domingo, 4 de agosto de 2019

El árbol de manzanas

Al escuchar la noticia, Jorge palideció.

– Conseguirás otro trabajo, Jorge – dijo el viejo García –; eres muy habilidoso. Además te indemnizaré bien por tus años de servicio.

Él no quería otro trabajo; había estado a cargo de la granja durante años pensando que sería el dueño algún día, dado que el anciano no tenía familiares vivos. Jorge quedó sin habla mientras se miraba las manos impotentes sobre la mesa.

– Jorge…, no me queda mucho tiempo de vida, es hora de darme los placeres que siempre deseé.

Tenía razón en lo primero: no le quedaba mucho tiempo de vida.

– ¿Se toma una copa conmigo, jefe? – preguntó Jorge – Por los buenos tiempos.

El empleado puso veneno en la bebida del anciano, y a los pocos minutos éste quedó en el suelo echando espuma por la boca.

Deshacerse del cadáver fue fácil; tenía cientos de hectáreas para enterrarlo. Eligió un punto junto a una calle de tierra, alejado del casco de la granja, y fue a enterrarlo esa misma noche. La luna llena lo observaba mientras cavaba, pero cada vez que él la miraba ella se ocultaba entre las nubes negras, pues la vergüenza ajena que ella sentía no le permitía mirarlo de frente.

Los años pasaron y nadie sospechó del asesinato. El viejo García viajaba mucho, y al no tener familia que notara pronto su ausencia, rastrear su paradero fue una tarea imposible.

La granja tenía una gran cantidad de animales y cultivos que le permitieron a Jorge darse una gran vida. Se casó, tuvo muchos hijos y aún más nietos, y todos vivieron felices en las tierras que habían pertenecido al viejo García. Solo había un terreno prohibido: aquel que se encontraba cercado para que nadie llegara por casualidad al punto en donde el anciano estaba enterrado.

Un día comenzó a crecer un árbol en ese sitio; un árbol de manzanas. No era un árbol común, tenía algo diferente; una tristeza que se le notaba en las raíces que salían de la tierra con desesperación, un rencor que deformaba la esencia misma del tronco, un odio que retorcía sus ramas haciéndolas ver como brazos ávidos de un cuello humano.

Jorge vivió una larga vida, y celebró sus noventa años en la granja con toda su familia. Globos y guirnaldas coloreaban el lugar, y la música era tan alegre que hasta Jorge se movía al ritmo sentado en su silla de ruedas. Sus hijas y nueras habían llenado una mesa de comida elaborada con la mayor dedicación, y sus hijos asaron carnes siguiendo las enseñanzas que él les había dado cuando eran niños. Pavo, pato, res, ensaladas y pasteles; Jorge probó un poco de cada uno de los platos.

El jolgorio se detuvo cuando su nieta adolescente cayó al suelo de repente. Trataron de reanimarla pero no hubo caso, fue una muerte súbita. De todos modos hubo poco tiempo para ayudarla, pues enseguida cayó su hijo mayor. Instantes después falleció una de sus hijas, y enseguida otra de sus nietas. En pocos minutos vio a todos morir.

Jorge giró la cabeza y miró el árbol, que seguía allí, deforme, observándolo y juzgándolo; y vio que al costado de éste había una escalera. Quedó en silencio mientras se miraba las manos impotentes sobre la mesa, manos que temblaban frente a un plato con una porción de pastel que no había llegado a probar: un pastel de manzana.




Calificación: 



sábado, 3 de agosto de 2019

Este hombre de los sueños

Enero de 2006, en New York, la paciente de un psiquiatra dibujó el rostro de un hombre que había aparecido repetidamente en sus sueños. En muchas ocasiones, el hombre de calva incipiente, cejas gruesas y labio superior corto, le daba consejos sobre su vida privada. La mujer jura que nunca ha conocido al hombre en su vida.

El retrato del hombre yació olvidado en el escritorio del psiquiatra durante varios meses hasta que otro paciente reconoce esa cara y dice que el hombre lo ha visitado a menudo en sus sueños. Este nuevo paciente también afirmaba que nunca había visto a ese hombre en su vida.

El psiquiatra envió el retrato a algunos de sus colegas que trabajaban con pacientes similares. En unos pocos meses, cuatro pacientes reconocieron al hombre como una presencia frecuente en sus propios sueños. Todos se refirieron a él como este hombre.

