martes, 18 de febrero de 2020

#053 El Holder del Yunque

En cualquier ciudad, en cualquier país del mundo, puedes ir a cualquier institución mental u hospital donde puedas llegar por ti mismo. Dirígete al sector donde atiendan urgencias y dile al recepcionista que deseas ver a aquel que se hace llamar "el portador del yunque". Un momento, una hora, un eón pasará delante ti, verás cada fallo del mundo reflejado en sus ojos. Verás el final de las cosas: hijas arrancando tirones de carne de sus madres con ganchos de acero y hueso, padres festejando con los ojos de sus hijos moribundos, y entonces sabrás que te ha transmitido su tormento. Su angustia será tuya ahora y la única forma de escapar de ello es aceptarlo, dejar que tus lamentos se unan a los suyos, pero no des ninguna señal de entender lo que pasa o el recepcionista se alejará y toda tu esperanza con él.

Pasará un eón, una hora, un momento y el empleado, bajará los ojos en señal de derrota, se girará y abrirá la puerta detrás de él. Síguelo con cuidado; él es traicionero y te dejará en lugares oscuros donde tus gritos nunca serán escuchados, tus huesos nunca serán encontrados. Al final de este camino, cuando cráneos de bebés crujan bajo tus pies, encontrarás a un joven encadenado a una losa de hierro irregular. Tu guía dará media vuelta hacia ti, te ofrecerá un martillo y una daga, una en cada mano. Si tomas la daga, abandonarás tu búsqueda y deberías rogar por un final rápido, pero no pasará. Debes tomar el martillo y, cuando lo hagas, clavarlo en la cabeza del joven con todas tus fuerza. Aunque la víctima sea inocente, no permitas que la misericordia te venza, pasado esto, no volverás a sentirla nunca más, la sangre cubrirá los cráneos a vuestros pies. Serás devuelto a tu mundo fuera de la institución. El martillo aún estará en tu mano; la sangre nunca podrá ser lavada. Su sed ha sido satisfecha por ahora.

Ese martillo es el Objeto 53 de 538. Solo podrá ser usado una vez más, para dividir el mundo y encontrar el corazón secreto que late dentro. Ora para que la tuya no sea la mano que la maneja.


lunes, 17 de febrero de 2020

El Viaje

Junto a mis compañeros de clase hacíamos viajes a lugares diferentes a disfrutar, pero esta vez fue diferente, fuimos a un bosque a un lugar llamado la ruta 45. Fue un lunes a las 1:00 A.M, éramos 12 en un oscuro camino, y yo estaba charlando con unos cuantos de mis compañeros. Cada vez la oscuridad se hacía más intensa el grupo comenzaba a ponerse nervioso, los calmé diciendo que pronto llegaríamos al destino, seguimos caminando. Después de 20 kilómetros de viaje el autobús se pinchó una rueda, el conductor perdió el control y el bus comenzó a girar para luego salir del camino y volcarse en la orilla.

Después de sacar a todos mis compañeros que salieron lastimados, encontramos una casa que se veía en muy malas condiciones pero al menos para pasar la noche estaba bien. Mi compañero me pregunto:

—¿Estás seguro que podemos quedarnos aquí?

—No te preocupes esto es seguro— Contesté.

Me senté con mis compañeros a contar historias de terror, 10 minutos después el conductor desapareció, era extraño. Sentí un frío que me puso nervioso, se nos hizo extraño que nuestros compañeros parecían hacerse menos en cada minuto, pero no fue evidente hasta que desapareció la novia de un amigo, el fue tras ella y lo último que oímos de su boca fue un asustado grito fuerte, quedábamos 10 en ese momento.

Un compañero murió por estar nervioso y meterse muchas drogas. Otro se suicidó sin que lo notáramos, hasta que quedamos 5, después de un rato 3... y en un momento solo yo quedaba asustado agache la cabeza abajo de la mesa llorando una voz me erizo los pelos mientras decía:

—Ahora solo faltas tú.

—¿Qué quieres de mí? ¿Porque mataste a mis amigos?— le pregunté pero no obtuve respuesta. —¿Dónde estás?

—Atrás de ti—. Contestó una voz a mis espaldas.

Me voltee tan rápido como pude.

Después de unos días los policías encontraron los cuerpos de algunos de los jóvenes pero nunca resolvieron el caso.


