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jueves, 26 de diciembre de 2019

Oro Bañado en Sangre

Desde el lúgubre atardecer, hasta la noche; cuando la luna llena causa una sensación de vacío en nuestras almas. Cuando los autómatas secuestran, cuando el llamado se ejecuta y cuando el oro se baña en la sangre.

Las almas en pena que vagan con miseria, que se adentran en un fulgoriento baile lleno de sufrimiento y miseria; resplandece sobrepasando las lágrimas de los ahogados, todos y cada uno de ellos son, víctimas de un autómata necrófago.

Cuando él secuestra, tu vida se encuentra en un baile que resplandece en agonía, tu vida se va en una silla. Los tendones que sostienen tu pesar, serán procesados lentamente, para luego ser devorados; mágicas alucinaciones pasan en su mirada.

Su proceso implica ardor e irrelevante tortura. Cuando termina de satisfacerse, las brasa fundidas de las insaciables fauces, del que más ama su vida, terminará vagando en una bella rotonda de infinidad, donde su sangre bañará en oro.

Nadie lo conoce, su mente se disfraza de un hombre que camina, las calles se deslizan en sangre de inocentes, que cobrarán su venganza ante la bestia necrófaga; su cara se bañará en lágrimas de ignorancia, mientras que la noche inocente se adueña de él, de un autómata mentiroso.

Pútridos idiotas, creen que un alma, no escucha, no ven, no sienten… todas se sostienen al tanto de las situaciones dentro de nuestros corazones, cuando la vida que depende de él; las alucinaciones de un mundo mejor lleno de paz y amor. ¿Surgirá cuando el calor de las brasas nos envuelvan? Nuestras piernas que sostienen nuestras almas, nuestra cabeza, un mundo que no conocemos.

El halo que se demuestra y ve en el fulgoriento baile, se alza en una grotesca luna llena, el aullido del lobo, el despertar de La Bestia, el acudiendo la ayuda de alguien que no existe, llamando al ciego y al más rico, para que formen parte del majestuoso e impalpable ritual.

Consiguiendo el secuestro del autómata que desgarra carne muerta, un necrófago insolente e ignorante. ¡Ojalá te mueras en tus mismas brasas! Desollado de la realidad. Su hora de muerte ha llegado:

—¡Basta, paren! Se los suplico. ¡Soy su transformador, los que los ayudó a pasar a un nuevo mundo, con paz y armonía!

—No sabes que es el “Paraíso"...

Las brasas envolvieron al autómata, y las almas torturadas pueden relajarse en el Paraíso, porque su sangre fue bañada en oro...



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domingo, 22 de diciembre de 2019

Grabaciones Nocturnas

Eran una familia muy feliz, una pareja y dos hijos de 4 y 9 años. Su principal entretenimiento era asistir al circo y muy seguido iban a visitar los distintos shows que llegaban a la ciudad.
Una noche se enteraron de la llegada de un nuevo circo, por lo que el padre decidió llevar a su hijo menor. La noche transcurrió normal, risas y diversión hasta que el cansancio los invadió, a penas llegaron a casa cayeron dormidos sin siquiera cenar.

Al día siguiente los padres fueron a despertar a sus hijos para ir a la escuela, pero al llegar a su habitación , notaron que el más pequeño no estaba. Pensaron que se había ocultado para jugarles una broma, pero después de buscarlo un rato la desesperación comenzó a invadirlos.

Como muchas familias, tenían cámaras de seguridad en su casa, así que comenzaron a revisar las grabaciones nocturnas... entonces encontraron algo espeluznante.
Un payaso había entrado a la casa y secuestrado al menor.

—¡Es el payaso de anoche!— identificó su padre.

El hecho fue denunciado a la policía de inmediato y el menor de los hijos regresó eventualmente, pero nunca se obtuvo una clara respuesta de lo ocurrido esa macabra noche, los hechos quedaron en el olvido lentamente y el niño llegó a los 16 años de edad. El tema se descartó de las conversaciones familiares.

Una noche al rededor de las 2:45 am. un ruido que venía de la sala principal perturbó la casa. Alguién había ingresado y el joven decidió ir a revisar sin despertar a sus padres. Al bajar el chico se encontró de frente con el mismo payaso de su infancia, su cuerpo se heló completamente. Con una risa enfermiza, el payaso se acercó a el mientras desenfundaba un afilado cuchillo de carnicero.

El pintoresco intruso lanzó una puñalada directo al abdomen del joven, haciendo que cayera al suelo bruscamente. La sangre comenzó a correr por la herida y los gritos del adolescente eran horribles. Al escuchar esto los padres bajaron rápidamente a la sala. Al llegar se encontró con horror la imagen de su hijo con el estomago abierto a los pies del descontrolado payaso, quien al notar su presencia la apuñaló reiteradas veces. El padre, quien bajó luego, corrió el mismo destino y en silencio se apagaron las voces de la casa.

Los vecinos reportaron sonidos raros en la casa y contactaron a la policía, los reportes dicen que solo encontraron los cuerpos de la familia brutalmente asesinada, no se encontraron indicios de asesino alguno o el payaso. El caso jamás fue resuelto.




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viernes, 20 de diciembre de 2019

El hotel maldito

Corría el año de 1820, cuando se construyó un cementerio en un pueblo pequeño, ubicado al norte de México. En 1822 sin embargo, se optó por instalar un hotel sobre el terreno del camposanto. Los lugareños, molestos por esta falta de respeto, tomaron las armas para destruir el hotel e impedir que continuara interrumpiendo el descanso de sus difuntos. Más todo fue en vano. La rebelión se alargó por dos meses y de las ochocientas personas que peleaban, doscientos inocentes perdieron la vida.

Fue entonces cuando el gobernador del pueblo llegó a vivir con su familia dentro del lujoso sitio. Poco después empezó a sufrir extrañas pesadillas, en los que veía como la gente lloraba, agonizaba y era lastimada. En varias veces se vio a si mismo siendo torturado con un alambre de púas. Lo más raro era que al despertar, estaba lleno de heridas poco profundas pero perfectamente visibles.

Ningún médico le sabía dar explicación a dichos ataques paranormales, lo único que podían hacer era curarle las heridas. Pero los sueños siguieron y el alcalde estaba cada vez más asustado. Tanto fue el terror que se apoderó de él, que un día no lo soportó más. Asesinó a su mujer y a sus dos hijas, y acto seguido se quitó la vida.

Fueron sus guardaespaldas quienes encontraron su cuerpo inerte en su habitación, colgando desde una viga del techo con una soga áspera. Tenía la camisa desgarrada y los cortes en su piel estaban en carne viva, aun más grotescos que antes. En las habitaciones restantes hallaron a su esposa, degollada como a un animal, y a sus hijas apuñaladas.

Pero lo más escalofriante fue la nota que el gobernador dejó en su oficina, un mensaje en el que había escrito lo siguiente:

¡No quería hacerlo! Ellos me han obligado.

Al día siguiente se desató un incendio en el hotel que prácticamente lo redujo a escombros. De las veinte personas que conformaban el personal, solo dos sobrevivieron del siniestro, con terribles secuelas mentales. Afirmaban que habían visto cuerpos de desconocidos sin rostro, y siluetas oscuras que bailaban entre las llamas del fuego. Tan un solo par de días después de haber declarado ante la policía, ambas murieron y los doctores descubrieron con sorpresa, que les habían aparecido enormes heridas en la espalda.

Desde entonces, son pocos los que se atreven a acercarse al hotel en ruinas cuando se hace de noche. La gente del pueblo cuenta que, en el interior de la única habitación que quedó en pie, a veces se ve el cuerpo de un hombre colgando, así como dos niñas que ríen y juegan, y una mujer arrodillada en el suelo, que no para de llorar.

Los lugareños también han olido los sollozos de las niñas y su madre, gritos tenebrosos y cadenas que se arrastran por el suelo. Se cuenta que cada persona que ha tratado de ir a investigar, es hallada muerta a los dos días, con heridas en la piel y los pulmones perforados.



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domingo, 17 de noviembre de 2019

La Chica del Balcón

Era una noche tranquila, y la verdad, no sé, sabía que no debí salir, lo sentía, lo presentía. Soy Carolina, y tengo una historia que contarles, sobre lo que le pasó a mi amiga Anna. Este es un tema que me ha venido atormentado desde que tenia 17 años, ahora tengo 21 y no consigo paz, mi amiga... Anna, no sé qué pasó con ella, sólo no sé.

Anna y yo éramos muy unidas, cuando ella hacía algo yo también la seguía, de igual forma ella conmigo. Una noche, no sé por qué ni cómo algo me gritaba por dentro "No salgas, no... " pero por esas ironías de la vida un poco después llamó Anna, atendí el teléfono y preguntó si quería salir y yo por algún motivo, ignoré esa voz en mi cabeza que claramente y a gritos decía que no saliera, y contesté que la acompañaría. Ella emocionada me cito en la plaza, y yo, dudosa pero a la vez con cierta emoción corrí a mi pieza. Media hora después, nos vimos en dicho lugar, y salimos de ahí en su auto, íbamos por la carretera, y vimos una casa a lo lejos, vieja y fea, como era de esperarse, ella en ese momento dejó de ser la chica tranquila y cobarde de siempre, y por algún motivo se aventuró a explorar la casa, yo le supliqué que no entrara pero ella sólo me dijo que exageraba, que qué podía pasar, entonces la seguí y al entrar al sitio todo era obscuro y penumbroso, lleno de polvo y telarañas. Estábamos tranquilas ya que sabíamos que en en una situación en la que estaba la casa, el estado de ella era normal,aunque sí era algo asqueroso...

En fin, nos adentramos a la casa. Anna sólo llevaba una pequeña linterna de repuesto que sacó de su coche, yo sentía que eso estaba mal sabía que no deberíamos estar allí, pero sólo callé, Anna sólo reía, y en una expresión burlona al momento de girar, una cosa extraña que parecía una especie de mezcla entre azufre y polvo, la arrastro por las escaleras de la casa, yo solo intenté tomarla del brazo, y ella sólo gritaba, en mi desesperación, tomé un trozo de madera, y golpeé al azar, cuando esa cosa se detuvo, paré de golpear, y en ese momento me di cuenta que había matado a mi mejor amiga. Una energía que tal vez había sido desprendida de ese ser, empezó a recorrer su cuerpo, de pronto, ella abrió los ojos, me asusté y di 2 pasos hacia atrás, Anna empezó a elevarse como levitando, yo salí corriendo de allí, y sólo había corrido unos cuantos metros, cuando de adentro emanó una explosión que me dejo inconsciente.

Al despertar, vi que aparecí en mi cama, como si todo hubiese sido un sueño, entonces, llamé a mi amiga, pero no contestaba su teléfono. Salí con lágrimas en los ojos, y me resigné a asumir que mi amiga había muerto y que ese "sueño" era real, entonces conduje hasta la casa, no recordaba bien el camino pero di con el lugar, entré en ella y en ese momento la casa se "selló" completamente, no podía salir, me quedé en un rincón escondida, sólo podía escuchar voces y risas como ecos dentro de la casa. Ya eran las 1:30 am, y no podía salir de allí .

Paso 1 hora, 2 horas, hasta que por fin, una puerta se abrió, sentí mucho miedo al pensar qué la había abierto, pero no dudé en salir de esa casa por medio de ella. Ya afuera mientras corría directo al auto, sentí una brisa caliente y brusca que sopló por todo el alrededor volteé, y en el balcón de esa casa, había algo que parecía una chica, de la cual emanaba energía dorada, y estaba conformada por fuego y azufre, me dispuse a correr, pero tuve un presentimiento, y me quedé observando su rostro, el cual me pareció familiar, y... Era ella, ¡Anna! ella me observaba, y sentí su voz, ella decía que todo estaba bien, y que yo siguiera siendo feliz.

Es un ejemplo de la amistad eterna sin duda, ella me quiere, y yo a ella... Por eso, cuando veas a alguien en el balcón de tu ventana, sólo no tengas miedo, es Anna, y está allí para ayudarte a recuperar a tus amigos o está por ahí ayudando a alguien más...



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sábado, 9 de noviembre de 2019

Caras nuevas

Hola, soy Seth. Estoy escribiendo esta nota, metiéndola en una botella y tirándola al arroyo cerca de mi casa. Escribir me ayuda a mantener mi cordura. Espero que quien sea que lea esto venga a ayudarme.

Empezó hace 1 mes. Yo estaba en mi oficina, en el sótano, viendo repeticiones del viejo programa Misterios de la ciencia 3000. El teléfono sonó a mi lado, pero no le presté atención. Nunca me llamaban, sólo en ocasiones muy raras, normalmente llamaban a mi hermano, y la mitad del tiempo mi sobrino trataba de quitárselo para hablar él mismo.

Mamá gritó desde el piso superior diciéndome que la llamada era para mí. Sí, yo vivo en la casa de mis padres. En fin, contesté el teléfono.

—¿Hola? —dije, poniéndole más atención a las aventuras de robots en la pantalla.

—Ha iniciado—dijo la voz que era un poco más que un gemido, que una suplica. Ni siquiera la conocí.

—¿Disculpe? —dije, preguntándome quién podría estar llamando.

—Ya llegaron, no tengo mucho tiempo Len, me dijiste que te llamara si lo que hicimos causaba problemas.

Ahora un poco preocupado, dije:

—Creo que se ha equivocado de número, yo soy Seth, no Len.

—¡NO SALGAS DE CASA! —gritó la persona.

Completamente asustado, colgué el teléfono. Debió de ser alguna llamada de broma, pero yo no me reía. Algo sacudido, olvidé el asunto.

Mucho después, dejé de ver los vídeos, apagué las luces y subí las escaleras. Estaba totalmente a oscuras, pero conocía el camino. Esta vez la oscuridad parecía un poco más opresiva, pensé. Me sacudí esa idea, y seguí subiendo. Al pasar por la sala, miré por la ventana.

Había gente afuera, en una caminata, o algo así. Miré el reloj y decía 3:00 am.

—Que raro —murmuré.

Llegué a mi cuarto y me quedé dormido. Fui un tonto esa primera noche. Si hubiera conocido lo que vi, me hubiera ahorrado el terror y me hubiera salido de casa.

A la mañana siguiente, mi padre estaba viendo las noticias, lo cual era raro porque mi padre siempre miraba el canal de deportes antes de irse a trabajar. Apenas le puse atención en lo que me ponía la corbata y me dirigía al baño.

Al llevar a cabo mi rutina diaria, un extraño sentimiento se apoderó de mí. Normalmente tenia que pelear por el baño, pero esta vez no había ningún ruido. Me asomé fuera del cuarto y vi que la puerta principal estaba abierta. No había ruido. Me asome afuera y vi a las personas que había visto la noche anterior seguían afuera.

Abrí la puerta.

Inmediatamente sus cabezas se voltearon hacia mí. Me metí de nuevo a casa tan rápido como pude, mientras sentía que algo me agarraba del tobillo. Sus rostros tenían miradas inexpresivas, sus bocas un poco abiertas y derramaban sangre.

Vi a uno de ellos casi en la entrada de mi casa retirando su brazo que trato de agarrarme. Con un horror que casi hizo que me desmayara, reconocí a mi hermano. Golpeando la puerta, la cerré y regresé a la sala.

La televisión reportaba de una enfermedad que se estaba esparciendo desde Canadá hacia el sur, por todos Estados Unidos. La apagué e inútilmente llamé adentro de la casa para saber si había alguien. No hubo respuesta.

Y así comenzó mi solitaria existencia. Las noticias siguieron por algunos días, antes de que los atraparan. Seguí cometiendo los errores más estúpidos, regresando a casa todas las noches. La electricidad seguía funcionando, supongo que alguien dejó el interruptor encendido en la fábrica. O quizás sólo el norte de Nueva Inglaterra ha sido invadida. No lo sé.

El Internet no sirve, lo cual es algo molesto.

Cuando las noticias todavía se transmitían, los llamaban zombis, regresando a ese viejo estado de espera. Supongo que es algo adecuado. Quiero decir, ellos lo hacen mucho y definitivamente están muertos.

Ellos caminan hasta que sus piernas se pudren, luego se arrastran hasta que literalmente se caen a pedazos. Sin embargo, cuando tienen piernas son muy rápidos. Supongo que así fue cómo atraparon a mi familia. Y a la patrulla que llegó a la casa para ver si había algún sobreviviente.

Eso no era algo divertido de ver cada mañana. Voltearon mi auto mientras lo perseguían, así que estoy atrapado. Nuevamente policías al rescate. Realmente ellos no necesitan comida, así que no terminaron de comerse al pobre tipo. Pero lo desmembraron, es por eso que él no pudo levantarse y unirse a ellos.

Sin embargo, podía oírlo rechinar sus dientes inútilmente. Pero estoy en problemas. Veras, ya no tengo comida en casa. Apenas puedo esperar a que todos vuelvan a morir. He hecho un par de expediciones al centro comercial. Por suerte tengo esa colección de espadas.

Cuando corro, todos son muy lentos y no pueden alcanzarme, pero hay tantos que a veces me llena de pánico. Casi me atrapan la última vez. Tiré la puerta principal para entrar, así que ahora el frió se mete todas las noches, y puedo ver a uno de ellos justo afuera de mi casa, a menos de 5 pies de donde escribo esto.

Uno está a salvo dentro de algún lugar. No me preguntes porque se aborrecen de entrar. Sea lo que sea, la razón me ha mantenido vivo. Desafortunadamente, parecen que ellos saben que hay alguien vivo dentro de la casa. No me preguntes cómo, este tipo afuera de mi casa ni siquiera tiene ojos. Quizás pueda escuchar mi corazón, o pueden oler mi sudor. O sangre.

Me pasé algunos días nombrándolos. Reconocí algunas de las caras, así que les puse sus viejos nombres. La misma multitud ha estado aquí por algunas semanas, lentamente decreciendo en números al pudrirse. Pero nunca se han ido. Afuera hay 79 que solían ser hombres y 63 que solían ser mujeres. Una vez para ver que pasaba, le disparé a uno en la cabeza con nuestra escopeta.

Ya saben, para comprobar el viejo dicho de perder la cabeza a un zombi para matarlo definitivamente era cierto. Así que al final obtuve 79 que solían ser hombres y 62 que solían ser mujeres y que decidieron permanecer en pie después de haber perdido el 80% de su cabeza. Y me queda una bala menos.

Ellos esperan, y yo me estoy volviendo loco. Hablo conmigo constantemente y me comí un peluche la noche anterior. El algodón pasó con dificultad, pero se sintió bien tener algo en el estomago otra vez. No hay árboles que den frutos por aquí, y de cualquier forma es noviembre. Y el agua escasea. El agua dejó de fluir hace 8 días, afortunadamente tengo la bañera y en todas las botellas que pude encontrar antes de que ya no hubiera agua.

Ahora la lámpara está brillando mucho, y estoy escuchando un zumbido. Me pregunto si se va a ir la luz.

Bueno, eso no fue divertido. Pérdida total de energía por 4 días. ¿Alguna vez has intentado dormir en la oscuridad sabiendo que hay algo haya afuera que quiere matarte y hacerte uno de ellos a la primera oportunidad que tengan?

Probablemente hasta donde yo sé, estas cosas están por todas partes. ¿Les mencioné a Herschel, el tipo que está afuera de mi casa? Se le cayó una de las piernas, así que está sentado oliéndola. Gracias a Dios que perdieron todas las funciones cerebrales avanzadas. Estoy seguro de que las almas no están atrapadas en esas cosas, y que esto es enfermedad o lo que sea, tratando de esparcirse por sí misma en la población tanto como pueda.

No sé si lo has notado, lector, pero a los animales no parecen afectarles. Es un pequeño alivio. Por supuesto, mueren si comen la carne, pero no se levantan de nuevo después de morir. Es raro, ¿no lo creen? Me está dando mucha hambre y me estoy desesperando.

Quizás, solo quizás, si recargo la vieja 22 y mato a una ardilla de afuera. ¿Pero como la metería a la casa?

Por otra parte, soy un poco más optimista que tú, quien quiera que seas. La energía no pudo haber regresado de no haber gente allá afuera, tratando de restaurar el orden. Me siento con suerte, es hora de tomar una espada e ir a tirar esto al rió.

Quizás todo esto ya casi termina. Tal vez...

Por otra parte, si es que ya casi acabo.

¿Por qué hay caras nuevas allá afuera?


lunes, 28 de octubre de 2019

Imagina el Dolor

Hace mucho tiempo tuve una novia llamada “Ana”. Yo la quise mucho y ella me quería también.

Al pasar el tiempo me cansé, así que terminé con ella. Le dije que ya no quería seguir siendo su pareja, ella lo tomó como traición, porque cuando iniciamos nuestra relación le prometí amor para toda la vida. Ella sufrió mucho (esta tal vez fue la peor decisión que habría hecho en mi vida).

Al día siguiente me desperté y vi en la televisión una noticia: una chica se había suicidado.

“Ella destruyó sus órganos internos tomando un ácido que se usaba para los metales”. Sentí culpa.

Con el correr de los años, había olvidado de ese horrible dolor. Me enamoré de una amiga que me ayudó en los momentos más tristes. Ella se llamaba “Amanda”. Yo juré nunca dejarla o abandonarla, ya había decidido tener un futuro con ella.

Después que nos despedimos, me fui a mi casa y me dormí. Tuve una pesadilla: Ana había vuelto y empezó a atacar a Amanda. Cuando me desperté me dije: “Solo fue un sueño”.

Me dirigí a la casa de Amanda y la busqué, pero ella no estaba. Había desaparecido, y ya pasando 4 días de búsqueda la encontraron quemada y con cortes en el cuerpo, ella estaba irreconocible.

En mis sueños veo un mensaje de sangre que dice: “Para que te imagines el dolor que sentí en mi interior de mi cuerpo, a ella le hice el mismo dolor en su exterior”.




