#258 El Holder de Géminis

En cualquier ciudad, en cualquier país, dirígete a cualquier sala de partos a la que puedas llegar por tus propios medios, Una vez ahí debes buscar cualquier par de gemelos que encuentres, si no hay ninguno entonces te compadezco querido buscador, porque no has sido considerado como digno de este objeto. Entonces los bebés de la sala revelarán que en realidad son demonios y se deleitaran infringiendote la más extrema de las torturas en tu alma por los eones que vienen.

Si puedes encontrar a los gemelos pregúntales por quien se hace llamar "El Portador de Géminis", la cuna que sostiene a los gemelos se dividirá en dos dejando al descubierto una escalera que se extiende más abajo de donde alcanza la vista, debes descender, la cuna se rearmará una vez hayas bajado y no habrá vuelta atrás. Si dudas en algún momento de tu cometido debes irte ahora y jamás regresar a la sala de partos.

Eventualmente, la escalera se dividirá en dos caminos idénticos y de hecho llevarán al mismo destino, pero son de hecho caminos muy diferentes. 

Una escalera parece continuar por siempre pero no cuenta con peligros inminentes. Descenderás por allí durante semanas, quizá meses antes de llegar al fondo y es muy probable que pierdas tu cordura antes de llegar tan lejos. El otro tramo será bastante más corto, pero traicionero y lleno de criaturas que parecen salidas de tus peores pesadillas, ellas te harán burla y atormentarán, respirarán en tu cara y gruñirán en tus oídos, pero no pueden hacerte daño a menos que te detengas. No dudes, no retrocedas, o lo lamentarás profundamente.

Sin importar qué camino hayas elegido (pues no sabrás en cuál estarás hasta que sea muy tarde para regresar), llegarás hacia una gran puerta de piedra. Debes golpear dos y solo dos veces, a menos que desees ser partido en dos, y entra. Estarás en una cámara de piedra con gemelos idénticos de aspecto adolescente de pie en cada lado del lugar, solo uno de los dos es el verdadero Portador; el otro es un impostor. Dirígete hacia uno de ellos y pregunta:

"¿Existe un plan de reserva?"

Espero que el Infierno se apiade de ti si le hablaste al gemelo equivocado.

Preguntaste correctamente al Portador, verás repentinamente el universo entero reflejado en cada superficie de la cámara. El entonces comparará toda la existencia con el desastre que espera si son reunidos; en este punto, finalmente te darás cuenta qué tan insignificante es el universo comparado al poder de los Objetos.

Muchos pierden toda esperanza aquí, si ese es el caso, el Portador posará sus manos sobre ti, transformándote en una de las criaturas horripilantes que están esclavizadas el tramo de escaleras más corto. Pero, si contra toda probabilidad, tu determinación como Buscador permanece intacta, mira al Portador en sus ojos muertos y grita, tan fuerte como te sea posible:

“¡Véte, tú y tus ilusiones asquerosas!”

En este punto el Portador y los reflejos a tu alrededor se despedazarán; todo lo que quedará de esta cámara serán tú y un espejo rectangular pequeño, sin marco, un poco más grande que la palma de tu mano. Tómalo y aparecerás en el baño del lugar al que llamas hogar.

Si posees este espejo sientete libre de pensar en cualquier persona y un perfecto doppelgänger del individuo en cuestión aparecerá ante ti; aunque no funcionará con objetos inanimados ni otros Portadores, pues si realmente supieras quiénes son los otros es porque ya tienes sus Objetos.

Esta réplica exacta será idéntica a la persona en la que pensaste, hasta el último detalle. Sin embargo, tan pronto como el doppelgänger esté fuera de tu vista, la persona real morirá de la manera más horrorosa. 

Ten cuidado a quién invocas.

Ese espejo es el Objeto 258 de 538. Ahora que ya has visto el resultado, ¿Aún te esforzarás para prevenirlo?

Perdí mi Celular

Ayer un amigo me sacó de la cama casi sin preguntar, estaba muy apurado porque quería llegar a tiempo a un concierto que había en un bar cerca de la universidad. Después de unos cuantos tragos, noté que mi celular no estaba sobre la mesa, donde podría jurar que lo había dejado, tampoco estaba en mi bolsillo... Revisé todos los lugares donde fuimos, incluso los baños y cuando ya me había rendido mi amigo me prestó su móvil para llamar al mío.