Calificación:

Una Sombra [Micropasta]

Eran las 3 de la mañana y aún seguía despierto viendo la televisión. Fui a la cocina a beber un vaso de agua y en la ventana de esta sala me percaté de que una sombra extraña estaba observándome.
Temeroso le pregunté qué se creía que hacía, a lo que me dio una respuesta bastante extraña:

Nada, solo espero a que un niño tonto me deje pasar y no dejar pruebas.




domingo, 16 de febrero de 2020

#052 El Holder del Asco

En cualquier ciudad, en cualquier país, puedes ir a cualquier institución mental o centro de rehabilitación donde puedas llegar por ti mismo. Dirígete a la recepción y pide visitar a aquel que se hace llamar "el portador del asco". La cara del empleado se pondrá un poco verde, se excusará y luego caminará al baño más cercano. Una mujer aparecerá a tu lado, es la supervisora, te pedirá que la sigas. Obedecerla, por ahora.

Ella te llevará a una puerta simple con un número; puede que lo recuerdes de otro lado. Casi como si hubieras estado aquí hace mucho tiempo. No te diré cuál será el número en la puerta, pero si no es el correcto, tu destino será de dolor y náuseas eternos. Si el número es el correcto, se encontrarás en una habitación que se parece mucho al estómago de una persona. Verás que los alimentos se digieren, deambulando por las vías inferiores del ciclo digestivo. Lucirá mucho más horrible de lo que jamás hayas imaginado.

Simplemente espera hasta que veas una puerta caer en la habitación, luego entra. Si no puedes ingresar, entonces serás digerido lentamente, como todo lo demás allí.

Si logras pasar por la puerta, te encontrarás en una habitación con paredes puras y blancas. Esas son una de las pocas cosas que no ponen loco a este Portador. Recuerda que no eres una de estas cosas, así que prepárate para correr tan rápido como puedas si es necesario. Acércate a la chica en medio de la habitación y pregúntale:

¿Qué consideras puro?

Ella te mirará fijamente y abrirá la boca, como intentando hablar. Pero no conseguirá hacerlo, y en su lugar vomitará en el suelo. Cierra los ojos mientras la oigas vaciar el estómago.

Cuando ya no escuches nada, vuelve a abrir los ojos y camina hacia donde estaba la chica. Recoge las pastillas a tus pies.

Estas píldoras son el objeto 52 de 538. Ingerir una te hará desaparecer como lo hizo la chica.


sábado, 15 de febrero de 2020

Directo al Infierno

A Rocío no le agradaba mucho la idea de ser la chica nueva en el barrio, ya que le costaba mucho hacer amigos. No disfrutaba de la soledad, pero en ese momento era lo único que tenía.

Al paso de los días solo un chico se acercó a ella, no se trataba del mejor candidato para incluirla en un círculo social, porque las personas lo catalogaban como “raro”, pero Rocío se sentía bien en su compañía. Él era nieto del anticuario y solía siempre traer alguna cosa en las manos para mostrársela a su nueva amiga. Así se les iban las horas volando, adjudicando historias para cada cosa nueva.

Al tomar más confianza, el chico decidió llevarla a la tienda, para que el abuelo le mostrara objetos más interesantes. Entre ellos una llave antigua, que según dijo, servía para abrir las puertas del mismo infierno. Los tres lo tomaron a broma, pues les era muy difícil creerse esa teoría, y por supuesto, el anciano nunca lo había comprobado.

Sin embargo el jovencito tenía otra cosa en mente, quería llevarla a la habitación donde guardaban armaduras, joyas y cosas realmente valiosas. Intentaron entrar cuando el abuelo fue a atender a un cliente, pero la puerta estaba trancada, no a propósito, simplemente la cerradura no servía; entonces el chico le pidió a Rocío que le acercara algo para empujar el mecanismo.

Lo más cercano que tenía era la llave, que el señor había dejado sobre el escritorio, y eso fue lo que le dio al muchacho.

Cuando la acercó a la cerradura un resplandor rojo se vio debajo del portal, y una vez dentro la llave cambió para ajustarse perfectamente al mecanismo. En su segundo la puerta se abrió, dejando salir un humo denso y oscuro.

Después de eso todo fue gritos y desesperación, cuando los vecinos acudieron a ver lo que sucedía, solo encontraron al pobre anticuario tirado en el suelo, llorando y diciendo que el Demonio salió por esa puerta y se llevó a los niños, directo al infierno.


Calificación: