jueves, 24 de abril de 2025

Nota del Administrador de la Fundación SCP

La humanidad ha estado presente en su estado actual durante un cuarto de millón de años, y solo los últimos 4.000 han sido de la más mínima importancia.

¿Y qué hicimos durante esos 250.000 años? 

Nos apiñamos en cuevas y en torno a pequeñas hogueras, temerosos de lo que no entendíamos. Había más que explicar que el amanecer, estaban los misterios de los enormes pájaros con cabezas de hombre y las rocas que cobraban vida. Así que los llamamos "dioses" y "demonios", les suplicamos que nos permitiesen sobrevivir y rezamos por nuestra salvación.

Con el tiempo, su número se redujo y el nuestro creció. El mundo empezó a tener sentido conforme hubieron menos cosas a las que temer, pero lo inexplicado nunca puede desaparecer del todo, como si el universo exigiese lo absurdo, lo imposible.

La humanidad no puede volver a la era en que se escondía, aterrada. Nadie más nos protegerá, y debemos resistir por nuestra cuenta y riesgo.

Mientras el resto de la humanidad vive en la luz, nosotros debemos resistir en la oscuridad para combatirla, contenerla y apartarla de los ojos del público, para que otros puedan vivir en un mundo cuerdo y normal.


Aseguramos. Contenemos. Protegemos.
— El Administrador

miércoles, 23 de abril de 2025

El Corandury

En el peldaño bajo de mi alcoba
Con ojos de botón sin luz,
Sin pasión que perturbe o que sofoque,
Yace el Corandury, cruz.
Parece dulce, benigno, sin malicia,
Ignora toda discusión,
Mas es azote de toda justicia,
Absoluta es su acción.

Anoche vi cómo a mis amigos comía,
Los destrozaba sin dudar,
De sus dedos la punta desprendía
Y en sangre danzó hasta el clarear.
Grité al verlos inertes, sin aliento,
A Madre conté el atroz festín,
Ella gimió: "¡Ve a la cama, mi tormento!",
Y me dejó con el ruin.

Miembros rotos, abiertos los costados,
De cinco amigos, funerales fríos,
Sobre su tumba busqué ser cobijado,
Solo yo, con mis escalofríos.
Dormido lloré, soñé con la huesuda,
Y cómo sus dientes me iban a encontrar,
Y cómo al alba, la voz de Madre, muda,
Mi incredulidad vendría a lamentar.

Mas la paz del terror pronto cesó,
Al llegar el día, sin dudar,
Vi a mis amigos cruzar el umbral,
Con perfecta salud, al andar.
Madre frunció el ceño, severa mirada,
Y mi nariz vino a señalar,
No podía vivir, ni aprender nada,
Así que las gradas volví a escalar.

De donde estaba sentada, la arranqué,
Mis ansias logrando dominar,
Vi una rata rastrera, que mintió, lo sé,
Y la lancé escaleras abajo, sin dudar.
Entre golpes, alaridos y el patear,
Y talones que hundían su barbilla,
Algodón suelto, costuras al azar,
Creí verla esbozar una extraña cosquilla.



martes, 22 de abril de 2025

El Caleidoscopio

Durante nuestra luna de miel en Maine, mi esposa y yo nos detuvimos en el pintoresco pueblo de Boothbay en un día particularmente lúgubre y lluvioso. Como nuestro picnic planeado quedó descartado, buscamos refugio en una pequeña y destartalada tienda de antigüedades cerca del puerto. Mientras mi esposa inspeccionaba los grandes baúles y las mesas auxiliares cerca de la puerta, yo examinaba con entusiasmo las herramientas antiguas y los equipos de navegación dentro de la vitrina de cristal al fondo. Como coleccionista de óptica e instrumentos marinos, esperaba encontrar un sextante, o quizás un viejo telescopio encuadernado en cuero.

