jueves, 11 de julio de 2019

Luna de Sangre

Lo primero que recuerdo...

Esa roja y brillante luna… Me desperté sobre las cenizas de un pueblo incendiado… había cadáveres por todas partes con el olor de la sangre y la carne podrida. Me levanté para explorar la zona para encontrar alguna pista de lo que pasó. Pero me detuve en mi búsqueda al ver un pequeño bulto negro a los pies de los escombros de una casa.

Su melena y punta de la cola estaban cubiertos de sangre, su cuerpo también tenía heridas, se podía ver la sangre gotear de una de sus orejas en la cual tenía un agujero en forma de bala. Tan pronto como me vio, se puso en posición de ataque y comenzó a gruñir, pero antes de que él se abalanzara sobre mí, el sol lo hizo en el horizonte.

Aquel bulto negro se sacudió y empezó a correr, y sólo me miró con una cara triste de horror. Como es de esperar, me caí al suelo temblando de miedo.

Cuando algo desconocido que acaba de matar a todo un pueblo está justo enfrente de ti a punto de matarte, y justo ser salvado por el sol, es aterrador.

En ese momento, en el horizonte vi la luna. Pero no era gris, era roja como sangre oscura.

Me refugié en una de las únicas casas que no fueron destruidas completamente. Arriba me encontré con un cuaderno en blanco, algo de comida, un teléfono y una bolsa. Lamentablemente, el teléfono era inútil porque había olvidado todo - de alguna manera - pero lo puse en la bolsa junto con todo lo demás.

Por si acaso. Me senté en la cama y miré mi ropa, que estaba destruidas completamente, y quemada en algunas partes ¿Cómo no me di cuenta antes? Busqué en el armario y encontré una camisa lisa negra y un jeans gris roto.

Es mejor que nada...” murmuré, guardando la ropa en el bolso. Antes de salir de la casa, miré en la biblioteca para ver qué podía averiguar acerca de dónde estaba.

Creo que estoy en un lugar cerca de la selva.

Decidí tomar el libro que decía eso conmigo, y luego miré un libro sobre bestias. Me encontré con una imagen semejante a la criatura. Pero esta daba mucho más miedo.

Seguí hojeando, pero como no encontré nada acerca de aquella criatura, guardé ese otro libro en mi bolso. Saqué un libro más sobre el sistema solar, y hojeé las páginas hasta que encontré el ciclo de la luna.

Lo que había visto era llamado luna de sangre, y era muy raro.

Guardé el libro, saqué el cuaderno del bolso, puse la primera página y escribí una entrada:

"No puedo recordar quién soy o mi nombre, pero todas las personas que alguna vez supieron, están muertos. Estoy pensando que algo lo hizo."

No era marrón como en el libro, pero si negro, y muy agresivo ¡Trató de matarme!

Pero tan pronto como el sol comenzó a subir él escapó.

No he podido encontrar nada acerca de mí en este pueblo… quiero saber qué fue lo que pasó, ¿quién soy?.

Y sobre todo que fue ese bulto negro que vi, quiero volver a verlo pero según el libro esta bestia sólo se presenta cuando aparece la luna de sangre.





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miércoles, 10 de julio de 2019

Déjame alcanzarte


—Buenas tardes — me saludó con una enorme sonrisa, sentada en aquél sillón que conocía nuestros cuerpos tan bien.

—Regresé —dejé caer lo que traía en manos y me acosté con mi cabeza sobre sus piernas, la miré fijamente, ya se había tornado de un color carmesí. Ésta chica, no he hecho nada aún y ya está roja hasta las orejas... tan amable... ¿Siquiera lo merezco?


La volví a mirar y no pude evitar tocar su rostro. No tengo derecho a pedirlo, pero, por favor escucha éste egoísta deseo, te lo ruego, no seas amable con nadie más que conmigo, algo difícil para alguien tan dulce como tú, no mires a nadie más, no llores en el hombro de nadie más que el mío, que solo es para tus lágrimas, no pienses en nadie más, no escuches a nadie más, no permitas ser tocada por nadie más.

Te amo, por eso yo no seré amable con nadie mas que tú, algo fácil para alguien tan mezquino como yo, no miraré, no pensaré, no escucharé a nadie más, siempre que quiera correré a tu hombro para desahogarme, solo tu hombro y el de nadie más. Le daré la espalda incluso a mi orgullo para poder estar contigo... por eso... por favor, déjame alcanzarte, permite me tomarte de la mano, abrazarte, jugar con tu cabello, oler tu siempre delicioso perfume, tenerte en mis brazos, besarte y jamás dejarte ir.

Déjame saber donde estas para salir a buscarte, lo haré, lo haré hasta que mi cuerpo no logre responder al deseo de mi siempre inquieto corazón que solo sueña con jugar con aquellos labios que tanto amo. Pero por favor, no sigas mandando a éste fantasma del pasado, es demasiado cruel verte todos los días de ésta forma y recordar cuando aún te tenía en mi rezago. ¿Me estás castigando? creo que lo merezco, nuestra última discusión llegó muy lejos, dijiste cosas que me hirieron, pero yo debí haber visto tu dolor, no debí continuar aquella vez.

Perdón, perdón, perdón, perdóname, perdóname por todo, perdóname por aquellas veces en las que no respondía tus llamadas por trabajo, si me permitieras volver a vivir algo como aquello, juro que en cuanto supiera que eres tu quien me llama, saldría de mi trabajo dándole la espalda a todos. Perdóname por ser algunas veces demasiado infantil, pero tu rostro ligeramente molesto era tan hermoso.

Solo... perdóname, perdóname por todo, yo tomaré la responsabilidad por todas las cosas en el mundo que te hacen llorar y enojar, pido perdón por todo aquello, por eso, te lo ruego, déjame alcanzarte en aquel lugar en el que estás, y una vez te tenga en mis brazos te traeré de regreso, iremos a aquel parque que tanto deseabas, te llevaré a pasear a donde tu quieras...

-—Vuelve... —pero ella ya había desaparecido...




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#021 El Holder de la Rabia

En cualquier ciudad, en cualquier país, puedes ir a cualquier institución psiquiátrica o casa desolada donde puedas llegar por ti mismo. Dirígete a la recepción y pide visitar a aquel que se hace llamar "el portador de la rabia". El recepcionista reaccionará tímidamente y te señalará una puerta, luego se alejará. Entra por la puerta, observarás como el camino desciende en la oscuridad por una escalera de metal. Mientras desciendas, comenzarás a escuchar gritos que provendrán de una garganta de origen indeterminado.

Si los gritos se detienen en cualquier momento, grita hacia la oscuridad ¡Reanude su negocio! ¡No deseo entrometerme! Si los gritos no vuelven, no hay nada que puedas hacer, ya que estarás muerto antes de que sepas lo que sucede. Si los gritos continúan, puedes seguir adelante.

Eventualmente, verás la luz que entra por las grietas de una puerta. Pasa por esta puerta y estarás en lo que parece ser una mazmorra medieval. Cráneos humanos llenas de velas iluminarán la estancia repleta de esqueletos alineados en las paredes. Habrá una mesa de madera frente a un fuego dentro de una chimenea. En esta mesa estará la cabeza cortada de una niña de 4 años, mirando hacia adelante con ojos lechosos. Acércate a la mesa y mira la cabeza a los ojos. Con una voz clara y ordenada, preguntale:

¿Quién evitará que se junten?

La cabeza te mirará a los ojos y te relatará la historia de un hombre. Ella te contará toda su historia, desde su violento nacimiento hasta lo que está haciendo en ese mismo momento. Sus hechos serán relatados con detalles horrorosos. Es un asesino del que nunca se ha visto en el mundo, y está loco.

Si al final de la historia, la cabeza te dice: Él está escuchando nuestra conversación, te sacarán de la habitación y nadie volverá a escuchar de ti jamás. Experimentarás todas las cosas más horribles que jamás hayas concebido, y permanecerás vivo hasta que las hayas experimentado todas.

Si ella te dice que Él está en otra parte, ahora te está buscando. Él no se detendrá hasta que mueras o los objetos se junten. Ella te dirá que la recojas. Levanta la cabeza por el pelo y mira la mesa donde estaba. Clavada en la madera habrá una aguja, cubierta de sangre seca, semen, pus e innumerables sustancias no identificables.

Esa aguja es el objeto 21 de 538. La caza ha comenzado y el reloj no se detiene.

martes, 9 de julio de 2019

#018 El Holder de la Pasión

En cualquier ciudad, en cualquier país, puedes ir a cualquier institución psiquiátrica o casa desolada donde puedas ir por ti mismo. Dirígete a la recepción y exige que te lleven ante aquel que se hace llamar "El Portador de la Pasión". El empleado se sonrojará y comenzará a soñar despierto; Tendrás que preguntar dos veces más hasta que finalmente él asienta y te indique que lo sigas.

Él te llevará a un pasillo. Escucharás un motor diesel amortiguado, pero por el momento, no importa. Ignóralo por ahora. En su lugar, escucha cualquier susurro que escuches. Si se detiene, es vital para tu cordura que cierres los ojos, porque una criatura horrorosa emergerá del suelo y, después de un corto tiempo, saldrá del techo.

Escucharás los susurros en idiomas desconocidos hasta que el empleado y tú lleguen a una puerta hecha de piedra. Ahora, escucha el motor. Si sigue encendido, abre la puerta. Ni siquiera intentes imaginar lo que sucederá si el motor se detiene; nadie ha podido decirlo después de que se haya detenido.

Ahora, si la puerta ha sido abierta, el empleado te dejará en paz. Entra por la puerta y camina recto hasta que se cierre. Ahora, tiene que decir las palabras "Disculpe, me gustaría aprender de usted". Si hiciste algo incorrecto, morirás antes de que se te des cuenta, así que no te preocupe mucho por esto. Nada debería ocurrir durante varios segundos, puedes volver a caminar. Hazlo hasta que llegues a un corazón que sea tan grande como tu cabeza. No lo toques y date la vuelta. Verás a la mujer más bella o a la criatura más horrible que tus ojos han visto. Este último solo aparecerá si has tocado el corazón que aún late. Su sola visión casi te volverá loco y te perseguirá por el resto de tu vida.

En caso de que veas a la mujer, mírala a los ojos, en ningún otro lugar, incluso si no usa ropa. La belleza, literalmente, te cegará y te obligarán a vagar por su reino hasta el final de tu vida. Si puedes seguir mirándola a los ojos, puede hacer una pregunta:

¿Están vivos?

La mujer de repente se quejará profundamente y se acostará en el suelo, comenzando a satisfacerse masturbándose. Ahora debes cerrar rápidamente los ojos y mantener los oídos cerrados con las manos, ya que su gemido destruirá lentamente tu mente y cuerpo, en caso de que lo escuches con claridad.

Después de un tiempo, sentirás que alguien toca tu hombro derecho. Ahora puedes abrir los ojos y bajar las manos. No te vuelvas hacia quien te haya tocado. En cambio, mira dónde estaba la mujer. Ella ya se habrá ido, solo cenizas quedan en su lugar. Remueve las cenizas y encontrarás su útero. Tómalo y cierra los ojos. Ábrelos de nuevo después de que sientas que algo frío toca tu cabeza. Estarás de vuelta en el instituto mental, detrás del empleado que te guió hasta la puerta de piedra.

El útero es el objeto 18 de 538. Le queda todavía un hijo que soportar.



Descansando en el avión

Una mañana de invierno una de las azafatas del avión se dirigía por el pasillo del avión hacia la cabina de mando después de atender a los pasajeros. Se acercó a uno de los pilotos y le informó que la cabina de descanso estaba libre.

El hombre se levantó y se marchó a dormir un rato. Cuando el piloto entró en la pequeña cabina estaba totalmente oscura, pero, al apoyar una mano en una de las literas, notó un bulto. Había alguien durmiendo, pero la azafata le había comunicado que la pequeña cabina estaba vacía.

Alumbró con una linterna de bolsillo hacia la cama y observó con sorpresa que había una niña de unos cinco años tumbada en la litera. La arropó con la manta y, sin hacer mucho ruido, salió de la habitación y cerró la puerta.

Al momento, fue a buscar a la azafata y le contó lo que había sucedido. Esta alegó que era imposible porque no iban niños en ese vuelo. El piloto no se lo podía creer, había tocado con sus propias manos el cuerpo de la pequeña. Incluso notó su respiración mientras dormía.

Entonces la azafata con cara de preocupación le susurró:

– ¿Ve usted esa pareja de allí al fondo? ¿La ve?- repetía, dirigiéndose con la cabeza hacia una joven pareja con los rostros pálidos y demacrados.

- Sí, sí... ¿Pero qué tienen que ver ellos en la historia? 

- Se dirigen al entierro de su hija, ella va abajo en un ataúd, junto con el resto de mercancías.

Gracias por arroparme

El piloto se quedó pálido al escuchar la noticia y salió corriendo a la cabina de descanso. Allí no había nadie.

Se introdujo al baño, entonces, a refrescarse la cara y al mirarse al espejo se dio cuenta de que había escrito algo con un pequeño dedo:

"Gracias por arroparme."





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