla a dar un paseo nocturno y que yo abriría la puerta principal para que pudieran salir de la casa. Eran las 3:00 AM. Qué diablos gente, esto se prolongó por al menos una semana. Luego como si las pesadillas no fueran suficiente, mi hija nos despertó afirmando que Dolly había caminado a través de la cama por sí misma de un extremo al otro; supuestamente le dijo a mi hija que era mágica y que un día va a ver quién es Dolly. Por supuesto todo esto fue demasiado, sigo convencido de que todo esto es causado por la falta de sueño o por algún tipo de deliro, sin embargo, en mi opinión un niño de tres años no debería estar hablando de esa manera. ¡Ahora no sé qué hacer con esta cosa! Mi esposa dice que ella no me dejará tirarla ya que podría llegar a ser una reliquia familiar.

Le dije que si no me dejaba deshacerme de esa cosa la vendería en eBay, ella se enfureció y decidió ir a pasar un tiempo con su madre, llevándose a mi hija. Aproveché esa oportunidad para esconder la maldita cosa en mi caja fuerte y supuse que no podrían encontrarla antes de irse y así fue; mi hija estaba histérica, pero esa era mi última oportunidad de finalmente deshacerme de esa cosa.

Después de buscar por más de una hora mi hija me miró fijamente a los ojos y me dijo: "Papá se que la tienes y Dolly lo sabe también, ¡Ella va a asegurarse de que el gusano grande venga por la noche!". Alguien por favor dígame ¿cómo diablos un niño de tres años habla así?
De todos modos esta es su oportunidad, gente, estoy vendiendo esta cosa ya que está comenzando a arruinar mi matrimonio y mi vida.

No sé si esto detendrá las pesadillas o no, pero si se que es mejor para mi familia que esa cosa esté lo más lejos posible de nosotros. He tomado fotos de la parte delantera de la muñeca, que parece agradable y dulce; también he tomado fotos de la parte posterior de la muñeca, que tiene marcas de las cuales no tengo idea de su origen o qué demonios quieren decir.

Si alguien sabe descifrar estas marcas o si tiene alguna idea, por favor contactese conmigo, tengo bastante curiosidad sobre si significan algo o solo son un montón de tonterías. No se qué se utilizó para escribir estas marcas en la muñeca, se ve como una especie de tinta, Yodo o algo así, quién sabe, de todas formas he incluido fotos de cerca de las áreas con las marcas, para su deleite.

Voy a empezar la oferta en $5.00 USD una vez más si aguien sabe lo que significan estos símbolos, sería muy apreciada la información. Gracias por hacer una oferta y finalmente ayudarme a eliminar este lío de mi vida.


Estaba revisando tu sitio, que es asombroso y quería pasarte una información que encontré sobre la muñeca embrujada de eBay:

Los símbolos en la parte posterior de la cabeza de la muñeca provienen del Necronomicón (un libro probablemente ficticio, con la intención de invocar demonios). 

El símbolo de arriba es el sello del demonio Marduk. – “El señor de señores, el maestro de los magos, su nombre no debe ser llamado, salvo cuando ningún otro lo haga, y es la responsabilidad más terrible para el que lo haga". La palabra para su invocación es "Dugga", los cuatro últimos símbolos en la segunda línea son del texto Urillia  –“ …El libro del gusano. Este contiene las fórmulas por el cual los demoledores de destrucción pueden realizar sus ritos. Estas son las oraciones de los ensnarers, los mentirosos en espera, los demonios ciegos del caos, el más más antiguo”.

ATENCIÖN: Por favor lea esta frase en voz alta: "Hola, Dolly"

Si lo leíste en voz alta como dicen las instrucciones vas a estar seguro. Si lo leíste en tu mente Dolly va a estar segura también... Dentro de tu cabeza.