Una pieza particularmente interesante me llamó la atención. Parecía ser una linterna pesada de latón, con una pátina marrón desgastada pero de un diseño notablemente moderno. Le pregunté al tendero, pero solo pudo decirme que la habían encontrado en el mismo viejo cofre de marinero que varias de las brújulas y el sextante también en exhibición. Me preguntó si me gustaría comprarla por cinco dólares, o quizás tenerla gratis.

—Para mí no vale nada, nadie la quiere —cuando le comenté el precio, suspiró con cansancio, y luego metió la mano en el armario y la sacó para mí—. Aquí tiene, mírelo usted mismo, señor.

La artesanía era maravillosa; bastante duradera y aparentemente hecha a mano, quizás en algún lugar de Europa. Unas letras desgastadas indicaban que podría ser de origen alemán o quizás austriaco. Giré la carcasa de la bombilla y un débil haz rojo se extendió. Al dirigirlo hacia un rincón oscuro de la tienda, fui recibido por fantásticos remolinos monótonos, moviéndose y entrelazándose entre sí como un pozo de anguilas. Mientras miraba más fijamente este inusual proyector-caleidoscopio, mi fantasiosa mente inventó rostros macabros y ramas sinuosas y retorcidas. Apagando el dispositivo, me volví emocionado hacia el tendero.

—¡Fantástico! —dije—, ¡debe tener algún tipo de filtro de aceite delante de la lente! Tengo dos caleidoscopios victorianos, pero ninguno iluminado como este.

—No lo entiende, ¿verdad? Nadie lo entiende. Todos vuelven a devolverlo después de un tiempo —el tendero se apoyó en el mostrador y pude ver que respiraba con dificultad y sudaba—. Todos piensan que es algún tipo de truco... hasta que empiezan a verlo cuando la luz está apagada. Eso no es ninguna proyección, señor. Esa maldita cosa, esa luz, no está inventando esas criaturas. Solo está permitiendo que sus ojos vean lo que ya está ahí.



domingo, 20 de abril de 2025

#100 El Holder de la Torre

En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier prisión de alta seguridad a la que puedas acceder. Cuando llegues a la recepción, pregunta por visitar a alguien que se hace llamar "El Portador de la Torre". Casi inmediatamente, los guardias te arrestarán y te ingresarán en la prisión en el corredor de la muerte sin juicio. Tu celda con los otros reclusos del corredor de la muerte estará en el nivel inferior subterráneo. No salgas de la celda. No comas ningún alimento ni bebas agua. Hacerlo sometería tu inevitable perdición en el corredor de la muerte y conduciría a torturas que es mejor no escribir. Permanece despierto todo el tiempo que puedas sin dormir. Cuando tu cuerpo se derrumbe por el agotamiento, caerás en un sueño sin sueños. Cuando despiertes, tu celda estará abierta y la prisión estará llena de una niebla muy espesa. Sal de la celda y ve recto. Pronto se hará evidente que ya no estás en la prisión; la celda detrás de ti se desvanecerá rápidamente en la niebla.

La forma de un gran edificio señalará tu llegada. Al acercarte, verás que se inclina ligeramente hacia un lado, y una gran parte de él está realmente enterrada en el suelo por el que caminas. A pesar de que parte de él está sepultado en la tierra, la parte superior está envuelta en niebla y es imposible de ver. Encuentra una ventana y trepa; la puerta está enterrada debajo de ti y es inutilizable. Habrá un anciano bien vestido esperando adentro. Te saludará y comenzará a caminar; el interior estará completamente oscuro, salvo por una pequeña esfera de luz que emana de una vela que sostiene el hombre. Síguelo y pregunta:

"¿Dónde fueron separados?"

Él te contará con detalles articulados la cruel historia sobre la separación imprevista de todos los Objetos. Los horrores descritos son impropios de palabras humanas. Imágenes se arrastran a tu mente como un erizo en tu oído mientras te cuenta la historia de la torre donde fueron separados para acabar con todo. Continuará recordando, en una horrible ensoñación, lo que le sucedió al lugar donde fueron separados. No puedes interrumpirlo y debes permanecer dentro de su pequeña esfera de luz, porque es todo lo que mantiene alejada la oscuridad. Un terror implacable acecha allí. Cuando termine, ambos llegarán a una habitación. En la habitación habrá una guillotina ensangrentada. El hombre se dará la vuelta y sacará un reloj de bolsillo. Lo mirará y te dirá que es hora.