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lunes, 7 de octubre de 2019

El Despellejador

Mi mejor amigo murió la noche anterior y sé que la culpa fue de esa maldita cosa a la que llaman el despellejador. La primera vez que me habló de él fue hace dos semanas, cuando lo soñó por primera vez.

En aquella ocasión, me relató que había visto una figura andrógena y alta, con una multitud de extremidades alargadas; y que en lugar de pies solo tenía manos. Aquella cosa estaba desnuda, con piel que parecía desprenderse, como la de una serpiente mudando. No tenía ojos, solo una boca que se alargaba tanto como él quería.

Recuerdo el terror que expresó cuando me contó todo sobre él, especialmente el miedo en sus ojos al rememorar un episodio en uno de sus tantos sueños en el que la horripilante criatura demostraba su velocidad, como si quisiera advertirle que no podría escapar de él por más rápido que corriese.

Luego siguió confiándome otras cosas, me dijo que comenzó a verlo más seguido, ya no aparecía solamente en sus sueños si no en cada lugar al que iba. Narraba como siempre se manifestaba con aquella sonrisa siniestra, desapareciendo al instante, y volviendo a aparecer acto después aunque más cerca en cada ocasión.

Así que ayer decidí pasar la noche en su casa para que no estuviera tan aterrado mientras sus padres salían de paseo, esperando que quizás yo pudiera consolarlo y decirle que todo estaría bien, que tal vez aquella cosa que creía ver no era real.

Fue a media noche cuando desperté y mi amigo me tomaba de la mano.

"Sé lo que quiere" susurró.

Recuerdo como habló suavemente, con miedo en sus palabras. Volteé para verlo, pensando que estaría mirándome; pero en lugar de eso sus ojos estaban fijos en el techo. Así que hice la peor cosa posible: miré hacia arriba y finalmente lo vi por mí mismo, supe lo que quería.

La puta monstruosidad estaba adherida al techo sonriendo, con sus colmillos afilados como agujas, brillando en la oscuridad. La criatura llevaba "parches" de piel de varios colores y cada uno tenía un rango distinto de "frescura".

Averigüé más tarde que la cosa despellejaba a sus víctimas provocándolas y fastidiándolas antes de tomar su piel.

Observé como la criatura se dejó caer en la cama, ignorándome y dándole especial atención a mi amigo, quien gritaba de terror. Cerré los ojos tan fuerte como pude, pero aún así fui capaz de escuchar lo que ocurrió... Pude oír los gritos de mi amigo mientras la criatura lo arrastraba de la cama hacia el pasillo más allá de la puerta.

Tal vez podría haberlo ayudado, pero creo que eso ya no importa.

Han pasado dos semanas y esa cosa está ahí afuera, la puedo mirar desde de la ventana. Está con aquella maldita sonrisa. Y sé lo que quiere.



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jueves, 26 de septiembre de 2019

El agujero del Diablo

Soy un geólogo que trabaja en el Parque Nacional Valle de la Muerte de Nevada. En el transcurso de los últimos meses, hemos estado estudiando la formación geológica apodada: "El Agujero del Diablo", que se encuentra en Nevada, estados unidos.

En fin, ese lugar siempre me pareció un tanto desconcertante. Tenemos una idea imprecisa de cómo llegó a surgir y de qué causa que haga lo que hace, pero hay algo más. Algo... que está mal.

El otro día, enviamos al agua a un DRON submarino pequeño, para ver si podía trazar el laberinto de sistemas de cuevas que sabeos que está ahí, pero que ha sido completamente inaccesible por décadas. Además, queríamos descubrir qué tan profundo llegaba ya que el hecho de que un terremoto en China pudiera provocar que el nivel del agua aumentara sustancialmente en este lugar de Nevadanos hacía pensar que era mucho más profundo de lo que estimamos preliminarmente.

El submarino comenzó a trazar los primeros 15 metros. Fue difícil conseguir una buena señal; el contenido mineral del agua era realmente inhóspito para los sistemas que utilizamos y la manera en que se comunican entre sí, sin mencionar que una vez que llegas hasta ahí abajo, el agua supecalentada cerca de los conductos geotermales es suficiente para inutilizar el DRON por completo.

Alrededor de los 23 metros la señal se puso bastante delicada. Teníamos unos cuantos minutos de comunicación decente, pero luego se cortaba en su totalidad y nos dejaba preguntándonos si el submarino había chocado o si se había dañado el DRON, explorábamos de cueva en cueva e íbamos más y más profundo. El agua estaba bien por encima de su punto de ebullición y a medida que la presión se incrementaba la temperatura también. El submarino podía soportar hasta los 200 grados Celcius por un corto período de tiempo en que aparecían los destellos.

Discutimos por un momento breve y el DRON se mantuvo en su sitio. El nivel del agua en el agujero comenzó a elevarse. Eso no era inesperado pues una cantidad increíblemente pequeña de actividad sísmica en cualquier parte del mundo era suficiente para mover el agua de aquí. Seguimos peleando y no notamos que hubo más destellos en la pantalla hasta mucho después, cuando analizamos el video.

Pero lo que finalmente nos sacó de nuestros respectivos berrinches fue la manera en que el agua había comenzado a cambiar de color. Pasó de su tono normal a un rojo apagado. Greg le echó un vistazo a la pantalla y notó que la profundidad del agua en la caverna (originalmente de 11 metros) había cambiado a 107,600 metros. Sabíamos que tenía que ser un error. Aparecieron más destellos en la pantalla a medida que el agua espumeaba y burbujeaba en la superficie y luego la trasmisión se cortó y se mantuvo así.

Greg y yo analizamos el video por la noche, todo lo que habíamos visto estaba ahí y aun era igual de confuso, pero entonces Greg vio un pico ligero en la pista de audio (cuando la profundidad de la cueva pareció desplomarse hasta el fondo). Lo pasó por algunos filtros para amplificar la señal y aclararla y luego lo reprodujo. Lo escuchamos unas veinte veces consecutivas a pesar de haberlo oído perfectamente la primera vez.

"Déjenme dormir. Déjenme soñar. Pronto Ascenderé".

Correspondiente con el incremento masivo en profundidad y con la última palabra del mensaje, hubo un destello más en el último fotograma antes de que el DRON se perdiera. Después que Greg aclarara el video, vimos lo que era. Un único y brillante ojo rojo que parecía tener el tamaño de una casa... El tamaño de una casa de 107,6000 metros.




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domingo, 8 de septiembre de 2019

X-Virus

Mi verdadero nombre es Cody, mi nacimiento fue no deseado y nunca conocí a mi padre porque mi madre era prostituta, pero temprano aprendí que ella no estaba muy interesada en mí.

Ella no estaba conmigo durante días, a veces semanas; así que me quedaba solo en casa. Por lo que me lo pasaba con mis vecinos, me han ayudado mucho.

Nunca he tenido demasiados amigos. Y eso es todo lo que diré de mí por ahora.

Pues bien, una vez vino una trabajadora social y me apartó de mi madre. Fui a un orfanato, lo que significaba que tenía que ir a otra escuela.

Primero me fue perfecto, pero entonces algo salió mal y los demás empezaron a intimidarme.

Por lo que pasó, yo no hablaba con nadie, tenía miedo de hacerlo. Me acostumbré al hecho de que yo no era normal y que no encajaba en ninguna parte. Me sentaba en una silla y me decía a mí mismo que soy diferente.

