En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier granero o granja a la que puedas llegar por tus propios medios. Cuando entres, haya o no alguien dentro debes preguntar por quien se hace llamar "El Portador del Ego". La habitación se llenará inmediatamente con agua que es blanca y opaca al mismo tiempo. Descubrirás que puedes respirar mientras estás sumergido en el, sentirás que tu conciencia se escapa, de inmediato verás todo y nada; sabrás que así se siente la muerte.
Una eternidad pasará.
Te encontrarás de pie en la misma granja, con un cigarrillo encendido que parece estar suspendido en el aire, debes tomarlo y dar una profunda fumada. El humo traerá el peor dolor que hayan sentido tus pulmones, no debes exhalar o no será solo humo lo que expulses... Lentamente el humo tomará tu forma, al principio de manera etérea, pero a medida que pase el tiempo desarrollará huesos, músculos y tejidos. Su rostro sin piel te gritará: "¿Quién quiere saber?". No debes contestar, ni siquiera pestañees, el te gritará aún mas fuerte que antes y sentirás como se sacuden los cimientos del mundo con su voz. Si permanece inmóvil hasta ese punto puedes responderle: "Quiero saber". Si se ha movido ya debes estar experimentando una eterna oscuridad.
Tu doppelganger despegará como un hombre poseído, corriendo a través de laberintos y cercas que parecieran brotar de la nada. Si te tomas el tiempo de mirar las paredes del laberinto el se habrá ido hace mucho tiempo y tu castigo será vagar para siempre en ese lugar.
Cuando llegues al final del laberinto verás ante ti todos tus recuerdos y experiencias, estos permanecerán contigo por el resto de tu vida y podrás recordar con perfecta claridad todo lo que te haya pasado. De repente recordarás una aguja que ha estado en el bolsillo de tu chaqueta por quién sabe cuánto tiempo.
Esta aguja es el Objeto 147 de 538. La realidad misma es perforada por ella.
Una eternidad pasará.
Te encontrarás de pie en la misma granja, con un cigarrillo encendido que parece estar suspendido en el aire, debes tomarlo y dar una profunda fumada. El humo traerá el peor dolor que hayan sentido tus pulmones, no debes exhalar o no será solo humo lo que expulses... Lentamente el humo tomará tu forma, al principio de manera etérea, pero a medida que pase el tiempo desarrollará huesos, músculos y tejidos. Su rostro sin piel te gritará: "¿Quién quiere saber?". No debes contestar, ni siquiera pestañees, el te gritará aún mas fuerte que antes y sentirás como se sacuden los cimientos del mundo con su voz. Si permanece inmóvil hasta ese punto puedes responderle: "Quiero saber". Si se ha movido ya debes estar experimentando una eterna oscuridad.
Tu doppelganger despegará como un hombre poseído, corriendo a través de laberintos y cercas que parecieran brotar de la nada. Si te tomas el tiempo de mirar las paredes del laberinto el se habrá ido hace mucho tiempo y tu castigo será vagar para siempre en ese lugar.
Cuando llegues al final del laberinto verás ante ti todos tus recuerdos y experiencias, estos permanecerán contigo por el resto de tu vida y podrás recordar con perfecta claridad todo lo que te haya pasado. De repente recordarás una aguja que ha estado en el bolsillo de tu chaqueta por quién sabe cuánto tiempo.
Esta aguja es el Objeto 147 de 538. La realidad misma es perforada por ella.
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