El reloj de bolsillo es el Objeto 100 de 538. Contará para siempre los días hasta la condenación o la salvación. La elección es tuya.



miércoles, 16 de abril de 2025

El Onironauta parte 1

¿Alguna vez te has dado cuenta de que estás soñando?

Desde que tengo uso de razón, he tenido sueños lucidos con frecuencia. Generalmente me daba cuenta de que estaba soñando y en ese instante despertaba, solo algunas veces lograba quedarme consciente en mis sueños, en esos extraños casos generalmente intentaba hacer cosas que en la vida real no sería posible, como el uso de la telequinesis y la telepatía por ejemplo. Sin embargo, como a la mayoría de las personas y en especial a la mayoría de los niños, mi principal meta era poder volar. Lo intentaba frecuentemente, corría con todas mis fuerzas y saltaba tan alto como podía. Sin embargo, nunca lo logré, a lo más que llegaba era a caer muy lento al suelo, algo parecido al efecto de la falta de gravedad.

Otra cosa que me gustaba hacer era explorar mis sueños. Soñaba con lugares extraños, ciudades desiertas y mi principal meta era saber que tan grande podría ser mi imaginación para crear escenarios complejos y detallados. A veces intentaba leer la información que viene detrás de la envoltura de los dulces o las letras de los carteles de la ciudad. Sin embargo, al acercarme descubría que no eran letras, eran solo marcas que simulaban ser letras a la distancia. Así pasó mi infancia, podía suceder hasta dos veces en una semana o podían pasar meses enteros sin que sucediera, jamás me pareció algo importante, nunca le comente a nadie sobre esas experiencias.

Cuando cumplí los 12 años, mis padres me regalaron mi primera computadora, en aquellos tiempos, los años 90, había mucho menos sitios a los cuales acceder en internet. Yo me pasaba la mayor parte del tiempo en foros populares de la época, leyendo artículos y cosas que a la mayoría de los niños de mi edad les hubieran parecido aburridas. Uno de esos días, mientras navegaba por la red, un blog llamó mi atención. Se llamaba “El Onironauta”. El nombre me pareció interesante aunque era una palabra que nunca había escuchado.  Entré y comencé a leer.

Curiosamente me enteré que un onironauta es una persona capaz de tener sueños lúcidos a voluntad y controlar todo lo que en ellos sucedía. Al leer esto, me llené de emoción, al parecer yo era un onironauta, aunque bastante inexperto. Nunca había visto algo similar, un lugar con más gente como yo, gente interesada en navegar por sus sueños. Comencé a leer un artículo llamado “cómo ser un onironauta” en donde venían una serie de ejercicios para conciliar el sueño pero permanecer consciente. Esa misma noche lo intenté, pero no funcionó. Sin embargo, no estaba dispuesto a rendirme. Pasé semanas leyendo ese blog, haciendo todos los ejercicios, hasta que aproximadamente en seis meses, logré controlar mis sueños casi a la perfección.

En el blog, venían ejercicios para aprender a hacer distintas cosas, desde construir estructuras, correr muy rápido, teletransportarse y por supuesto, volar, que era el último ejercicio que aparecía en la lista. Para este punto ya tenía sueños lúcidos a diario, siempre me enfocaba en mejorar mis técnicas, intente por semanas el ejercicio para volar. La explicación que venía en el blog decía que para volar debía limpiar mi mente de las barreras físicas, impuestas en el mundo real y que yo daba por hecho inconscientemente, es decir, si pensaba que era imposible volar y que podía lastimarme, entonces no funcionaría. 