En poco tiempo, al menos 2000 personas habían afirmado haber visto a este hombre en sus sueños, en muchas ciudades de todo el mundo.

Por el momento no existe una relación comprobada o un rasgo común entre las personas que han soñado con este hombre. Además, ningún hombre vivo ha sido reconocido como parecido al hombre del retrato por las personas que lo han visto en sus sueños.


Se han desarrollado varias teorías para explicar la presencia misteriosa y recurrente de este hombre en los sueños de diferentes personas no relacionadas entre sí. Las siguientes teorías son las que suscitan el mayor interés entre los propios soñadores.

Teoría arquetípica; según la teoría psicoanalítica de Carl Jung, este hombre es una imagen arquetípica perteneciente al inconsciente colectivo que puede surgir durante diferentes etapas del desarrollo emocional, durante cambios dramáticos en nuestras vidas o durante circunstancias estresantes en sujetos particularmente sensibles.

Teoría religiosa; según esta teoría, este hombre es la imagen del Creador, es decir, una de las formas en que Dios se manifiesta hoy. Esta es la razón por la cual los soñadores sienten decididamente la necesidad de mencionarlo habitualmente.

Teoría del viajero de sueños; es la teoría más interesante y la que tiene las mayores implicaciones, pero también tiene la credibilidad científica más baja. Según esta teoría, este hombre es una persona real, que puede entrar en los sueños de las personas a través de habilidades psicológicas específicas. Algunos creen que en la vida real este hombre se parece al hombre de los sueños. Otros piensan que el hombre en los sueños se ve completamente diferente de su contraparte de la vida real. Algunas personas parecen creer que detrás de este hombre hay un plan de acondicionamiento mental desarrollado por una gran corporación.

Teoría de imitación de sueños; esta es una teoría científica psicosociológica que afirma que este fenómeno ha surgido casualmente y se ha desarrollado progresivamente por imitación. Básicamente, cuando las personas están expuestas a este fenómeno, quedan tan profundamente impresionadas que comienzan a ver a este hombre en sus sueños.

Teoría del reconocimiento diurno; esta teoría afirma que las apariciones de este hombre son puramente casuales. Normalmente no recordamos con precisión los rostros que vemos en nuestros sueños. La imagen de este hombre sería un instrumento que, al verla de casualidad, facilita el reconocimiento de una imagen onírica indefinida.


viernes, 2 de agosto de 2019

Wendigo


Localización: Región de los grandes lagos, E.E.U.U. y Canadá

Origen: Pueblos nativos de zona.
Aspecto: Humanoide
Temperamento: Agresivo
Tamaño: 2 metros aproximadamente.
Equivalentes: El Mohán (Colombia)


Antecedentes:


El mito más popular sobre en Wendigo cuenta que hace mucho tiempo un gran cazador se perdió en el bosque y al alimentarse de carne humana para sobrevivir fue castigado transformándose un monstruo muy ágil, de grandes manos dotadas de garras que le sirven para alimentarse de carne humana. 
Puede personificarse como el viento soplando sobre la copa de los árboles o como un espíritu, también puede ser un ser musgoso que habita lo profundo de el bosque o en el peor de los casos una híbrido entre bestia y humano. El Wendigo llama a sus presas por su nombre éstas al escuchar su llamado se internan en el bosque inevitablemente perdiéndose para siempre como alimento de esta criatura.
También suele describirse como un corpulento espíritu del bosque que posee un blanco pelo y se alimenta de musgos, aunque otras historias dicen que comía guerreros que se aventuraban demasiado profundo en los grandes bosques desiertos y helados del norte de E.E.U.U y Canadá.

Otra leyenda dice que el primer Wendigo fue un hombre mortal quien fue traicionado por su amada y para vengarse la mata y se come su corazón, sin embargo, en lugar de poder saborear su venganza, sintió como su corazón se congeló convirtiéndose en una bestia capaz de alimentarse solo de este órgano.





jueves, 1 de agosto de 2019

#032 El Holder de la Velocidad

En cualquier ciudad, en cualquier país, puedes ir a cualquier institución mental o centro de rehabilitación donde pueda llegar por ti mismo. Dirígete a la recepción y pide visitar a aquel que se hace llamar "el portador de la velocidad". El empleado debería quedarse inmóvil. Mira a tu alrededor; si todo lo demás quedó inmóvil, estás en el camino correcto. Si no lo está, nadie sabrá sobre tu fallecimiento. Esto lo empeorará aún más.

