domingo, 15 de diciembre de 2019

#157 El Holder de la Misericordia

En cualquier ciudad, en cualquier país dirígete a cualquier institución mental o casa desolada en medio de algún camino, a la que puedas llegar por tus propios medios. Cuando llegues a recepción pide ver a quien se hace llamar "El Portador de la Misericordia". El trabajador cerrará los ojos mientras murmura algo inentendible, que a penas lograrás oir, golpeando el mostrador mientras lo hace. Luego hará una seña hacia el mostrador mientras abre los ojos, extiende la mano frente a el con la palma abierta, y el hombre presionará en ella un pequeño engranaje de latón de el tamaño de una moneda. Mantén la vista al frente, no mires hacia ningún lado ni gires la cabeza, ahora debes empujar la puerta delantera con la mano que sostiene el artefacto.
Si no sigues las instrucciones al pie de la letra de repente te encontrarás afuera, a cierta distancia del edificio y desde este momento, cualquier intento de conseguir este objeto resultará en tu muerte.

Si por el contrario tienes éxito, al abrir la puerta principal verás una niña parada frente a ti, con su ojo derecho vendado y un yeso en el brazo derecho, ella te preguntará con una dulce voz si puedes ayudarla. Ignórala y quédate quieto mirándola fijamente al ojo descubierto. Te preguntará otra vez y más fuerte si puedes ayudarla; Si tu silencio continúa, ella se molestará y te suplicará que la ayudes nuevamente.

Escucharás un crackido resonante y verás su brazo izquierdo romperse en dos partes por una fuerza invisible. La niña llorará con agonía mientras toma su extremidad inútil y sangrante, mientras te pide ayuda desesperadamente tu ayuda. Quédate tranquilo y no muestres empatía con ella o lo lamentarás mucho.

Si logras permanecer indiferente , sus piernas se abrirán derramando fragmentos de hueso y cuerdas de músculo sobre el pavimento mientras renueva sus horribles gritos y parece desangrarse. Se tambaleará lentamente hacia adelante, aunque pareciera que no debería poder sostenerse en pie o gritar de esa manera. No te muevas ni hables. No muestres emoción alguna ya que si logras mantenerte tranquilo, aun viendo la horrible escena del cuerpo roto de la chica, ella te alcanzará estirando su brazo derecho, tembloroso y salpicado de sangre, mientras las lagrimas caen de sus mejillas.

Toma su mano y tuércela tan fuerte como puedas, oirás un sonido repugnante y la niña jadeará de terror y dolor, incapaz de aceptar tu traición. Mírala directamente al ojo izquierdo mientras le dices: "Aún no has comenzado a sentir". La oscuridad consumirá tu visión y ya no sentirás el contacto de la niña. El débil sonido de sus sollozos se desvanecerá detrás de ti y verás un pasillo completamente blanco, brillante e iluminado. Al fondo habrá una puerta cuya única característica será una placa de acero atornillada en ella. Camina rápidamente hacia ella pero no corras, no te conviene llamar la atención.

Llegarás rápidamente a la puerta, en ese momento se apagarán todas las luces excepto la que está arriba tuyo, verás una lluvia de chispas mientras se rompen. Lee las palabras en la placa y recuerdalas ya que serán imprescindibles para escapar. Cuando las recuerdes correctamente, toca la puerta y ábrela suavemente. Antes de llegar a ver a un hombre con una larga bata blanca con el rostro oscurecido por la sombra, acércate rápidamente a el y verás como levanta sus manos cuando estes lo suficientemente cerca.

Abre tu mano, mostrando que tienes el engranaje, el hombre asentirá mientras baja los brazos. Dile esto y sólo esto: "¿Cuándo se convirtieron en los primeros? . El hombre se reirá y te contará una historia de atrocidades tremendas, narrándote la historia de los primeros objetos y la destrucción que causaron en el lejano mundo que los contenía. El conocimiento por sí mismo es un anatema para nuestra realidad y fácilmente podría destrozar tu mente si no lo comprendes.

Al final del cuento, el hombre extenderá su brazo izquierdo, su carne plagada de símbolos arcanos, palabras desconocidas y otros tallados. Alrededor de su muñeca verás un reloj extremadamente viejo y descompuesto, quítaselo y susurra las palabras escritas en la puerta. Si tu memoria es perfecta te encontrarás en la recepción del lugar que utilizaste para este viaje. Si no es así, tendrás el privilegio de presenciar en primera persona el poder de los objetos, durante el tiempo que tu alma exista.

Si has sobrevivido puedes salir del inmueble sin efectos nocivos duraderos. El reloj es de tu posesión y debes guardarlo, úsalo y llegarás a tiempo, tu tren jamás llegará tarde, tu vuelo jamás se retrasará y ninguna circunstancia terrenal te impedirá llegar a tus citas. Al presionar el engranaje de latón ubicado al centro del reloj, nunca envejecerás y tu cuerpo no reflejará su edad.

Pero ten cuidado, mientras el reloj adorne tu muñeca, tu percepción del tiempo disminuirá, los segundos se volverán minutos y las horas en días. Si alguna vez te quitas el artefacto tu verdadera edad volverá diez veces. Úsalo con cuidado y nunca, bajo ninguna circunstancia permitas que los objetos se reúnan.



El Reloj es el objeto 157 de 538, sería prudente temerle al tiempo que queda.




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