Sabiendo esto, una noche inicié mi sueño en una ciudad desierta con la que generalmente soñaba, una ciudad que yo mismo había construido a la cual bauticé con el nombre de “Insomnia”. Busqué el edificio más alto, subí hasta la azotea, miré hacia abajo y sentí vértigo. Sin embargo, recordé lo que había leído, traté de no sentir miedo, tomé aire lentamente, cerré los ojos, extendí mis brazos y finalmente me arroje al vacío. Sentí miedo y esa horrible sensación de caída, pero traté de no exaltarme demasiado ya que si lo hacía, eso me haría despertar y tendría que comenzar de nuevo. Limpié mi mente lo más que pude y solo pensé en volar, abrí los ojos y… por fin, lo había logrado, estaba volando, sentí una felicidad indescriptible, sentía el viento en mi cara, los latidos de mi corazón se escuchaban muy fuerte.

Ahora tenía el control absoluto de mis sueños, eran mis dominios, mi propio reino onírico. 

Después de eso, mi vida cambió radicalmente, ya no quería despertar, nunca era suficiente, quería pasar mi vida en los sueños, pasaba el día esperando el momento de llegar a dormir a mi casa. Me obsesioné tanto con eso que incluso me distancié de mi familia, ya que, si no estaba fuera de la casa, entonces estaba durmiendo.

Uno de tantos días, recibí un correo electrónico, era del administrador del blog, eso me pareció bastante extraño, no recordaba haber proporcionado mi dirección de correo electrónico. Abrí el mensaje, lo que decía me sorprendió mucho, era una felicitación o más bien una invitación, lo que decía era lo siguiente:

“Muchas felicidades, haz logrado obtener el control total de tus sueños, nos tienes realmente sorprendidos, dominaste en meses técnicas que a muchos de nosotros nos llevaron años perfeccionar, queremos invitarte a ser parte de nuestro grupo, debes tener muchas preguntas y estamos dispuestos a responderlas, solo tienes que contestar este correo electrónico con un Sí, y nosotros te contactaremos, o con un No, y jamás volveremos a molestarte.”

Me emocioné mucho al leer esto. Sin embargo, sentí mucho temor, no tenía idea como él o ellos pudieron obtener toda esa información, sé que podía ser una coincidencia, que tal vez era de esos correos que dicen siempre lo mismo y se lo envían a todo el mundo, esperando que alguien caiga en la estafa. Sin embargo, mi curiosidad fue más fuerte que mi miedo, decidí responder el correo con un Sí.

El resto de la tarde transcurrió normalmente, llegó la hora de dormir, me dispuse a descansar, pensaba en todo lo que haría en mis sueños, no tardé mucho en quedarme dormido. En mis sueños aparecí en el edificio más alto de la ciudad, me disponía a alzar el vuelo y terminar de perfeccionarlo, pero antes de lanzarme, escuché una voz que decía mi nombre, volteé y me di cuenta que era un hombre, de unos 35 a 40 años, alto y vestido con un traje bastante extraño, me miró y dijo:

—Recibí tu respuesta, tengo que explicártelo todo.

Me acerqué a él bastante confundido, ya que no sabía si era solo parte de mi sueño, una creación más de mi imaginación o si era realmente la persona que me había contactado.

—Soy real —contestó sin abrir siquiera la boca—, también domino la telepatía. —Le pregunté quién era y que quería—. Esto no es tan fácil de explicar ni de entender, así que trataré de ser bastante claro.

Sonrió y continuo:

Te explico, el mundo de los sueños no es lo que tú crees, no es lo que todo el mundo cree, no es creado por tu imaginación, es un lugar real, tan real como tú o como yo, es una dimensión alterna, libre de las leyes físicas, existen millones de mundos como éste, algunos completamente distintos entre sí y otros casi iguales. Éste en especial es habitado principalmente por mentes humanas, mentes que llegan aquí a través de sus sueños, personas ingenuas que creen soñar cuando en realidad están dentro de otro mundo.

