jueves, 22 de febrero de 2018

#043 El Holder de la Tierra

En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a una institución de salud mental o centro de rehabilitación al que puedas llegar por tus propios medios. Al llegar a la recepción, pregunta por alguien que se hace llamar "El Portador de la Tierra". El trabajador se reirá en voz alta, poniendo su atención a una tercera persona. Él permanecerá sentado, pero la persona a cuya atención señaló te dirá que lo sigas. No le preguntes nada mientras te lleva al cuarto de las escobas en desuso, en un lugar recóndito en el asilo.

Abrirá la puerta para ti y esperará a que ingreses primero; no lo hagas, o la escalera interior de la puerta desaparecerá y caerás sin cesar en el vacío negro y helado. En su lugar, dile: “No me atrevería a ver estos lugares antes que tú”. Si él te cree, hará un gesto y entrará, deberás seguirlo. Si él no te cree, debes estar agradecido de que te encuentras en un cuarto recóndito del asilo, de modo que nadie podrá oír tus gritos.



A medida que desciendes la escalera, oirás gritos bestiales provenientes de todos lados, pero sobre todo de arriba. Acostumbra tus ojos a la oscuridad, pues el hombre se ha desvanecido en ella, aunque sentirás que no estás solo. Nunca debes mirar hacia arriba, o los demonios y el infierno que te observan y se burlan de ti, descenderán, y rasgarán tu carne de tus huesos, drenarán tu sangre, rasgarán tus músculos y tendones, todo en un instante.

A medida que bajas, encontrarás el ambiente cada vez más sepulcral, y aunque todavía serás capaz de oír a los demonios sobre ti, parecerá como si por fin desaparecen. Todavía debes tener la máxima precaución de nunca mirar hacia arriba. Después de una cantidad increíblemente larga de tiempo, pondrás pie en tierra firme y suave otra vez. Si los demonios de la escalera han dejado de gritar, no vivirás para ver el suelo. De lo contrario, desearás que lo hagan, por ahora es tu oportunidad de hacer la única pregunta a la que la oscuridad va a responder. Debes preguntar con firmeza: ¿Cómo pueden ser detenidos?

Cuando lo hagas, lamentos espantosos se emitirán desde abajo, aunque todavía serás capaz de sentir el suelo debajo de ti. Sentirás al hombre que te trajo hasta allí. Sus ojos te perforarán, aunque no serás capaz de verlos. Nunca debes mirar hacia abajo, o tu mirada se perderá en oscuridad delante tuyo. Los lamentos seguirán, primero sin palabras, luego una fuerte voz masculina los guiará a hablar al unísono. Ellos te dirán lo único que puede evitar que los Objetos se unan, junto a todas las consecuencias si se logra hacerlo. Ellos hablarán del fuego que llueve del cielo, de los ríos que corren de color rojo sangre, y te dirán mucho más.

Cuando todo acabe, las luces se encenderán. El hombre que te llevó ahí se habrá ido. En su lugar habrá un Objeto que no debes ver en ese lugar, pues de hacerlo, te volverás completamente loco. Debes cerrar los ojos tan pronto como las luces se encienden y buscar en el suelo, a ciegas, rozar la textura cálida y áspera del Objeto. Si no cierras los ojos, verás de lo que el terreno se compone: cadáveres humanos destripados, todos sin ojos, aunque aún respirando por la boca. Si ves esto y no enloqueces de inmediato, te convertirás en uno de ellos, y te unirás a esta tierra satánica.

Si tomas el Objeto con éxito, serás transportado hacia el exterior del asilo, donde podrás abrir los ojos.

La piedra volcánica es el Objeto 43 de 538. A pesar de que sabes cómo evitar que se unan, no serás capaz de hacerlo.

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