En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a alguna institución mental o centro de rehabilitación al que puedas llegar por tus propios medios. Cuando llegues a la recepción di que vas a visitas a quien conocen como "El Portador de la Piel". Si el recepcionista te mira, no deberías haber ido, y si te ignora debes retirarte por donde llegaste.
Afuera encontrarás una gran carpa de lona, alrededor de ésta, verás muchas sillas con mesas de pícnic en las que estarán sentadas todas las personas que te han importado, elige a la persona que más amas y sostenla en tus brazos mientras comienzan los gritos. Debes elegir a la persona correcta, cuando el momento llegue no cierres tus ojos o removerán los parpados de tu cabeza y verás de todos modos. No sueltes a tu amado hasta que eventualmente se deslice de tus manos mientras caes inconsciente.
Al despertar estarás desnudo en el desierto con bestias desgarrando tu piel. Sus dientes serán de vidrio, su piel de carbón encendido y sus ojos de alambre de púas. Si sus parloteos no te revientan el corazón, estás condenado. Grita y te dejarán, el sol abrazador y tus nervios agonizantes son el único consuelo que te queda. Si guardas silencio mientras hacen su trabajo eventualmente vendrá un hombre a espantarlos. Cuando se estén yendo levanta la mano y tómale el brazo sin importar como se sienta, entonces pregúntale antes de alejarte: "¿Lo sabre?"
Al despertar estarás desnudo en el desierto con bestias desgarrando tu piel. Sus dientes serán de vidrio, su piel de carbón encendido y sus ojos de alambre de púas. Si sus parloteos no te revientan el corazón, estás condenado. Grita y te dejarán, el sol abrazador y tus nervios agonizantes son el único consuelo que te queda. Si guardas silencio mientras hacen su trabajo eventualmente vendrá un hombre a espantarlos. Cuando se estén yendo levanta la mano y tómale el brazo sin importar como se sienta, entonces pregúntale antes de alejarte: "¿Lo sabre?"
Él se reirá de ti antes de devolverte la piel, muerdete la lengua contra la arena desgarradora hasta que se vaya y entonces ponte de pie, en tus manos habrá una caja, voltéate y déjala en el escritorio de la recepción, cuando ella te permita ir uno de tus dientes se caerá.
Tu diente es el objeto N° 336 de 538. Ahora sabes donde morder.
Tu diente es el objeto N° 336 de 538. Ahora sabes donde morder.
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