También existen criaturas cautivas, atrapadas por la eternidad aquí, por accidente o por castigo, existen en diferentes formas y tamaños, pueden parecer animales, niños, mujeres, ancianos o hasta monstruos sin forma, demonios o como los quieras llamar. Estas criaturas tratan de escapar a toda costa de este lugar, lo intentan por todos los medios posibles, no importa si tienen que engañar a personas inocentes para lograrlo, ya que la única forma en la que ellos pueden salir de aquí es dejando a alguien más en su lugar, es un ciclo infinito. Los humanos somos las presas predilectas de estas criaturas, a las que llamamos “Embaucadores”, ya que existe un lazo muy cercano entre este mundo y el nuestro, por eso es que podemos entrar y salir a placer de aquí a través de los sueños. Ellos intentan cualquier cosa.

Este mundo es más de un millón de veces más grande que la Tierra, por lo que para ellos es difícil encontrar humanos, pero cuando los encuentran, inmediatamente tratan de utilizarlos para salir, ellos son los responsables de lo que llamamos “Pesadillas”. A veces se generan pequeños errores o rupturas momentáneas en las barreras de ambos mundos, en dichas ocasiones las personas comunes pueden ver lo que habita en este lugar, es a lo que generalmente se le conoce como “Apariciones Fantasmales”, aunque también existen personas especiales, se desconoce la razón, que desde el nacimiento son capaces de ver este mundo a través de una o todas las puertas que existen entre ambas dimensiones, es decir, a través de los sueños, el agua, las fotografías, los espejos o hasta las ondas de radio, estas personas son más vulnerables a los engaños o ataques de estas criaturas, en especial si no están entrenados adecuadamente, a estas personas las llamamos “Receptores”.

También estamos los Onironautas, somos una élite fundada en secreto durante la Edad Media por un grupo de monjes franciscanos, estamos conscientes de todo lo que sucede en ambos mundos y entrenados especialmente para guardar el orden, somos una especie de policía onírica, nos encargamos de evitar que los Embaucadores le hagan daño a las personas vulnerables durante sus sueños, evitamos que logren salir de aquí, pero no siempre somos capaces de protegerlos, algunos han logrado escapar o han causado mucho daño a las personas durante sus sueños hasta el grado de arrebatarles la cordura. Solo existimos 223 onironautas experimentados actualmente para cuidar a los millones de personas habitantes de la Tierra, por eso es que reclutamos a las personas con potencial, las personas como tú.

Por último, está él, el responsable de todo esto, confinado es esta prisión millones de años antes de que nuestro universo fuera accidentalmente creado, una deidad sabia pero malévola, él disfruta del miedo y la desesperación, se alimenta de ellos, se divierte observando todo lo que aquí sucede, es como su entretenimiento, él también busca salir. A pesar de todo su poder, las deidades que lo confinaron a este sitio, no son capaces de retenerlo para siempre, su nombre es “Tantibus”, él puede destruir tu mente y convertirla en polvo si así lo desea. Sin embargo, los humanos somos insignificantes para él, lo que le interesa no somos nosotros, solo le interesa destruir, ha destruido universos enteros y el nuestro es su próximo objetivo, será lo primero que haga cuando logré salir de aquí. Para eso pueden faltar tal vez milenios, pero eso no es tanto cuando se vivirá por la eternidad.


…continuará.


#073 El Holder del Triunfo

En cualquier ciudad, en cualquier país; entra en cualquier biblioteca que encuentres y pide a la bibliotecaria de la recepción que te muestre al "El Portador del Triunfo", ella arqueará una ceja como si te juzgara y luego te llevará a lo más profundo del recinto. 

Verás una puerta en el ala sureste del edificio que jurarías te llevaría al exterior, la bibliotecaria se detendrá ante ella y llamará tres veces. Una voz que suena como dos hojas de lija frotándose preguntará: "¿Confías en que el triunfo te espera al final?, debes responder: "Si, porque yo no fracaso", debes decirlo antes de que la bibliotecaria te diga que eres un fracaso ya que si lo hace, tu alma se verá aplastada bajo el peso de tu propia derrota y esta se deleitará con tu carne mientras lloras tu pérdida.