El teléfono marcaba reiteradamente y nadie contestó, intentamos denuevo y tras unos segundos de marcación, contestaron soltando una áspera risa y luego colgaron.

Me olvidé del asunto en lo que quedaba de noche y di mi celular por perdido, nos divertimos y luego al llegar a casa sobre el velador junto a mi cama, estaba el celular perdido... Justo donde lo había dejado antes de salir.

Calificación: 

#008 El Holder de la Riqueza

En cualquier ciudad, en cualquier país, puedes ir a cualquier institución mental o casa desalada donde puedas llegar por ti mismo. Dirígete al escritorio principal y pide visitar a aquel que se hace llamar "el portador de la riqueza". El trabajador alzará una ceja, como si estuviera confundido por tu pedido. Pregunta una segunda vez, y el trabajador se encogerá de hombros y te llevara devuelta hacia la calle, donde una opulenta mansión espera. Esta mansión no estaba ahí cuando iniciaste tu misión, pero es mejor que no te preocupes por el origen de la mansión, su dueño preferiría que no te preguntes tales cosas.

Dentro de la puerta principal yacerá una gran escalera, en espiral hacia arriba cruzando el lugar. Las paredes estarán cubiertas por finas pinturas, y una gran estatua de mármol estará en un pedestal en la base de las escaleras. Las misteriosas características de la estatua te evocaran una imagen de una bestia crudamente horrible, a la vez alien y malvada. Admírala cuanto quieras, pero no la toques, a menos que quieras despertar a este hambriento monstruo.

Asciende la escalera. Mientras no toques nada, no estarás en peligro. No entres en pánico. A la cima de las escaleras estará una pequeña y vieja puerta de madera. Se abrirá para ti, procura no mostrar miedo.

Veras a un hombre con una perilla puntiaguda y un cabello corto, muy corto parado detrás de un gran escritorio de lo que parece ser caoba. Su traje parecerá ser de carne humana y tela italiana. Él quizá hable, y con gran longitud. Hablara sobre su asombrosamente hermosa casa y su encantadora estatua de su conviviente descansando en la parte baja de las escaleras. No lo interrumpas, y no respondas ninguna de las preguntas que pueda hacer. Cuando acabe, endurécete y confiadamente pregunta: 

¿Puedo tener mi salario?

El procederá a explicarte, en gran detalle, el valor de la vida. Hablara de cosas peores que la muerte, y te dirá exactamente que espera que hagas el fabuloso interior del cuarto se irá pudriendo, y él se convertirá en un pila húmeda de excremento. Su propia apariencia se volverá inimaginablemente ciclópea y horrenda. Resiste el impulso de vomitar. Finalmente sacara de su traje una pequeña nota bancaria y te lo dará antes de desaparecer.

Esa nota es el objeto 8 de 538. Su portador cuenta contigo para que lo gastes.

#007 El Holder del Camino

En cualquier ciudad, en cualquier país, dirígete a una institución mental o casa desolada en medio del camino donde puedas llegar por tus propios medios, cuando llegues a la recepción dirás que vas a visitar a aquél que se hace llamar "El Portador del Camino". El trabajador hará su mejor esfuerzo para mantener una mirada de indiferencia mientras te entrega una llave que como él explica, pertenece a un armario de suministros que no se utiliza.

Si tan solo fuera tan fácil... Una vez que encuentres y abras la cerradura de la puerta, te encontrarás mirando hacia un camino estrecho y sinuoso suspendido en un interminable vacío que a veces es obstruido por los contornos de cosas que será mejor no describir.

Salirse de este camino es ser lo mismo que lanzarte a ti mismo de esta realidad. Una eterna pesadilla de horror inconcebible auarda a cualquiera que se tropiece y caiga al vacío por su propio error, o a quien sea arrastrado del camino por los monstruos atemporales que residen en las afueras de la creación. Si llegas a sentir alguna vez que te están observando mientras viajas por este pedazo de olvido, lo mejor que podrás hacer es congelarte en el acto y contener la respiración, debes hacer esto hasta que tu audiencia pierda el interés o se mueva a recogerte. Si ocurre lo segundo sientete libre de gritar tan fuerte como quieras, tus gritos caerán en oidos sordos de todos modos.