Después me dijeron que yo sería adoptado. Me sorprendió mucho, porque, ¿quién querría a un niño de 13 años de edad? Casi todo el mundo quiere a los niños pequeños.

Me llevaron a una casa muy grande y lujosa.¡Hermosa! Me dieron un recorrido guiado, después me mostraron mi habitación y todo era simplemente hermoso.

Después de unas semanas me enteré de que mi "padre" trabajaba en un laboratorio de estudio de bacterias. Y era un reto, empecé a aprender acerca de él e incluso a veces ayudaba a mi padre en su trabajo, en el que me explicó cómo funcionaba todo y que las bacterias son perjudiciales. Hice una nota en el diario, he realizado varios bocetos y cosas por el estilo, yo volvía a casa tarde por la noche.

Unos años más tarde, cuando yo tenía 17 años y sabía mucho acerca de las bacterias y cómo usarlas, las personas de la escuela empezaron a llamarme psicópata, pero no hice caso. Casi todos los días me iba con mi padre a su trabajo.

Me empezó a gustar hacer experimentos con ratas y otros animales. Por lo general, el experimento terminaba con la vida del animal, pero cuando morían hacían sonidos agudos, tales como la sofocación o como si tuviesen agallas para explotar. Fue simplemente increíble. Me preguntaba qué sonidos harían los humanos, pero cada vez que buscaba a alguien para preguntarle me respondían que no sabían o que yo estaba loco.

Bien, pero todavía no me había rendido.

Una vez, cuando estaba con mi padre en el trabajo y nadie estaba mirando, tomé una jeringa y la llené de las bacterias de los fangos. Entonces me fui a casa. Por la noche, cuando todos dormían, me vestí con chaqueta negra y jeans azules, luego fui al sótano.

Yo estaba interesado en un bate de béisbol y un frasco de clavos, así que tome el bate y algunos clavos. Clavé algunos en el palo y así cree un arma simple pero mortal. Más tarde saqué del armario una mascara de gas vieja y unas gafas con lentes azules. Luego fui a la ciudad, fui a una casa antigua, pasé a través de la ventana y maté con el bate a todos los que vivían en la casa. Pero a la última persona, le inyecté con la jeringa que tenía en la mano y esperé hasta que las bacterias se propagaran por todo su cuerpo. El hombre se quejó. Al cabo de un rato empezó a gemir en voz alta y se cayó al suelo. Estaba muerto y eso causó que yo soltará una risa. Me fui de la casa.

También tuve que matar a mis padres porque sabían lo que había hecho y querían llamar a la policía.

Fui al laboratorio de investigación donde mi padre trabajaba. Tomé una bolsa que estaba fuera del armario y empecé a agarrar jeringas, vías de bacterias y otras grasas. Cuando ya tenía todo fui a la ciudad, maté a unas pocas personas, y luego fui al bosque.

Necesitaba un refugio. Noté a un chico, tenía una sudadera gris con una capucha azul oscuro y llevaba consigo dos hachas. Llevaba gafas con lentes naranjas y un bozal en la boca. Tenía miedo de que me hubiese notado, así que empecé a volver y me escondí detrás de un árbol. Miró en mi dirección, yo estaba muy asustado, pero después de un tiempo salió detrás de un árbol y saltó detrás de una roca, donde se escondió. Después de un momento el chico dijo:

—Hey sal, te conozco, no tienes nada que ocultar —tentativamente me miró, no parecía como si quisiera atacarme así que salí.

Me puse de pie frente a él. Estaba aterrorizado cuando le pregunté:

—¿Quién eres?

Inmediatamente me dijo:

—Mi nombre es Toby.

Pensé por un momento y dije vacilante:

—Mi nombre es Cody, pero dime X-Virus.

Me esperaba lo que sucedería. Me miró y dijo:

—Bueno, X-Virus, ven conmigo.

Comenzó a caminar y yo lo seguí. Me llevó a su casa, donde estaba familiarizado con los demás. Desde entonces Toby llegó a ser como mi hermano, y gracias a él llegué a aprender técnicas sobre el asesinato.




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martes, 13 de agosto de 2019

El Origen de Nina The Killer

Nina Hopkins, de 11 años de edad, fue trasladada a una nueva escuela para estar más cerca de su casa. Una mañana de domingo, un día antes de su primer día en su nuevo colegio, despertó y fue al baño, se lavó los dientes, volvió a su cama y tomó su laptop para conectarse.

Nina no era de esas chicas que se levantaban con energía para abrir la ventana y dejar entrar la luz para hacer algo productivo en el día. No, ella simplemente disfrutaba de sentarse a ver animes, o escuchar música como rock o J-pop, jugar videojuegos o simplemente tocar la guitarra. Así le gustaba ser y así, amigos y familiares la querían.

Pero esta vez ella no quiso hacer ninguna de las cosas que normalmente hacía, no, esta vez quiso leer por milésima vez "El origen de Jeff The Killer", ella adoraba los creepypastas, pero ese era su preferido, sentía una extraña atracción hacia él, de admiración más que todo. Cada vez que lo leía sentía que un extraño impulso la invadía, pero exactamente por eso lo disfrutaba.

Mientras leía, de pronto, oyó la puerta, rápidamente levanto la mirada encontrándose con su pequeño hermano Chris y sus hermosos ojos verdes, Chris era el príncipe de Nina, lo adoraba y solía llamarlo así porque todas las noches le contaba historias de hadas para dormirle, a ella también le gustaban esas historias. Chris era de cabello negro bastante oscuro, tez blanca y ojos verde claro, igual que su difunto padre, en cambio ella era de cabello castaño claro, tez blanca y ojos azules, ella era muy parecida a su madre.

—Hermanita, a comer —dijo el niño con una sonrisa inocente.

—Ya voy mi príncipe —anunció Nina pellizcándole una mejilla en forma de cariño.

Dejó la computadora a un lado y bajo a comer.

A la mañana siguiente, Nina y Chris iban a clases, ella se levantó y se vistió con una de sus camisas favoritas, mientras tomaba su bolso sintió algo extraño… como un extraño jalón, que le hizo sostener su cabeza en un intento de mantenerse parada, haciendo que una extraña y pequeña sonrisa se formase en su boca. De pronto escucho la voz de su madre traerla a la realidad, de inmediato tomó su bolso y bajo ignorando por completo lo sucedido, espero a Chris frente a la puerta. Poco después bajo el niño bastante apurado.

—¿Listos? —pregunto la madre.

—¡Si! —respondieron ambos.

—Bien, suerte en la escuela —anunció su madre volviendo a la cocina.

—¡Adiós mama! —respondieron ambos chicos saliendo de casa.

Llegaron a la escuela caminando ya que a Nina le pareció molesto tomar el autobús.

Se dividieron y Nina fue a la secundaria mientras su hermanito a la primaria. Nina sintió la clase un infierno, aparte de larga.

Nina salió y fue en busca de Chris a su salón, al este salir ambos decidieron buscar un lugar tranquilo donde comer sin necesidad de tener que aguantar a todos los alumnos jugando a sus alrededores, así que encontraron un jardín detrás de la escuela donde casi no había nadie, ni un profesor ni un alumno, así que se sentaron pasiblemente a comer, pensando que tendrían un desayuno tranquilo, pudieron divisar unos pasos acercarse a ello. Nina levantó la vista y se encontró con una chica mucho mayor que ella, cabello negro y ropa algo callejera.