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miércoles, 8 de julio de 2020

El Hombre sin Ojos

Era 30 noviembre del 2004, como siempre mis amigos y yo nos disfrazamos para la fiesta que organizaba mi escuela y luego nos iríamos a recoger dulces. Pero mientras paseábamos por el pueblito (no es muy grande) a mi amigo Marco se le ocurrió una idea: ir a ver la casa abandonada en medio del campo de girasoles.

Todos aceptamos el reto y tomamos las bicicletas, en menos de media hora ya habíamos dejado atrás el bosque y nos adentramos a la zona de campo; dejamos las bicis arrimadas a un árbol y cruzamos el campo de girasoles.

¡Esa casa si que daba miedo! Estaba toda oscura, despintada y fea…como los caserones infestados de las películas de terror. Nos armamos de valor y con las linternas que habíamos llevado con nosotros entramos. Recorrimos toda esa casa hasta el sótano y como no pasó nada de interesante decidimos irnos, también porque ya eran las 7 de la tarde y no era bueno estar ahí hasta pasado el anochecer...cuando quisimos alcanzar la puerta para salir de esa casa esta se cerró dejando todo a oscuras.

Al principio no nos asustamos porque teníamos las linternas pero luego empezaron a oírse pasos y risas por todo el cuarto, todos apuntábamos las linternas a donde venía el ruido pero no se veía absolutamente nada; yo ya estaba muerta de miedo pero grité como una loca cuando sentí una mano fría sujetar mi brazo.

Ya teníamos suficiente y Marco alcanzó por primero la puerta e intentó abrirla pero no pudo, tuvimos que romperla a patadas para poder salir de ahí. Salimos corriendo, pero Oscar tropezó y cayó cerca mio, trate de ayudarlo a levantarse pero era como si algo lo estuviera aplastando, el pobre gritaba y yo no sabía qué hacer.
De repente recordé que mi abuela decía siempre "si algún fantasma o espíritu se aparece reza o insulta" y eso hice. Los dos comenzamos a rezar y luego de algunos instantes mi amigo se pudo levantar, le ayudé a ponerse de pie y en ese momento mi mirada se desvió a la entrada de la casa. ¡Ahí lo vi!.

Era un hombre alto, grueso, con un pantalón oscuro y un buzo claro... me estremecí hasta lo más profundo de mi alma al darme cuenta de que esa figura no tenia ojos, sus cuencas vacías como una calavera parecían mirarme aún sin tener ojos.

Mis amigos dijeron que me encontraron arrodillada con Oscar intentando hacerme reaccionar, estaba como en un trance, completamente quieta con la mirada clavada en la puerta de la casa. Una bofetada me sacó de ese estado y luego me incorporé y miré nuevamente la casa... no vi nada.

Volvimos rápidamente al pueblo y aunque les conté lo que había visto, no me quisieron creer y yo acabe pensando que solo fue mi imaginación.

A pesar de todo esa noche nos divertimos mucho y contamos nuestra experiencia como una broma, una que casi nos mata del susto. Antes de irme a la cama noté que tenía una marca roja en el brazo... la huella de una mano grande, no le di importancia ya que podía habérmela hecho mi padre, ya que el tiene la mano pesada, pero al día siguiente me enteré que mi amigo Oscar tenía marcas muy grandes en el cuerpo.

La semana siguiente alguien notó la puerta rota y fueron a investigar, por suerte no encontraron rastros nuestros, pero ellos también escucharon algo. Dos días después el sacerdote nos preguntó si habíamos visto algo (Nos conocía y nosotros éramos sus principales sospechosos). Le contamos con la condición de que no se lo dijera a nuestros padres. Cuando escuchó lo que le contamos estaba pálido como un papel.

—Hija, estás segura— Preguntó.

—Si padre, ellos no lo vieron, pero yo si— contesté.

—Viste al espíritu del hombre que vivió ahí— agregó.

