jueves, 23 de julio de 2020

#062 El Holder de la Salvación

En cualquier ciudad, en cualquier país, puedes ir a cualquier institución mental o centro de rehabilitación donde puedas llegar por ti mismo. Dirígete a la recepción y pide sin dudarlo visitar a aquel que se hace llamar "el portador de la salvación". El empleado te dedicará una sonrisa de complicidad y te hará señas para que lo sigas. Te llevarán afuera, hacia un pozo viejo y deteriorado con algunas piezas de piedra faltantes. El empleado te dará una llave antes de regresar a su puesto.

Si observas el pozo, encontrarás una escalera vieja y oxidada que desciende a sus profundidades aparentemente interminables. Si decides descender, escucharás el viento que sopla a tu lado. Puede sonar como un canto celestial, o como los gemidos infernales de los condenados. No hay forma de saber que escucharás. Si el viento se detiene en cualquier momento, congélate, incluso si quedas en una posición incómoda, ya que significa que una criatura indeciblemente infernal ha entrado en el pozo. Si te quedas perfectamente quieto y tienes mucha suerte, sentirás el viento a tu paso. Sin embargo, si escuchas su bestial gruñido, sería prudente dejarte caer, y esperar que el fondo del pozo te dé alcance antes que la criatura.

Después de que la bestia haya pasado, espera un buen minuto antes de continuar con el descenso. Pronto perderás de vista la abertura del eje. No te molestes en intentar iluminar el pozo, porque esta oscuridad se tragará toda la luz. Después de lo que parecerá ser una eternidad, llegarás al fondo del pozo y recordarás lo reconfortante que es la luz, ya que habrá una vela allí abajo.

Al mirar a tu alrededor, verás que estás en una habitación pequeña, solo un poco más ancha que el pozo que acabas de descender. Habrá una sola puerta de madera, indescriptible y envejecida, frente al final de las escaleras. Ya que las mencionamos, no te molestes en buscarlas, porque habrán desaparecido detrás de ti. Acércate a la puerta y toca ligeramente tres veces. Si no escuchas nada, ora por una muerte rápida, porque no hay escapatoria de lo que te espera ahora. Sin embargo, si escuchas la voz de una mujer que dice: 

Entra, cariño, te he estado esperando.

Abre la puerta y entra lentamente. Te encontrarás en una habitación no más grande que un armario. Una joven y hermosa mujer estará sentada frente a ti, sobre lo que parece ser un cofre envejecido. Ella solo responderá a una pregunta:

Si se juntan, ¿qué puede salvarnos?

Luego procederá a describir, con detalles horripilantes, la única forma de detenerlos una vez que se hayan unido. Muchos pierden la esperanza en esa sala, pero no debes dejar que eso suceda. Porque si lo haces, la mujer revelará su verdadera forma, y ​​tu muerte será tanto larga como dolorosa más allá de la comprensión mortal. Si logras sobrevivir, la mujer soltará un gemido sobrenatural y desaparecerá, dejando solo el cofre. La llave que recibiste anteriormente lo abrirá.

Lo que hay en ese cofre es el Objeto 62 de 538. Depende de ti si debe reunirse con los de su clase.

En cuanto a la historia que cuenta la mujer, deje que esto te proteja de la desesperación. Si se cumple lo que profesa, los tres Dañados sobrevivirán y comenzará todo de nuevo.

Enfermiza necesidad [Micropasta]

Dejó de masticar... No era caníbal por necesidad, lo era por placer, pensó. Hecha esta reflexión, siguió comiéndose a su hijo.

Los Chicos Malos de la Cocina

Cuando era niño, solía vivir con mis padres en una casa muy antigua. La cocina tenía una estufa de hierro, de esas que se usaban para calentar la comida con las primeras hornillas de gas. En la sala de estar permanecía el sofá de mis abuelos y varios cuadros de la familia completa. Era un lugar acogedor pero también tenía sus cosas siniestras.

Todas las noches por ejemplo, sufría horribles alucinaciones en las que creía escuchar voces fuera de mi habitación. Hablaban acerca de mí como si estuvieran espiándome y yo no les podía ver. Solo podía quedarme escondido entre las sábanas, oyéndoles.

—¿Ya se ha dormido?

—No, sigue despierto todavía. Se hace el dormido bajo las sábanas para despistarnos.

Mierdas como esas eran las que decían. Y me quedaba aterrado al escucharles aquellas cosas, seguidas de risas maliciosas que parecían provenir de todas partes. Lo peor era cuando sus pasos se acercaban corriendo a mi recámara y yo pensaba que iban a entrar para hacerme algo.

Por supuesto, aquello se fue quedando en el olvido con el paso del tiempo. Nadie me creía cuando lo contaba y al ir creciendo, llegué a la conclusión de que no eran más que pesadillas.

Las casas tan grandes y antiguas pueden intimidar bastante a un niño.

Tiempo después habría de seguir mi propio camino, tú sabes, alquilarme un piso en la ciudad más próxima para ir a la universidad, conocer a alguien y todo eso. Para ese entonces, “los chicos malos de la cocina”, (que era como yo llamaba a esas impertinentes voces), no eran más que un mal recuerdo que ni siquiera se había molestado en salir a la superficie de mi subconsciente.