—Vaya, vaya ¿Pero que tenemos aquí? Alumnos nuevos —anunció la chica—. Mi nombre es Claudia, y yo mando en este colegio, y si no obedeces lo que digo… pagaras caro —agregó mientras sacaba una navaja de su jeans al mismo tiempo que dos chicos salieron de un árbol cercano—. Conozcan a Malcom y a Jhony.

Nina se incorporó rápidamente y se puso enfrente de Chris para protegerlo.

—Oigan, no queremos problemas, solo queremos desayunar tranquilamente —aclaro Nina.

—Ah, ya veo, pero ustedes no deberían estar aquí, esta zona es nuestra —anunció Claudia acercándose a ellos.

—¡Eso es estúpido! ¡ustedes no tienen derecho a mandar a nadie! —exclamó Chris pasando enfrente de Nina y recibiendo un fuerte golpe en el estómago de parte de Jhony. Chris cayó en los brazos de Nina tras el golpe.

—¡Chris! —exclamó Nina sosteniéndolo en sus brazos.

—Bien, si no quieres ser la siguiente, te recomiendo obedecer y salir de aquí —alegó Claudia acariciando el rostro de Nina con el cuchillo.

Nina no hizo nada más que soltar un golpe limpio en la cara de Claudia tumbándola al suelo, Nina rápidamente soltó a Chris y se abalanzó a Claudia tomando el cuchillo y clavándolo en el hombro de Claudia.

Malcom sostuvo a Nina de la espalda y la apreso en sus brazos. Esta soltó una fuerte patada en la entrepierna del chico tumbándolo al suelo, Nina volteo rápidamente para soltar varias patadas en la cara del chico y hacer que botara sangre por la nariz y boca.

Jhony de inmediato se acobardo al ver la reacción de la chica hacia los ataque y emprendió la carrera lejos de ella, pero inmediato Nina lo notó y corrió hacia Jhony tomando la navaja del hombro de Claudia y se abalanzo al chico clavándole la navaja en el estómago.

—¡Nina, basta! —oyó la voz de su pequeño hermanito, Nina inmediato volteó a verle y le observó, este tenía una mirada muy sorprendida.

Nina soltó a Jhony y dio unos pasos atrás viendo sus manos algo manchadas de sangre, se sentía como un monstruo… pero tenía que admitirlo… otro lado se sentía extremadamente bien, y el impulso se calmó, volteó de nuevo a su hermano que seguía allí sorprendido sin poder soltar una frase, Nina corrió hacia él y le tomó del brazo.

—Vamos, no podemos estar aquí por mucho —se fueron del patio.

Luego de eso Nina se fue a lavar las manos para llevar a Chris para que revisaran el golpe. Nina evitó a toda costa mencionar algo sobre eso, Chris solo pensaba que fue un impulso para defenderlo… pero ella sabía que algo más sucedía allí, sabía que era algo más fuerte y horrible, esa sensación de sentirse poderosa y fuerte…La necesidad de lastimar a alguien.

El día paso rápido y cuando los hermanos volvieron se sentaron a comer con su madre.

—¡Bien!, ¿Y cómo les fue en la escuela? —preguntó su madre con una sonrisa dulce.

Chris se estremeció al tratar de responder esa pregunta.

—Excelente —comentó Nina formando una sonrisa algo psicótica.

Nina subió a su cuarto luego de comer y abrió su closet encontrándose con su colección de Jeff The Killer, eran varios posters, diferentes chapas, algunos cuadernos viejos que los había forrado con él, algunos muñecos y peluches, tomo uno pequeño que le encantaba y se tiro a la cama con este, y lo observo…con su siniestra sonrisa que a ella ni le asustaba o intimidaba de lo más mínimo, lo contrario, en cierta forma le divertía, lo miro por un rato y luego susurro.

—Jeff… ¿tu me haces esto…?

Luego del incidente buscaron y buscaron a los culpables de la pelea, pero no los encontraron, y como pensarían que fue una niña de 11 años como Nina, o un niño de 6 años como Chris, ellos tenían eso a su ventaja para no levantar sospechas, y como todo sucedió el primer día de clases, muchos no podían decir si Nina estuvo allí ya que muchos no la conocían, y tampoco era de llamar mucho la atención, por eso no muchos sabían si ella fue ese día o no.

Aunque a pesar de todo, Nina un día abrió su casillero encontrándose con una nota que le decía; Sé lo que hiciste…pero no te preocupes… no le diré a nadie, eres hábil… pero peligrosa. Nina no halló firma ni nada que le identificara, no tenía en la más mínima idea de quien lo había enviado… se le ocurrió alguien, pero decidió no tomar en cuenta esa nota, si no diría nada quien sea que lo envió, bien por ella.

Por otro lado, la cordura de Nina no mejoraba, ya que enloquecía tanto que tomaba un cuchillo y se sentaba gran parte de la noche junto al cuarto de su hermano o de su madre.

Un día, Chris jugaba con sus nuevos amigos de la cuadra, y ya estaba anocheciendo, así que la madre de Nina; Mónica, le pidió que fuera por él. Nina salió y vio a lo lejos los niños jugar, cuando se acercó no pudo divisar a Chris, y se empezó a preocupar, se acercó a los niños y les pregunto dónde se encontraba Chris, y estos les respondieron que se había ido con una chica mayor que ella, Nina se preocupó mucho y volvió a casa a tomar el cuchillo que tenía escondido en su cuarto y sin que su madre se enterara salió.

Fue en busca de Chris rogando porque no le pasase nada, llegando a un más lejos de la casa. Paso mucho tiempo y Nina no pudo dar con Chris, empezando a desesperarse y llorar. En eso escucho un carro acercarse, este paró junto a Nina y esta dió unos pasos para atrás evitando que le fuesen a hacer algo, en eso las puertas se abrió y salió Chris dándose al suelo, se escucharon unas risas provenientes del carro que inmediato arrancó.

Nina rápidamente sostuvo a Chris es sus brazos nerviosa y se encontró con el pobre niño golpeado y con la ropa algo desbaratada.

—¡Chris! ¡Dios santo! ¿¡Qué sucedió!? —exclamó Nina sosteniendo el pequeño cuerpo de su hermano.

—E-ellos me… al-allí Nina… me… to-tocaron —alego Chris con mucha dificultad y echándose a llorar en el pecho de su hermana mayor, Nina trato de controlar algo que le gritaba adentro, una y otra y otra vez, sentía una ira incontrolable, levantó a su hermano en brazos y lo llevó rápidamente a un hospital para que tratasen los golpes y demás que tuviese.

Allí Nina llamo a su madre y le informó lo sucedido, su madre se fue lo más rápido que pudo al hospital, y allí llego y le informaron a ambas que tenía fuertes golpes y hemorragias internas y los rastros de violaciones fueron encontrado, la madre de Nina se echó a llorar y Nina solo se mantuvo callada a la situación, evitando a toda costa soltar esa necesidad de lastimar a alguien.

Al día siguiente le dieron de alta a Chris, pero le pidieron que se mantuviera un tiempo en reposo, así que durante 3 semanas Nina cuido a Chris contándole historias y ayudándole mucho con sus medicinas.

Y mientras Nina iba a la escuela, de nuevo, le dejaron una nueva nota, que decía así; Siento lo de tu hermano…espero se recupere, no pienses que estás sola…estoy yo aquí, seré tu amigo…pero lamentablemente a distancia… Nina sintió un leve rubor a eso, reviso de nuevo la carta y no encontró ninguna firma.

