En cualquier ciudad, en cualquier país, dirígete a cualquier sala de partos a la que puedas llegar por tus propios medios, Una vez ahí debes buscar cualquier par de gemelos que encuentres, si no hay ninguno entonces te compadezco querido buscador, porque no has sido considerado como digno de este objeto. Entonces los bebés de la sala revelarán que en realidad son demonios y se deleitaran infringiendote la más extrema de las torturas en tu alma por los eones que vienen.
Si puedes encontrar a los gemelos pregúntales por quien se hace llamar "El Portador de Géminis", la cuna que sostiene a los gemelos se dividirá en dos dejando al descubierto una escalera que se extiende más abajo de donde alcanza la vista, debes descender, la cuna se rearmará una vez hayas bajado y no habrá vuelta atrás. Si dudas en algún momento de tu cometido debes irte ahora y jamás regresar a la sala de partos.
Eventualmente, la escalera se dividirá en dos caminos idénticos y de hecho llevarán al mismo destino, pero son de hecho caminos muy diferentes.
Una escalera parece continuar por siempre pero no cuenta con peligros inminentes. Descenderás por allí durante semanas, quizá meses antes de llegar al fondo y es muy probable que pierdas tu cordura antes de llegar tan lejos. El otro tramo será bastante más corto, pero traicionero y lleno de criaturas que parecen salidas de tus peores pesadillas, ellas te harán burla y atormentarán, respirarán en tu cara y gruñirán en tus oídos, pero no pueden hacerte daño a menos que te detengas. No dudes, no retrocedas, o lo lamentarás profundamente.
Sin importar qué camino hayas elegido (pues no sabrás en cuál estarás hasta que sea muy tarde para regresar), llegarás hacia una gran puerta de piedra. Debes golpear dos y solo dos veces, a menos que desees ser partido en dos, y entra. Estarás en una cámara de piedra con gemelos idénticos de aspecto adolescente de pie en cada lado del lugar, solo uno de los dos es el verdadero Portador; el otro es un impostor. Dirígete hacia uno de ellos y pregunta:
"¿Existe un plan de reserva?"
Espero que el Infierno se apiade de ti si le hablaste al gemelo equivocado.
Preguntaste correctamente al Portador, verás repentinamente el universo entero reflejado en cada superficie de la cámara. El entonces comparará toda la existencia con el desastre que espera si son reunidos; en este punto, finalmente te darás cuenta qué tan insignificante es el universo comparado al poder de los Objetos.
Muchos pierden toda esperanza aquí, si ese es el caso, el Portador posará sus manos sobre ti, transformándote en una de las criaturas horripilantes que están esclavizadas el tramo de escaleras más corto. Pero, si contra toda probabilidad, tu determinación como Buscador permanece intacta, mira al Portador en sus ojos muertos y grita, tan fuerte como te sea posible:
“¡Véte, tú y tus ilusiones asquerosas!”
En este punto el Portador y los reflejos a tu alrededor se despedazarán; todo lo que quedará de esta cámara serán tú y un espejo rectangular pequeño, sin marco, un poco más grande que la palma de tu mano. Tómalo y aparecerás en el baño del lugar al que llamas hogar.
Si posees este espejo sientete libre de pensar en cualquier persona y un perfecto doppelgänger del individuo en cuestión aparecerá ante ti; aunque no funcionará con objetos inanimados ni otros Portadores, pues si realmente supieras quiénes son los otros es porque ya tienes sus Objetos.
Esta réplica exacta será idéntica a la persona en la que pensaste, hasta el último detalle. Sin embargo, tan pronto como el doppelgänger esté fuera de tu vista, la persona real morirá de la manera más horrorosa.
Ten cuidado a quién invocas.
Ese espejo es el Objeto 258 de 538. Ahora que ya has visto el resultado, ¿Aún te esforzarás para prevenirlo?
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