viernes, 24 de julio de 2020

#063 El Holder de la Condenación

En cualquier ciudad, en cualquier país, puedes ir a cualquier institución mental o centro de rehabilitación donde puedas llegar por ti mismo. Dirígete a la recepción y pide sin vacilar visitar a aquel que se hace llamar "el portador de la condenación". El empleado negará espantosamente saber cualquier cosa al respecto, pero secretamente te deslizará una llave sin dientes con una "Â" grabada en ella, y te señalará un pasillo. Al final del pasillo habrá una puerta perfectamente lisa, sin ninguna inscripción, salvo el pomo de la puerta. Estará hecha de una piedra preciosa más negra que la noche y si la tocas sentirás como si tu alma estuviese siendo drenada.

Al pasar por la puerta, entrarás en un pasillo iluminado. Las paredes estarán llenas de dibujos hechos por niños, que representan los sueños de uno. No mires estas imágenes, ya que su aspecto agradable es simplemente una fachada que oculta su verdadera naturaleza. Si los observas, seguramente será lo último que verás, tus ojos serán los primeros en desaparecer. El techo del pasillo goteará sangre. No levantes la vista, esto es algo que no quieres hacer. Verías los cadáveres destripados de cientos, es decir, miles de niños, empalados en el techo sobre sus propios huesos.

Si llega al final del pasillo, encontrarás una enorme puerta de hierro. A la altura de los ojos, habrá una pequeña placa deslizante. Toma la llave que te dieron antes, sostén con la mano la parte sin dientes, con la "Â" expuesta y apuntando directamente a la placa. Cierra los ojos y dale un golpe fuerte a la placa. Lo oirás retroceder. Resiste cualquier tentación de mirar, sería tu final. Espera diez segundos; cuéntalos con cuidado. Si la llave no cambia, corre. Corre tan rápido como puedas y solo detente cuando tus piernas no puedan llevarte más lejos. Sin embargo, si sientes como la llave cambia, espera hasta que escuches que la placa vuelve a su lugar y abra los ojos. En su lugar habrá un candado gigantesco. Desbloquéalo con la llave recién cambiada y entra rápidamente en la habitación, cierra la puerta tras de ti. El Portador de la Condenación desprecia la luz.

Estarás en un cuarto oscuro. No habrá luz alguna, pero escucharás una respiración dificultosa desde el rincón más alejado. No te acerques y no hables. Las únicas palabras que no resultarán en tu muerte son:

¿Quién fue el primero en unirlas?

Si lo haces adecuadamente, oirás una voz, ni masculina ni femenina, que te hablará en la mente. Pronto dejará de hacerlo y comenzará a mostrarte imágenes horribles. No grites, hagas lo que hagas, porque lo verá como un signo de debilidad y pondrá fin a tu existencia de una manera que solo los criminales locos pueden entender. Si resistes su historia, notarás que han aparecido motas de luz por toda la habitación. Un silbido llenará la habitación y progresará al grito más horrible que jamás escucharás a medida que explota cada punto de luz, iluminando la habitación. Cuando la luz se atenúe, verás los restos carbonizados del Portador en la esquina. No te muevas para ver más de cerca; los monstruos muertos aún pueden morder. A tus pies encontrarás una pequeña bolsa de terciopelo. Contiene una estrella de cristal impecable.

Esa estrella es el Objeto 63 de 538. Si se le permite brillar, su luz enloquecerá a todos los que la vean.


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