Pasaron las semanas y toco ir a Clases para Chris, este fue de muy mala gana, y más porque ese día era día de la foto escolar, así que Nina busco algo descendente que ponerse sin dar con mucho más que una falda negra de cortes, unas medias de rayas negras con vino tinto, unos convers de color negro, una franelilla de rayas negras y azules, sus guantes favoritos sin dedos y se recogió el pelo con un lazo rojo sangre. Aun así sintió que le faltaba algo, así que busco en su armario encontrándose con su suéter favorito morado, el cual le recordaba al suéter de Jeff The Killer, así que se lo puso y bajo las escaleras encontrándose con su hermanito que le esperaba en la puerta, ambos salieron despidiéndose de su madre.

Llegaron al colegio, esta vez fueron en autobús para evitar que los que le hicieron eso a Chris no buscaran joderles en el camino.

Llegaron al colegio encontrándose con una sorpresa no tan grata.

Claudia, Malcom y Jhony caminaban por medio del pasillo, con aire de pocos amigos. Nina estaba consciente del motivo del por qué sus caras, la buscaban a ella y a Chris. Nina reaccionó y tomó a Chris del brazo sacándolos del pasillo donde estaban y evitando a toda costa que los vieran.

El día paso rápido y ni Nina ni Chris se encontraron al trío, o eso es lo que ella creía.

De vuelta Clases, Nina sintió que les seguían, así que al voltear recibiendo un golpe en la cara, cayó al suelo y buscó a su hermano, encontrándolo apresado en los brazos de Malcom, Nina trato de levantarse pero recibió un nuevo golpe en la barriga, cayó de nuevo al suelo y miró arriba viendo a Claudia.

—Por fin te tengo donde te quería mocosa —anunció Claudia posando enfrente de ella—. Pagáras por lo de la última vez —alegó está sacando un arma.

—No me importa un coño pelear con ustedes, además si los vencí una vez puedo hacerlo otra…¡son mierda! —gritoneó Nina tratando de incorporarse, enseguida Claudia fue a soltar un tiro en la cabeza de Nina, pero esta reacciono rápido y soltó una patada en el arma para que no le diera.

Nina se incorporó ágilmente y corrió a una casa abandonada cerca, encerrada dentro, subió por las escaleras siendo perseguida por el trío, sintió la oleada de balas que le perseguían, pero cada bala fue una bala perdida, Nina se encerró en el baño, buscando desesperadamente algo para defenderse.

—¡Sal Nina! ¿¡Te quedaras allí sabiendo lo que le hice a tu hermano esa noche!? ¡Que imbécil! —gritoneo Claudia desde afuera.

Nina sintió una oleada de odio e ira, y de nuevo…esa necesidad de matar.

Nina busco por la habitación donde se encerró encontrando un fierro oxidado con punta, Nina lo observó por un breve momento formando una sonrisa torcida en su rostro, tomó el fierro y salió esquivando las balas del trío como si de hojas se tratase, acercándose al trío, tomo el fierro y atravesó la cabeza de Jhony soltando un chorro de sangre, algo de la sangre cayó en la cara de Nina, y allí…algo no pareció funcionar bien, algo se rompió…como si de un fino hilo se hubiese roto…ese hilo que dividía la locura de la cordura.

Claudia y Malcom dieron unos pasos atrás, Nina volteo a su dirección mostrando una sonrisa psicótica junto con una mirada penetrante y horrenda, haciendo que hasta Chris se estremeciera, Claudia intentó correr junto con Malcom, Nina les siguió impidiéndoles pasar, golpeó a Claudia dejándola semi-inconsciente en el suelo, seguido le dio a Malcom para que soltase a Chris, el cuál cayó en el piso mirando con horror a su hermana. Nina golpeó repetidas veces a Malcom, abriéndole una herida en la cabeza, dando tantos golpes hasta dejar su cabeza como un multo de rojo carmesí. Claudia trató de moverse para tomar el arma, pero Nina le pisó la mano para que no lo tomara, Claudia levanto la mirada encontrándose con el penetrante mirar de Nina, esta negó con la cabeza y atravesó el fierro justo en su corazón.

—Ni-Nina…¿T-te sientes bi-bien alego Chris con horror, Nina volteó a verle con la cara un poco más relajada, pero sin borrar su sonrisa.

¿Sentirme bien…? ¡Me siento excelente! ¡Vamos mi príncipe! debemos volver a casa… alegó Nina cargando a Chris, cosa que le extraño a él, ya que a ella siempre se le complicaba eso.

Nina y Chris volvieron a casa, Nina no se dejó ver por su madre ya que se encontraba llena de sangre, así que subió rápidamente a su habitación y se arrodilló a la orilla de su cama hundiendo la cabeza en sus brazos mientras se la sostenía.

Nina apretaba los dientes, como evitando que “eso” saliera, Nina, con la poca conciencia que le quedaba tomo su laptop y escribió una nota…una nota que tal vez nadie jamás leería.

La noche cayó y la madre de Nina y su hermano dormían pasiblemente, en cambio Nina no podía, esa necesidad no le dejaba, así que se levantó, aun no se quitaba la ropa de ese día, y se miró en el espejo, veía una cara común, así que sin borrar su cínica sonrisa la cual cargaba desde mucho, bajo las escaleras dispuesta a hacer la locura más grande de su vida.

Entro a la cocina tomando una botella de Vodka, la puso en la mesa y busco un bote de lejía en los gabinetes de abajo, sin encontrar nada, se empezaba a obstinar.

¿Dónde estás pedazo de lejía…? gruño Nina buscándolo.

¿Buscabas estos pequeña…? oyó Nina una voz a su espalda, volteó y se encontró con una sorpresa bastante reconfortante al ver a un chico en la entrada de la cocina sosteniendo el bote de lejía, el chico tenía una piel extremadamente blanca, su pelo era negro y chamuscado, cargaba con una sonrisa tosca y horrenda.

Ah… que reconfortante sorpresa… Jeff The Killer alegó Nina con una mirada un tanto desafiante.

Te he visto durante un tiempo…me parece que tu coco ya se fue al caño…¡¡¡hahaha!!! alegó Jeff con gracia.

¡Estás en lo correcto! Así que necesito ese bote de lejía si me permites… añadió Nina dándole la mano para que se lo diera.

Aw… ¡déjame ayudarte! exclamó Jeff abriendo el bote y echándoselo a Nina encima, ésta votó un quejido cuando el lejía entro a sus ojos, seguido se dejó caer sentada sobre el suelo.

Nina sintió otro líquido correr por su cabeza, levanto al mirada y Jeff tenía el yesquero en manos. Nina sonrió y le miró desafiante.

¿Qué esperas…?...hazlo alegó la chica con burla, Jeff sonrió ampliamente y encendió el yesquero.

—Ve a dormir… agregó dejando caer el Yesquero.

Inmediato, cuando las llamas tocaron apenas la piel de Nina esta soltó un estruendoso grito, sentía un infierno rodearle, buscó a su alrededor a Jeff, pero este ya no estaba, Nina se retorció en el suelo y vió que su madre y su hermano Chris habían llegado y estaban apagando el fuego, seguía semiconsciente cuando lo apagaron, así que inmediato llamaron a la ambulancia y al llegar muchos vecinos salieron para ver lo sucedido debido a los gritos. Nina cayó inconsciente cuando la pusieron en la camilla y la llevaron a la ambulancia.