Todos nos petrificamos en ese momento

—Así es, hace cincuenta años ahí vivía una familia. Un día la esposa y los hijos se fueron a visitar a una tía y el hombre se quedó solo. Esa noche fue asaltado por unos cultistas que nunca fueron identificados, solo se encontró el cuerpo del hombre al cual le habían arrancado los ojos, en el centro de un pentáculo— nos contó el padre. No pueden imaginar el terror y la angustia que sentí en ese instante.

—Los atacó porque entraron a su casa, tal vez solo quería asustarlos, pero ustedes lo enfrentaron y se enfadó.

—Es verdad— Pense —No nos fuimos enseguida, sin querer lo hicimos enojar y nos quiso dar una lección.


Al siguiente mes se realizó un exorcismo en esa casa y luego fue demolida, nunca volví a ver a ese hombre... tal vez ahora finalmente descansa en paz.



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martes, 7 de julio de 2020

Carne

Hace muchos siglos existía un pequeño pueblo en la mitad de la nada, éste tenía una población gigante y lo más importante, un rey.

El nombre del rey no ha sido recordado, pero se dice que fue una persona “devoradora”, posiblemente debido a que además de gobernar el lugar como si fuera un juego, se devoraba la mayoría de la comida que ya no podrían comer los pobres.

Muchos de los recursos no llegaron a durar para los tiempos fuertes por lo que el pueblo y el rey se quedaron sin nada. Fue entonces cuando sin despeinarse, mandó a que buscaran “carne” y otros alimentos para sobrevivir a la escasez que tenían. La búsqueda duró dos semanas, no encontraron nada, los otros pueblos estaban también en escasez de recursos; todo estaba perdido.

Las personas del pueblo comenzaron a debilitarse y a enloquecer, los habitantes destruían, se agredían y estaban dispuestos a cualquier cosa para no morir. El único que no parecía desesperado era el rey ya que aunque no encontraran comida en otro lugar, siempre le encontrarían una solución.

Mientras todo se venía abajo, varias personas fueron desapareciendo misteriosamente sin dejar un rastro o un indicio de su paradero. Pero para el rey ya había una solución, solamente para él había carne y no se tardó un segundo en meditar de donde provenía.

El rey permanecía en su trono esperando la comida, los animales entraron a la cocina, fueron asesinados, faenados y convertidos en el valioso producto.

Desfilaban los sirvientes con platos, cubiertos y en una bandeja de oro, la carne.

El gobernante comenzó a comer: devoraba, desgarraba, rompía y tragaba el líquido rojo que emanaba de su banquete, hasta quedar completamente sucio con esta sustancia.

Los sirvientes comenzaron a retirar los huesos y restos de los animales, mientras que el rey salía feliz y satisfecho del comedor. Al terminar uno de los mozos no pudo evitar preguntarle a su compañero:

—Te puedo hacer una pregunta ¿Que comió exactamente el rey?— preguntó.

—Carne— Respondió un joven que limpiaba detrás de la mesa.

—¿Carne? ¿cómo que carne? en este pueblo nunca ha habido animales— agregó asustado el muchacho.

—No lo sé, aunque me preocupa que los mendigos no hayas salido aún de la cocina.



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viernes, 26 de junio de 2020

Mi hijo está Solo

Hace frío.

Tranquilo, no te preocupes.

Mamá, no me encuentro muy bien, tengo mucha hambre.

Ahora mismo te traigo algo— Olga salió de la habitación de su hijo y bajó corriendo a la cocina. Abrió la nevera y el corazón se le encogió Mierda, no hay casi nada y ahora qué hago.

Era domingo y en su barrio no había nada abierto, estaba en pijama y tenía fiebre, pero le daba igual. Lo último que quería era que su hijo tuviera hambre. Subió corriendo las escaleras y se asomó a la habitación de su hijo, el pequeño se estaba comiendo las uñas.

Tengo que darme prisa, no lo puedo dejar solo mucho rato pensó.

Entró en su habitación, se desnudó y abrió el armario. Le invadió ese olor, el olor que a cada momento que abría el armario le hacía acordarse de su marido.

Da igual, ahora no tengo tiempo de pensar en eso.

Se vistió corriendo, cogió el dinero y las llaves y se fue hacia la puerta. El frío la invadió nada más salir por la puerta, notó una punzada en las anginas, se apretó más fuerte la bufanda y se subió al coche.

Puso las llaves en el contacto y el coche no se encendió. Lo intentó una y otra vez, pero no pudo. Una lágrima le empezó a caer por la mejilla.

No, mierda no, joder, y ahora qué hago.

Su angustia prácticamente se podía tocar, en su mente solo había una pregunta, ¿cómo podía ser tan sumamente estúpida, de no haber comprado más comida?

Se fue corriendo hacia la calle principal y cogió un taxi. El taxista la llevó hacia la tienda más próxima que estaba abierta, compró corriendo lo que necesitaba y se volvió a meter al taxi.

Piii, Piii, Piii.

Señora me parece que ha pasado algo, los coches no se mueven.

¿Qué?, no me puede hacer esto, mi hijo está solo dijo casi lloriqueando.

Lo siento, señora, no puedo hacer nada.

¿Cuánto podemos tardar?

A este ritmo, 45 minutos más o menos.

Joder, no puedo esperar tantole tiró un billete de veinte euros y salió del taxi.

¿Qué hace, señora? Hace mucho frío y su destino está a más de media hora andando le chilló el taxista.

Ella ya no lo oyó, estaba corriendo como una posesa hacia su casa.

Mi hijo está solo, mi hijo está solo, mi hijo está solo.

Sentía cómo el corazón le estaba a punto de explotar, la fiebre le hacía sentirse extraña, como en una nube. Siguió corriendo y enfiló rumbo a la calle principal, empezó a buscar las llaves en el bolso y...

¿Dónde están? ¿Dónde están? ¡Oh no!, me las he dejado en el taxi.

Llegó a su calle y su preocupación se convirtió en miedo, la puerta de su casa estaba abierta.

No puede ser... ¡Dios!, otra vez no.

Entró al pasillo y empezó a llamar a su hijo.

Cariño, mira, ya te he traído tu comida. Hijo, por favor, sal de donde estés. Te he traído carne sus lágrimas de terror caían sin cesar.

Mamá, estoy aquí.

¿Dónde hijo? ¿Dónde?chilló.

Aquí mami, en la cocina.

Olga corrió hacia la cocina y vio lo que no quería ver. Su hijo se estaba comiendo a una persona, igual que hizo con su padre, con niños, con animales. El niño le miró con cara inocente y le dijo:

Mami, ya te avisé que tenía mucha hambre.


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jueves, 25 de junio de 2020

Operador del 911

—Novecientos once, ¿cuál es su emergencia?

Sí, hola. Eh… Esto sonará extraño, pero hay un hombre caminando en círculos en el patio frontal de mi casa.

—…¿Podría repetir eso, señor?

Se ve… enfermo, o perdido. O ebrio, o algo. Me desperté para tomar un vaso con agua y escuché pisadas sobre la nieve cerca de mi ventana frontal, así que di un vistazo… Lo estoy viendo ahora mismo, está a unos diez metros de mi ventana. Algo no está bien.

—¿Cuál es su dirección, señor?

1617 Quarry Lane, en Pinella Pass.

—Voy a enviar una patrulla hacia usted, pero se encuentra un poco alejado. ¿Está solo en su casa, señor?

—Sí, estoy solo.

—¿Puede asegurarse de que todas sus puertas y ventanas estén cerradas? Quédese en el teléfono conmigo.

Sé que mi puerta frontal definitivamente está cerrada, pero iré a revisar mi puerta trasera de nuevo. Aprecio mucho su ayuda, por cierto. Sé que todo esto debe ser un tanto raro, pero espero que…

—¿Señor? ¿Sigue ahí?

Está… Aún está en el patio frontal de la casa, pero está… Qué mierda… Está de cabeza…

—¿Señor? ¿Qué está sucediendo?

Me está viendo… pero está… ahora se está parando con sus manos. Está perfectamente inmóvil, viendo directo hacia mí. Está haciendo un paro de manos y está sonriéndome sin moverse.

—¿Es… Está haciendo un paro de manos, señor?

No… No sé por qué… Sí, me está mirando y está parado con sus manos. Tiene una sonrisa inmensa y está perfectamente inmóvil… Pero qué CARAJO… Por favor, manden a alguien aquí AHORA.

—Señor, necesito que permanezca en calma. He dado el aviso y una patrulla va en camino.

Sus dientes son enormes… Qué mierda. Ayúdeme, por favor…

—Señor, quiero que intente mantener un ojo en él, pero asegúrese de que su puerta trasera esté cerrada. ¿Puede confirmar que su puerta trasera está cerrada sin dejar de hablar?

Está bien… Ahora estoy caminando hacia atrás y lo mantengo en mi vista… Ahora mi mano está en la perilla… Está cerrada. Necesito revisar el cerrojo, así que voy a apartar la mirada por un momento.

—Está bien, señor. La ayuda va en camino. Solo quédese en el teléfono conmigo y todo estará bien.



Su cara. Está contra el vidrio.

—Señor, necesito que hable más fuerte. ¿Qué está sucediendo?

Dejé de verlo por unos segundos y ahora… su rostro. Está presionado contra mi ventana frontal. Sus dientes son inmensos y me está sonriendo… ¿Pero por qué no se mueve, mierda?

—Señor, necesito que vaya al cuarto más cercano y se encierre en él. ¿Tiene algún sótano o habitación en la cual puede encerrarse?

No me deja de observar… Me va a herir…

—Señor, necesito que me escuche. Enciérrese en algún lugar seguro hasta que los oficiales lleguen a su casa. ¿Me escucha?

Eh… sí… sí. Voy a encerrarme en mi cuarto.

—Y está seguro de que está solo en su casa, ¿correcto?

Sí, estoy solo en mi casa. Espere un momento... Se está moviendo... Está moviendo su cabeza... Me está diciendo que no... Puede escucharnos. Me trata de decir que no estoy solo.







—¿Señor? ¿Sigue ahí, señor? Escuché un ruido fuerte. ¿Todo está bien?



—¿Señor?




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miércoles, 24 de junio de 2020

El Brillo

¿Te duele?le preguntó a ella.

 Lo siento, cariño, ahora pongo más.
Agarró entre sus dedos una jeringuilla de delicado cristal en cuyo interior había algún tipo de anestésico. A pesar de su juventud, las manos le temblaban, parecían poseídas por demonios que las hacían batirse en espasmos. Se la clavó despacio, con mucho cuidado, con toda la delicadeza de la que disponía en esos momentos.

Ya está le dijo dándole un beso en la mejilla.

Tomó entre sus manos el delgado brazo de la joven, le dio un apósito recién desinfectado y, con extrema precaución colocó la mano de la bella mujer en la minúscula herida provocada por el pinchazo.

Presiona, mi amor le pidió mirándola a los ojos Espera a que haga efecto la anestesia.

Mientras esperaba, el muchacho, de aspecto demacrado, se secaba el sudor de la frente. Estaba empapado.

No te preocupes, cariño la tranquilizó dándole otro beso.

Todo volverá a ser como antes, ¿lo sabes, verdad?

Es incapaz de no mirar su boca. Incapaz de no mirar sus dientes machacados, incapaz de no mirar la inmensa grieta que atraviesa su mandíbula… Incapaz de no arrancar a llorar. Como avergonzándose de su llanto, se cubrió la cara con las manos y, tras unos segundos, se secó las lágrimas y volvió a mirarla.

No pasa nada le susurró con los ojos aún llorosos y la voz temblorosa Estoy bien.