Si respondes a tiempo (y con la confianza suficiente) la bibliotecaria silbará y sacará una daga, NO LA ATAQUES, pues su fuerza y velocidad son legendarias. Ella te entregará la espada y luego te abrirá la puerta mientras susurra maldiciones al pasar. El camino se verá bien iluminado y sin un final visible, espejos lo bordean, reflejando cada victoria buena y mala desde antes del inicio del tiempo. Mirarse en cualquiera de estos espejos sería fracasar en el escenario que refleja.

El camino se extiende más allá del tiempo y debes seguirlo, luego de lo que parecerá una eterna caminata, verás una gran puerta de acero. Una voz te llamará para que te acerques, mantén tu mente libre de dudas. Debes estar seguro de tu triunfo, de lo contrario te arrancarán el alma y te torturarán eternamente. 

Acércate a la puerta y llama siete veces. Si la voz te llama fracasado, el horror que verás te obligará a cortarte la garganta con la daga. Si no hay respuesta, entra. La habitación estará en una oscuridad que parecerá casi tangible, haz tu pregunta: "¿Qué pasará cuando triunfe?". En ese momento todo se iluminará revelando una figura de gran estatura, con un físico de Adonis y cada rasgo brillando a la perfección, salvo por el hecho de que no tiene rostro. El se levantará y se volverá hacia ti, pregúntale nuevamente: "¿Qué pasará cuando triunfe?". 

La figura ladeará la cabeza bruscamente a la derecha y se lanzará de inmediato contra ti... NO TE INMUTES o te golpeará hasta la muerte y se alimentará de tu carne y cordura. En lugar de eso defiéndete con tu daga, ataca con ferocidad desenfrenada o seguramente perderás. No debes matarlo, solo incapacitarlo. En ese momento escucharás su voz en tu mente: "Tu perseverancia sirve". Sin agradecer sus palabras debes contestar gritando: "¡TRES VECES LO HE DICHO Y HECHO! ¿QUÉ PASARÁ CUANDO TRIUNFE?". La figura ahora gritará con un sonido que amenaza a tu mente a implosionar, el te describirá con gran detalle el fin de los tiempos, cuando termine apuñálalo en la garganta y córtale la cabeza. Su cabeza será tu trofeo, el símbolo de tu triunfo.


Ese trofeo es el Objeto 73 de 538. Él sabe quién eres, disfruta de tu triunfo cuando llegue el momento.


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martes, 15 de abril de 2025

Siempre será mi madre

Apoyé la estaca justo en el centro del esternón y levanté el martillo, una lágrima resbaló por mi mejilla; la miré. 

Por un instante volví atrás en el tiempo, la vi bailando en el patio al anochecer, ataviada con su vaporoso traje de seda, la vi con el pelo empapado paseando bajo la lluvia en la oscuridad de la madrugada, saludándome desde la acera con los largos dedos de su mano...

La miré y agarré fuertemente el asa del martillo para asegurarme de no fallar. Y entonces, en aquel momento de extrema tención ella abrió sus ojos verdes y me miró. No dijo nada, no me arrancó la cabeza como me habían asegurado que pasaría si despertaba. Corrieron largos segundos y la vi indefensa bajo la madera puntiaguda, yo estaba dispuesto a atravesarla como un animal rabioso, pude escuchar la manecilla de mi viejo reloj de bolsillo; pude sentir el transcurso del tiempo en cada tic, en cada tac. Ella me miraba inexpresiva mientras podía ver el brillo de sus colmillos sobresalientes... ¿Quién era aquella mujer? ¿Era mi madre o era la bestia asesina y sin alma de la que hablaban los libros?

- No pienses -me dije. Y por fin escuche su delicada y melodiosa voz, esa voz...

- Has vuelto, estás aquí... 

Los mismos ojos, la misma boca, era la misma mujer; Sólo que ya no disfrutaba de mis magdalenas, ahora prefería los cuellos calientes y desnudos.

- No pienses, no pienses, no pien... - Solté el martillo y la dejé abrazarme. Ahora la acompaño a cazar cada noche porque ella siempre será mi madre.



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