Notarás que moverte y respirar se volverán gradualmente más difícil; esto es de esperar, ya que el aire también está inmóvil. Debes explorar cuidadosamente los pasillos que te rodean, pensando en tu primer gran fracaso, pero ten en cuenta que, si tardas demasiado, te sofocarás.

Tu objetivo es encontrar un niño que todavía se mueva entre todas las formas escultóricas circundantes. El niño se acercará a ti con una pelota y te la entregará. Presta atención a cómo se sostiene la pelota. El niño entonces declarará: "Tú la traes". Para luego salir corriendo de la habitación, riendo.

Lo que tendrás que hacer es devolverle la pelota. Ten cuidado de no dejarte engañar por la voz que resuena en los pasillos, porque el tiempo perdido significa que estás más cerca de la muerte por asfixia. A medida que pasa el tiempo, el aire será más difícil de atravesar, lo que requerirá una mayor resistencia; el calor abandonará lentamente tu cuerpo; gotas de agua perforarán tu piel. Lo más probable es que quedes cegado, sordo y mutilado durante esta persecución. La visión se te verá afectada a medida que todo se oscurecerá lentamente, ya que incluso la luz misma se está deteniendo.

Es seguro que encontrarás al niño en uno de los pasillos, debajo de un haz de luz; podría provenir de una ventana, una lámpara o cualquier fuente de luz similar. Debes devolverle la pelota de la misma manera en que te la dio e intentar escapar, dando continuidad al juego.

Si tienes éxito, el aire ya no será pesado. Notarás que cada lugar por el que pasaste se dañará hasta cierto punto. Dependiendo de dónde terminó la prueba, es posible que tengas que dar muchas explicaciones a la administración de la instalación y de alguna manera evitar el encarcelamiento.

Si fallas, el niño una vez más te entregará la pelota tan pronto como seas alcanzado. Luego volverá a declarar "Tú la traes" y correrá por los pasillos. Probablemente mueras, atravesado por la humedad del aire y te sofoques, antes de poder alcanzar al niño por segunda vez.

Tu agilidad recién descubierta es el objeto 32 de 538. Mencionar al niño ante los demás te hará ganar, al principio, desprecio y ridículo. Mencionarlo por segunda vez es invitar a tu fallecimiento a manos de todos los que estén cerca. Si tienes suerte.


miércoles, 31 de julio de 2019

#031 El Holder del Silencio

No hables. No suspires. Apaga cualquier dispositivo de sonido; aplástalo si es necesario. Envía lejos a tus amigos y familiares. Nunca los vuelvas a ver. Y sofoca a ese maldito perro.

Dispara a los vecinos. Quieren romperlo.

El silencio ¿lo oyes?. Puro y dorado, todo para ti. No habrá clamor, jadeo ni lucha, mientras mantengas el silencio.

Camina al instituto. No hagas ruido y no permitas que otros arruinen tu silencio; sus puños, pistolas y balas no deben detenerte.

No deben romper el silencio.

Cuando llegues al instituto, entrégale al empleado de la recepción un papel en blanco, ellos lo entenderán.

Serás llevado profundamente al instituto. Mientras tanto, disfruta de tu silencio: aplastándote, enloqueciéndote. Quiere destruirte para que puedas ser parte de él.

¿Escuchas eso? ¿La sangre corriendo por tus venas? Eso debe ser silencioso. Arráncate ese ruidoso corazón, pues ofende con sus latidos al letal silencio y debe ser dejado de lado.

Continúa caminando, debes caminar, y estar rodeado de silencio.

Levanta muros en tu mente para defender el silencio; crea castigos para quienes lo rompan.

Cuando llegues a tu celda, tendrás la necesidad de hablar una última vez, pero no querrás hacerlo. Simplemente querrás mantener el silencio, que te rodeé, que esté cerca de ti. Lo harás por un rato.

Porque ese silencio es el objeto 31 de 538. No debe romperse.

Arte por Brian Luong.