Cogió con los dedos la aguja y la enhebró con toda la precisión que le permitían los temblores que recorrían sus manos. Pasó el dedo por los entrecruzados hilos que unían parte del brazo de la joven con su cuerpo. Pasó el dedo rozándolos, casi sosteniéndolo en el aire por miedo a lastimarla. Rozó también su piel, recubierta por una gruesa capa de sangre seca.

Solo queda un pocole dijo cogiéndola de la mano Tienes que ser fuerte, ¿vale?

Introdujo la aguja. Le costó atravesar su piel, bien por la rigidez de la carne o porque, llegados a este punto, le escaseaban las fuerzas. No lo sabe y, realmente, no le importaba. Tampoco podía siquiera pensar en ello. En su mente sólo aparecía ella, se la imaginaba forcejeando, luchando por su vida. Los golpes, los cortes, los gritos… todo se agolpaba en su cabeza, horrores impensables se formaban en su mente.

Alaridos, alaridos de terror. Sangre, la hoja de un cuchillo atravesando su piel, una y otra vez, rompiendo el hueso, astillándolo poco a poco… Todo se agolpaba en la mente del joven, tenía la sensación de que su cerebro iba a estallar. Sólo es capaz de gritar y golpear con rabia el cuerpo de su amada.

Sólo es capaz de recostar su cabeza sobre el vientre de la palidísima muchacha. Sólo es capaz de romper a llorar, de nuevo.

Lo… lo siento amor mío se disculpó con la mirada perdida Lo siento mucho, Darlene. No era mi intención, ¿lo sabes, verdad?

Levantó la vista hacia su rostro. Ella parecía perdonarle con la mirada. Eso hizo que el hombre se sintiera un poco mejor.

Continuó con su trabajo. Ha de terminarlo. Por ella y también por él. No podía soportar verla así. Cada puntada que daba le dolía en el corazón. Siguió mecánicamente con su tarea, intentando no prestar atención a lo que en su mente se formaba, intentando no mirar su rostro. Poco a poco y entre frases tranquilizadoras fue terminando su cometido.

Ya está, cariño le dijo.

Besó con ternura los finos y quebradizos filamentos que unían el cuerpo de Darlene con su extremidad, como dándole el aliento final que necesitaba para que recupere su forma natural.

El joven sonrió, “ya queda menos” pensaba, “solo la barbilla y ya estará lista”. Para la difícil tarea que se le presentaba utilizaría una pistola grapadora neumática, su pulso ya no estaba para coser y su paciencia tampoco. Miró a la mesilla y notó que ya no le quedaba anestesia. Se maldijo a él mismo, pero tenía que continuar, fuera como fuera.

Esto te va a doler… lo siento, pero no hay otra manera dijo con tremenda tristeza.

Cogió con fuerza la grapadora y la posó sobre la destrozada barbilla de la joven muchacha. Apretó el gatillo. El sonido producido por la grapadora al unir la carne era idéntico al que hace un cuchillo al cortarla. Lo apretó de nuevo. Un golpe seco que machacaba el brazo de Darlene viene a su mente. Volvió a apretarlo. Otra cuchillada consiguió romper el brazo esta vez.

Las lágrimas se mezclaban con la furia en el rostro del joven. Apretó. Sangre salpicando toda la habitación. Apretó. Gritos de dolor. Apretó. Golpes. Apretó. Forcejeos. Apretó… Miró hacia abajo, se dio cuenta de que ya había terminado y estaba grapando el aire.
Había terminado. Por fin había terminado. Comenzó a besarle la mejilla.
Ya está, cariño, ya está. Todo ha terminado le decía derramando lágrimas, esta vez de alegría.

Ya ha pasado cariño… ya esta…

Pero… se dio cuenta de que faltaba algo. Y solo podía ser una cosa: el brillo, el brillo de sus ojos color miel. Ese brillo tan inocente, tan hermoso, esos millones de pequeños cristales que recorrían por completo su iris, reflejando toda la luz que llegaba hasta ellos. Tenía que solucionarlo, todavía no había acabado.