Al final del traicionero camino hay una puerta que conduce directamente a una pequeña y sucia pieza. Apoyado al fondo de la pared de la sala verás un cadaver en avanzado estado de descomposición; lo que queda de su piel se ha enegrecido por la necrosis, debes acercarte a el y preguntarle: "¿Cómo se convirtieron en guardianes?

En respuesta a tu pregunta, el "cadaver" comenzará a moverse, de sus cuencas vacías comenzará a emanar un resplandor rojo, levantará la cabeza y comenzará a susurrar la larga y macabra historia de los Portadores, hablará de pactos profanos y atrocidades inenarrables, en ese tiempo tocará cada forma del mal conocida por dios y el hombre y algunas formas que ninguno de los dos puede comprender... Además si te habla de el título de cualquier otro Portador el cadáver revelara la historia de éste y el significado del objeto que protege.

Bueno, casi todos Portadores... El portador de el camino jamás dará detalles de si mismo, porque el Ghoul jamás esperará que preguntes por qué el no posee su propio objeto. Para serte franco, la siniestra luz que emana de los ojos de el cuerpo es también la luz del objeto que de algún modo está sellado dentro de su cráneo.

Ese es el Objeto N°007 de 538. El portador hará cualquier cosa para mantenerte alejado de él.

#069 El Holder de la Mente

En cualquier ciudad, en cualquier país, puedes ir a cualquier institución mental o clínica de rehabilitación. Acercate a la recepción y pida ver a alguien que se llame "el portador de la mente". Se formará una expresión de renuencia en la cara del empleado, que mantendrá por el tiempo suficiente para que sea apenas visible. Luego, serás conducido por un pasillo que termina en un tramo de escaleras. El empleado te dejará en este punto.

Sube las escaleras. Continuarán por lo que parecen millas. Si tu paso falla en cualquier momento, o si tomas demasiado tiempo para descansar, incluso un momento de descanso, tu enfoque perderá rápidamente la claridad hasta que se desvanezca por completo. Si tu conciencia vuelve después, puedes encontrarte en cualquier lugar que llames hogar y la institución esencialmente habrá desaparecido de la existencia. Si este es el caso, agradécele a la entidad que desea que se logre el resultado menos probable. Si tu conciencia no regresa, entonces sigues siendo afortunado de no haber despertado donde llegaron tus predecesores más desafortunados.

Cuando llegues por fin al final de la escalera, te encontrarás en un pasillo en ruinas, que parece ser parte de un edificio de gran altura. El muro a tu izquierda tendrá muchas puertas. No abras ninguna de ellas bajo ninguna circunstancia, independientemente de las sensaciones que te insten a hacerlo. Estos sentimientos son apenas más que un engaño. Las puertas frenan segmentos de tu psique que se cierran afortunadamente; Liberarlos ahora es un grave error. La pared a tu derecha está compuesta enteramente de vidrio. Mirar por esta enorme ventana revela tu lugar de nacimiento, aunque estará completamente vacío y sin vida.

Camina por el pasillo. Su longitud es variable, por lo que esto puede llevar incluso más tiempo que tu ascenso reciente. En el extremo opuesto, verá un conjunto de puertas dobles. A diferencia de las muchas otras puertas en este pasillo, debes abrir esta, aunque es posible que sientas renuencia a hacerlo. Esto es natural: tu mente todavía está tratando de protegerte. Supera este sentimiento y entra en la negrura interior. En poco tiempo, un solo foco se encenderá sobre ti desde algún lugar en la oscuridad, y todas las cosas dentro del foco se aclararán. A través de su luz reflejada, se puede ver el área circundante muy poco iluminada. Es mejor que no mires demasiado de cerca las imágenes cambiantes más allá de la región de claridad.

Los anillos en el suelo te indicarán que estás en una especie de carpa de circo, parado en el anillo central. Al otro lado de ti hay un hombre robusto con una apariencia extravagante, que lleva un brillante sombrero de copa que sombrea sus ojos, bloqueándolos de tu vista. Pregúntale:

¿Qué han oscurecido en mí?"