Exámenes, trabajo, ligoteo, responsabilidades y aventuras varias hacen que todos los traumas infantiles parezcan una nimiedad. Sin embargo…

Sin embargo, hace unos días que me he mudado a un nuevo apartamento. Es muy distinto a mi hogar de infancia, todo tan nuevo y moderno. No pude evitar comparar cada habitación con los pocos detalles que recordaba del sitio donde viví con mis padres. Al principio, la nostalgia me embargó. Hasta que mi hijo de seis años me contó algo muy extraño.

—Tengo un nuevo amigo que se llama Ben —me dijo.

Amigos imaginarios. Típico de los críos.

—¿Ah sí?

—Pero hoy me he molestado con él.

—¿Y eso por qué? —le pregunté, mientras acomodaba libros en una estantería.

—Por qué dijo que cuando eras niño, él y sus amigos solían hacer que te cagaras en los pantalones.

—¿Cómo dices? —me reí, aunque probablemente debí haberlo reñido por usar ese lenguaje. Y entonces, mi hijo comenzó a darme una descripción muy detallada de como solía ser mi casa, de lo que este chico, llamado Ben y sus amigos, solían hacer para asustarme en las noches.

—Él dijo que tú solías llamarlos “los chicos malos de la cocina”. ¿Es cierto eso, papá?

Me quedé paralizado.

—No hagas caso, hijo. Tu amigo solo está celoso.

Creo que no me va a gustar vivir aquí.


Calificación:






miércoles, 22 de julio de 2020

¿Qué es un creepypasta?

Un creepypasta es una historia de terror corta, recogida y compartida a través de internet en distintos foros, blogs y videos de YouTube.

Son relatos que tienen la intención de asustar e inquietar al lector, además de ser de dudosa procedencia, lo que en algunos casos realmente hace que nos cuestionemos su veracidad. Se podría decir que son la versión moderna de las Leyendas Urbanas.

Hasta donde se sabe el término "Creepypasta" y  "Creepypastas" nació en 4chan más o menos en el año 2006. 

No se sabe muy bien cuales fueron los primeros Creepypastas de internet, pero sí es sabido que la leyenda de Polybius es uno de los más antiguos. En la actualidad existen muchos géneros de esta narrativa y también hay historias que califican como "de culto", para los amantes del terror, les dejamos algunos de los creepypastas más famosos de internet.

SCP-409 Cristal Contagioso

Ítem #: SCP-409

Clasificación del Objeto: Keter

Procedimientos Especiales de Contención: Bajo ningún concepto debe realizarse contacto físico con SCP-409. Cualquier cosa que haga contacto físico con SCP-409 debe ser aislada en cuarentena inmediatamente, junto con cualquier material que se haya usado en el transporte del sujeto. SCP-409 debe guardarse en un cajón de granito en todo momento. Cualquier transporte de SCP-409 debe hacerse en un recipiente sellado de granito. Los residuos de los efectos de SCP-409 también deben sellarse en contenedores de granito junto con las herramientas utilizadas para meter dichos residuos.

Descripción: SCP-409 parece ser un enorme cristal de cuarzo, de aproximadamente 1,5 metros (5 ft) de alto y 0,6 metros (2ft) de ancho. Cualquier objeto que entre en contacto con SCP-409 comenzará a cristalizarse después de tres horas. Este efecto se producirá en cualquier material que no sea granito. La cristalización se extenderá aproximadamente 2,5 cm (1 pulgada) por minuto, hasta transformar el objeto u organismo por entero, por dentro y por fuera. Los sujetos reportan este efecto como extremadamente doloroso, y similar a la congelación. Tras completarse la cristalización, el objeto comenzará a crujir y agrietarse por aproximadamente veinte minutos, antes de estallar en mil pedazos con gran fuerza.

Todo lo tocado por el fragmento o que toque el fragmento comenzará inmediatamente a cristalizarse. Desde este punto, nada puede revertir el efecto en materia orgánica, ni siquiera la amputación de las áreas afectadas. La materia inorgánica sólo se cristalizará por unos pocos centímetros alrededor del punto de contacto. SCP-409 fue recuperado en [DATOS BORRADOS], bajo una pila de fragmentos de cristal a muchos metros de profundidad. Durante la recuperación, las pérdidas de personal fueron numerosas.

Anexo 409-1: Por sugerencia del Dr. [500-0021D], el sujeto 409-D5 fue expuesto a los efectos de SCP-409 y se esperó hasta que quedara severamente "cristalizado". Después de eso, recibió un tratamiento con SCP-500. Se logró una completa recuperación en 9 días. El sujeto informó que aún seguía sintiendo dolor en las partes de su cuerpo que habían sido "cristalizadas", incluso después del tiempo estimado de recuperación. El dolor desapareció 13 días después del tratamiento. Se desconoce si el dolor de esos 4 días era psicológico o real.

Anexo 409-2: Pese a las numerosas pruebas, no se ha obtenido ninguna información en cuanto a por qué se produce la cristalización. SCP-409 y los fragmentos que ha creado son indistinguibles de cualquier otro cristal de cuarzo. El efecto parece ser similar a una "siembra", una formación pre-existente de cristales se añade a una solución, haciendo que el cristal "crezca". SCP-409, sin embargo, parece que hace esto con toda materia sólida, y no necesita permanecer en contacto. Sigue siendo desconocido cómo es esto posible, por qué SCP-409 es único entre todos los demás cristales de cuarzo, y por qué el granito es el único material inmune.