Rebuscó desesperadamente por toda la habitación. Tras un largo periodo de tiempo vislumbró una polvorienta caja bajo un par de muebles. La cogió, sopló el polvo y la abrió. En su interior se encontraban varios adornos de Navidad: un pequeño árbol desmontado, varias figuras, guirnaldas, luces… ¡Luces! ¡Tenían el tamaño perfecto! Mientras cogía las luces vino a su mente las ya un tanto lejanas últimas Navidades.

Las habían pasado los dos juntos, solos. Su pasión no les había permitido siquiera terminar la cena romántica que habían preparado. Hicieron el amor toda la noche, sin descansar y, al amanecer se ducharon juntos y siguieron haciéndolo, de forma ininterrumpida. “Las próximas Navidades nos terminaremos la cena” se repetía una y otra vez.

Comenzó la operación. Lentamente introdujo la pequeña bombilla en el ojo de la muchacha. El humor vítreo del interior del mismo salió al exterior formando un pequeño charco en la cuenca tras romper la capa que recubría el ojo. Ese líquido hacía la operación más difícil. Además de temblorosas, sus manos también se tornaron resbaladizas.

Sin quererlo introdujo más de lo que quería la bombilla en el interior del ojo. Y al intentar sacarla torpemente, la introdujo aún más al fondo. Lo estaba echando todo a perder, tenía que calmarse. Respiró despacio, intentando calmarse. Tras aproximadamente medio minuto y visiblemente un poco más calmado, agarró una aguja de coser un tanto alargada. Intentó sacar la bombilla ayudándose de ella, pero la mala fortuna le acompañaba en cada intento.

Finalmente, y tras mucho intentarlo, solo consiguió desgarrarle la superficie del iris. Su ojo… lo había estropeado… El joven empezó a temblar y miró a aquel ojo ahora horrible y rezumante.

¿Qué había hecho?

¿Cómo podía haber sido tan torpe?

Lo había estropeado todo, ¡todo! La rabia se apoderó de él, cogió fuertemente el aguja y la clavó, una y otra vez en el ojo de la pobre mujer. La sangre comenzó a salpicar su cara. Clavaba y clavaba, cada vez más fuerte y más profundo. Lo clavó por última vez, con toda la fuerza que fue capaz de sacar de lo más hondo de su ser.

Cansado por el esfuerzo se apoyó sobre sus palmas y agachó la cabeza. Respiró fuerte y agitadamente, pero con su rabia ya apaciguada. Volvió su vista hacia aquel ojo, aquel ojo machacado, ensangrentado, ese ojo amorfo, ese ojo que más que un ojo parecía una masa uniforme de trozos de huesos, carne, piel y líquido ocular. Pero, en ese ojo, en esa masa vio un brillo.

La aguja brillaba, reflejaba la tenue luz que le llegaba del exterior, como lo haría un diminuto cristal. El brillo, el brillo de sus ojos color miel.

No le salían las palabras, sólo pudo mirarla con incredulidad y con un júbilo extremo en la mirada. La abrazó y estando abrazados acercó su boca a la suya. La besó en los labios, la besó en su mortecina boca, la besó con la mayor dulzura con la que había besado nunca.

Rozaron sus narices suavemente y él la miró a los ojos. Ahí seguía el brillo. Se quedó mirándolo, anonadado por el esplendor que proyectaba.

Y ahí, dentro del brillo lo vio. Por fin lo vio. Vio todo aquello que su mente le había hecho olvidar. Se vio a él mismo, gritándola. Se vio a él mismo enfadándose. Se vio a él mismo golpeándola. Se vio a él mismo destrozándole la boca a puñetazos. Se vio a él mismo cortando su cadáver con un cuchillo. Lo vio… lo vio todo. Todo lo que el mismo había hecho. Todo lo que le hizo.

No pudo soportarlo. No pudo con la culpa. Solo una soga, atada fuertemente al cuello fue capaz de ayudarle con esa carga. Y lo último que vio antes de morir fue aquel brillo, el brillo de sus ojos color miel…



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