En cualquier ciudad, en cualquier país; ve a cualquier cementerio a media noche al que puedas llegar por tus propios medios. Busca a algún sepulturero cavando una tumba fresca y pídele visitar la tumba de quién se hacía llamar "El Portador de los Agujeros", si comienza a reír no digas nada mientras sales de la tumba y te alejas de ese lugar.
Cuando ya no puedas escuchar la risa cierra los ojos, contén la respiración y salta dentro de la tumba. Si chocas contra el suelo haz las paces con tu Deidad personal porque la tumba está a punto de sellarse contigo en ella; Si golpeas el agua quédate debajo o de lo contrario los seres que ahí viven te desgarrarán con los dedos. Debes nadar hacia abajo hasta que pases por un espacio estrecho, una vez que salgas estarás fuera del agua. Bajo ninguna circunstancia debes mirar por donde viniste.
Una vez fuera del agua verás a un hombre sentado en un círculo de luz, sin camisa, con las costillas sobresaliendo de su piel, sosteniendo un collar. El hombre seguirá rascándose los brazos hasta que sangren y solo responderá a la pregunta: "¿Por qué no podemos volver?
Detendrá sus rasquidos y te mirará con una sonrisa mientras sus ojos se derriten revelando dientes que recubren sus cuencas, fija tu mirada en la suya sin apartarla pase lo que pase. Mientras su mirada se desgarra en la tuya, te explicará por qué no puedes regresar, te hablará de todos los puentes que se han quemado, todas las líneas cruzadas, todas las oportunidades de perdón destrozadas por los buscadores que anhelan un final que jamás lograron. No entiendo. Te darás cuenta de cuántas atrocidades similares has cometido, pero no bajes la cabeza ni te avergüences, ya te has encontrado con la mirada del Portador y no hay vuelta atrás. No digas nada hasta que haya terminado, luego agradece al hombre y sumérgete rápidamente en el agua antes de que tenga la oportunidad de detenerte.
Despertarás al amanecer en el cementerio, recostado en la misma tumba a la cual saltaste, alrededor de tu cuello estará el collar que usaba el Portador. Nunca debes quitártelo o te convertirás en su sucesor.
Ese collar es el Objeto N°428 de 538. No hay vuelta atrás.
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