¡Ha ha ha ha!
Tic, tac, tic, tac... Click, clock, click, clock...
¡Ding, Ding!
¿Lo quieres? Apuesto que si, apuesto que si... Es una lástima que no lo conseguirás. Nunca, nunca; Ellos me lo dieron a mi y yo soy su guardián.
Es mío, siempre ha sido mío y jamás dejará de serlo. ¿Lo entiendes? Jamás podrás quitármelo. ¡No te diré cómo! ¡Mío, mío, todo mío para siempre!
¡Y eso significa que estás atascado! No tengo pistas de dónde ir, ni a quién debas preguntarle cuando necesites verme, no podrías llegar a mi aunque alguien te explique el procedimiento por completo ¿o si? Diablos, de todos modos si me vieras jamás lo sabrías.
Perdiste, todo este tiempo tu búsqueda fue inútil pues estás ciego y no hay nada que pueda ayudarte. ¿Aun así quieres intentarlo? ¡Sería como jugar ajedrez sin piezas! o sin alguna pista de como se han movido las otras piezas...
Te encontraré, se quién eres y también el resto de tus patéticos amigos buscadores. No pierdas tu tiempo en tratar de encontrarme antes de que yo te encuentre a ti. Puedes intentar huir si lo deseas pero no te será de ayuda, me refiero a que no te servirá realmente ni siquiera intentar esconderte en otro reino si me entiendes.
No lo recomiendo.
Además, no es como si supieras lo que quiero. ¡Ya tengo lo que quiero!, sin embargo no es así. Esa es la parte divertida de esto, nunca obtendrás lo que realmente deseas.
Lo que quieres es el objeto N°502 de 538, ¿Estás seguro de que lo quieres?
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