Entre los vecinos, un chico de cabello negro, tez blanca y ojos verdes, un tanto mayor que Nina le miraba con algo de preocupación, trato de acercarse pero su madre le tomó el hombro.

No Sclin, no es seguro —alegó la mujer atrayéndolo hacia ella, el chico observó como metían a Nina a la ambulancia.

Nina despertó luego de quedar inconsciente en la ambulancia, trato de moverse pero unas vendas se lo impedían, intento levantarse pero de inmediato una enfermera entro con su madre y su hermano.

Será mejor que te quedes quieta, no estás en capacidad de moverte dijo la enfermera recostándola de nuevo, su madre y su hermano se acercaron y le alentaron un rato, mientras Nina se mantenía el otro lado totalmente distinto, ya que solo veía a su madre como alguien más, y su hermano… tenía que admitirlo, seguía siendo su único tesoro.

Paso un mes de recuperación, Nina recibió mucho apoyo de su madre y su hermano. Llego el día en que le quitarían las vendas, su madre y su hermano estaban ansiosos por ver su rostro, Nina igual, por suerte, conservaba su rostro intacto ya que no se quemó demasiado.

Bien señorita Nina, las quemaduras no fueron graves, hubiese durado más y hubiese perdido parte del rostro incluyendo su nariz, pero no duro mucho quemándose, lo cual no causo gran daño dijo el doctor listo para quitar la última venda, dejo ver el rostro de Nina, la madre de Nina le miro con horror mientras su hermano se ocultaba detrás de su madre.

¿Qué…? ¿Qué pasa? exclamó Nina levantándose y yendo al baño corriendo, y se observo en el espejo, su rostro… era todo lo contrario al de antes.

Su piel se había vuelto blanca totalmente, su cabello que le llegaba hasta la por encima de las rodillas ahora estaba a mitad de la espalda, aparte de negro y chamuscado, su piel era rasposa casi como el cuero. Observo perpleja su nuevo rostro.

Her-hermanita… le llamo Chris abrazándola—, t-te sigues viendo igual de bonita que antes pero el niño no sólo mentía porque su cuerpo estaba chamuscado y pálido, si no por ese mirar penetrante y perturbador, con el cual la chica miro a su joven hermano y se puso de cuclillas a su altura.

Oh Chris… tu siempre tan complaciente… alegó Nina sin dejar de mirarle de aquella de forma tan perturbadora—, pero no es así… ¡Me veo más hermosa que nunca! exclamó la joven abriendo los brazos y dejando a, no sólo su madre y hermano perplejos, sino también a los doctores y enfermeras—. Este rostro… ¡es perfecto! ¡oh mi querido Jeff! ¡él me dio este rostro! continuo gritando la chica.

Do-doctor… mi hija está bien pregunto su madre acercándose al doctor.

Bueno, suele pasar cosas así tras una gran cantidad de calmante, pero si no mejora, tráigala para hacerle un examen mental, ¿si? anuncio el doctor.

Sí… alego débilmente su madre acercándose a Nina—. Vamos cariño… ya hay que irse —le anunció esta tomándola de los hombros.

¡Hahahaha! ¡Claro…! exclamó Nina sin dejar de mirar su horrible rostro en el espejo.

La enfermera le entregó su ropa que era su chamarra morada con su falda de cortes negra y sus medias de rayas negras con vino tinto.

Nina se vistió y salieron del hospital camino a su casa, sin saber… que Nina se había convertido en un monstruo que solo pensaba en matar a sangre fria.

Llegaron a la casa y Nina no dejaba de mostrar esa sonrisa torcida, en eso Nina se enfocó en la casa de al frente, y notó que por la ventana de la casa se asomaba un chico de cabellos negro y ojos verdes, el chico sostenía su boca observando el desfigurado rostro de Nina, ésta le miro por unos instantes y se puso el dedo índice en la boca en forma de silencio y seguido entro a la casa.

Esa noche la madre de Nina se despertó escuchando sollozos provenientes de algún punto de el pasillo, su madre se levanta y se asoma por este y ve la puerta y la luz encendida del cuarto de Nina, camina sigilosamente, y al llegar a la puerta, observo el horrible festival de sangre que sostenía la joven chica.

Nina tenía un cuerpo con varios intestinos fuera enzima de la cama, el cuerpo era de una chica de cabellos rubios y esta era muy bonita, pero en donde estaba no se veía así. Nina estaba encima suyo, con un cuchillo de cocina en mano, con todas sus ropas manchadas de sangre y mirando el techo.

Ella solía atormentarme en el colegio… alegó Nina mientras mantenía la mirada al techo—. Mami… ¡soy más hermosa que nunca! —exclamó Nina volteando a ver a su madre, su rostro… era peor, su sonrisa chueca y mal cortada hasta las mejillas, sus ojos estaban cocidos para mantenerlos bien abiertos—. Me canse de las farsas, me canse de llorar y sufrir…ahora siempre sonreiré y siempre veré mi hermoso rostro… el rostro que me otorgo Jeff… ¿no soy hermosa mama? pregunto la chica de forma cínica.

La madre de Nina no pudo evitar dar unos pasos atrás mientras negaba con la cabeza.

No… Nina tu… te has vuelto un monstruo… todo esto era por tu obsesión por ese asesino… yo… alego está empezando a correr por el pasillo. Nina ágilmente siguió a su madre

¡Me matan de diversión cuando corren! exclamó mientras seguía a su madre, ésta fue a correr al cuarto de Chris para despertarlo, pero apenas iba a tomar el pomo, Nina atravesó el cuchillo en el cráneo de su madre, tirándola de inmediato al suelo.

Es una lástima que mami no crea que soy hermosa… que triste alego Nina sacando el cuchillo de la cabeza de su madre.

Chris en su habitación, estaba inquieto, se sentía en peligro, se movía y se movía buscando acomodarse, pero nada resultaba, en eso, Nina abre la puerta dejando ver su sombra, Chris se quitó las sábanas de encima para ver a su hermana, y debido a la luz no pudo distinguir su rostro, pero si el cuchillo.

Chris se alarmo y se acurruco en su almohada.

Chris… —alego Nina dejando verse hacia Chris, el cual dejo escapar un pequeño gemido de horror al ver la cara de Nina—. ¿Verdad que soy hermosa? alego está inclinando la cabeza de un lado.

Chris asintió con miedo mientras se cubría con las sábanas.

Oh vamos Chris… yo no te haría nada alego Nina ocultando su mano mientras cruzaba los dedos—. ¿Sabes?…me siento más nueva que nunca, y empezaré una nueva vida… ¿quieres venir conmigo? anunció Nina acercándose más a él. Chris de nuevo asintió—. Oh… buen niño… ahora si quieres acompañarme… sólo debes ir a dormir mi príncipe.

Nina pateó la puerta de la entrada de la casa cargando a su hermano en su espalda, Chris estaba muerto, con una tétrica sonrisa de payaso y los ojos con algo negro bordeándole, le había quemado los parpados, se encontraba cubierto de sangre y con múltiples apuñaladas. Nina dio unos pasos en la entrada y fijo su mirada en el chico de hace un rato, esta vez traía una camisa blanca y Jeans blancos, miraba un libro, pero por mera curiosidad volteo encontrándose con la horrible escena de Nina.

Vaya Chris… parece que alguien sabe más de lo necesario… vamos a ponerlo a dormir alegó Nina caminando a la casa de enfrente.



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